Partida Rol por web

Era una pena que la profesora no quisiera revelarnos que realmente era una dragona, me hubiera gustado escuchar a Homuchan decirme si realmente los dragones saben a pollo o no. Aún así miré a Homuchan con una mirada complice y divertida, sabiendo que ambas sabiamos que era realmente una dragona.

Por otro lado la misma profe dragona nos explicó por todos los medios, incluso usando mi dibujo, lo que era una macedonia. Por supuesto sonreí un tanto boba al ver como la seño me halagaba por hacer el dibujo y ser tan participatiba a la hora de ayudar a dicha comprensión. Ya de por si me gustaba que me halagaran, ahora también tener esos halagos en clase me hacía más feliz incluso.

Justo entonces cuando me vine a dar cuenta luego de mi abobamiento por halagos, vi como Nonoko bailaba y la profesora estaba tocando la guitarra. Por un momento miré a todos lados para ver que estaba pasando, porque realmente me había quedado embobada sin pensar que ocurría. Pero entonces entre la musica, el baile y que Homuchan también se puso a bailar con Nonoko yo me animé sonriendo y tocando las palmas desde el suelo donde estaba para acompañar a la seño.

Mientras el baile y la canción de la profa embriagaba toda la clase fui mirando a los demás para ver lo que hacían, obviamente me daba cosita bailar también, y mi sonrojo ligero era perceptible siquiera por pensarlo. De mi boca solo salía un tarareo de la canción que cantaba la seño.

-UOOOH! Que ez Que'chú? Ezo hace PLAAAF?!?!?- Miré impresionado a Hana, que se apellidaba Banana... - Entoncez erez un puátano?- Pero no tendría sentido, porque no es amarilla verdad? Aunque los puatanos eran balnquitos por dentro, pero Hana no es blanquita... Es Color rosa-rojo! No? Aunque no lo sabía, la profesora, al que todos decían que era una dwagona... aunque tampoco la veía... pero si tenia un pelo color guazabi, y los dragones se cubren del guazabi cuando la piel estaba seeeeeca, seca, seca, o al menos mami asi me lo dijo... - Entoncez zi erez una dwagona, tu tezoro ez la witaba... OOOOH, MOLA!- La señoa 'Guazabi' también me comentó lo que era una macedonia, cosa que me impresionó aún más , soltando otro 'MOLA', era impresionante! Todas las fwutas metidas en un sitio, es como... Como PAAF! Al mencionar eso, la niña del cuonejo, empezó a bailar imitando a las fwutas, Y la profesora "Guazabi" empezó a tocar con su tesoro. De ella no salían ni PAMs, ni PUMS, ni PTDUMS, sino algo raro que sonaba muy muyyy bien, cosa que empecé a moverme poco a poco sin darme cuenta.

Y los otros lo hacían tambien, Homu empezaba a moverse y Azuchi hacia PUM PUM en el suelo con sus manos. Yo, EL CAPITÁN KIDD, no podía quedarse atrás, asi que me subí a una silla y me puse a hacer un movimiento pirata muy chuli que lo ví en el ordenador de papá**, mientras intentaba decir el nombre de la fruta que decía la señoa, asi que empecé a recitarlas como podía, Y LA PIÑA LA GRITABA MUY MUY FUERTEEEEEEE

-¡Sep! ¡El que'chú hace chaf! -respondió Hana a Kidd. Estaba muy contenta de que alguien comprendiese lo importante que eran las propiedades del "que'chú".

Aunque se perdió un poco con el resto de su conversa.

-Nu... yo no soy un pátano. Pewo antes mas llamao Hana Banana... Y io no soy una banana... -le dijo con cara confundida.

La profesora propuso que la clase se llamase Macedonia. Hana puso cara de pensar muy fuerte. ¿Macedonia era un buen nombre? Ella no había visto macedonias con tomates...

-¿Las madezonias tienen tomate? -le preguntó. ¡Si no tenían tomates no podían ser una macedonia!

Con la música, Hana se puso con carita embobada. Escuchando muy muy atenta. Cuando acabó, su cara se iluminó con una gran sonrisa y aplaudió torpemente.

-¡Ota! ¡Ota! -exclamó.

Cuando terminó la canción aplaudí ilusionada, había sido lo más mejor del universo. Abracé a don cascabel y me meneé de un lado a otro con suavidad.- ¡Ha sido la mejor canción del universo! - Bueno, no estaba segura de que fuera la mejor del universo, pero al menos para mí sí. Y es que... A mí me encanta mucho cantar y bailar ¡Y aún más si la música la pone una super dragona de los colores!-  ¡Más música, más más más! -Apoyé a las palabras de Hana.

Cuando el niño valiente la llamó plátano los miré raruno ¿Acaso Hanita se llamaba Hana Banana cómo mi hermana...? Acaso.... ¡¡Hanita era Hana en versión pequeñita!! Mis ojos se abrieron, vaya si se abrieron, por el azul cielo. Me la quedé mirando fijamente y finalmente negué con la cabeza rapidamente.- No puede ser Hana Banana... Hanita es buena cómo infinito y Hana Banana se pasa el día picándome.-Me autodije mientras abrazaba a mi don cascabel.

Con cuidado dejé caer mi cuerpo al suelo y recogí las piernas con cuidado para quedar sentadita cómo una señorita. O un intento de ello, porque.... La perfección brillaba por la ausencia.

No era la primera vez que Subaru escuchaba a alguien tocar un instrumento, porque su hermana mayor tocaba la flauta. Pero la señorita lo hacía mucho mejor, y el niño se quedó embobado mirando la guitarra mientras duraba la canción. Sus compañeros se animaron incluso a bailar al son de la melodía, pero él se limitó a juntar las manitas y disfrutar de la música. Al terminar, Hana y Nonoko pidieron con entusiasmo un bis, y Subaru asintió con fuerza.

—¡Sí, otra vez! ¡Porfa!

La música le gustaba, y mientras estuvieran bailando, no estarían haciendo otras cosas peligrosas como subirse a las ventanas. Aunque ahora la señorita viligaba, seguro que no les dejaría hacer esas cosas.

La mujer no podía estar más contenta con el resultado que dio su canción: no solo había conseguido que todos los niños le prestarán atención o que hubieran bailado contentos sus melodías... Sino que encima los pequeños pedían más canciones para divertirse. Sin duda había descubierto que la música era un arma super-efectiva para llegar a los pequeños infantes -Me alegro mucho de que os haya gustado... A partir de ahora, esa será la canción de clase... ¡La clase Macedonia!- dijo orgullosa y alegre, mientras que afinaba la guitarra para satisfacer a su público -Esta bien pequeñines, os cantaré otra si volvéis a ser tan buen coro y publico- dijo contenta...

Pero antes de que pudiera tocar nada, ese ruido ruidoso que hacía ruido aparecio, sorprendiendo a la profesora -Ahi va... ¿Ya pasó tanto rato?- se dijo para si misma, antes de mirar a sus alumnitos -Lo siento chiquitines... Pero la canción tendrá que ser luego... Ahora os toca recreo- dijo la mujer levantándose de la silla. Fue hacia la puerta corredera y la abrió para ustedes. Os miro sonriendo -Podeis salir a jugar fuera un rato... Cuando vuelva a sonar ese timbre, tenéis que volver... ¿De acuerdo chicos? Prometo tener una canción preparada para cuando volvais- os termino diciendo, esperando a que salierais.

Justamente la profe "Guazabi" acabó su canción y mi bailecito siguió durante unos segundos más, mientras intentaba memorizar aquella canción de la futa de la clase. No pude contenerme de soltar una carcajada de alegría mientras los demás compañeros hacian lo suyo y pedían más musica, cosa que no tardé en unirme a ellos:

-Ezo ezo! máz, maaaaaz! -

Era como los piratas nos divertíamos, haciendo musica de mar con los demás, o al menos eso me dijo papi. Y ahora era lo mismo! La profe nos dijo que sería la canción de la clase Mawezonia de ahora en adelante, y sentía que yo había contribuido a eso, cosa que me hizo sentir más feliz... Pero entonces un sonido silencioso y ruidoso calló los sonidos de la profe, y tal vez de los demás... Era un sonido estridente, y no me gustó. Rápidamente intenté taparme los oidos y me tiré rodando al suelo. Pero pasó rápido, y me volví a incorporar de pie.

-¿Qué ha zido ezo? ¿Porqué zuena tan fuerte como Pingö o el cono de la zeñoa?

-Seguro que es un ataque de algo capitán, deberiamos tener cuidado... -

Sea lo que fuera, la Capitana Guazabi sabría mejor que era eso...

La profesora dijo que era "requeo"... que era eso? parecía una palabra muy rara, pero al decir la frase: "Salir a jugar a fuera un rato", los ojos se me iluminaron y mi cuerpecito empezó a botar locamente...

-PODEMOZ ZALIR?!?!-

-NOS HAN DADO PERMISO CHICOS! ALZAD LAS VELAS! - Grité a los cuatro vientos desde la todilla*.

-HURRA!-

Rápidamente cogí mi mapa y un palo que pinta de la mesa, recogí mis zapatos y me los puse**, y salí corriendo hacia la salida. LIBERTAAAAD! EL MAPA NO SE PUEDE HACER SOLO! Pero de una forma u otra, caí al patio.

-Au...-

PERO UN PIRATA NO SE HACE DAÑO! Volví a levantarme y salí corriendo a verlo todo....

Ya nada importaba, ni si las macedonias tenían tomates o no. ¡Lo importante era que la dragona había declarado que su clase tenía una canción propia! No sabía qué era una clase, pero eso tenía aspecto de emocionante.

Inesperadamente, un sonido estridente y horrible sonó repentinamente. Hana casi se puso a llorar por el susto, y miró a los demás con nerviosismo y cara interrogativa para estar segura de si era momento de llanto o no.

Pero el que la profesora le quitase importancia pronunciando una palabra desconocida, hizo que Hana se relajase y despertase su curiosidad.

-¿Ecreo? -preguntó sin más.

Aunque el, "podéis salir a jugar" despejó del todo la mente de Hana y se puso de pie tan rápido como pudo.

Kidd ya había iniciado la exploración, así que Hana se limitó a seguirle con cara emocionada. ¿Qué encontrarían?

Ya se había olvidado del ecreo, de la dragona y de las macedonias, ahora lo que importaba era investigar todo.

Quizás se me contagió de mi hermanito, o quizás de Homuchan... O quizás del ambiente en general, pero incluso cuando la profesora terminó de tocar la canción, yo seguí dando palmadas hasta que nos llamó la atención diciendo que sería la canción de nuestra clase, sea lo que sea que significara eso, yo tan solo entendía que esa canción ahora era nuestra, o al menos nos representaba.

Fue entonces cuando el estruendo empezó y me hizo mirar a todos lados temerosa y confusa acercandome a Homuchan para agarrarla del brazo por puro miedo. Por suerte la profesora nos intentó tranquilizar diciendo que era algo bueno, pues aunque no entendí la palabra podíamos salir a jugar - Jugad - Dije sorprendida y saliendo de detrás de Homuchan.

Era obvia la reacción de Kaoru, y por eso cuando salió tan rapido tropezandose sus piré - Niichan es muy todpe. Espedo que no se haga mucho daño - Como una buena hermana preocupada tenía que expresarme, pero pronto me quité esa preocupación cogiendo ambas manos de de Homuchan. - ¿Vamos a jugad? - pregunté primero a ella luego miré al resto - Nonoko-chan, Subadu-chan ¿Quedeis jugad? - Si se trataba de jugar yo era la primera en querer, y por si fuera raro ahora Kaoru no quería jugar a piratas con nosotras, así que había que aprovechar para jugar otras cosas con los demás

-Podemos jugad al escondite, o al pilla pilla, o a las casitas. - Y no paré de decir juegos para ver si querian alguno en especifico

Estaba terriblemente animada, tanto que cuando aquel sonido resonó en mis oídos abrí los ojos por completo y sentí un escalofrío recorrerme por todo el cuerpo.- ¡Uuhh! -Don Cascabel cayó al suelo y yo lo miré durante unos segundos ¡¡Pero que había sido aquello!! Que horrible monstruo hacía tal chillido... ¡¡Seguro se trataba de un enemigo mortal!! 

Sólo cuando la profesora nos lo explicó yo lo comprendí, no del todo, seamos sinceros.... Mi mente suele estar más invadida por la fantasía que por la realidad, y es que después de todo.... ¡¡Tengo sólo unos cuantos añitos!! Recogí a mi peluche del suelo y observé cómo el niño valiente y Hanita salían a la carrera. Pero poco después la nenita tímida me llamó por mi nombre y casi de un brinco me coloqué próxima a ella con una gran sonrisa.- ¡Me apunto! Pero.... A mí se me da mal escoger... No no, en realidad no me gusta escoger.... ¿Y si nos inventamos algún juego genial? O jugamos a todos los que propones, Azuki-chan -Oh, jugar a todo, era la mejor de las ideas del universo, sí sí. 

Como a todos los otros, o al menos a la mayoría de los otros, el sonido aquel me hizo estremecer por estridente, repentino y desconocido, totalmente en discordia con la melodía armoniosa y la voz dulce de la dwawiwi… ¿acaso sería un mostwo? Asustada solo entonces terminé mi bailecito y encogiéndome un poco (para esconderme del mostwo), a la vez que sostenía lo más fuerte que pude a mi hewmanita, miré hacia todos lados, sin embargo pronto la sensei nos reveló de qué se trataba… ¡y no entendí nada!

Por suerte nuevamente la mayor ahí se tomó el tiempo para explicar e indicarnos lo que habíamos de hacer, algo que al parecer le gustaba mucho, pues tenía todo el rato explicando cosas ¿acaso era una explicona expewta? Luego tendría que preguntarle…en fin, Kaowuki fue el primero en lanzarse hacia el ansiado exterior y casi luego Twenza lo siguió con igual ánimo (pues era contagioso, debo decirlo); Azuchi no tardó en reprender al capitán, quien visitó al piso por apresurado — No cweo, Kaowuki es el más fewte que conozco — mentía, ese era mi papá, pero de cualquier forma nuestro hewmanito era como el tercero o cuarto en la lista, y no iba a romper las ilusiones de Azuchi aclarándoselo; en lugar de ello la tomé también de las manos y le sonreí animada — Shi — contestándole antes de que invitara al resto, niños que también quería conocer.

Cuando la peque Wakahisa comenzó a enlistar nuestras posibles opciones de juego, por un momento mi cabecita se infló con ánimos sobre todas ellas, siendo incapaz de decidir por mí misma al menos hasta que llegó Nonoko para echar claridad sobre tan delicado asunto — ¿Escondite-pilla-casitas? — entonces le pregunté, ansiosa como si la compañera de Don Cascabel hubiera descubierto la panacea, y es que bueno, si ya habíamos convenido el sentarnos todos juntitos y la clase se llamaba como todas la futas… ¿por qué no seguir con el concepto?

Emocionada entonces miré de vuelta a Azuchi pero también al niño del Camión, Subaru, que todavía no se pronunciaba — Me gusta cómo piensa Poyo — ratifiqué — ¡Me gusta! — y le dediqué así una sonrisa pura y cálida a la susodicha — ¡Hay que jugaw! —

Ahora bien, en ese momento habría echado a correr sin más, probablemente exponiéndome a la misma suerte que el piwata, sin embargo ya que Azuchi estaba conmigo no la iba a dejar así sin más…y sabía que si me alejaba ella podía asustarse o sentirse solitita (¿y si alguien se la robaba?) caminaría pues, con ella y Nonoko si seguía por allí, hasta con Subaru si aquel se animaba, pero solo conteniéndome un poco de correr y saltar…

La promesa de una nueva canción fue lo bastante emocionante como para que Subaru ensanchase mucho su sonrisa, pero aquél sonido tan fuerte lo asustó tanto que las rodillitas le temblaron y estuvo a punto de caer de culo al suelo.

—Ay...

La profesora les explicó que había llegado la hora de salir, y aquello significaba un entorno nuevo, lo cual preocupaba a Subaru, pero también despertaba mucho su curiosidad. No salió tan rápido como Kaoru o Hana, si no que se asomó a la puerta y oteó el exterior con prudencia antes de salir. Luego Azuki les propuso jugar a varias cosas, y una de ellas le pareció buena idea a Subaru.

—Podemos jugar al escondite y así expo... exlplo... conocemos el patio.

Obviamente la profesora se asustó mucho al ver que todos amenazaban con llorar al escuchar el atronador sonido del timbre... aunque por suerte se quedó en un susto al decirles que podían salir -Debería pedirle al director que cambie el timbre a uno menos atemorizante para los peques- pensó la mujer, que prefirió continuar sonriendo a sus chiquitines -Si, podéis salir. Recreo es tiempo de juego... y espero que lo paséis muy bien entre vosotros y los demás chiquitines de las otras clases- les dijo a todos ustedes, deseando que os divertierais a más no poder.

Como ya visteis cuando llegasteis esta mañana, el patio era un lugar enorme para ustedes, de tierra con unas pocas atracciones como la de los parques infantiles: unas barras, un tobogán, un par de columpios y una pequeña pirámide de cilindros de colores vistosos... aunque ahora que no estábais tan dormidos y no debíais ir a ningun lado, también visteis una caja de arena enfrente del tobogán, y más barras aparte de las que había frente a los columpios. Pudisteis ver como los bebes de las demás clases, al igual que vosotros, también salían a explorar y conocer su nuevo parque particular.

El parque era vuestro... podíais ir a donde quisiérais.

Viendo como Nonoko, Homuchan y Subaru parecían querer jugar a lo que propuse, pronto empecé a hacer fiesta siendo que me puse muy alegre - Chiiiiiiiiiiiiiiiiiiii - dije gritando dando una vuelta al pequeño grupito que quedamos y entonces agarrá las manos de los tres ¿Como? No lo sé, pero las junté en el centro - Juguemos, juguemos.

Pero la idea mayoritaria era al menos jugar a una fusión de lo que propuse, así que tras pensar dije - Pues jugademos así. Uno pilla, los demás se esconden, quien pille a los demás debe dadle un nombde de familia: Papa, mama, hijo, hija, pewuo, gato. ¿Os padece? Así juntamos todos los juegos, y si quedemos jugad a las casitas solo luego, ya tenemos la familia al completo. - Empecé a mirar a todos en general intentando ver si les gustaba mi idea

Sin embargo no les dejé responder a ninguno, pues solté las manos y empecé a correr hacia el patio donde veía un arbol - El último en llegad al adbol se la queda - Y corrí con los brazos extendidos junto a Agi el cual lo tenía en una mano corriendo junto a el, para tocar el arbol antes que nadie

¡Eh, eh! ¿Pero qué tipo de cosa era esa? Yo quería haber contestado, pero cuando me di cuenta Azuchi cuqui había salido corriendo en dirección al patio. Miré a mis otros dos compis de juego y alzando los hombros salí corriendo cuál rallo uper sónico. O aprovechaba la distracción.... O me veía llegando la última de las más últimas, y es que otra cosa quizás no, pero mis piernecitas eran torponas y pequeñitas. Agarré a Don cascabel por sus orejas y lo dejé ir zarandeándose detrás de mi mientras corría cual patito.

- Un, dos, un, dos... ¡Corre corre! Vamos Don Cascabel, ayúdame, que vamos a llegar los últimos.-Discutir con mi peluchito era de las cosas más divertidas, al menos hasta que mi zapatilla decidió dialogar con una piedra y yo terminé abrazando ¡No sólo abrazando! Si no también besando el suelo de arena. Dejé durante unos segundos mi cara pegada al suelo y tras unos segundos la levanté asustada y con los ojos muy abiertos. Besar suelos no era divertido, podía entender que querían mimitos, pero pero pero....- ¡¡MAMIIIIIIIII!! ¡¡MAMAAAAAAAAAAAAAA!! -Me removí hasta quedar sentada en el suelo, Don cascabel estaba cerca del árbol, el muy condenado había aprovechado mi caída para alcanzarlo y que no le tocase pillar. Me llevé las manos a la cara y me froté la misma intentando quitarme la arena de los ojos, la boca y la nariz ¿Cómo había acabado todo eso dentro de mi? 

- ¡¡QUIERO A MI MAMAAAAAAA!! ¡¡QUIERO TETIIIIIIIII!! -Las lágrimas sólo ayudaron a que mi cara estuviese más manchada. Tenía la nariz roja y con puntitos de sangre, sólo era un rasguño, al igual que el de mis manos, pero a mi me dolía ¡¡Y MUCHO!! 

Una vez salidos a fuera una brisa casi hace caer mi sombrero hacia las grandes aguas de esta. Al fin libertad! La temperatura era perfecta para ir a explorar las Islas Himawari... y había tanto que explorar!

-Capitán, que mapeamos primero?-  No estaba seguro de por donde empezar, había tantas localizaciones que explorar....

Podríamos empezar por la cárcel de "Juavaltarrrr"... ¿Podrían estar los peores piratas y malos de las islas Himawari alli? Solo una forma dedescubrirlo...

O el gran río inclinado plateado, Muchos marinos han bajado por sus aguas, pero muy pocos pueden tener el mérito de subir el río nadando contra corriente... Seguro que este río sería más resbaladizo que los demás...

O los puentes movedizos... capaces de lanzar a alguien por los aires, y a veces usar las lianas que tenian encima para columpiarse...

O esas rocas tan.... raras... ¿Que eran y que secretos esconderán?

Pero hubo algo que me impresionó aun más... que era esa isla de tierra fertil? Seguro que alguien había escondido un artefacto secreto alli!

-Tenemos rumbo camaradas! A Buscar el tesoro!- 

Subaru había salido el último, pero una vez fuera, los colores de las atracciones y la amplitud del patio le hicieron abrir mucho los ojos con fascinación. Nunca había estado en ese sitio, y quería conocer todos sus rincones. Lo primero que le llamó la atención fueron los setos que hacían de vallado, pero cuando estaba a punto de acercarse para comprobar lo seguros que eran, Azuki explicó las reglas del juego al que habían decidido jugar.

No estaba muy seguro de hacerlo bien, pero se acercó decidido a intentarlo... ¡justo cuando echaron a correr hacia el árbol para que el último se la quedara! A Subaru no le gustaba mucho correr, pero antes de poder pensar en ello estaba moviendo sus piernecitas. No quería quedársela y hacerlo mal. Pero entonces oyó un llanto muy cerca y se paró en seco. Vio con horror que Nonoko se había caído, y se acercó entre preocupado y temeroso.

—Oh... te... ¿te has hecho daño...? —preguntó con voz temblorosa, sin atreverse a tocar a su compañera.

Pese a que por esperar a ver qué decían los otros me distraje un poco, apenas vi partir a los que se unirían al juego entendí que debía apresurarme, no en balde Azuchi había dictaminado sendas reglas, siempre tan ordenada ella, y haciendo gala de insospechada maña no tardó en salir corriendo…pero yo tenía un truco secreto, una técnica que aprendí en la televisión.

Tomándome unos instantes incliné mi cuewpecito un poco hacia adelante al tiempo que rectos estiraba mis bwacitos hacia atrás, y cuando estuve preparada me impulsé para correr como el wubio de los bigotes cuyo anime veía con mi papá, “correr como Nawuto” le llamaban, infalible procedimiento para retar al viento mismo, alcanzando velocidad más allá de los humanos límites, algo que sin duda me daría la ventaja…o no. Lo cierto es que, mucho más allá de lo que veía en mi mente, correr como tal más bien era poco, tratándose en todo caso de pasitos erráticos y mucha risa emocionada, al menos hasta que el ruido del golpazo seguido del llanto de Nonoko me sacó de aquella abstracción.

— ¡Poyo! — grité yo por mi parte llevándome ambas manos a la boca; a mí no me dolía nada, pero solo de verla ahí, tan pequeñita y sufriendo, sentí que se me partía el corazón. No era por ignorar el juego que buenamente propuso Azuchi, pero mientras Subaru se acercaba a la pequeñita de cabello oscuro yo me giré con tal de volver con la sensei.

— ¡Señoa, señoa dwawiwi! — le dije apresurada, pegando saltitos propulsados por la ansiedad — ¡Poyo se tiwó! — ¿o debía decir “se cayó”? En ese momento no importaba, pues primaba en todo caso avisarle a la adulta allí como nos habían dicho los Wawaisa e incluso mi papá, ya que los gwandes sabían siempre qué hacer en esos casos y tenían banditas mágicas que hacían ver menos feas a las heridas. Seguro la mayor ahí también las tenía ¡y con poder extra de dragón!

Sin esperarla mucho eché a correr de nuevo un poco, señalando hacia Nonoko con una mano mientras agitaba la otra como para no perder la atención ajena; aprovechando busqué a Azuchi con la mirada, que había partido antes, pues mi instinto de hewmana postiza me llevaba a preocuparme por ella en casi todo momento, sin embargo lo que vi a lo lejos fue a…¿Kaowuki enterrándose?

No habían pasado ni diez minutos desde que la profesora había soltado a los pequeños a divertirse en el patio de la guardería... cuando Homura volvió a entrar en clase, mientras que Kobayashi-sensei parecía estar a punto de servirse una taza de café de un termo... aunque con el mensaje de la pequeña y los gritos de fuera, no tardó en levantarse y dejar su bebida para otro momento -¿Nonoko se ha caído? ¡Voy corriendo!- dijo la mujer dejando la taza y el termo en su mesa y dejando a Homura en la clase, esperando que la siguiera o no... aunque... ese termo parecía mordisqueable. De mientras Hana si, siguió a la profesora con sus piernitas.

¡Un atidente, un atidente! ¡Netesita ambulantia!- empezó a gritar uno de los chicos de otra clase, poniéndose lo que parecía una fiambrera con una cruz mal dibujada en la cabeza y empezando a correr a toda velocidad, mucho más rápido que cualquier adulto, en este caso que la profesora que llamaron... haciendo ruidos como si fuera una sirena -¡Ninoninoninoninoninoninoninoninoninoninoninoninoninonino!- el pequeño tenía buenos pulmones, porque tardó bastante en parar, hasta que se puso al lado de la pequeña Nonoko -¡Ambulantia Hisao listo, tranquila tompañera!- dijo el chico bajando su fiambrera y abriéndola... estaba llena de tiritas... muchas tiritas, hasta arriba de tiritas... solo tiritas. El pequeño apartó la arena de la cara y las palmas con la manga de su uniforme con cuidado, y cuando estaba limpia, le puso en la nariz y en las manos, donde tenía los rasguños, una tirita en cada sitio -¡Ya esta, tompañera turada! ¡¿Estas mejor?!- le preguntó... sin parar de gritar, aunque ahora que estaba al lado no gritase tanto... parecía que no controlaba el volumen de su voz.

Por su parte... Kaoru llegó a la preciosa tierra de arena, dispuesto a desenterrar todos los secretos que escondía, o divertirse rodando sobre ella, lo primero que le pareciera más divertido... Aunque cuando llegó, alguien por detrás... ¡le pinchó el culete con un objeto largo y duro de madera! -¡¿Kase aki uted intruzo?!- te dijo alguien con voz de chica que... hablaba terriblemente mal, ya fuera porque parecía tener acento o porque aún no supiera hablar bien. Al girarte, podías ver una chica de cabello morado y de ojos amarillos, armada con lo que parecía ser una mini-espada de kendo -¡Eta uted imbadiendo mis tieras! ¡Yegé la número uno! ¡Paja por jugar aquí o tende que echate!- dijo la niña apuntándote con su espadita.

Azuki había sido la única "superviviente" que llegó al árbol... desde luego el juego lo había ganado... pero ahí mismo, donde se encontraba... no estaba sola. Había lo que, por su pelo, parecía una niña... boca abajo, con la cara pegada al suelo bajo la sombra del árbol... no... no parecía moverse... pero si lo hacía, solo que respiraba muy muy despacio... ¿estaría bien?

-¡Llegamos camaradas!-  El dia era perfecto para descubrir si habían artefactos en esta isla llena de arena y sería YO, EL CAPITÁN KI....

-AUUUU!- ¡Algo detrás mio tocó me tocó el culo! y era puntiagudo... ¡Como una espada! E hizo pupa... PERO LOS PIRATAS NO SE ASUSTAN ANTE EL DAÑO! Furioso me volteé al ver a una niña "peli-lila" con un palo... UN PALO!...

El buen dia se tornó oscuro y lleno de relámpagos... a lo lejos de las Islas arenosas donde habíamos atracado se podía obserbar una mujer con el pelo liláceo, portando un sable capaz de partir el árbol con un solo espadazo...

Estaba solo en esa isla con esa... persona.. y no tenía cara de hacer buenas migas...

Aunque era una niña como mis "hémanitas" se comportaba de una forma más bruta, y cuando habló de que era un intruso y que tenia que pagar, me enfadé aun más.

-YO INTRUZO!? EL CAPITÁN KIDD EZ EL MEJOR PIWATA DE TODO EL MUNDO! HE VIZTO LA IZLA ANTEZ! ZON MIAZ!-

La niña venía a insinuar que eran sus tierras... YO LAS HABIA VISTO PRIMER y esos tesoros serán mios! NADIE ME LOS QUITARÁ!

El problema es que no tenía espada y la niña iba armada...

-No me voy... laz "Izlaz Awenozaz" eztán llenaz de tezoroz, y loz tezoroz zon mioz... azi que zi tengo que 'uchar por eztoz lo haré!-