Partida Rol por web

Hoka no sekai betsu no Nihon

Capitulo 1. La princesa extrajera

Cargando editor
12/04/2022, 19:46
Tokugawa Ako

Ako asintió lentamente cuando pediste consejo sobre que vestir y había empezado ya a moverse hacia uno de los cajones cuando agarraste su muñeca. Su mirada se giró interrogante hacia ti hasta que finalmente soltaste y tras un momento de extrañeza exhibió una sonrisa intentando tranquilizarte.

Miro durante un momento hacia la cómoda y empezó a caminar hacia ella abriendo los cajones uno tras otro sacando algunas prendas y dejándolas sobre la cama. Era evidente que al igual que tú, tampoco sabía que ropa tenías ni donde estaba.

—Creo que por el momento algo sencillo será lo idóneo.—Comentó cuando finalmente saco un vestido sencillo con unos simples bordados en los pliegues. No era una prenda que resaltara, pero la calidad parecía exquisita.—Aunque te encuentres bien, no deberías usar muchos accesorios hasta estar seguras.—Explico su elección.

—Más tarde pediremos a tus doncellas que preparen las cosas para el viaje. Seguro que ellas también se alegran de que estés bien.—Dijo Ako mientras se acercaba a ti con el vestido y lo desplegaba sobre ti para ver cómo te quedaría.— Si, este debería servir.

Tras unos minutos en los que Ako te ayudo a vestir incluyendo ciertos componentes que, aunqueparecían hacer de ropa interior distaban mucho de ser tan cómodos como los de tu época, se quedó dudando en el tipo de calzado que ponerte.

—¿Prefieres lo que sueles usar siempre o unas zōri con tabi?.—Pregunto levantando con una mano lo que parecían unas chanclas de paja y en el otro unas zapatillas de cuero.

Finalmente tras terminar los últimos rtoques os encaminasteis hacia la puerta y salisteis de la habitación. Las dudas de que sería lo que te encontrarías en poco tiempo fueron respondidas. Tras salir de tu habitación parecía haber un pequeño jardín pulcramente cuidado que terminaba con un muro de aproximadamente dos metros de alto y techado con tejas negras.

Siguiendo a Ako por aquel descansillo balconado fuisteis pasando por lo que parecía diferentes edificios. Todo el camino bajo techo, pues estos edificios iban siendo conectados por la clásica estructura de unión que muchas veces habías visto en los museos y templos cuando habías ido de excursión o visita.

Tras un largo trecho recorrido finalmente llegasteis a un complejo de edificios en el cual os internasteis hasta llegar a una entrada custodiada por dos hombres. Portaban armaduras completas de samuráis y los bordados exteriores de las prendas estaban remarcados con lo que parecía filigranas de oro.

Mantenían un porte severo y con los cascos abiertos podías ver que tenían ya una edad, avanzada pero sin llegar a la vejez. Posiblemente serian guerreros muy experimentados pero sin los años suficientes como para que sus experiencias restaran a su agilidad.

Cuando Ako junto a ti se dirigió hacia la puerta que custodiaba uno de los samuráis se interpuso en vuestro paso.

—Señorita Claire, me alegro ver que su estado de salud mejoró. Seguro que su padre se alegra de ello y se pone feliz por su visita pero…—El samurái desvió la vista hacia tu compañera. —Lo siento señorita Tokugawa. Hay órdenes de que ningún miembro de las cinco familias pase a ver a su majestad.

Tu compañera se giró durante un momento para mirarte antes de asentir y hablar hacia el guardia.

—Si así lo desea la princesa esperare aquí.

Cargando editor
13/04/2022, 20:43
Claire

—Gracias —murmuro por lo bajo mientras me ayuda con la ropa. Me da una vergüenza horrible que me esté mirando mientras me visto, por más que ella pareciera totalmente acostumbrada al hecho. Tras quitarme el camisón, me llevé instintivamente el brazo para cubrirme el pecho, me costó retirarlo para poder pasar la mano por la manga, cubriendo entonces con el otro brazo y dándome a vuelta para acomodarme el corpiño raro este. Parece un sujetador arcaico... Dios santo.
—Em...
Mejor no digo nada, que seguramente mi yo anterior estaría igual de acostumbrada a ser vestida por criadas. En mi imaginación hasta parecía genial y elegante, pero, ahora que lo experimento, no puedo esperar a que acabe todo, que me muero.
Asiento con timidez a cada cosa que dice, deseando que termine de una vez.

—Gracias, Ako, es muy lindo lo que elegiste —le digo, poniendo una cálida sonrisam luego señalo las zapatillas—. Prefiero esas.
No voy a decirlo, pero nunca me adapté a la cuerda entre mis dedos de pie, me incomoda mucho, raras veces usé chanclas en Japón, sólo me ponía sandalias en los festivales. Sí, así de remilgada soy. Prefiero además no pensar en la ropa interior antigua que me veré obligada a utilizar de ahora en adelante, que me va a dar un soponcio.

La sorpresa de ver tantas cosas de cerca y tan reales me abruma, casi siento que fuera a perder el sentido otra vez. Especialmente los rostros de estos veteranos. Es bueno que estos estén de mi lado, supongo, que no quiero ni imaginarme lo que sería tenerlos de enemigos.

—¿Ni siquiera como mi sirviente de mayor confianza? —le indago al soldado samurai, pero se me quiebra la voz por los nervios. Realmente, me cuesta horrores hablarle así a una personaque impone tanto.
Miro a Ako, preocupada, mordiéndome el labio con cada vez más nervios.
—No está aquí como miembro del clan Tokugawa —le digo entonces—. Ako viene como mi doncella personal.

De todos modos no insistiré mucho, no quiero levantar demasiadas olas.

—N-no es que lo desee, digo, que te quedes fuera, pero, em...
Le comunico con la mirada el resto de lo que quiero decirle, con las cejas enarcadas demuestro mi preocupación, no tanto por que ella se quede sola acá, sino porque yo voy a entrar sola ahí.

Entonces espero a que el señor abra la puerta y me permita pasar.

Cargando editor
24/04/2022, 14:11
Narrador

Tras tus palabras puedes ver como el guardia mira a Ako durante un momento confundido y cuando te giras para mirarla a ella puedes ver como esa confusión también aparece en su rostro. Quizá haya sido algo que hayas dicho aunque ninguno de los dos parece decir nada.

Finalmente tras un asentimiento por parte de Ako quien camina aclara que esperara fuera el guardia procede a abrirte la puerta realizando una ligera reverencia a tu paso. Una vez cruzas el umbral puedes escuchar como la puerta se cierra nuevamente.

Estas en una habitación parecía a cómo te imaginarias de una alcoba real de hace varios siglos, pero un gran biombo en el cual sale representado un samurái bajo un árbol de cerezo opaca la visión entre ti y donde supones que estará la cama del que se supone que es tu padre.

Nerviosa sin saber que ibas a encontrar allí detrás empiezas a avanzar paso tras paso para bordear el biombo y tus ojos se abren sorprendidos cuando finalmente visualizas el lecho de descanso del emperador. No por la magnificencia, o por ver a tu padre allí, si no por todo lo contrario. La cama está vacía.

No fue hasta entonces que escuchaste una tos tras de ti y te giraste asustada para encontrarte como un señor estaba sentado en una silla frente a un tablero con fichas de shogi sin un orden aparente. Ese mismo señor te observaba.

— ¿Claire?—Pregunto hacia ti mirando a tu posición durante un momento antes de volver a hablar. — Eres tu ¿Verdad?

Su ceño parecía ligeramente fruncido pero no enfadado ni sorprendido. Sin que dijeras palabra asintió levemente antes de volver a hablar.

—Ven, siéntate. —Dijo señalando la silla que había frente a él y empezaba a remover las piezas del tablero. —El mundo se acaba, pero seguro que aceptas darle a este anciano una partida ¿Verdad?

Cargando editor
09/05/2022, 13:17
Claire

No respondo nada cuando me pregunta si soy yo. Asumo que no espera una respuesta a eso, aunque es probable que se sorprenda de que haya "resucitado". No da la misma presencia que Ako o que ese otro joven, aquí debo pensar muy bien lo que digo, cualquier error podría traer complicaciones que no quiero.
—¿Se acaba? —pregunto, confundida.
¿Habrá tenido esas visiones?
—...
Mientras pienso, me pongo más nerviosa. ¿Y si este es mi papá realmente? ¿Y si también se murió el otro por la enfermedad y este es el embajador Lamaitre? La única persona con mejor ingenio y cualidades que yo sería solamente él, además, por supuesto que asumir que yo sería la única en ser llamada por aquella aparición con cuernos sería ya demasiado altanero de mi parte. ¿Me habrá reconocido? Pero entonces estaría igual de confundido, lo sabe disimular muy bien, además de que él también se estaría cuidando para no arriesgarse a que yo no sea Claire Claire. Es una idea un poco descabellada, pero no debería descartarla. Por otra parte, ya sé que Ako no es Ako porque si no me la hubiera encontrado llorando en un rincón. Las demás tampoco las he visto aún. 
—Claro, juguemos, por favor —le digo y me siento frente a él. Hace mucho que no juego esto, prefiero el ajedrez occidental, pero no importa.
Me quedo mirándolo fijamente, pensando en si sabe que es mi hermano el que está causándole estos problemas. Estoy tratando de concentrarme para anular todos los nervios y actuar lo más natural posible.

Me gusta el "clack" que hacen las piezas al moverlas.

Cargando editor
09/05/2022, 22:20
Narrador

Aquel hombre te siguió con la mirada hasta que tomaste asiento y asintió levemente mientras hacia el primer movimiento. Cuando te toco actuar te hizo una pequeña seña para que te detuvieras.

—Un momento…—Tras un lapso de pocos segundos aparto la mano.—Ya.

Aquello ocurrió en todos los movimientos y extrañada veías como el hombre te pedía varios segundos antes de que realizaras tu propio turno. Así, mientras la partida avanzaba su rostro iba cambiando mostrando diferentes emociones, incluso riendo en ocasiones sin tener relevancia con el juego.

—¿Pero es curioso no crees?.—Habló finalmente mientras era tu turno.—Sois personas diferentes pero tomáis los mismos movimientos.

Sus dedos periquearon sobre la mesa mientras su espalda se apoyaba en el respaldo de su silla dejando la partida momentáneamente detenida. Cuando ibas a hablar el hombre te interrumpió la frase a la mitad, pero no parecía dirigirse a ti.

—Pero no es a mí a quien se lo tienes que decir.—Exclama mirando en tu dirección pero no exactamente a ti.—No, no voy a hacer nada, has sido tu quien cogió sin permiso aquel antiguo pergamino. En este lio entraste tú y tú tendrás que solucionarlo. Aunque lo hicieras para salvar el país actuaste de acuerdo a tus decisiones.

—Pero no es a mí a quien se lo tienes que decir. —Dijo nuevamente incorporándose.— Tienes que decírselo a ella, es quien está en tu cuerpo después de todo.

Después de aquello se sucedió un silencio en el cual “tu padre” se quedó mirándote fijamente.

—Por lo que dice mi hija le has dicho a su amiga que te ha enviado un Kami para resolver un problema. Pero has estado todo el tiempo ignorando cuando intenta hablarte… por lo que supongo que ni la ves ni la escuchas.

Ahora si parecía dirigirse a ti en concreto y,  de pie y con los brazos cruzados era ciertamente mas imponente que sentado detrás de la mesa para jugar shogi.

Cargando editor
09/05/2022, 22:48
Claire

Me quedé paralizada un rato largo escuchándolo. Creo que se me hizo una sonrisa tonta en la cara, porque estaba a punto de desmayarme y realmente me asusté, tampoco sabía cómo reaccionar.
Ya me ha caído la ficha, ¡y ya me parecía a mí que este no era mi cuerpo! Todo esto está siendo demasiado raro. ¡Y ahora resulta que he desplazado el alma de esta pobre mujer!
—¡Lo siento! —inmediatamente me pongo en dogeza, como no sé dónde está el espíritu, lo hago hacia su padre—. Perdón por invadir el cuerpo de su hija. Realmente no tengo ni idea de lo que está ocurriendo y mucho menos fue algo que hiciera adrede.

Qué carajo estoy haciendo... Fue por acto reflejo, pero... no debería arrodillarme así frente a una persona, no soy así yo.

No creo que este hombre esté inventando, además, luego de ver lo que vi antes de aparecer acá, me creo que haya fantasmas por ahí pululando. ¿Eso quiere decir entonces que todo el tiempo estuvo conmigo?
—Y no, le confirmo que no puedo ver a nadie más aquí —añado, todavía sin levantar la cabeza—. Tampoco escuchar.

Cuando me voy levantando le sigo explicando la situación.
—Em, sí, un kami, supongo.
Si saben lo que me acaban de decir, quizás también sepan que no soy de aquí precisamente. Ya no tiene sentido seguir ocultándolo.
—Al principio pensé que me había traído al pasado, pero luego de oír ciertos nombres y aprender de mis alrededores, concluyo que no se trata de eso, sino que he ido a parar a un mundo completamente diferente. Ni siquiera me molesto en preguntar la fecha ya, porque esa información para mí carecería de sentido por ahora.

—¿Entonces un pergamino mágico hizo esto? ¿Podré recuperar mi cuerpo yo y dejar que ella regrese al suyo como debería ser?

Cargando editor
10/05/2022, 10:32
Narrador

La mirada del hombre fue de diversión cuando vio como pedias disculpa.

—Vaya, incluso para las disculpas estáis sincronizadas.—Comento divertido mientras hacia una seña para que te levantases.

—Esa, es una buena pregunta.—Dice el hombre llevándose la mano al mentón pensativo.—El pergamino que uso mi hija era un antiguo ofuda realizado por el ultimo Onmyöji de la corte de mi abuelo. Así que realmente no sabemos cómo funcionaba. Lo único que conocemos es que “traería a un salvador de otro mundo”.

Su mirada se desvía a algún punto cercano a ti.

—Le avisé a mi hija, que era mejor no jugar con cosas que no sabes que hacen pero cuando me enteré que cayo inconsciente y poco a poco fue perdiendo vitalidad algo me decía a que no hizo caso a mis consejos. Eso y que cierto pergamino desapareció de su receptáculo.

—Y no te disculpes por robar el cuerpo de mi atolondrada hija, si todo sigue como han predicho los astros en pocas semanas no quedara lugar para vivir en este sitio… así que no es prioridad devolver a mi primogénita a un lugar donde morirá sin lugar a dudas.

El hombre finalmente se sentó otra vez en su silla.

—¿Y bien? ¿Te dio ese kami alguna pista de como serias “la salvadora de otro mundo”?—Pregunto mirándote tranquilo.—Si te digo “este oscuro mundo rodara hacia su culpable quien tendrá que pagar por sus pecados”…¿Se relaciona con algo de lo que te dijo?

Cargando editor
16/05/2022, 21:16
Claire

—...¿No está enfadado?
Luego de preguntarle, doy un vistazo alrededor, completamente inútil. Me da escalofríos la presencia de alguien a quien no puedo ver.
—Em... Recitó unas palabras que parecían un augurio, pero no las recuerdo, lo siento.
Trato de concentrarme más, hasta cerrando fuerte los ojos, respirando hondo, pero no, todo este lío me tiene muy mareada.
—Era como un vaticinio del fin del mundo, así que es algo parecido a lo que tú- usted me está diciendo ahora. Luego me preguntó si quería ayudar, porque... ah, claro...

Antes de seguir, corto ahí para explicarle cómo llegué a esa situación. Sin entrar en muchos detalles, di mil vueltas para llegar hasta una torre alta en donde me la encontré; que se venía un tsunami y se me apareció para decirme lo que tenía que hacer, pero sólo yo la podía ver. 

—Y más bien que quería ayudar. Pero prefiero no pensar más en lo que pasó ahí, porque también estaban mis amigas y... 
Cierro de nuevo los ojos y respiro hondo.
—Nada. Luego me pidió que busque a su hermana y me dio esto.
Abro mi mano, donde todavía tengo la canica, y se la muestro.

—En otro orden de cosas, antes de venir aquí, me visitó... me visitó su hermano, el hermano de ella —le digo, bastante más seria y mirando de reojo a la nada a mi derecha—. ¿Qué clase de persona es este muchacho? Porque a mí me pareció demasiado falso. Más falso que un diente de madera.

- Tiradas (1)
Cargando editor
18/05/2022, 09:50
Narrador

—¿Enfadado?.—Pregunta el hombre alzando una ceja mientras con su mano se mesa la perilla.—Si, en cierta manera, pero no contigo, si no con mi hija por no escuchar los consejos de su padre. No tendría mucho sentido enfadarme contigo, probablemente seas la más perdida aquí.

Así el hombre espero tranquilo mientras le contabas toda la historia y finalmente le enseñaste la canica. Cuando lo hiciste se mostró interesado despegando su espalda de la silla y aproximándose tendiendo la mano para que se la prestaras. Durante un momento finalmente decidiste entregársela y el hombre tras un vistazo a contra luz la deposito en el tablero mientras empezabas a hablar de “tu hermano”.

Cuando hablaste expresando tu parecer con él, el hombre arrugo el ceño.

—Muchacha, vigila tus palabras, sigue siendo mi hijo del que hablas, no me enfadare por aquellas cosas en las que no tienes control pero eso no quiere decir que no tengas que ser correcta en mi presencia.—Aviso el hombre mirándote seriamente mientras juntaba las manos antes de dar un suspiro y separarlas.—No está hecho para gobernar. No mentiré, sé que desea el trono, pero carecería de la capacidad de gestionar correctamente el territorio. Aun siendo mujer sé que mi hija es mejor candidata.

—Aunque eso será un tema para cuando ya no este y dependerá de quien consiga más apoyo de las familias, no creo que incumba a una extranjera y…

Su voz se enmudeció, no porque ya no tuviera nada que decir, si no porque se había quedado mirando a la misma canica que le habías tendido y había dejado sobre la superficie del tablero. Muy lentamente estaba rodando hacia uno de los laterales del tablero, el movimiento era tan lento que apenas parecía haberse desplazado.

—Curioso…—Menciono el hombre mirando con detenimiento como rodaba antes de alargar una mano y levantar un lateral del tablero hacia arriba. Pese a que el lateral levantado era hacia el mismo que se dirigía la canica esta no pareció empezar a rodar hacia el lado contrario, lentamente siguió rodando pendiente arriba en contra de lo que la gravedad marcaba.

Cargando editor
20/05/2022, 16:57
Claire

—Aunque sea mujer... Claro, había olvidado ese detalle no menor: aquí somos infravaloradas, si es que esto es igual al Japón de antaño. Será un problema.

—Me concierne —respondo con firmeza—. Seré una extranjera, pero actualmente me he convertido en su hija, al menos para todo el resto de este mundo. Si hay quienes deseen el trono, no dudemos de que habrá atentados. ¿Deberé arreglármelas por mi cuenta frente a dichos atentados?

Lo de la canica me deja otra vez con la boca entreabierta. Ya he visto de todo en estas últimas horas, así que me creería cualquier cosa, la verdad. Pero algo así, tan... no sé, al menos las apariciones no rompen las leyes de la física al no formar parte de ella. Pero esto...
—Es una brújula —digo inmediatamente—. Digo, em, pienso que lo es. A ver...
La retiro de ese lugar y la pongo en otro, esperando que ruede en esa misma dirección otra vez.

Cargando editor
26/05/2022, 11:05
Director

El emperador se quedó mirándote un momento antes de asentir.

—Si alguien atenta contra vuestra vida será alguna de las cinco familias. Dudo que las familias Tokugawa y Kaminasu hagan ningún movimiento hacia mi hija.—Dijo pensativo con la mano en el mentón.—Por otro lado las familia Miura, Takeda y Katayama no sé cómo se posicionarían. Como dirigente Kurea será mejor, pero habrá que ver si quieren una dirigente o simplemente alguien a quien manipular…

Agito la cabeza durante un momento parecía que ya había pensado mucho en que ocurriría cuando no estuviera. Por otro lado, había dado demasiados nombres en aquel momento creando un exceso de información en tu cabeza.

Fue entonces cuando ocurrió el suceso de aquella canica, o como la habías catalogado, aquella brújula. No tardaste en comprender como funcionaba y cambiándola de lugar confirmaste tus pensamientos que no fueron mas que acompañados por las nuevamente pronunciadas palabras del emperador.

—“Y el oscuro mundo rodara hacia su culpable…”.—Comento mientras veíais como la esfera oscura rodaba.—Parece que el Kami que te envió te dio la forma de llegar a aquel que trajo la desgracia. La pregunta es… Cuán lejos estará.

Durante unos momentos el silencio reino en la sala hasta que finalmente el emperador se levantó de nuevo y fue hacia un gran escritorio dispuesto en un lateral de la gran alcoba. Una vez allí empezó a escribir y termino sellando el papel antes de doblarlo y entregártelo.

—Ve a la sala del tesoro y encuentra estos objetos. El primero te ayudara a encontrar el resto.—Dijo mientras te tendía el papel esperando que lo cogieras.—Cuando los tengas prepárate para el viaje, será mejor que salgas por los pasajes secretos y…

En aquel momento viste como el hombre se desestabilizaba y se desplomaba hacia un lado siendo capaz de evitar el golpe contra el suelo sujetándose en la mesa. Si bien no había parecido afligirle era evidente que estaba enfermo, su piel denotaba una palidez poco común.

Te miró con un rostro cansado.

—Ayúdame a alcanzar la cama, parece que mi cuerpo no dará más de si hoy.—Te pidió aun sujetando su cuerpo con las manos a la mesa, era evidente que sus piernas carecían en aquel momento de fuerza para sostenerse.

Cargando editor
09/06/2022, 03:43
Claire

—Entiendo —digo, con una sonrisa tímida—. Mejor dejemos el lío político para cuando Kurea regrese. Quiero decir, Kurea, no Claire. Claire es mi nombre. Es... un poquito diferente, supongo.

Luego me quedé pensando cosas y me tomó por sorpresa dándome el papel con cosas escritas.
—¿Eh? Ah... Pero... Claro, no, sí, le preguntaré a Ako dónde está. De nuevo pido perdón por no ser capaz de ver ni oír a Kurea, sería de mucha ayuda eso.
Hago una pausa mientras se me frunce el ceño brevemente.
—¿Y cómo es que usted sí? ¿Es porque es su hija?

—¡Ah! ¡Sí, por supuesto!
Reacciono inmediatamente cuando me pide que lo ayude, llevándolo así hasta su cama.
—Se supone que haré un viaje ahora, pero ¿podría contratar guardaespaldas? Em, ¿mercenarios? No, eso sería poco confiable. Es que... Bueno, sé algo de esgrima, pero no creo que eso me baste para enfrentarme a tipos rudos como los guardias de este palacio. ¿Cómo voy a hacer si encuentro peligro? Nunca he luchado realmente por mi vida, no sabría cómo sentirme.

Cargando editor
25/06/2022, 10:47
Narrador

El hombre solo puso una breve sonrisa ante tu pregunta de como veía a su hija pero pudiste notar como su mano izquierda se posaba sobre la derecha y toca suavemente un anillo que llevaba puesto. Este anillo era de un material totalmente negro no parecía algo pensado para vestir de forma ornamental. Te preguntaste si tendría algo que ver con la pregunta que acababas de realizar.

— Ve a por lo que te he dicho... si mi intuición es correcta podrás verla, ella te guiara hacia todo lo que necesites.—Termino respondiendo mientras se recostaba, empezaba a respirar de forma cansada.

El hombre asintió ante la idea de que te atacaran antes de volver a hablar.

Dile a Kai que te asigne una escolta, pero no demasiado grande y que no destaque. Sera mejor si no saben quién eres.Te respondió antes de empezar a toser levemente ya reposando en la cama y hacerte una seña con la mano para que abandonaras la estancia.

Una vez saliste al exterior te encontraste de espaldas a Ako, sentada frente a la puerta con las piernas colgando de la pasarela. Al escucharte salir se volteo y empezó a levantarse.

—¿Y bien? ¿Estaba despierto?

- Tiradas (2)
Cargando editor
27/06/2022, 18:50
Claire

—¡S-sí! ¡Ya mismo voy!
Antes de abandonar la sala, echo una mirada a un lugar al azar, suponiendo que la hija del emperador se encontraría allí. Pero es que, si no es material y no puedo sentirla, ¿cómo es posible que esté en una parte? ¡No debería estar en ninguna parte! O en todas...
—Kurea, ¿puedes escucharme?
Bueno, no es que yo pueda a su vez escuchar su respuesta. Estoy perdiendo el tiempo como una boba.
—¿Qué le digo a Ako? Imagino que querrías hablar con ella, pero... ¿Cómo hacemos? Me siento mal por estar engañándola y que crea que yo soy tú. No me gusta.

Salgo finalmente de ahí y al toparme con la susodicha pongo una sonrisa nerviosa.
—Em, sí.
Miro alrededor. Los guardias esos de verdad me enervan, parecen robots.
—Vamos a otra parte, me da cosa estar delante de ellos. —Hago un gesto con la cabeza, señalando a los soldados—. ¿Sabes dónde está Kai? Necesito hablar con el y... ah, em...
Casi pregunto dónde está la sala del tesoro. Se supone que sé eso.
—Tenemos que ir a la sala del tesoro también a buscar algo, me espera un viaje escabroso.

No sé si llevármela conmigo. Es la única amiga que parece que tengo, pero no sé si sería peligroso para ella. La otra Ako al menos se defendía con los floretes, pero... ug.
—Rápido, no perdamos tiempo.
La tomo de la muñeca y echo a correr. Primero buscaré a Kai, así de paso puedo aprovechar y conocer mejor el palacio y encontrar la sala del tesoro sin tener que preguntarle a nadie. Si doy con ella antes, quedará como que vine primero ahí, si preguntan qué estoy haciendo, diré que busco al muchacho ese.

Notas de juego

Creo que fue un desliz, pero por las dudas aviso: las tiradas de advertir ponlas ocultas.