aqui el unico rojo e usté y lo que haga con su viejo culo no es cosa mia...¡hijo de la pasionaria!
-Si claro, como el Aberroncho y la Rogelia ¿No?- dice el Pifa y escupe en el suelo -Di lo que quieras, si ustedes sólo saben decir mentiras.-
-Pue pami que el Ruso y el Pifa tieen razon, Que El Abe dijo dos de tres que han sio atacaos por la noche. Lo tienes negro chiquita, yo de ti confesaba mis pecaos, que cura no habra en el pueblo, por eso de que nos visita como el Arcalde, pero es mejor que morir en pecao.-La señalo con la vara.
-¡Y tu Porratiesa! Entra pa mi casa y pillate el calzon de los domingos anda, que a mi este aun me tie que durar una semana, que ya estas manchando de mala fama el apellido.-Le miro con un ojo cerrao.-Uyyy... que malalexe me estas poniendo, Anacleto.
- Putosh rojosh... ¡Ashí va el paish, na másh que rojosh y mariconesh!
En el transcurso de la discusión ya le ha dado tiempo a ponerse tibio
Pocholo se despertó cuando había ocurrido todo el asunto. No obstante, se fue a ver que había pasado. Al parecer, los coloraos habían dado matarile a la pobre Rogelia.
Todo parecía indicar que la Cipri era la culpable, pero había cosas que no cuadraban. Por ejemplo, el Aberroncho dijo que la Rogelia era muy amiguita de alguien... Pero nadie había salido a llorar por la pobre Rogelia de más. Además... ¿De verdad sería la Cipri, si fuese colorá, tan estúpida como para cargarse a alguien que hiciese que todos la apuntasen a ella?
Parecía que alguien quería cargarle el mochuelo a la muchacha, pero... ¿Quién era el rojo? ¿O realmente era ella la roja?
Todas esas preguntas se pasarían por la mente de Pocholo si fuese Colombo, pero Pocholo no era ese detective de voz ronca con una gabardina. Era el tonto del pueblo, y llevaba un gorro porque era tan tonto que no sabía ni peinarse.
Así, y tras ver el revuelo que se había armado, y viendo que no estaba el bueno de Gervasio por allí, que era poco más o menos el único con el que podía mantener una conversación coherente, dijo— Uhm... Mira, vaya lío. Jose, mira, la Mari... Bueno, vaya lío. Y llega, y a misa, las campanas... ¡Dindondindon!
Dicho esto, se quedó por allí dando vueltas, a ver que más pasaba. La cosa se ponía interesante.
¿Cuántos mensajes habéis puesto, 70? En serio, el verano es para estar achispándose por ahí, no posteando en Umbría.
¡Sin vergüenzas! ¡Arrebañaaceitunas! ¡Esquilagüevos! ¡Arremangafrailes!
Da una palmada que resena en toda la aldea.
-¡EA! ¡Que nos hemos dormio! ¿O es que na' tiene ma que deci?
¿Y qué quieres que digamos Hierbabena? Al ritmo que vamos, todos vamos pensando en ca' esta noche pué ser la última. Y miá que to esto empezó con la Verbena - digo cabizbajo mirando el suelo.
-Yo ya no hace falta que diga mas ná.- sentencia el Pifa y se termina su caña, golpeando con el culo del vaso la barra como si fuera el mazo de un juez.
-Bue pos que diga dio sentencia.-Se sento cerca de su hermano.-Venga ese chato que ahy ta too vendio.
Ya vereís como sigue muriendo gente mientras Pifa siga vivo....que el mucho criticar pero e el má rojo de tó -respondió Cipri resignada cono la injusta sentencia que se la venía encima
-Mucha seguridá.... que me da que no andas sola tú.- responde el Pifa con cara de pena.
Seguro que lo del incendio tambien es cosa suya
Por ceirto ¿como va? :S