Partida Rol por web

Entre esa espantosa música que había de alguna manera sobrevivido a la guerra Mio se estira y descansa en su asiento. Al mirar alrededor nota, sin embargo, que solo dos sujetos estaban sentados al igual que él e intuye que algo no es normal en dicho comportamiento.

Se levanta lentamente, camina hacia la mesa de aquellos seres de dulce animado indirectamente y antes de acercarse a ellos les hace una seña para que sepan que pretendía acercarse, pidiendo permiso pese al fuerte sonido que poblaba el establecimiento.

Rupert ejecutó un tirabuzón con gran precisión técnica y le cogió de la mano a Eve como si fuera un galán de cine.

-¿Otras nifas? ¡Sólo hay una ninfa a la que quiera caerle bien, dulzura! La única que patea culos como un oso grizzly!

Eve volvió a reírse, tanto por el movimiento perfecto del osito como por su cumplido. Siguió bailando, dándolo todo en la pista de baile. Le encantaba ese ambiente, tan lleno de vida y de alegría, aunque en un principio los presentes hubieran parecido peligrosos y amargados.

- Rupert, eres lo más.- le dijo acercándose para que le oyera bien.- ¡Pero habéis sido vosotros los que me habéis inspirado! Normalmente no uso la violencia tan a la ligera...- soltó una risita traviesa y siguió bailando. Creyó que con las gafas de sol sería más adecuado un baile molón en vez de elegante.- Nunca me hubiera esperado que un osito como tú pudiera ser tan fuerte, ¿sabes?- añadió con ternura.

Al beber el agua me siento algo raro tiritando y debil me siento en el suelo y pienso esto fue una mala idea mientras aprieto mi cabeza con mi mano -SUFICIENTE¡, me canse de esto voy a descansar un poco digo mientras me acuesto en el pasto tal vez si descanso un rato se pase un poco el efecto despues de todo mi cuerpo no era del todo "normal" así que uso mi mochila como apoyo para mi cabeza y trato de relajarme despues de todo lo que paso

Rupert flexiono sus bracitos para sacar musculo, aunque, por supuesto, no habia musculos que sacar.

-Mas que fuerza, lo mio es la habilidad. Aunque ultimamente estoy entrenando a tope!

Te tumbas un tiempo, al despertar te encuentras aún peor que antes, y es ya de noche.

Eve rió de nuevo y miró al osito como si viera a un niño intentando hacerse el duro.

- Ay, Rupert, eres tan divertido.- dijo acariciándole la cabeza.- Y eres tan mono... ¡Podría adoptarte!- exclamó con ternura. Lo cogió por las axilas y lo achuchó fuerte, disfrutando de la suavidad de su pelo. Volvió a dejarle en el suelo y se puso las gafas en la cabeza para ver con más claridad.- Me encanta tener compañeros tan geniales. ¡Vamos a hacer más misiones de héroes!

-Estoy contigo, reina! ¿Qué me decís de buscar el colos del Rey Hielo? Siempre he pensado que sus pingüinos molan cantidad! Me gustaría quedarme con uno de mascota! aunque, ten cuidado, Eve, ese es capaz de capturarte y conservarte como una de sus "princesas". Demonios, hasta a mi me entran ganas de hacer algo parecido!