Partida Rol por web

Tras el ataque del lobo Mio se mueve y ve como el animal pasa de largo junto a él. Aprovechando la vulnerabilidad del cánido golpea sus costillas fuertemente.

El ser se retuerce de dolor al aterrizar por el golpe recibido pero esta vez Mio no duda y usando el bastón que blande hace un amplio ataque circular hacia la cabeza del lobo que es su oponente.

-¡Tenga!-.

Mio ataca sin piedad. Necesita vencer rápido para ayudar a sus compañeros.

Rupert gruñó un poco cuando los lobos atacaron y, aunque su primer ataque fue contundente, el segundo no le fue a la zaga, alcanzando de nuevo al animal.  Los instintos animales del oso tabernero puganban por aflorar y sintió ganas de lanzarse a morder al lobo, uno de sus enemigos ancestrales, pero hubiera causado muy mala impresión y quería gustarle a Eve, así que se aguantó las ganas. 

Los lobos atacan de nuevo, la furia del lobo de Mío hace que se acerque más con la zarpa, pero no llega a engancharle. Rupert esquiva sin problemas, pero Eve recibe un zarpazo en el brazo, y parece que escuece...

Mio realiza un ataque devastador (como para hacer más daño) hacia el lobo con el que pelea el oso, que parecía más herido. -De esta forma Rupert podrá cubrir a Eve- piensa el humano.

Cambiando rápido de objetivo ataca al lobo con un ataque poderoso apuntando a la cabeza pero falla...

Rupert escuchó el rugido del lobo que hirió a Eve y se abalanzó sobre él, de inmediato. El oso apreció la asistencia de Mio, que parecía cubrirle el flanco para que Rupert pudiera ayudar a Eve. 

-Eh, tu! chucho! búscate a alguien con más pelo que tú!

Al recibir el zarpazo, Eve apartó el brazo y gritó. El condenado lobo le había hecho daño y ya no le gustaba tanto la idea de ir a buscar plantas en el bosque. Al parecer, ser una aventurera iba a ser más difícil de lo que había pensado. ¡Con lo sencillo que había sido atrapar a ese ladrón!

Eve miró con rabia al lobo que tenía cerca y movió el brazo para que el dolor no le molestara demasiado. Se puso más en serio y, tras adoptar una postura más dada para el combate, cruzó la cara del animal con una patada de abajo arriba.

- ¡Cuidado con lo que haces, lobito!- le gritó.

Mío hace un ataque devastador al lobo que lo machaca literalmente... los demás os quedáis boquiabiertos de aquella hazaña, pues era digna de un héroe.

Eso mismo es lo que despista al oso, haciéndole tropezar y recibir un golpe en la cabeza al caer. Además, el lobo se abalanza sobre él y le da un arañazo superficial. Eve, por el contrario, sube su moral y le da un fuerte golpe al lobo, que lo deja gravemente herido, aunque sigue atacando con insistencia... al aire.

Otra vez fallaba a la hora de atraer la atención de los lobos hacia él y además había asesinado a un pobre animal. Parecía que la ninfa no tendría problemas con su oponente al haber encontrado fuerza de algún lugar en lo profundo de su ser pero ahora el oso estaba en apuros.

Mio suelta su bastón, sujeta las patas traseras del lupino que está sobre Rupert y tira con fuerza hacia atrás. Lanzándolo por el aire y alejándolo de su aliado.

-¿Estás bien Rupert?- dice al urso antropomórfico ayudándolo a incorporarse.

Rupert se revolvio ante el mordisco. Aquello dolia! Pero, cuando Mio pregunto, se hizo el duro.

-Es solo un arañazo, tio! No te preocupes por mi, colega!

Rupert volvio a atacar al lobo que atacaba a Eve pero no conseguia conectar golpes potentes. El osito empezo a frustarse.

Eve estaba demasiado concentrada en ese momento como para fijarse en el estado de sus compañeros. Vio que el osito atacaba al lobo que ella tenía delante, así que creyó oportuno acabar el trabajo. En un pose de combate, soltó otra patada, esta vez dirigida a las costillas del animal. La acompañó con un grito de guerra para aumentar el ímpetu de su ataque.

- ¡Vete ya!- ordenó enfadada.

El lobo que estaba atacando al oso es lanzado por Mio, no sin antes hacerle una buena presa para que no escapara de sus humanas garras. Cae lejos, por lo que lo perdéis momentáneamente de vista debido a la maleza del lugar.

Rupert golpea al animal, aunque más que un golpe parece una caricia, pues el animal no se inmuta dentro de su grave estado. Pero Eve acaba rápidamente con la amenaza al darle una patada en las costillas, lo que hace que el lobo caiga con un alarido y quede tumbado inconsciente.

-Chicos- dijo Mio en cuanto los lobos quedaron fuera de combate o lejos como para atacarlos -¡Salgamos de aquí antes de que venga algo más a atacarnos!-.

No bajó la guardia y se quedó expectante hacia sus compañeros mientras recuperaba su arma del suelo -¿Están bien, pueden caminar?-.

Se acercó al oso y la ninfa para poder constatar su estado de salud. -Ya es tarde, tenemos las hierbas y se está poniendo peligroso...-.

-Perro malo! - dijo Rupert cuando los lobos se alejaron. Estoy un poco arañado pero nada serio, compi! Creo que tienes razon, tio. Volvamos pronto, que se hace tarde!

Eve se alisó los pantalones, que se habían arrugado con tanta patada. Carraspeó y se aseguró un par de veces más de que su ropa estaba aún de una pieza. Luego sonrió y asintió a sus compañeros.

- Muy bien. Ya no hay razón para quedarnos, supongo.- respondió a la vez que se encogía de hombros. Miró al oso y le acarició la cabeza.- Muy bien, Rupert. Eres muy valiente para ser tan pequeño.- le dijo sonriendo con aire condescendiente.- Me dan pena esos lobos, pero tampoco podíamos dejar que se nos comieran, ¿no?- se rió ella sola.- Vamos.

De repente un portal aparece y sois automáticamente absorbidos por él. Éste os escupe de nuevo en la taberna, en la que ahora hay un gran bullicio. 

- Enhorabuena, habéis superado vuestra primera misión.- Dice y os da la recompensa.