Partida Rol por web

Ya con el cofre entre tus manos y luego de conjurar aquel hechizo que ha salido bastante débil de tu varita, descubres que no tiene un encantamiento como tal y simplemente está cerrado de forma convencional. Lo bueno es que el alohomora ya de por sí va de perlas y al abrir el mismo, puedes encontrar una llave. 

Por la textura y el color, data sobre su antigüedad más allá de que es un paso más para dar con la parte final de la prueba. Esto es el resultado final del acertijo, así que ahora te queda recorrer las profundidades de aquel lago negro con la intención de hallar lo que resta para terminarla. Sólo que por culpa de tu propio remolino que tienes alrededor no logras avistar con precisión los alrededores y tocará nadar, revisar la dirección de las especies que circundan a tu alrededor e interpretar hacia dónde debes ir. 

Todo es demasiado monótono de momento, como si fuera infinito aquel lugar. 

A medida que te vas acercando hacia esa luz descubres que se trata de un cofre muy visible ahora y se encuentra en el lugar donde una comunidad de Selkies viven. Claramente ha sido colocado en un sitio difícil de obtener, solo con la intención de obstaculizar la prueba mientras el tiempo de resistencia en las profundidades se agotan. Desde la distancia en la que te encuentras puedes ver apenas su labrado y los colores que tiene: Rosa y blanco con ribetes dorados. Al parecer es tu objetivo, la resolución del acertijo. ¿No?

Lo bueno es que al nadar muy suave, te divisan pero se mantienen expectantes ante tu movimiento. Incluso logras si acercarte al cofre y notas si lo levantas que no es para nada pesado, pero no se abre por sí solo tampoco. Así que necesitas de la magia, aunque de momento se desconoce la reacción de aquellas criaturas si ejecutas un conjuro. 

¿Qué harás?

Agarrada con todas mis fuerzas al Kelpie solté una risotada cuando salimos disparados a la superficie, alzando la diestra con un puño cerrado en dirección a las gradas. Era mi momento, la oportunidad de lucirme para que nadie más pudiera acusarme jamás de sosa. Me pareció casi que pasé una eternidad en la superficie antes de que comenzara la caída casi en picado, obligándome a pegar el pecho contra su cuerpo para aguantar el golpe contra el agua.

Era tan veloz como una escoba lo sería fuera del agua. Era increíble. Me hacía sentirme la dueña del lago. Por un momento, casi hasta me olvidé de la prueba. ¿Qué era el torneo en comparación a esta sensación? ¿A este nuevo amigo?

Pero una cosa no quitaba la otra. Podía disfrutar de la sensación y pasar la prueba. Nos quedaba todo el tiempo del mundo para conocernos, pero para vencer no tenía tanto. Tan rápido como una centella, seguí aquel punto brillante. De pasada, parece que eché una mano a Hiro, pero ahí terminaría mi compañerismo. Fuí la primera en llegar al cofre, y triunfalmente ordené a mi compañero que descendiera hasta él, casi rodeándolo con su cuerpo, permitiéndome inclinarme para cogerlo y abrirlo.

Por si las moscas, por supuesto, sostenía la varita en la otra mano. No descartaba que hiciera falta un hechizo para abrirlo.

El cuerpo del kelpie ahora te rodea completamente así puedes estar protegida de cualquier amenaza, que sabes a simple vista que hay pero con tu nuevo amigo en verdad ya has descubierto que no corres nada de peligro. Tiene a medio Lago Negro completamente acojonado y dudas que alguno se atreva a hacer algo estando presente aquel caballo de algas. No obstante tienes el cofre delante tuyo y el tamaño es bastante pequeño, en apariencia no da impresión de estar encantado. 

No obstante haces las pruebas, un specialis revelio y luego ese alohomora para definitivamente abrirlo. Sólo basta un pequeño click para descubrir lo que esconde, cuando al mirar en el interior del mismo sólo encuentras una llave que no tiene indicación alguna. Al parecer es la respuesta del acertijo del huevo y en medio de tanta profundidad que tiende a oscurecerse por momentos, el Kelpie coge la llave que tienes en la mano y te indica que subas. 

Al parecer está al tanto del lugar a donde debes ir. 

Jugueteaba con esa llave entre sus dedos, intentando sobrellevar de alguna manera aquella monotonía acuática.

Más profundo, vamos

Piensa mientras se va internando en aquella oscuridad, sin ver realmente aquello que le rodeaba, aunque sentía en su cogote miles de ojos vigilando cada brazada que daba. Realmente no sentía cansancio, estaba acostumbrada a un entrenamiento intenso, y esto era similar; pero lo que realmente sentía era el ferviente deseo de finalizar aquella prueba.

Llegado cierto punto no conseguía ver nada, necesitaba iluminación, pero utilizar lumos para ver la marcaría como una presa fácil

Lumos máxima

Mueve la varita y lanza una bola de luz lejos de su posición, pero lo suficientemente cercana para poder ver los alrededores y no ser vista, aquella pequeña bola no era demasiado iluminadora, pero desde luego era algo mejor que estar en la eterna oscuridad de ese lago

La rubia miró con atención a las criaturas que custodiaban el cofre, esperando ver si había alguna reacción si se acercaba a ellos. De momento parecían inofensivos, pero no podía confiarse. Comprobó que podía tomar el cofre y que su peso no era demasiado, así que se propuso alejarse de allí cargando el cofre lo más lejos que pudiera, hasta calcular que estaba a una distancia segura para intentar abrirlo. Por si acaso, cargaba con el cofre bajo un brazo y con la varita en la otra mano, por si tenía que defenderse de las criaturas.

Posiblemente la insistencia misma o la necesidad de ver algo más dentro de aquel vasto espacio acuático, te lleva a conjurar un lumos máxima que de buenas a primeras no emana una luz muy significativa, pero va cobrando fuerza lentamente. Esto te impulsa a aprovechar estos instantes de buena iluminación y ese instinto que ahora te está diciendo algo, una ligera indicación de que debes ir hacia donde se encuentra un montón de algas todas juntas. 

No sabes el motivo, pero sigues con esa sensación de que allí se esconde algo y no te equivocas. Es lo que tiene el instinto, más aún cuando entre brazada y brazada, logras dar con una especie de jaula de color negro donde en su interior se encuentra tu hermano Utz atado a una especie de enredadera mágica que lo mantiene en un estado de letargo. La sensación que te provoca ver a tu hermano así, en esa situación, no es nada buena. 

Pero claramente al ver la cerradura de aquella reja, sabes lo que debes hacer. Sólo que se acerca una selkie con un tridente y te dice:

—¡NO BRUJA! 

Tienes el cofre en la mano, hasta ese momento todo perfecto porque las criaturas que rodean el cofre parecen no prestar atención. El asunto es cuando intentas llevártelo, instante en el que se ponen en alerta y con sus tridentes en mano te acorralan de forma muy rápida. Ahora mismo estás rodeadas por unas cinco selkies que te miran muy feo, sabes perfectamente que pueden ser muy hostiles y da la impresión de que esta vez no es la excepción. 

Visna al ver a su hermano allí siente como la sangre hierve dentro de ella, comienza a nadar más rápidamente hacia allá, y no se detiene hasta que aquella Selkie la apunta con el tridente.

Oh no, tú no te vas a interponer, no no

Enseñando en una mano su llave y con la otra apuntando con !a varita directamente a aquel ser le dice con un tono serio y amenazante a la par que apresurado

Quítate de en medio, voy a liberar a mi hermano. ¡Fuera!

El cada vez más débil hidrocorpus comienza a embravecerse aún más si cabía, Visna estaba perdiendo su calma, estaba ya cansada de todo aquel recorrido bajo el agua, y el ver a su hermano allí no le había hecho ningún bien

Estaba llena de energía y confianza. Tanto, que realicé los hechicos sin neceistar casi ni pensarlo, como si la varita fuera una extensión de mi brazo y la magia algo tan natural como respirar. Quizá era también gracias a la seguridad que la criatura me daba, enroscada a mi alrededor, con su simple presencia espantando a todo lo que el lago podría haber echado sobre mi. Eramos los terrores del lago.

Pero antes de que yo pudiera alcanzar la llave, él lo hizo por mi. Sabía dónde teníamos que ir. Sonreí para mis adentros. Poco a poco, nos estabamos convirtiendo en uno, y mis objetivos se habían convertido también en los suyos. Sin pensarmelo. volví a subirme, mi mano moviéndose por sus algas.

Confiaba en él. Estabamos juntos en esto.

Ya arriba del kelpie continúas avanzando raudamente por las profundidades siendo en verdad el Terror del Lago Negro ya que toda criatura que se cruza en tu camino, sale disparando envuelta en un pavor que es muy visible. Tienes la seguridad de que estando con esa criatura mágica, nada puede sucederte. Su extensión llena de algas y ese rostro de cabello despiertan tantos temores como rechazo en la comunidad acuática. Había sido acertado seguir tu instinto y en verdad estás encaminada. 

No obstante en medio de recorrer una gran extensión que a nada sabes es imposible sin agotarte en medio, logras dar con lo que sería una jaula que está a varios metros de otra y de otra. La distancia es bastante amplia, por eso a simple vista no se aprecian con ese juego de colores lúgubres entre negros y verdes, pero allí están. 

El kelpie quería mostrarte esto y lo que descubres no es nada bueno, ya que Hayes se encuentra encerrado en aquel pequeño lugar atado bajo el influjo de unas algas marinas. Por lo que se ve, está inconsciente y el efecto que lo mantiene allí es magia pura. Pero no sabes cuánto puede resistir. 

No obstante el efecto de un conjuro te advierte en medio de ese paisaje que se desdibuja, como Visna envuelta en un torbellino de agua saca una Selkie que intentaba atacar. Obviamente no lo tiene tan fácil como tú, aunque ese hechizo a su alrededor la mantiene protegida. Estás ahí de ganar, sólo es cuestión de que una u la otra libere primero a la persona encerrada. 

Gracias a tu remolino que te rodea, no puedes apreciar el entorno como es en verdad y mientras los nervios se apoderan de ti al ver que tu hermano está allí, vuelas por los aires a la Selkie en cuestión de segundos. El asunto es que de repente la situación cambia cuando aparece una inmensa criatura de color verde, llena de algas y su rostro tiene la forma de un caballo. No tardas demasiado en descubrir que se trata de un kelpie, lo cual para tu asombro tras tener medianamente cerca a un exponente de animal muy salvaje y depredador, es que Lorelei está montado encima suyo. 

También ha encontrado su jaula, está claro que se encuentra en la misma situación que tú y toca ver quién puede liberar primero a su hermano. La victoria de momento está entre las dos ya que si te fijas con más detenimiento, puedes ver que hay dos jaulas más a lo lejos, casi ni se distinguen, pero sin nadie que intente abrirlas de momento. Tanto la Francesa como el Japonés, no han aparecido aún. 

Ambas están a punto de completar la prueba, saben que la llave es para la jaula y liberar a la persona que se encuentra allí será una cuestión de ingenio. Pueden las dos besar la victoria de esta segunda prueba, aunque todo depende de la rapidez y la astucia que tengan a la hora de sobrellevarla. 

¿Qué harán?

Hiro observó como ambas Selkied de acercaban a él. Había visto que no les había gustado que lanzase el hechizo. Sin embargo, enfrentarse a ellas no era una opción, mucho menos en el agua, su elemento. Eran muchas más que él y no podría solar enfrentarse a todas él solo. Aceptó su castigo con entereza.

Chasqueó la lengua cuando le hicieron la herida y se sintió aliviado cuando se fueron. Miró hacia arriba y vio a aquella enorme bestia sobre él, alguien la montaba. Sorprendente. Pensó, preguntándose cómo habría conseguido el jinete dominar semejante bestia en un espacio tan corto de tiempo. Daba igual, tenía que centrarse en su prueba.

Sin darle más vueltas al asunto, decidió avanzar. Aquella llave debía abrir algo, iba por el buen camino, dentro de lo malo.

Ya con tu herida que en sí molesta pero no te limita, continúas avanzando a puro nado en medio de aquel extenso lugar lleno de secretos. Si bien durante un trecho resulta bastante monótono el recorrido porque solo se ven algas, oscuridad y un montón de criaturas de diversas especies, sientes que el tiempo se acorta y es hora de hallar lo que sea que abre esta llave que tienes en la mano. 

Por esa razón gracias a tu instinto, aquel que te ha indicado cómo resolver la prueba del dragón, es el mismo que ahora te indica hacia donde ir mientras vas nadando un poco más rápido. Los brazos comienzan a sentir su cansancio, la actividad física en sí es agotadora para cualquiera, lo bueno es que hallas lo que encuentras. 

A lo lejos puedes observar como un remolino de agua se encuentra allí y por cómo se mueve, poco tardas en darte cuenta de que se trata de un concursante. Ha usado un hidrocorpus para mantenerse fuera del peligro, pese a que manda al diablo a una selkie que intentó atacar y justo en ese movimiento brusco, descubres que se trata de Visna. Pero al acercarte un poco más sin que lo note, puedes ver que hay una jaula allí con alguien atado bajo el efecto mágico de unas algas. Claramente es Akira y comprendes el motivo de la chica de Durmstrang, sabes lo que intenta hacer. 

Pero eso no es nada porque al desviar la mirada hacia la izquierda, está aquel enorme kelpie rodeando una jaula y esa cabellera pelirroja la reconoces fácilmente. Es Lorelei la que está allí con aquella criatura mágica, también, intentando abrir la jaula. Ambas chicas se han visto, pero de momento están centradas en lo suyo. 

¿Qué harás?

¡Hayes!

Tendría que haberlo sabido. Que llegara para la segunda prueba no había sido casualidad, ¿No había sido parecida la última vez? Tomé la llave entre los dedos y animé a mi compañero que también se acercara. La cerradura cedió sin demasiada insistencia, pero todavía me quedaba el problema de las ataduras.

—¡Diffindo! —bramé burbujeantemente apuntando la varita contra las lianas. El hechizo que surgió de mi varita realizó un corte que a primeras pareció perfecto, liberando a mi hermano. Solo quedaba tirar de él y... ¡Mierda!

Una liana se había quedado enganchada en su tobillo. Con un gruñido, no me quedó otra que sumergirme y hacerlo a mano, tirando laboriosamente hasta que se liberó por completo y pude arrastrar a mi hermano hasta el mi nuevo compañero. Lo aseguré sobre el Kelpie, después sosteniéndole entre mis brazos, colocándome tras él.

Hermanito, una lástima que no vayas a recordarlo, porque este sería el viaje de tu vida.

Con un pequeño golpe de piernas, indiqué a mi montura que había llegado el momento. ¡Vamos! ¡A la superficie!

Visna vió como Lorelei llegó con su Kelpie, un extraño compañero, ciertamente. Y ella hace lo propio metiendo la llave y abriendo la jaula con su hermano.

Tenía algas agarrándole los pies, pero ella hecha aún una furia, tira con fuerza de su hermano, rompiendo las ataduras.

Lo agarró y apretó para sí el cuerpo inerte de su hermano con fuerza protectora.

Tan tonto que te pusieron en lo más hondo del lago, y seguro que ni te diste cuenta.

¡Ascendio!

Notó como la subida iba con fuerza hacia arriba, pero no sin mostrar cierto trompicón, el hechizo no le había salido a la perfección.

Mientras subía miró como las otras dos jaulas iban desapareciendo de su vista, pensando en que allí también estarían los hermanos de los otros dos concursantes

Espero que lleguéis a tiempo vosotros dos, y no tengamos que volver Lorelei y yo para salvaros el culo

Miró a Lorelei mientras iban ascendiendo, estaba feliz de estar más cerca de terminar aquella profunda prueba. Aunque sus ojos no dejaban de mirar hacia la profundidad de ese lago, preocupada en cierto modo por sus adversarios y porque aquella Selkie le estuviese persiguiendo

Como vengas tengo un hechizo reservado especialmente para ti y tu tridente*

Piensa satisfecha asiendo su varita y pegando aún más a Utz.

Hiro se acercó de inmediato a la jaula en la que se encontraba Akira, preocupado por el estado del chico. No se esperaba encontrarlo allí abajo. ¿Cuánto tiempo llevaría allí? Respiraba, ¿no? La idea de atacar a las dos concursantes por la espalda se le pasó por la cabeza, pero la descartó al momento. La prioridad era rescatar a Akira y, si se llegase a saber que en vez de rescatar a Akira decidió atacar a las concursantes por la espalda, su reputación y la de su colegio caería por los suelos y no podría recuperarse. Victoria sí, pero no a cualquier precio.

Sin perder tiempo y con la llave en la mano, se acercó a la jaula de Akira para abrirla, confiando en que el cofre sería efectivamente para esconder la llave para salvar a Akira y no para rescatar a algún otro amigo de lo demás concursantes. Sin embargo, no se le pasó desapercibido que las demás concursantes estaban lidiando con alguna especie de problema con sus cajas, así que preparó la varita por si tenía que defenderse de algo. Esta vez no le iban a pillar con la guardia baja, como las Selkies antes.

Amelie estaba nerviosa, había pensado que las criaturas la dejarían llevarse el cofre si no hacía ninguna muestra de magia, pero al parecer estas notaron su presencia al intentar tomar el objeto. La chica, nerviosa, sólo pensó en alejarse de aquellas criaturas sin tener que hacerles daño o darles oportunidad de dañarla a ella.

-¡Ascendio!- Gritó, sacudiendo la varita un poco más fuerte de lo que estaba pensando...

El tiempo resulta ser eterno cuando se está tan cerca del final, ambas son conscientes que tras abrir la jaula solo queda ir a la superficie mientras se rescata a esa persona importante en sus vidas. Por esa razón la primera en reaccionar es Lorelei quien gracias a su astucia y osadía, actúa en consecuencia con alguna que otra dificultad. No obstante logra liberar a su hermano pese a la liana que sujeta el pie del pelirrojo. 

No dura más que unos minutos hasta que el enorme Kelpie asciende junto a los hermanos para consagrarla la ganadora de la prueba. Esta vez Hogwarts se lleva los méritos, aunque nunca se sabe hasta donde. Más allá de esto es Visna quien convertida en un remolino de agua, hace lo propio también. Algunos impedimentos surgen, es normal cuando hay tensión constante y ella ha sido amenazada por las selkies, aunque su actitud llena de fiereza las mantiene a raya. Se podría decir que la chica de Durmstrang ha sacado su lado letal y solo su presencia le vale. 

Rápidamente a los pocos segundos de Lorelei, rescata a su hermano ascendiendo hacia la superficie. 

Al salir del lago a través de un salto muy bonito con aquella criatura mágica, Hayes despierta de repente y casi se cae en el proceso del Kelpie. Menos mal que la pelirroja lo sostiene y no sucede nada raro, aunque claro la sorpresa en su rostro sumado a la ovación del público, lo deja alucinando. 

Segundos después un hermoso remolino de agua, parecido a una tromba marina surge de las profundidades y al ser vista delante de todos los presentes se revela quien es la persona encargada de aquel interesante espectáculo. Claramente es Visna que tras salir a la superficie, descubre no sólo la felicidad de un Colegio que puso la fe en ella, sino que su hermano también recupera el conocimiento en cuestión de segundos. Muy confundido, pero contento. 

Ninguna necesita nadar, los esperan en botes aunque Lorelei tiene un asunto con su nuevo amigo... 

—HOGWARTS Y DURMSTRANG HAN SUPERADO LA PRUEBA. ¡FELICITACIONES!— grita Peter Hamilton.