Partida Rol por web

Esa parte de la historia de Candy la desconocía y lograba comprender el motivo, cualquiera que la escuchara pensaría que estaba bajo la influencia de alguna droga, ebria o con algún problema mental, pero para Holly, cada palabra que decía parecía cobrar sentido de alguna forma, mas cuando en ella misma había sentido una magia sobre natural conectándola con su propia esencia y la de su entorno.

Holly simplemente asintió con la cabeza, acaricio la mejilla de su amiga y deposito un dulce beso en sus labios, era como su hermana y ante todo, por mucho que su propio instinto le exigiera que averiguara que había ocurrido, se mantendría al margen.

-No te preocupes, nuestros secretos siempre han sido nuestros-

Tras aquello simplemente se dejo llevar, tomo una de las cervezas y se la bebió, ¿toda? quizás no, pero fue un largo largo trago.

Tras eso se recostó en el sillón a seguir meditando todo.

-El eclipse sin duda realzo todo esto, ¿es posible que a otros les haya ocurrido los mismo?- se cuestiono en voz baja, casi ida entre sus pensamiento, cerro los ojos y se dejo llevar.

Al escuchaba lo que decía, veía sus movimientos y cómo se abrazaban. Lo que podría ser una noche divertida estaba convirtiéndose en una noche de secretos. A veces la vida va por donde le da la gana y sólo puedes tocarle el culo y seguirla, así que asintió.

Lo mío es algo que experimentan los guerreros entrenados. Pero sí, no dudes en que nuestros secretos son sólo nuestros. De los tres -especificó, mirando a Holly, pues de algún modo la pelirroja que siempre le regañaba para hacer más deporte se había unido a la comitiva-. Así pues... puedes seguir.

Se puso en pie pesadamente, dando una profunda calada al porro y poniendo una mano en el hombre de cada una de las chicas, mirándolas a los ojos por unos momentos.

Si tengo que partir la cara a una docena de demonios por vosotras, lo haré. ¿Vale? -no se había dado cuenta de que estaba hablando de las dos- Pero os puedo asegurar que lo mío ya está solucionado. Fue un mal entendido ¿Ok?

Y si fuese un brujo, haría arder a vuestros enemigos. No suena tan gratificante como partir caras, pero lo haría.

Vamos.

Sólo entonces sonrió y soltó los hombros de sus amigas.

Se le cerraron los ojos cuando su amiga la besó en los labios y volvió a abrirlos con un suspiro. Su instinto le decía que estaban cayendo profundo, o tal vez fuera cobardía, sólo tenía claro que cuando tocaran fondo iba a doler. Al pensar en otros sobrenaturales le vino a la mente Vanessa, no queria perderla, sentía que ella debía estar allí también, con ellos tres, ahora se sentía culpable por haberla dejado marchar, con todo lo que estaba sucediendo lo último que quería era no estar ahí si algo le sucedía.

Estaba nerviosa e insegura, definitivamente era cobardía, pero si no podía confiar en ellos, no lo haría nunca en nadie. Quizá a Aidan no le gustaría despues averiguar que lo contó, y a su instinto también podían joderle, ella era Candy, la peor de las compañías, por mucho que le aterrara la reacción de sus amigos, sabía que debía saltar al vacío con ellos- Vale... -respondió a Al cuando les aseguró que iba a darle una paliza a quien hiciera falta. Así es él, era el de siempre- Os lo voy a mostrar... -dijo nerviosa, con una sonrisilla- No flipeis -les advirtió, echándose un poco atras en el sofá, para no asustarlos enseñándoles eso a la cara- Aahm... -se aguantó la risa, porque era todo muy ridículo, o dificil de creer, pero ahí iba ella, acojonada pero...- Ahí va -abrió ligeramente la boca y, aunque al principio era todo normal... enseguida se alargaron sus colmillos. Seguro no tenía que explicarles que coño era un vampiro, todo el mundo lo sabe.