- ¡Vamos a sacar a este de la oscuridad! - Dijo Luusi mientras se acercaba a Kavaki y comenzaba a realizar unas pocas maniobras de primeros auxilios rudimentarias.
No sabía mucho de sanar.
A decir verdad, no sabía nada sobre sanar.
Pero no podía dejar a un compañero caído.
Tirada: 1d20
Motivo: Elijo 10
Dificultad: 10+
Resultado: 9 (Fracaso)
La curación realizada por Luusi, aunque apresurada, es suficiente para que Kavaki empiece a recuperarse y entreabra los ojos*
* Gano 8 puntos de golpe, con lo que subo a 4. Me quedan 5 esfuerzos curativos.
Cita:
Perdón, lo miré mal, es un +5.
La tirada de Sanar es 1d20 + lo que tengas en Sanar (+5) + ese +5 que te da el poder. O sea: 1d20 +11.
Tirada: 1d20(+11)
Motivo: Sanar
Resultado: 15(+11)=26
Tiro según sugerencia.
Haciendo caso al Máster:
No olvidéis que lo que más interesa es acabar con el daño continuado, porque se sufre al inicio del turno de Kavaki, es decir antes de que pueda usar sus esfuerzos curativos.
Con este resultado, Kavaki puede tirar inmediatamente un TS contra veneno.
Los conocimientos curativos de Chaedi resultaron ser suficientes. Tras la aplicación de algunos cuidados adicionales, el veneno finalmente se purgó del interior del goliat que pareció recuperarse, aunque todavia muy malherido.
- Gracias - musitó todavia lejos de encontrarse bien
Tirada: 1d20
Motivo: TS veneno
Dificultad: 10+
Resultado: 15 (Exito)
La chamanesa había actuado por instinto, sin llegar a comprender su propio potencial, su poder. La Tierra, esa era la fuente de la que manaba la fuerza que surgía y se canalizaba a través de Chaedi, incluso su Espíritu amigo, su compañero Oso, era parte de esa esencia.
Tras escuchar el "gracias" de Kavaki, la chamanesa parpadeó, sin saber demasiado bien qué decir. No se sentía causa de esa curación, aunque sí herramienta. De modo que, simplemente, sonrió al gigante, y acercándose tiznó con sus dedos manchados de esa tierra benigna la faz ya tatuada.
-Me alegro de que estés bien.
Se giró luego hacia Adran, el elfo que también había estado al borde de la muerte. Sonrió de nuevo, y de nuevo alzó la mano, y tiznó su rostro aniñado.
-Y tú, y todos nosotros. Ha estado cerca.
Mientras hablaba se esparció por el aire un aroma que a todos les devolvió su niñez, unos tan lejana, otros ya olvidada. El aroma de la madre.
Juer, que con tanto número me olvido de rolear!
Una vez acabado el combate y recuperado todos el aliento, llega la hora de resolver el asunto de una vez.
Después de que los aventureros derroten a los monstruos en la torre Rota, pueden liberar a los carreteros Wavir (un semielfo llamado Milos, y dos humanos llamados Alia y Flaron). El correpolvo incitador lleva una bolsita de cuero que contiene un ópalo de fuego por valor de 100 po, 20 po en antiguas monedas de oro encontradas aquí en las catacumbas, y un amuleto de salud +1.
Llevar de vuelta la mercancía a Altaruk es una tarea cálida y polvorienta. Con la ayuda de los carreteros Wavir, los héroes pueden empujar de vuelta al carromato, o desmontarlo para improvisar una especie de angarillas para arrastrar el cargamento de vuelta. De cualquier manera,
el viaje de vuelta está libre de incidentes. Rhotan Vor cumple con su promesa, y paga a los héroes 120 po.
Y colorín, colorado...
Kriv se complace en saber que han conseguido la misión y que ahora dispone de un lugar "secreto" donde conseguir agua.
En el viaje de vuelta no hablará mas de lo que ha hablado hasta el momento, que es mas bien poco pues no domina bien el habla comuna, y al llegar al pueblo se dedicará un festín a si mismo en la taberna.
Esta vez algo que no incluya verduritas en el menú. Si es necesario al mismo tabernero XD
Pues acabado está XD
Me lo he pasado genial. Me encanta sol oscuro :-p
Tras recuperarse al menos parcialmente de sus graves heridas Kavaki regresa a la "civilización" bastante satisfecho. A pesar de haber caido en el combate y sólo haber sobrevivido gracias a la actuación de Chaedi, el goliat considera que atrajo la mayor parte de los ataques enemigos, haciendo que el resto de su grupo quedase bastante a salvo. Eso, sumado al indiscutible éxito de la misión, le hace estar de buen humor.
Al llegar se da un buen festín, mientras espera que surjan nuevas expediciones con las que aumentar su reputación, su oro y sus ansias de combate
Y fin :D
A mi me ha encantado.
Para la próxima quiero llevar uno de esos hombres langostas, como quiera que se llamen.
En el juego de PC Shatered Lands siempre metía uno en el grupo :D
Los caminos polvorientos se abrían de nuevo ante ella, como raíces secas aferradas a la arena, serpenteantes. La aldea había quedado atrás, y la seguridad de un techo sobre su cabeza. Aún podía escuchar las carcajadas y los gritos de la taberna, oler el suave aroma del pan recién hecho, o podía aún lamer en la comisura de sus sucios labios algún resto sabroso del vino que había bebido hasta saciarse.
Y agua. Se había permitido beber agua, ahora que tenía dinero, sí.
Miró atrás, hacia las figuras de los aldeanos. Alguna de esa figura era la de alguno de sus compañeros, alguno de los que, ahora, tenía con ella un lazo trabado con sangre. Sonrió. Allí estaría, si la necesitaban, podía contar con ellos, y ellos con la chamanesa. Pero su lugar no era ese, su lugar estaba ahí fuera.
Se giró, se arrebujó en sus ropas desgastadas, coloridas con los ocres y los sienas de su mundo, y echó a andar. Desde la aldea se oyó un tamborileo rítmico, y una voz grave, tarareando palabras incomprensibles en una tonada sin edad...
Y se acabó para Chaedi. :)
Un placer haber compartido esos caminos, chicos.