Partida Rol por web

El agente aun tenia la radio conectada.

Entre las interferencias se colo una voz pidiendo ayuda.

- Estamos en lo alto del edif... en constru... de la calle och.. con...Gran... -La señal se perdia y el agente toquiteo los controles.-Frente a la comis... del centr...- La señal se perdio del todo.

Hay mas supervivientes.- dijo de un modo en el que enseguida fuiste consciente de que el deber le llamaba a buscarlos.- Aqui estara a salvo, yo tengo que encontrar la forma de llegar hasta ellos.- dijo esperando que lo comprendieras.

No soy un héroe. No me gusta la idea de matar ni un poco aun cuando halla la posibilidad. Soy atlético, bien visto... a veces pienso porque no fui modelo, cantante o deportista. Es porque Dios me dio la vocación que tengo, aunque bueno, definitivamente mejores que yo habrán y tal vez muchos, aun tengo mis conflictos. La cosa es que... por alguna extraña razón tu y yo estamos juntos Erick y no puedo dejar... que el que tiene el arma... que te vallas solo. Estamos juntos en esto y lo terminaremos juntos. Estire mi mano para apretar fuerte la de él. Mis palabras eran sinceras y no iba a decirle que no a mi destino.  

No se en que me estoy metiendo, pero si es la voluntad de Dios lo haré. Ademas tengo que pensar en que si estoy solo soy mas vulnerable.

Revise mi maleta de mano y empaque un muda de ropa de la de viaje en ella, algunas cosas de aseo, los cinturones y no mas. La maleta de mano ya estaba llena.

Erick tenemos que comenzar a abrirnos campo y la verdad no quiero que el primer recurso sean las balas. Mire hacia todo lado en busca de algo que me sirviera y me fije en las bancas de la iglesia y sus maderos. Podemos hacer como bates de beisbol, que solo sea un golpe seco el que ataque a los infectados, no merecen morir de forma fría. Yo creo que encontraremos una cura. Dije mientras comencé a forcejear la madera. ¿Me ayudas?

Erik nego con la cabeza.- Es arriesgado, un golpe debe darse muy cerca y hay cientos de infectados por las calles.- dijo moviendose, mirando por cada rincon, asomandose a los ventanales para comprobar si alguna ruta de escapa seria posible.

 - El callejon de la parte trasera esta esta limpio, podriamos intentar abrirnos paso por el. No se preocupe, un balazo en la rotula no es mortal pero les frenara lo suficiente para no terminar en el menu. Usted correra delante de mi, yo le cubrire. Hay un coche aparcado justo enfrente, podriamos intentar llegar hasta el, hacer un puente y escapar de aqui.- dijo el agente pensando alternativas a la huida.

Miro al oficial con algo de incredulidad, pero su cara, convencida de lo que planeaba, me hizo cambiar de parecer. Bueno Erick. Yo iré al frente, pero quiero tener algo con que defenderme. Tome el pedazo de madera que estaba tratando de quitar y lo sostuve fuerte. Es lo mínimo que puedo hacer.

Tome mi morral de mano con fuerza y me lo puse en la espalda. Esto iba a ser lo mas arriesgado que iba a hacer en mi vida, en mi vida entera. Dios mio, protéjeme. Me persigne antes de salir y comencé a correr hacia el callejon, directo al carro.

La cuestión es correr, entonces correré. Comencé a correr con todo lo que tenía con el pedazo de madera en las manos por si algo se acercaba demasiado.

El callejon estaba vacio, por un momento pensaste que lograrias llegar al coche sin problemas pero en el ultimo momento un tipo enorme, gordo y con media cara colgando asomo por la esquina. El agente no dejo que te tocara, le encajo un tiro en pleno dentro de los ojos y cayo de lado.

El problema es que llamo la atencion de todos los que habia en la calle.

-¡Corre!.- grito el agente animandote, quedaban menos de medio metro para alcanzar la puerta del coche. Abierta.

El dueño lo habia abandonado sin pararse a cerrar y tenia las llaves puestas.

Una oleada de zombis cerro el paso a Erik y este trepo por una escalera de incendio hacia uno de los balcones.- Marchese, rapido.- dijo el agente, llamando la atencion para si, para que pudieras escapar.

Corrí hacia el carro con todas mis fuerzas. Con mi condición medianamente atlética en un par de pasos estuve en la puerta, revisé que efectivamente estuviera completamente vacío por dentro y al estar seguro entre cerrando ventanas y puestas a toda velocidad. Bote mi mochila al puesto del copiloto.

¡Mierda!. Comencé a mover la llave para que encendiera, hasta que al fin el auto encendió.

Dios mio, si me pudieras ayudar con esto te lo agradecería completamente. Dije moviendo la palanca de cambios hacia cualquier parte y probando cual de los pedales era cual.

No sabes conducir pero los coches americanos tienen cambio automatico. Giras la llave y practicamente va solo. Solo tienes que pisar el pedal del acelerador y mover el volante. No hay mas conductores en la calle lo cual deja el pavimento despejado, a no ser por los cadaveres andantes que corren de un lado a otro.

Por favor tienes que funcionar.

Comencé a mover la llave para encender, que simplemente eso era algo que todo el mundo sabía y luego a buscar cual era el acelerador y el freno, para comenzar a avanzar.

Parece que no es tan difícil. Pero, ¡Por favor, anda!. 

Como en una mala pelicula, el coche tenia la bateria descargada. Intentaste encenderlo varias veces sin que respondiera, posiblemente por tus nervios o por el mal estado del coche. Mientras, decenas de personas infectadas se acercaban a tu vehiculo, cada vez con mas interes.

Al quinto intento el motor ronroneo y lograste arrancarlo pero ante ti, ya habia, dos o tres docenas de personas invadiendo la calle. Detras otros tantos se acercaban mientras algunos ya estaban empujando por los costados del coche.

Me vi rodeado de oleadas de personas y pensar que hoy en la mañana estaba a gusto en la espera de salir hacia Roma, ahora me encontraba angustiado tratando de escapar de personas poseídas o algo parecido.

Apreté con fuerzas el acelerador. No iba a permitir que también yo terminara poseído.

¡Dios ayúdame!. Espero esto funcione. El motor arranco con fuerza, solo esperaba que fuera Dios el que moviera mis manos y mis piernas porque yo no sabía muy bien lo que hacia.