La azotea es el lugar más sereno y sosegado de todo el instituto, desde arriba se pueden apreciar unas vistas hermosas de todo el distrito, aunque para la seguridad del alumnado existe una rejilla protectora que hace de barrera ante una inminente caída. Es el lugar menos frecuentado por los estudiantes aunque suele usarse para tomar un almuerzo con la intimidad necesaria. No dispone de mesas o sillas pero a veces eso es lo de menos.
Con un suspiro de agradecimiento por su rodilla lesionada, llegaron a la azotea. A pesar de que la rejilla de seguridad estorbaba un poco (¿qué eran, críos de 5 años?), las vistas eran imponentes. Goichi se permitió echar un buen vistazo al distrito que se ubicaba ante ellos. ¿Podría ver su casa desde ahí? El chico deseó tener un mejor sentido de la orientación para saberlo.
- Bueno, aquí estamos. ¿Qué te parece? - dijo Goichi a su compañera amablemente. - A ver si tenemos una buena panorámica de todo el complejo del instituto por aquí.
Con un poco de tiempo podrás localizar tu casa sin problemas, la vista es magnífica desde aquí.
Tras terminar de subir las escaleras para llegar a la azotea, Ayako dió un suspiro de alivio e inspiró hondo, para volver a sonreir como siempre mientras se acercaba al la reja de seguridad junto a Goichi. Aún con aquel elemento, las vistas eran realmente preciosas. Y bueno, si estaba ahí era por su seguridad no quería ni pensar en lo que podría ocurrir si no hubiera seguridad alguna.
-¡Las vistas son increíbles! La verdad es que el sitio me encanta, después de todo no va a ser tan malo que nuestro aula esté en la tercera planta, podré venir aquí a menudo... - Dijo totalmente convencida, mientras pasaba sus dedos por las rendijas de la rejilla de seguridad y se quedaba embobada mirando todo el distrito que su mirada curiosa alcanzaba.
Desde su atalaya, Goichi se dedicó a recrearse la vista con la panorámica del distrito. Habiendo localizado su casa, el nuevo objetivo era discernir las distintas dependencias del instituto. El entusiasmo de su compañera alegró al chico.
- Vamos a ver si somos capaces de ver a alguno de los compañeros... Será complicado siendo un grupo tan pequeño, aunque se puede intentar... Me gusta este sitio, podría subir de vez en cuando. Tenemos que traer al resto cuando nos hayamos reunido. - manifestó con energía Goichi. - ¿Qué te parece?
Aunque estaba ensimismada recorriendo con la vista el paisaje, se detuvo para mirar a su compañero a medida que este hablaba, Ayako asentía con una gran sonrisa y los ojos chispeando de emoción.
-Algunos dijeron que iban a visitar el gimnasio... - dijo mientras volvía a agarrarse con las manos a la rejilla de seguridad y buscaba con la mirada algún perfil conocido, entrecerrando los ojos simulando concentración. Mientras intentaba ubicar a sus compañeros, contestó a la pregunta que le formuló Goichi.
-Este sitio es estupendo, me alegro de que viniéramos. Y sí, deberíamos traerlos. ¡E incluso podríamos utilizar la azotea como lugar de reunión para todos de la clase 9º A! - Dijo con ferviente entusiasmo soñando despierta.
-Hmmm... De momento, creo que no he logrado encontrar a nadie. - Añadió frunciendo el ceño y dejando la búsqueda de los alumnos. Desde aquí me resultan como hormiguitas, puede que ya entraran al gimnasio también.
-Y dime Goichi, ¿próxima parada de nuestra exploración? ¿O prefieres quedarte aquí? - Comentó con una sonrisa cruzando los brazos tras la espalda.
Intentar localizar a algún conocido mirando hacia abajo resultaba una tarea bastante complicada, teniendo en cuenta que aún apenas conocía a sus compañeros. Abandonando la empresa, observó a Kanade mientras hablaba.
¿Usar la azotea como punto de reunión de la clase? Había que admitir que era una buena idea. Estaba bastante cerca de su aula y las vistas eran sorprendentes. Podría ser un buen bastión cuando se hubiera labrado un buen grupo.
- No puedo esperar a traer a los demás aquí. - comentó el chico mientras su mente pasaba a ocuparse con la última pregunta que le había hecho su compañera. Encongiéndose de hombros con una sonrisa dijo - Dado que yo fui el que dijo de subir aquí, lo justo sería que ahora fueras tú la que decidiera, ¿no crees?
Hideki se subió hasta la azotea. Tenían un rato de descanso, y después de aquel extraño trabajo sobre la paz mundial, necesitaba concentrarse en alguno de sus hobbies.
Por eso, saco allí su tablet, y echo un vistazo a lo que había podido recopilar. El centro estaba edificado encima de un terreno, que anteriormente no había sido diseñado para tal fin.
Pero no había podido solventar ciertas trabas legales, para descargar documentos que le dijeran, para que había sido destinado el terreno en un primer momento.
Que todo aquel centro hubiera surgido de la nada, le había llamado la atención. Parecía que su plan de estudios estaba destinado a desdoblarse de los planes tradicionales. Y para un centro de nueva apertura, era bastante infrecuente.
Luego, algo tenía que haber escondido. Reviso las imágenes bajadas de google sobre el terreno donde estaba.
Y reviso, edificio por edificio, para comprobar que todo estuviera donde tenía que estar. A veces las cosas más obvias, se escondían a simple vista.
A simple vista no había nada sospechoso. Eso si, el terreno en el cual habían construido el instituto valía prácticamente una fortuna ¿el motivo? no pudiste deducirlo, ni si quiera encontrar más información en internet, pero estaba claro que estos "peces gordos" manejaban mucho dinero.
Hideki frunció el ceño. Cada cuanto, encontraba algún muro en sus pesquisas, pero, estaba visto que ahora solo tenía más preguntas, y no menos.
Deja la tablet apuntalada sobre sus rodillas, y saco el almuerzo. Un pequeño taper de plástico, con varios separadores internos, que hacían que la comida no se separase.
El mismo la había cocinado aquella misma mañana. Su padre tenía muchas ocupaciones, y él era perfectamente capaz de hacerse de comer.
Saco los palillos y empezó a comer con una sola mano, un poco a lo animal, mientras, revisaba varios mapas y planos de la ciudad, buscando alguna pista algún patrón.
Total, tenía tiempo, y tranquilidad. La azotea parecía el sitio idóneo para pasar los recreos.
Ahora, busco si el colegio esta centrado, o encajado en algun tipo de orden en el mapa.
Tipo estrella de cinco puntas, punto estrategico. Esas cosas.
No parece encajar con ningún patrón, ni satánico, ni bíblico, ni nada que puedas decir ¡qué sospechoso!, pero eso no iba a dejarte sin saciar tu curiosidad por saber qué secretos podría entrañar el instituto, si es que realmente tenía algo de especial.
Hideki llego a su refugio, no tenía esperanzas de que aquel lugar se llenara de alumnos, pues había sitios más concurridos y mejor preparados para el recreo. Pero aquella azotea era un refugio bueno para sus planes.
Comió rápido, al tiempo que usaba su tablet. Esta vez buscaba imágenes o informes en Google sobre los profesores más destacados del centro. Quizás el director tuviera algún escándalo oculto, o sin duda su tutor, que era un bicho malo.
Mientras el clima le favorecía, con un sol que calentaba lo justo, y la brisa de aire movía su pelo el chaval de noveno grado dejaba correr la información además de su mente por sus propias teorías.
Y es que algo dentro de él le empujaba a buscar, porque sabía que había algo raro en aquel centro educativo.
Nada, hago una busqueda sencilla. A ver que sale.
Hazme una tirada de 1d10 :P
Motivo: Tirada pal master
Tirada: 1d10
Resultado: 3
3 es lo que salio en el dado. Ale, a ver que encuetro.
Intentas encontrar información sobre los docentes en internet pero no ves nada, algo que te resulta sospechoso. Es más, lo único que has llegado a encontrar ha sido a un hombre llamado igual que vuestro profesor en un perfil de redes sociales pero que no coincide en nada con su foto.
Con la información que había obtenido se daba por satisfecho. Ahora tenia muchas dudas, muchas. Y necesitaría una visita a algún órgano gubernamental para contrastar sus datos.
Pero lo importante es que tenia algo con lo que trabajar. Guardo la información en un pen drive y borro el historial de búsqueda de su buscador.
No quería levantar sospechas. Luego, dejo pasar el tiempo jugando a algo antes de bajar a clases de nuevo.