Partida Rol por web

Puedo sentir cada músculo, cada arteria... Todo su cuerpo luchando contra mi control, pero no me puedo permitir fallar. ¡La vida de mis compañeros depende de ello!

"No puedo lanzar otra vez mi hechizo tan rápidamente... piensa algo, ¡piensa algo!" Me repito una y otra vez mientras noto cómo la sangre bombea fuerte en mi interior: adrenalina, miedo por perder a mis amigos y rabia se amalgaman en una extraña mezcla haciendo que mi mente idee un plan alternativo. La llama de mi antorcha se refleja en mis ojos cuando la miro. "Qué linda y cuanto poder tienes..." Pienso, a sabiendas que mi familia fue devastada por llamas similares a esa... "Allá voy." Me digo mirando a ese repugnante ser, que se me antoja aún más horrible con la propagación que hace de esos angustiosos alaridos.

- Compañeros, necesito tiempo para poder atacar. Aún así, tengo una idea. ¡Asran, confío en tu fuerza!- Le digo dedicándole una dulce sonrisa cargada de complicidad. Me acerco a escasos centímetro del ser. Confío en que Asran puede mantenerlo así algún tiempo más y, mientras dejo que mi cuerpo concentre su poder para atacar con mi nuevo hechizo, mi mano que sujeta la antorcha se queda alzada hacia la boca de la criatura: ya puedo sentir el calor consumiéndola... - Sentirás lo que padeció mi familia...- Susurro a la criatura con lágrimas quemándome los ojos por querer salir, pero sé que no es el momento. "Dichosos recuerdos..."

Paralizado y con los ojos dañados ya no es tan amenazante. Aún así no es una bestia a la que se pueda ignorar tan fácilmente. 

Mientras Asran y Xastana están concentrados en sus respectivos poderes, y Drake por su parte le ataca desde su espalda, dirijo mi ataque a su cabeza, a la zona donde tiene sus antenas. No sé para qué les sirven,  pero si las tiene será por alguna razón y seguro que las echará en falta si las pierde. 

Nathan salta para golpear la cara de la criatura, y consigue asestarle un fuerte golpe en su horrendo rostro, creando una herida por la que sangra un viscozo líquido verde. La criatura ante vosotros intenta moverse, pero le es imposible por el fuerte hechizo mantenido por Asran.
 

El monstruo no puede moverse, lo que me permite acometer de nuevo.

Estamos haciendo un gran trabajo en equipo, pero no creo que pueda seguir manteniendo a este monstruo paralizado. Siento como mis músculos se tensan y ya casi ni me responden, el sudor empapa mis ropajes y tan solo puedo rezar para que acabemos con él antes de que sea tarde.

-CHICOS DA OS PRISA!! No creo que aguante mucho más...

La enorme criatura tiembla ante el brutal corte que nathan le hace con su daga, pero su temblor es corto, cayendo al suelo y quedando completamente inmovil, podeis sentir como todos sus sonidos internos se apagan por las graves heridas que le habeis producido, incluyendo el sonido de su respiración. Grandes borbotones de sangre empiezan a salir de sus heridas, finalmente habeis acabado con la vida de semejante criatura.

Asran:

Notas que ya no ejerce fuerza alguna contra tu poder.

-Se ha... Acabado?- Suspiro mientras mi bastón y mi cayado golpean el suelo a la par que mis rodillas, el cansancio y la herida de antes se manifiestan al relajarme por fin. El sabor a sangre y la ropa apelmazada en mi piel por el sudor me provocan una sensación de mareo, necesito descansar... Con mis manos temblando por el esfuerzo de aguantar a semejante bestia, cojo mi bastón y mi cayado, me levanto y me dirijo hacía mi rincón de chimenea. Al pasar por delante del monstruo, escupo sangre con desprecio a su lado...-Querías mi sangre, ahí la tienes...- Me acomodo en mi rincón y mientras presionó mi herida con mis ropajes, pido una de las pociones que encontramos hace un rato.

Salto al suelo antes de que me manche de sangre de las heridas de la bestia. Quedo  semi arrodillado ante la criatura ahora moribunda con la respiración entre cortada, estoy algo cansado después de la lucha, aunque por fortuna no estoy tan fatídico como Asran.

-¿Que hicisteis para cabrearla? – pregunto sin esperar respuesta alguna. Observo  y busco a ver si hay algo interesante en ella.

Cuando logro coger un poco de aire me levanto y rodeo a la bestia para investigarla, observo el camino destrozado por el que ha venido, cerciorándome de que no ha dejado hueco para explorar.

Es increíble el poder de Asran, lo veo y lo puedo valorar después de ver como la criatura ha estado totalmente inmóvil tras cada apuñalada de dolor. En cierto modo siento un poco de pena, pero cuando llego de nuevo a su cabeza y observo las cuchillas mi empatía desaparece.

-Amigo mío, ojala tuviéramos una buenas jarras de cerveza para brindar por tu hazaña.- le digo al brujo, alegremente mostrando mi sincera sonrisa para después dirigirla a Xastana y guiñarle el ojo – tú también lo has hecho genial, lanzadora de luz.-  inevitablemente le mando un beso picarón.

Y finalmente me acerco a Nathan  con la misma alegría y le hago un chiste.- Ha sido tu cara lo que le ha cabreado, ¿a qué si? –mientras levanto la mano para chocarla y celebrar la hazaña.