Partida Rol por web

 Extendiéndose a lo largo de muchas hectáreas, las tierras del Imperio se componen de una gran variedad de terrenos y faunas, abundando en su mayoría las llanuras y bosques, pero contando también con regiones montañosas o ligeramente desérticas.

 Si bien sus territorios están divididos a manos de distintos Señores, provenientes de largos linajes nobles, todos trabajan a su manera por el bien del imperio, preservando la producción y respetando, generalmente, el comercio y control de las tierras entre vecinos.

 Su cultura se rige por una jerarquía muy marcada de títulos y linajes, dónde el futuro de una persona puede estar decidido por la familia en la que nace, de modo que aquellos con apellidos importantes tienen mayor poder y privilegios que aquellos que sirven como plebeyos: si bien la sociedad no suele promover la brutalidad ni el abuso, favoreciendo el tratar bien a los trabajadores y sirvientes con límites marcados, ninguna ley protege a los más débiles de aquellos con más autoridad e influencia, habiendo generalmente una línea ambigua sobre lo que es un castigo merecido y un abuso de poder.

 Conviviendo con las personas del Imperio, existe un plano que muchas veces se cruza con el real, permitiendo la entrada a seres que representan todo tipo de conceptos o pensamientos del mundo. Los espíritus son tan variados que es imposible describirlos de forma general, existiendo desde los más simples y comunes a los más raros y poderosos. Por las diferencias que suelen tener la mayoría de espíritus con los mortales, estos prefieren permanecer al margen y vivir ocultos de ojos humanos, aunque siempre existen los más traviesos que buscan formas de interactuar con los mortales y hacer sus vidas un poco más... Emocionantes, así como aquellos que disfrutan de la veneración en templos o sitios ocultos.

 La existencia de los espíritus es de conocimiento general en todo el imperio, y básicamente todas las religiones se basan en la creencia y respeto a estos, siendo que con las generaciones las distintas creencias y tradiciones hacia algún espíritu en específico a llegado a dar forma a divinidades, denominados Kamis y reconocidos por su gran poder.

 Naturalmente, a lo largo del imperio existen templos dedicados a la veneración de los Kami, y con ello sacerdotes y exorcistas que alzan sus plegarias a las divinidades y sellan a los espíritus malignos, haciendo uso de reliquias y rituales pasados de generación en generación, alimentados por su fe y el poder espiritual que reside en su interior.

 Además de las armas y técnicas de combate tan variadas que existen a lo largo del imperio, existen aquellos que logran hacer uso de su alma o espíritu para moldear la realidad y hacer uso de poderes más allá de los límites humanos. Mientras los creyentes hacen uso del espíritu, un poder que conecta con los Kamis, otros usan el Alma, un poder que reside únicamente en el interior de cada uno como una formación de su voluntad.

 Existen escuelas y templos dedicados a la exploración y conexión con el alma, y aún a día de hoy sigue siendo un misterio su verdadera naturaleza y los límites que puede alcanzar, al punto de que se cree que el alma sería capaz de llevar a un humano al nivel de los Kami.