Yuu dormía plácidamente en la cama, no era su confortable colchón pero era mucho mejor que dormir al raso y la joven lo agradecía y mucho más tras el duro día que habían tenido de camino. La mañana llegó más pronto de lo que se esperaba. Inocente abrió sus ojos al escuchar la voz de su compañera, se aclaró un poco los ojos echando un primer vistazo a un reloj que descansaba sobre la mesilla y luego centrando su mirada en Moeru.
Su compañera estaba casi en paños menores como era de costumbre en ella se le acercó señalando hacia la puerta. -Yuu despierta, el sensei esta aquí. Giró suavemente la cabeza hasta ver al lado de la puerta al Nara. Buenos días sensei... Volvió a frotarse los ojos viendo nuevamente a Moeru ligera de ropa. Sus ojos se llenaron de venas y su cara enrojecida y no paraba de mirar a Moeru y Shikaku para acabar cogiendo con velocidad un recipiente y lanzándoselo a su maestro. PERO NO LE DA VERGÜENZA, PERVERTIDO!! Acabó tapándose la boca para no despertar a la pequeña Tariashi.
Tras solucionar el problema con Shikaku se dispuso a asearse y vestirse lo más rápido posible. Aun un poco sonrojada miró a su compañera y no dudó en reñirle por su comportamiento. No deberías ir así Moeru, el cuerpo de una mujer no es para ir enseñándolo a los cuatro vientos... hay demasiados pervertidos... aunque lo único que consiguió era una carcajada de la Ikusa.
Yuu bajó refunfuñando porque tenían que entrenar sin desayunar y aún se rascaba los ojos un tanto somnolienta. Esto no se lo voy a perdonar, no sabe que no es recomendado entrenar con el estomago vacío?. Poco más allá de la casa encontraron a Shikaku y con una rápida mirada pudieron ver la tez blanca de Satsujin encima de un tejado y durmiendo aún. No me digas que a pasado la noche ahí fuera... una vez más no entendía el comportamiento de su compañero.
Al parecer Shikaku-Sensei quería comprobar cuan avanzado era nuestro nivel del control del chakra subiendo a la copa de un árbol. El dominio del Chakra no era una novedad para la Hyugga que tras unos segundos de concentración subió casi sin problemas al árbol. Aunque mantenía un buen control todavía estaba lejos de controlar del todo la técnica, pero se permitió darle unos consejos a su compañera viendo que tenía problemas con la concentración. Concéntrate Moeru siente como tu Chakra fluye por la corteza y mantéenlo...
Al conseguirlo los tres Yuu aprovechó para acercarse al Nara con educación y con un tono muy relajado como de costumbre Yuu se dirigió a su maestro. Con todos mis respetos sensei, creo que lo de subir a los árboles mediante el Chakra ya lo tenemos por la mano, creo que sería mejor que me enseñara el: Ryo no jutsu. La cara de la joven mostraba las ganas que tenía de aprender esa técnica de curación. Shikaku se alegró de ver el afán con que la joven Hyugga quería aprender ese jutsu y acabó aceptando mientras resoplaba por el sobreesfuerzo que estaba apunto de hacer.
Comenzó el entrenamiento mientras sus compañeros seguían con el control del Chakra. El sensei se sentó delante suyo y comenzó la explicación. – Esto es muy parecido a lo de trepar por los árboles usando el Chakra. El primer paso para dominar el Ryo no jutsu es controlar tu Chakra, ten en cuenta si depositas dentro del paciente demasiado Chakra puedes herirlo más incluso acabar matándolo, pero si por lo contrario la cantidad es menor a la necesitada no conseguirás curar la herida y acabarás agotada tienes que aprender a controlar el flujo exacto de Chakra y mantenerlo. Empieza con este ejercicio, extiende el brazo y cierra los ojos concentrándose, el Chakra comienza a emanar y su mano queda rodeada de una luz azulada. Ves, acumula tu Chakra en tu mano y mantén el flujo… de repente la luz se apago cerrando el puño. Cuando tengas dominado esto avísame.
La Kunoichi se esforzaba en mantener el flujo de Chakra en su mano pero era más fácil decirlo que hacerlo el flujo de Chakra crecía y mermaba sin ser capaz de mantenerlo en equilibrio constante. El Sensei dio por concluido el entrenamiento y todos juntos se dirigieron al comedor para degustar un nutritivo desayuno antes de continuar el camino.
Había dormido maravillosamente sobre las tejas de la posada, contemplando el extraño cielo, después de tantos años encerrado en cavernas. Siento un empujón y despierto, abriendo los ojos poco a poco para que el sol no me ciegue "Vaya…he dormido más de lo que tenía previsto"
-Baja de una vez, Satsu-, escucho al sensei, y mientras lo maldigo por no completar mi nombre bajo del tejado de un salto. Aterrizo sobre los pies y las manos para hacer más suave la caída y me pongo en pie orgulloso, mirando a mis compañeras y saludándolas con un movimiento de la cabeza, mientras avanzo.
Shikaku nos hace ponernos en fila ante unos árboles y nos pide que los escalemos concentrando el chakra en nuestros pies, ante lo que suelto un gruñido de fastidio para después hacer un sello para concentrarme. "Menuda gilipollez…debería enseñarnos técnicas, debería ayudarnos a mejorar…". noto como el chakra va hacia donde quiero de un modo instintivo, ya había practicado esto para correr por las cuevas de paredes resbaladizas y húmedas, un árbol no me daría problemas.
Echo a correr hacia el y subo, veloz y ágil, demostrando mi seguridad en todo momento. Al llegar a la copa me detengo, sujeto por el chakra y miro a mis compañeras "Yuu me decepciona" pienso al ver que se toma su tiempo "Al ser una Hyuuga esperaba que tuviera esto más que controlado", mi vista se dirige hacia Moeru, dura y casi reprochante, al ver que no controla bien su flujo de chakra ni la presión del mismo "Imagino que su clan se basa más en las capacidades físicas y menos en las técnicas, pero aún así"
-Shikaku, me adentraré más en el bosque, quiero practicar el Yomikiri*
Salto de árbol en árbol, alejándome unos metros, hasta que apenas oigo las voces de mi equipo y comienzo a lanzar golpes contra un tronco. Me muevo veloz, asestando puñetazos, patadas y codazos mientras giro sobre mí mismo, dándole la apariencia de un baile mortal y bello, igual que el Batsuchi era una muestra de arte macabro.
Paso así bastante tiempo, hasta que Moeru aparece en una de las ramas y me indica que debemos ir a desayunar, ante lo cual doy algunos golpes más y la sigo a la distancia, pues ella es aún muy rápida para mí.
Yomikiri (Corte del inframundo). Es el estilo de taijutsu de los Izanami, golpean con el dorso de la mano y las puntas de los dedos, aprovechando sus largas y óseas uñas, mientras que en las piernas suelen emplear las espinillas para barrer al contrario y desestablizarlo.
Después de un tranquilo entrenamiento los tres genins y el jounin se dirigieron al comedor de la casa para desayunar y pasar los últimos minutos allí antes de partir. Como casi siempre que comían fuese la hora que fuese, se convertía en una batalla campal en a ver quien devoraba antes su plato y para eso su compañero Satsujin tenía un don y eso que la pequeña Moeru era igual de rápida corriendo que usando los palillos. Yuu era más de degustar tranquilamente los sabores de los alimentos y la primera vez que los vio comer se quedó un poco boquiabierta, aunque ahora no puede evitar sonreír viéndoles luchar por el ultimo trozo de carne.
Tras el desayuno Sikaku-sensei les dejó un tiempo para reposar y prepararse para partir de nuevo. Yuu se apresuró a recoger sus cosas y ordenar la habitación ya que quería tumbarse un rato en el césped del patio interior. Y así lo hizo, cuando acabó sus labores bajó al patio y se tumbó en el césped cerrando los ojos y escuchando el repicar del junco al vaciarse de agua. Esa situación le llevo a recordar la casa de su abuelo y a preguntarse que estaría haciendo. Seguro que el abuelo y Hinata ahora mismo se están entrenando en el Dojo. La paz que sentía en su interior le llevó a proyectar una imagen de los dos practicando el arte del Juuken y al ver a su prima se le dibujó una amplia sonrisa en su rostro muestra de felicidad. No puedo permitirme vacilar en mis entrenamientos o Hinata me superará... la verdad es que le espera un gran futuro como ninja, de eso no me cabe duda.
Abrió los ojos y alzó su mano derecha, aunque su mirada estaba fija en la mano seguía sumergida en sus pensamientos. Tengo que dominar el Ryo no Jutsu, si lo hago seguro que mi madre se sentirá muy orgullosa de mi y no seguirá teniendo motivos para preocuparse cuando salga de misión. Agitó su cabeza a ambos lados y se incorporó preparada para continuar con su entrenamiento particular. Volvió a concentrar su Chakra alrededor de su mano derecha manteniendo el flujo y la intensidad, el chakra comenzó a emanar a intervalos resistiéndose a estabilizarse por mucho esfuerzo que ponía la kunoichi.
La voz de su maestro le hizo romper la concentración y con ello el control del Chakra. El tiempo se había agotado y era hora de seguir el camino a Kibôdo no-toshi. Yuu se puso en pie y apretó con fuerza su mano derecha. Antes que regrese a la villa dominaré esta técnica. Cogió sus cosas y se dirigió a la puerta principal para despedirse de los dueños por su amable trato. Gracias por todo, han sido ustedes muy amables. Acompañó sus palabras con una reverencia y se dispuso a continuar el camino con más ganas que nunca.
Como velozmente, engullendo como haría un lobo o un perro, sin pararme a hablar ni a beber. Me fijo en que Yuu y Shikaku me miran, la primera sonriendo y el segundo con una mezcla de repulsión y enfado, pero yo sigo a lo mío. Al terminar i arroz, dejando las verduras a un lado miro la mesa y veo el último pedazo de carne, por lo que mis palillos se lanzan a cogerlo mientras mis ojos lanzan destellos.
-Lo siento, Satsujin, este pedazo es mío- dice Moeru mientras sus palillos sujetan el pedazo de carne por el lado contrario al mío. gruño y comienzo a tirar, mientras ella hace lo mismo, ambos "luchando" por el último pedazo de sabrosa carne asada. Tras varios segundos suelto la carne y me bebo todo el té de golpe, poniéndome en pie con gesto de fastidio
-No tengo tiempo para esto, me marcho- mis compañeras me miran sorprendidas, mientras el sensei murmura algo sobre la gente problemática. Me pongo en marcha hacia la habitación, recogiendo todo y saliendo de ahí hacia el bosque.
Vago bajo los árboles unos minutos, antes de encontrar uno bastante grueso, ante el que saco un kunai y marco una diana, voy a uno justo en frente y marco otra. Me coloco entre los dos árboles y lanzo kunais y shurikens, primero a uno y luego a otro, en movimientos completamente seguidos.
"Tengo que mejorar, debo volverme más fuerte, más poderoso de lo que era ayer", voy a recuperar las armas para volverlas a lanzar de nuevo "A este paso me será imposible…debo buscar otra manera"
-Maldición- gruño mientras lanzo las armas contra una sola diana, impactando bastantes en el objetivo, aunque algunas quedan por fuera.
Guardo los proyectiles y me subo a un árbol, echando a correr de uno en otro, llegando nuevamente a la posada, quedando sobre las tejas que dan al patio interior, viendo a Yuu acostada allí, aunque luego se incorpora y comienza a entrenar "Buff…no se le da bien"
Bajo de un salto, cayendo en completo silencio tras ella, y acercándome
-Yuu, mira-
Alzo mi mano derecha y concentro chakra, al principio oscila y se retuerce, aunque después se estabiliza, la chica me mira, quizás intentando dilucidar que pretendo con la demostración
-El truco que uso yo para controlar el chakra es imaginarme un río, rugiente y poderoso…después lo voy calmando con la imaginación y conduciéndolo hacia donde quiero…al menos eso hacía cuando tenía 9 años y vivía en el "Nido", la dejo sola, sentándome en un rincón oscuro, viendo como practica hasta que SHikaku nos llama.
Mis compañeros y el sensei le dan las gracias a los posaderos, cosa que observo a unos pasos de distancia "¿Si lo han pagado porqué dan las gracias?, tontos"
Nos ponemos en marcha de nuevo.
Tairashi corre desde la casa tratando de alcanzaros mientras aún suspirais por la bella estampa que dejais atrás de la tranquila posada iluminada por los primeros rayos de la mañana. Shikaku chista molesto al ver a la cría - Tsk casi la olvidamos .Tairashi llega resoplando hasta vosotros y tras unos minutos encorvada para recobrar el aliento da un infantil empujón a Yuu recriminando el que no la hayan avisado, inflando los morros y cruzandose de brazos en un enfado que poco le puede durar.
Shikaku os comenta el ejercicio de formación de ayer - Tal como decíais el más apto para el combate debe ir en vanguardia, en caso de emboscada él es la primera linea de defensa y con unos buenos reflejos y habilidad puede aguantar el embite para recibir el apoyo de sus compañeros.
También es importante que alguien fuerte cierre la retaguardia, es común entre los ninjas asaltar por detrás pensando en que el eslabón más débil se encuentra ahí.
Y por supuesto, es indispensable que el protegido se encuentre en el medio a poder ser totalmente rodeado siempre que el número de guardianes sea suficiente
~ ~ ~
Por cierto Moeru, Yuu, ¿Qué tal os ha sentado el entrenamiento de esta mañana?
Satsujin, decías que deseabas volverte más fuerte...tus técnicas ya son bastante salvajes
Si aguantaras un primer asalto por sorpresa, seguramente podrías abatir a cualquier enemigo
Te recomiendo que entrenes la esquiva y... no sé si en tu clan enseñaban la técnica del Bunshin Jutsu, pero es una técnica defensiva tremendamente útil
Si no conoces las bases podría ayudarte moldeando el chakra
El camino se hace corto mientras Shikaku os expone algunas técnicas que él considera indispensables como el reemplazo, el control de chakra y conocer un ninjutsu de alto nivel, una cosa lleva a otra y finalmente la pregunta que hace que Shikaku enarque una ceja para pensar bien en sus palabras es:
Yuu~ ¿Y para el examen de Chuunin? ¿Qué necesitaríamos?
Mmmm el examen de Chuunin de este año será muy problemático, aún quedan unos meses y la Aldea Oculta de las Nubes será la anfitriona
No tengo ni idea del examen que pueden presentar, pero yo os recomendaría esperarais a examinar en un par de años y medio, que se rumorea que Konoha organizará los exámenes
Yo como maestro, no dejo a mis alumnos participar en él si no demuestran una gran maestría en alguna de sus habilidades, sea Taijutsu, Ninjutsu o Genjutsu
No es tan importante el conocer muchas técnicas como el dominarlas a la perfección
No lo habeis notado pero llevais caminando al menos tres horas, y hasta Tairashi se muestra muy interesada en el sermón de Shika-sensei, os deteneis a un lado del camino y Shikaku saca unos emparedados que os reparte, Satsujin coge el suyo y se dispone a alejarse con tal de comer con tranquilidad, lejos de las molestas conversaciones de su equipo y la incordiante niña, que si no fuera por ella, tal vez ya hubierais llegado a Kibôdo-no-toshi.
Ufff esto es muy problemático, Satsujin sientate aquí y come con nosotros, echa un vistazo al camino que nos queda por recorrer
Satsujin se encoge de hombros mientras da un primer mordisco a su bocadillo, el camino comienza a hacerse cuesta arriba, una montaña, la primera de una larga cordillera se levanta en el camino como un enorme muro, y en ella, para los ojos perspicaces, puede verse la ciudad, apenas os quedan unas horas de camino para llegar.
Ya llegamos - Dice Shika-sensei comentando lo evidente - Si quereis entrenar me echaré una siesta WoaaaH
Tairashi se mira los pies, en los que han aparecido unas dolorosas ampollas y con ojos grandes os pide misericordia, un descanso para una caminante dolorida. No estais cansados, el ritmo no es para tanto, pero es comprensible que la chica no pueda seguir el ritmo de los ninjas
Teneis por narrar la hora de la comida y el camino restante que os queda
Moeru, es necesario un post tuyo
Moeru se despidió de los posaderos con educación. No había motivo para ser descortés si no te habían tratado mal, y no tenía sentido ir por ahí con una actitud que te fuese creando hostilidades o roces. Los ninja ya tenían de por si bastantes enemigos naturales sin necesd de crearse más. Por supuesto, Satsujin no paía compartir esa opinión, o no le importaba, aunque Moeru decidió no decir nada.
La ma parte del tiempo de entrenamiento de Moeru se había centrado en controlar su chakra de forma que no brotase de su cuerpo sin control. Los huecos y melladuras en los árboles alrededor de la posada hablaban de un proceso largo y difícil. La joven gorrión estaba tan llena de energía y era tan vivaz e inagotable que su chakra, en sintonía, fluía fuerte, burbujeante y lleno de remolinos y ondulaciones, como un río crecido. Al principio, bastaba con que la joven posase la mano sobre la corteza de un árbol e intentase concentrarse para que un crujido de madera rota saludase sus esfuerzos y acabase con una lluvia de astillas enmarañada en su pelo castaño. En el baño de anoche, Tariashi había tenido que desenredarle el pelo lleno de astillas de corteza, y pese a que la joven lo había hecho lentamente y con mucho cuidado, a la Ikusa le había parecido una tortura ninja en toda regla.
Pero había dado sus frutos. Poco a poco al principio, luego más a medida que escuchaba las instrucciones de Nara-sensei y veía hacerlo a Yuu y Satsujin, había ido aprendiendo a mantener su ki en calma y luego a ir liberándolo, notando el de la superficie contra la que corría y adaptándolo al suyo hasta poder armonizar con la corteza y correr por ella casi sin problemas. No le era difícil armonizar. Moeru era puro instinto, y tenía unos sentidos muy sensibles. Notaba el "tacto" del Ki en las manos y los pies con mucha naturalidad, igual que notaba también las manos de su madre al lavarla o la de su padre al revolverle el pelo (o al darle un pescozón, cosa que se había ganado más de una vez). Debía ser hereditario, porque Kiri también era muy sensible. Su madre había comentado alguna vez ccoas otras mujeres, sonriendo, que eso probablemente le daría muchas alegrías en el futuro, aunque Moeru no estaba demasiado segura de a qué se refería.
Fuera como fuese, la mayor parte del tiempo lo había pasado con la pequeña Taria. Bueno, no era demasiado correcto llamarla "pequeña". Por lo que sabía podría ser mayor que ella. Pero había algo en ese aire desvalido, en los ojos grandes y el cuerpo menudo y fino, y en el cuidado y el esfuerzo que tenía que poner para poder seguir a trompicones, jadeando y colorada como un tomate el ritmo del grupo, aún con su ayuda y la de Yuu, que había despertado en ella una oleada de ternura profunda e instintiva por la joven. Era un poco sorprendente, porque Moeru podía ser muchas cosas, pero desde luego maternal no.
Sin embargo, a menudo se había descubirendo lanzándole una sonrisa de ánimo para que siguiese caminando, cogiéndole la mano con suavidad para ayudarla a pasar por zonas difíciles o guiarla en lo denso del bosque, o empujándola con delicadeza por las caderas para que pudiese estrjarse entre los huecos o le fuese más fácil caminar. En la posada también habían pasado tiempo juntas, Taria desenredándole el pelo y pidiendole perdón profusamente cuando se quejaba a su pesar, y Moeru frotándola con cuidado y vendándole la herida con mimo. La joven se decía que probablemente fuese porque le recordaba mucho a su hermanita Kiri, aunque había algo más. Por debajo de la ternura había un núcleo deero duro, de determinación feroz y poderosa, que había brotado cuando oyó a Nara comentar acerca de ese bandido y lo que realmente quería de ella.
No en mi turno de guardia- había pensado. Mentalmente, había sentido instintivamente su deber- y su deseo- de protegerla, y Moeru era difícil de mover cuando decidía algo. Si Satsujin creía que era el único que podía ser cabezota, estaba punto de llevarse una sorpresa. Taria llegaría a la fiesta, y disfrutaría en ella, y se divertiría sin temor, como le correspondía, así tuviese que cargarse a todos los bandidos del país en persona.
Satsujin... era otro asunto. Moeru le había visto junto a Yuu. Cerca de ella, apoyándola, ayudándola a controlar su chakra. Había sido una sensación extraña. La visión de ambos juntos, la calmada Yuu y el turbulento Satsujin, era rara e inquietante, como estar viendo la tormenta y la calma juntas. Sus kis eran dispares y creaban una disonancia al liberarse tan cerca uno de otro, pero... sin embargo, la ecena tenía algo de bonito, una belleza salvaje y sombría que no le había pasado desapercbida. La joven sentía, algo culpablemente, que había visto algo prematuro y deicado, como dos manos pequeñas que papasen en la oscuridad buscando algo. Por supuesto, seguía siendo un irrespetuoso violento y sin valores, y recuerdo de cómo había escupido sobre su protector de la hoja la seguía enfureciendo. Pero decidió darle algo de manga ancha y ser menos brusca y más amable con él.
El día pasó sin mayores complicaciones. Moeru ahora iba junto a Tariashi animándola a caminar con sonrisas y empujones cariñosos. Cuando intercambiaba alguna mirada con Satsujin, en vanguardia, sus ojos eran más mansos y expresión más suave, pero salvo eso poco había cambiado. Comió como siempre, rápido y mirando a todos lados, como el pájaro que había dado su apodo al clan Ikusa. Cuando Nara-sensei acabó de hablar, lo hizo ella.
Entrenad si queréis. Taria-chan necesita descansar, y yo estoy menos avanzada que vosotros, puedo practicar sin concentrarme tanto. Yo les vigilaré mientras estais fuera.
Apunto de reanudar la marcha sale como una flecha la pequeña Tariashi directa hacia Yuu y descargando un empujón sobre ella sin más efecto que desplazar unos centímetros la posición de la kunoichi. Yuu sonríe y acaricia el suave pelo de la joven ahora de brazos cruzados y de morros. Era una broma mujer, como vamos a dejarte aquí, anda no pongas esa cara que te pones muy fea. Le guiña el ojo y le extiende la mano para ayudarla en el viaje.
Por el camino Sikaku-Sensei les enseñó como era la mejor táctica en una misión de escolta. Sus palabras eran sabias y claras, podía verse reflejado en sus ojos que el mismo a vivido muchas de esas misiones de escolta y que hablaba desde la más pura experiencia. Continuó preguntandoles por el entrenamiento de esa misma mañana a lo que Yuu se tomó unos segundos para pensar su respuesta... A mi me parece que esa técnica es de un nivel de la academia, no de ninjas como nosotros... Pero en que estas pensando?... parece que Satsujin te esta pegando su forma de ser.. Movió la cabeza en ambas direcciones para quitarse esos pensamientos y acabo mirando a su sensei. Creo que es bueno para nosotros entrenar los fundamentos para llegar a convertirnos en verdaderos ninjas de élite. El control del chackra es de gran importancia a la hora de crear técnicas o entablar combate, un buen control del chackra puede llevarte a la victoria, mientras que si no dominas la técnica estarás en grandes apuros. La voz se le tornó sería y tranquila como era costumbre en la Hyugga, y terminó con una pregunta que al Nara pareció inquietarle.
¿Y para el examen de Chuunin? ¿Qué necesitaríamos?
La explicación de Shikaku fue clara y concisa, estaba claro que ninguno de los tres genins dominaban ninguna de esas habilidades. Vale que utilizaban bien el taijutsu de sus clanes, que Satsujin poseía una gran fuerza, Moeru una gran velocidad y ella un gran percepción, pero eso no valía para enfrentarse a los genins más poderosos de todas las villas por mucho que ellos creyeran lo contrario, y eso el Sensei lo sabía con lo cual Yuu cesó de preguntarle más sobre los exámenes. Estos dos años y medio voy a entrenarme para llegar a esos exámenes y demostrarle a los de mi clan a mi madre de lo que soy capaz. Me convertiré en Chunin! Si, creo que será mejor esperar, a demás organizandolo Khonoha contaremos con el apoyo de toda la villa y demostraremos lo que vale el equipo 1.
Tras un largo camino Shikaku se detiene y saca unos bocadillos, podrían haber seguido, pero la pequeña Tari se veía bastante abatida y es normal, no era fácil seguir el ritmo de unos ninjas, y menos si el que marcaba el paso era Satsujin. Pues menos mal que no iba delante Moeru, quien sabe como habría acabado la pobre... Cogió un emparedado y se sentó para comérselo mas cómodamente. Sacó un recipiente cilíndrico y cinco vasos y comenzó a preparar un te frío para digerir mejor la comida. Espero que os guste, estas plantas de te son de la cosecha de mi abuelo, estarían mejor en té caliente acompañados de unas bolas de pulpo o unos dulces pero nos refrescará la garganta. La comida fue bastante silenciosa, y era normal cada uno estaba pensando en lo relacionado al examen de chunin.
Cita:
No es nuestro Sensei? esta muy bien decirnos lo que nos conviene, pero no debería entrenarnos de vez de estar siempre durmiendo y rundinando? a demás, ya tengo dominada la primera parte de la técnica, en gran parte gracias a mi compañero, necesito saber más para poder continuar sola. A Moeru le pareció mejor quedarse vigilando a Tari mientras Yuu y Satsujin iban a entrenarse. Muchas gracias Moeru, pero si quieres dentro de un rato vengo y te relevo, a ti también te vendría bien entrenar un poco, el que puedas trepar a los árboles es tan solo cuestión de práctica. Sonrió a su amiga y se alejó junto a Satsujin adentrándose en el bosque.
Continuará...
Cuando apenas hemos comenzado a movernos escuchamos un débil grito y al girarnos vemos que es Tariashi, a la que hemos dejado atrás "Maldición, creía que me libraría de ella si no decía nada". La niña da un leve empujón a Yuu, a la que parece haber aceptado como madre suplente, esta sonríe y le acaricia el pelo, tal y como haría una madre normal.
Aparto la vista y volvemos a ponernos en marcha, después de un minuto o dos para que la niña recupere el aliento. Mientras Shikaku habla de cosas que ya sabíamos yo presto atención al bosque. Las hojas verdes y los árboles de grandes troncos, los crujidos de algunas ramas al ceder bajo nuestros pies y los pájaros que vuelan de aquí para allá, incluso alguna vez he olfateado algún zorro, que ha huido presto hacia la espesura, temiendo que fuésemos cazadores.
Cita:
Asiento a Shikaku, con gesto ausente y aburrido, no quiero darle más motivos de cháchara
-Practicaré más tarde, quizás pueda conseguir algo más de velocidad para mantener el ritmo aunque sea…y eso del jutsu del cambiazo, trataré de aprenderlo- sigo caminando, sintiendo un poco el viento en las mejillas y moviendo mi capa, por fortuna, el viento arrastra las hojas y también los quejidos de Tariashi.
Cita:
, me quedo totalmente quieto cuando yuu pregunta eso y miro por encima del hombro, mientras Shikaku se explica y seguimos caminando a un ritmo más lento.
-Si es dentro de unos meses aún podemos presentarnos- digo parándome en mitad del camino y mirando al Nara con un brillo feroz, además de completa seguridad -Podemos ser chunin en ese tiempo, yuu, Moeru y yo podemos lograrlo, después de todosomos un equipo bien equilibrado y podemos darle a los demás equipos malas sorpresas- miro a las chicas, esperando su confirmación, pero por el contrario parecen dudar -Tsk…menuda seguridad la vuestra, Ikusa y Hyuuga
Avanzo nuevamente, en silencio y con el protector atado al biceps izquierdo, Moeru puede observar que se encuentra impecable y la tela stá en perfecto estado, al parecer el gesto de escupirlo había sido un arranque de ira, tan común en los Izanami. Soy consciente de que la joven de ojos esmeraldas me mira, y también había sabido que me había visto ayudando a yuu en lo del chakra "Se estará preguntando si puedo ser buena persona, o si pretendo algo más con su amiga", lanzo una risita.
Paramos para comer después de unas tres horas de larga caminata, que sin embargo se me han pasado rápidamente. Cojo mi comida y me alejo discretamente, pero anes de conseguir ponerme a salvo de la pesada de la niña Shikaku dice
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Cita:
Giro sobre mi mismo y camino hasta un árbol, contra el que me apoyo para comenzar a comer, mirando hacia las copas de los demás árboles con apariencia ausente, y por extraño que parezca, relajada.
Veo como el sensei se prepara para descansar y me alejo junto a Yuu, ya que Moeru parece decidida a quedare vigilando a Tariashi y Shikaku, del que no parece fiarse del todo en cuestiones de sentido común.
-Vamonos Yuu- le digo con voz ronca y de tono bajo, antes de subirme a una rama de un salto y alejarme saltando entre los árboles velozmente, aunque a la Ikusa le sería una velocidad moderada.
Tras alejarme un poco me paro frente a un árboly espero a que la hyuuga me alcance, para decirle
-Enseñame la técnica del cambiazo, y yo te ayudaré con la l de chakra, ¿Vale?- la miro, sonriéndole a medias "Esto es patético, le estoy pidiendo ayuda y le estoy ofreciendo algo a cambio en vez de arreglarmelas solo"
Tras un rato volveis al camino y Nara-sensei se levanta, pasando su rasposa pero cálida mano suavemente por la cara de Yuu sujeta su cabeza en dirección a Sastu-kun, ésta se estremece por unos instantes pero el agarre del maestro es firme y por unos momentos Tairashi se inquieta, la chica aún siendo de vuestra misma edad aproximadamente muestra un comportamiento infantil, crédulo y miedoso, algo que os hace preguntar, como hubiera sido vuestra vida si no hubierais pertenecido a una aldea shinobi.
Activa el Byakugan Yuu
La alumna obedece y frente a ella tiene a Satsujin, Moeru, junto a ellos, no puede ver lo mismo que su compañera pero presta la atención necesaria para comprender cuanto se diga ahora.
Fíjate bien en sus canales de chakra
En los canales de chakra de Satsujin, no había más chakra que en los suyos propios, el fluir de su energía era absolutamente normal pero el sensei hizo un segundo apunte, a lo que pudiste ver, forzando tu punto de vista a otro enfoque, lo que Shikaku tenía que mostrar
Fíjate ahora en su sangre, también fluye chakra por ella, en las mismas cantidades que los propios canales de Chakra, el clan Izanami....
El clan Izanami utiliza su sangre como un segundo conducto de chakra, pudiendo canalizar mucha más cantidad, y con mucho más control, ése es el motivo que puedas ver concentrado en su mano una muestral cantidad de chakra carmesí, la sangre de los Izanami, es su técnica de línea sucesoria.
Dejando ir a Yuu, se acerca a dar una palmada a Satsujin - Por eso Satsujin podría ejecutar con tremenda facilidad los ninjutsus si estudiara un poco más - Termina frotando con molesta facilidad la cabeza del muchacho haciendo que este se aparte con un chasquido de lengua
Shikaku corta con un shuriken la palma de su mano, y colocando una palma frente a otra y ejecuta el Ryo no jutsu, mientras un hilo de sangre corre por su brazo hasta acumularse en su codo, sigue comentando
No es cuestión de acumular chakra para ejecutar el Ryo no jutsu, el leve fulgor es tan solo un efecto del cuerpo al que tratamos de sanar, es problemático, pero debes hacer que tu chakra fluya, un chakra especial, un chakra destinado a estimular el cuerpo ajeno, a estimular el cuerpo de tu compañero con tal de que sus células se reproduzcan con rapidez cerrando la herida cerrando en primer lugar, si los hay, los vasos sanguíneos segmentados.
La herida deja de sangrar pero el brazo del sensei está bastante sucio de sangre pero no parece importarle demasiado y colocándose de nuevo la mochila, ahora menos pesada por la falta de provisiones se sitúa al centro del camino, y cada uno de vosotros vuelve a adoptar su puesto en la formación, rodeando a Tairashi quien parece divertida por la situación y dejando a Satsujin a la cabeza de la marcha
Viene un segundo post detrás
El sol ya amenazaba con esconderse, el cielo brillaba rosado en un clásico atardecer adornado por el graznido de los cuervos que alzan el vuelo de las tierras de siembra para volver a sus nidos. Tairashi se ha mostrado bastante más cansada, con un comportamiento más callado y reservado, incluso irritable por la continua conversación de técnicas ninja que la dejan totalmente fuera y sin posibilidad de participar, lanzando miradas a todos los miembros del grupo con un desdén envidioso pero sin malicia.
La ciudad de Kibôdo no-toshi se abre ante vosotros, edificios de altura similar a los propios de Konoha pero con una extensión que no alcanzais a ver, a lo largo de toda la falda de una montaña se extiende la ciudad de la que sale un vistoso camino hacia las altuas siendo la cumbre de la montaña rodeada de sus gemelas todas nevadas en sus cumbres, la más bella imagen del lugar. Nunca antes habíais visto montañas tan enormes, y mucho menos la nieve que ya desde aquí puede sospecharse a tantísima altura
Tairashi os abraza a todos y hace una formal reverencia ~ Muchisimas gracias otra vez por salvarme de aquel ladrón, espero veros en el festival, mis tios pondrán su puesto por el centro de la calle de las luces, espero veros allí ehhh , ja nee* - Tairashi se aleja corriendo por una calle haciendo que sus zapatillas de madera resuenen por la calle a modo de la despedida final, terminando así un problema menos para el perezoso Nara-sensei y el iracundo Satsu-kun.
Vais a dar un paso para adentraros en la ciudad y buscar así alojamiento antes de que llegue la noche, faltan 2 días para el festival y todas las calles a la entrada están adornadas ya con guirnaldas y los primeros puestos vacíos ya están listos para alojar a los más cumplidores con la pacífica festividad, pero Nara-sensei con un ~Ts Ts~ Os hace girar la vista, viendo justo a las puertas de la ciudad el gigantesco templo que recibe a los viajeros.
Es nuestro deber primero de todo mostrar nuestros respetos a Isawa-sama, ya que él ha sido quien nos ha contratado para proteger el festival.
Os acercais al templo, todos empequeñecidos por tan gigantesca estructura, arropados en una sombra más amplia si cabe por un sol que ya empieza a esconderse en el horizonte. Del templo sale una pareja joven con un niño de unos seis años, todos sonrientes y riendo ante las bromas del padre acerca de la buena fortuna de una acertada predicción, y por la puerta aparece un hombre recio, grande y solemne, con una elegante túnica ceremonial y un peinado tradicional.
Al veros queda unos momentos observando a medida que os acercais, y al ver los protectores abre los brazos a modo de bienvenida con una muy leve reverencia de cabeza- Bienvenidos seais a Kibôdo no-toshi, ninjas de Konoha
*Ja nee-> Nos vemoos
Al volver el sensei se empeña en que Yuu me observe con el Byakugan, explicándoles a continuación a mis compañeras de que trata mi barrera de sangre, para después proseguir con una explicación rápida del Ryo no Jutsu. Me quedo mirándole, enfurruñado "Eso es, maldito cerdo, explícales a ellas mi barrera de sangre, pero no me expliques a mí la de ellas…maldito favoritismo estúpido"
Cuando nos ponemos en marcha de nuevo avanzo el primero, reuniendo y disipando mi chakra alrededor de los pies y los brazos, simplemente para distraerme de los comentarios imbéciles y aniñados de Tariashi. Observo como el sol va hundiéndose en el horizonte, dotandoa las nubes de un tono rojizo. tomando eso como un buen presagio me muestro algo más animado, e incluso dejo que la niña me abrace cuando se dispone a despedirse de nosotros tras llegar a Kibôdo no-toshi, aunque, como siempre, la aparto más rápidamente que los demás y lanzo un suspiro de satisfacción al verla marchar
-Menos mal…- susurro, ganándome una mala mirada de mis compañeras, y otra divertida de Shikaku. Comenzamos a avanzar para buscar alojamiento cuando el Nara nos llama y dice algo sobre presentar nuestros respetos a quien nos ha contratado.
-¿No debería presentar sus respetos él?, después de todo nosotros vamos a solucionar sus problemas- ante estas palabras el sensei reacciona llamándome problemático y comienza una explicación sobre la etiqueta, cordialidad y demás tonterías por el estilo.
Observo sorprendido el enorme templo, y apenas me doy cuenta cuando sale la pareja con el niño en brazos, aunque si reparo en Isawa, que nos hace una reverencia leve y nos da una bienvenida más bien escueta. Decido responder y hago otra reverencia, no demasiado profunda, y puede que incluso haya quedado sarcástica
-Soy Satsujin, ayudaré en todo lo posible para que esos bandidos no molesten por aquí, nunca más- ni al sensei ni a mis compañeras les gusta el tono con que he dicho lo último. Ahora más que nunca recuerdo a un animal.
El pelo negro y revuelto, enmarcando una cara pálida y suave, de apariencia noble pero de palidez mortal, adornada con una boca llena de dientes afilados y unos ojos carmesíes que se fijan en todo, inquietos, como buscando una presa sobre la que descargar el ansia de sangre que los atenaza. El cuerpo no es menos bizarro, la piel pálida cubierta de cicatrices, algunas provocadas en la batalla contra el canoso y otras provocadas al el batsuchi. los músculos son abultados para mi edad, y sugieren una fuerza grande y nerviosa, preparada para reaccionar, mientras que las uñas en que terminan los delgados dedos recuerdan a garras.
Definitivamente es el momento en que la apariencia animal del clan Izanami se ha hecho más patente, Yuu imagina a un halcón negro y blanco lanzándose desde el aire, mientras Moeru sigue imaginando a una serpiente blanca que se arrastra por una rama en busca de los gorriones, con sus ojos rojos como la sangre escrutando en la oscuridad. Lo que imagina Shikaku solo él sabría que es.
Moeru permaneció en silencio durante la mayor parte del trayecto por la ciudad, después de que hubiesen dejado a Tariashi sana y salva. Estaba algo apenada por despedirse de la chica. Le había cogido cariño. Cada vez le recordaba más a Kiri, aunque su hermana era más espabilada e incisiva, pero las dos tenían ese fondo plácido, dulce y algo crédulo.
La echaba mucho de menos. A ella y a sus padres. No es que no los viese, claro. Seguía viviendo con ellos. Pero algo estaba empezando a cambiar. Notaba como si se alejase, lenta pero inexorablemente. Sabía por qué era. La Academia. Estaba empezando a despuntar como algo más, ya no era una niña o una aprendiza. Era una chuunin. Estaba empezando a hacer su trabajo, a desarrollar la vida y las tareas que la marcarían como adulta, como guerrero de la hoja. Ya había probado lo que significaba a través del combate, luchando por su aldea. Pero ahora, poco a poco, con las miradas de su madre, con los gestos de su padre y la preocupación en el rostro de su hermana pequeña, estaba empezando a darse cuanta que otra lucha, la lucha por hacerse un lugar en el mundo, estaba empezando. No le tenía miedo- era una Ikusa. Pero habría deseado que tardase algo más. Sólo un poco más.
En cierto sentido, envidiaba a Tariashi. Ella no había empezado su lucha aún. Suponía que por eso le daba cierta ternura, también. Era como un polluelo sin plumas, desvalida. No tenía los conocimeintos, la preparación mental, la forma física, la percepción, la velocidad o la fuerza. Ella si los tenía, y sabía que tenía que hacer que contasen, empezando ya.
Responsabilidad. Esa palabra que tanto había oído a su padre nunca había parecido tan cercana. Y nunca le había inquietado tanto.
Sumida en estos pensamientos, llegaron a la presencia de la persona que les había contratado. Moeru se limitó a hacer una reverencia, dar un educado Os agradecemos la deferencia que nos hacéis al venir a recibirnos, y colocarse al lado y detrás de Shikaku. Con su sensei delante, no era a ella a quien le correspondía hablar.
Yuu ~ Hyugga Yuu - Se presenta vuestra compañía con cierta melancolía en su nívea mirada al perder la infantil y desprotegida Tairashi, la naturaleza de Yuu es protectora, guardiana, y le resultaba grato ver su papel amplificado con la presencia de la chica, pero aún tenía un grupo que defender, una villa que proteger, y una misión que cumplir, así que con las manos cruzadas tras la espalda hace una juvenil pero respetuosa reverencia al Sacerdote de Kibôdo no-toshi
Shikaku~ Soy Nara Shikaku, y en efecto, somos el grupo de ninjas de Konoha asignados a salvaguardar el festival
Todoke~ Bien, bien excelente, ¿Ya teneis donde pasar la noche? Si lo deseais he habilitado unas habitaciones para que podais dormir
Shikaku da unos empujoncitos a Moeru para ponerla en primera linea, mientras mira con sorpresa y orgullo el comportamiento de Satsujin
- No te pongas detrás, ésta es vuestra misión, relacionarse con la parte contratante es tan importante o más que el propio trabajo. - La regañina lleva un tono de melancólica burla, como si él mismo hubiera pasado por una situación igual cuando tuviera vuestra edad, y ahora sonriente su mirada se posa sobre Moeru esperando que tome la palabra, pero se ve interrumpida por la aparición de una nueva figura
Isawa-sama, ¿Cree que la zanahoria que he tomado para merendar hará que aumente peso ? - Pregunta un joven de pelo rubio, muy claro, piel bronceada y tan delgado como Satsujin, es de vuestra edad, y mantiene en la boca aunque sin aparente movimiento lo que parece un gordo chupa-chups, su mirada os repasa bajo un protector de la Villa Oculta de las Nubes - ¿Ellas son el grupo de Konoha? - Dice incluyendo a Nara-sensei y Satsu-kun.
Me llamo Omoi, ¿Creeis que estoy muy g-..... - Su espontánea cháchara se ve interrumpida por una colleja del Sacerdote, para él tan solo sois unos críos, y una falta de educación como la del joven ninja le ha hecho cambiar el rostro con el que tan amablemente os había recibido y que había mantenido tras la buena impresión dada.
Omoi hace una reverencia repitiendo -
Me llamo Omoi, y si aceptais quedaros a dormir en el templo con mucho gusto os enseñaré las habitaciones
Todoke asiente a su forzadísima muestra de disciplina y aguarda vuestra respuesta, vuestras miradas van hacia Nara-sensei, pero éste, alza las cejas esperando que seais vosotros quienes decidáis qué debeis hacer
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Miro al recién llegado, hirviendo de rabia en mi interior -¿Ellas? espero que no me incluyeras a mí si quieres evitar que te rompa todos los huesos. Sonrío de nuevo, con la apariencia animal y bárbara a flor de piel, necesito algo de acción para sentir que soy yo el que lleva las riendas de mi vida, sobretodo después de que aquel bandido se me escapase.
Escucho el suspiro de Shikaku, que al parecer había creído que estaba comportándome bien, posiblemente le he decepcionado, pero nada podría importarme menos con la perspectiva de una pelea tan al alcance de la mano.
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Le observo hacer la reverencia, pasmado y algo sorprendido "¿Pero qué…quién demonios es este tío?". Al haberse ido tan de repente la razón para pelear decido hacer otra reverencia, poco acentuada y responder
-Me siento honrado de poder aceptar la invitación a descansar en el templo, sin duda desde quí será más fácil vigilar la ciudad y protegerla-
Sonrío mientras pienso que quizás pueda aprender a usar algún jutsu o movimiento nuevo obsevando a los monjes.
En cuanto surgió el tema de los exámenes de ascenso a chunin Yuu sabía que su compañero no iba a permitir esperar 3 años para que se celebrara en la villa de la hoja seguramente sería lo contrario ardería en deseos de participar por muy prematuro que fuese, y así ocurrió. Lo que nosotros pensemos es lo de menos. La responsabilidad de inscribir al equipo en los exámenes recae en el Jounin a nuestro cargo. Echa una mirada fugaz a su sensei y prosigue. No sirve de nada discutir entre nosotros, será mejor que aprovechemos el tiempo para entrenar. Vamos Satsujin.
El entrenamiento con su compañero fue más duro de lo que la joven Hyuga se imaginaba. Satsujin era muy terco y no permitía así como así que le corrigiera ni le diera ordenes así que acabó por explicarle los pasos a seguir y dejarlo que el solo controlara la técnica y eso pareció funcionar. Si no fueras tan terco serías un gran shinobi, compañero. De repente el Nara apareció de la nada colocándose al lado de Yuu.
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Fíjate bien en sus canales de chakra
Fíjate ahora en su sangre, también fluye chakra por ella, en las mismas cantidades que los propios canales de Chakra, el clan Izanami....
Sin ni pensarlo activó su línea de sangre y observó los conductos de Chackra y los de sangre de su compañero y gracias a la explicación pudo comprender un poco mejor a su compañero y a su clan pero no lograba entender que relación tenía con el Ryo no jutsu.
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Yuu se quedó unos segundos inmóvil y pensativa. Anteriormente en las lecciones que su madre le había impartido en el hospital de konoha le habló de un Chakra especial que hacia que curase las heridas de sus pacientes, sin ninguna duda su maestro estaba hablando del mismo Chakra. Ató cabos y comprendió que no había que drenar energía a los pacientes sinó que había que curar sus heridas internas mediante su Chakra médico. Aunque la joven ardía en deseos de practicar, era la hora de continuar su camino por un momento hizo una mueca que recordaba a las que habitualmente hacía Satsujin, pero sin más que añadir siguió al grupo.
Al llegar a Kibôdo no-toshi pudo obserbar como la ciudad se extendía mucho mas de lo que su vista le permitía ver quedándose maravillada al instante. La joven Hyuga no había salido mucho de Konoha la cual ya la encontraba grande así que era de esperar la admiración que sentía con aquel enorme lugar. Kibôdo no-toshi es un lugar precioso, sin lugar a duda...
Llegado el momento de la despedida Yuu le dio un gran abrazo a la pequeña Tariashi, la verdad es que le había llegado a coger mucho cariño en tan poco tiempo. Deja ya de darnos las gracias, no fue nada... y no llores que pronto nos veremos en el festival. Estoy deseando probar las delicias de tu tío. La despidieron con la mano y prosiguieron hasta el templo donde tenían que mostrar sus respetos al líder de la ciudad.
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Hyugga Yuu Se presenta con cierta melancolía en su nívea mirada al perder la infantil y desprotegida Tairashi, la naturaleza de Yuu es protectora, guardiana, y le resultaba grato ver su papel amplificado con la presencia de la chica, pero aún tenía un grupo que defender, una villa que proteger, y una misión que cumplir, así que con las manos cruzadas tras la espalda hace una juvenil pero respetuosa reverencia al Sacerdote de Kibôdo no-toshi.
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Ai, ai ai... la que se va a liar. Yuu estaba un poco anonadada ante el buen comportamiento de su compañero, pero tras la provocación de ese chico sabía que algo malo iba a ocurrir, pero se quedó inmóvil sin evitar lo que ella claramente creía que sería una fiera pelea, pero nuevamente y ante la rectificación del chico rubio Satsujin volvió a sorprender a todos los allí presentes que le conocían. Yuu no pudo evitar girarse hacia su compañera y comentarle algo en voz baja pero no lo suficiente como para que Shikaku lo escuchara. Se encuentra bien?
Despeja un poco su mente y vuelve a ser consciente de la situación. Aceptamos con gran gratitud su oferta señor Todoke. Cambia su mirada esta vez hacia el chico de pelo rubio. Puede que nos venga bien tu ayuda, seguro que conoces muy bien la ciudad y nos gustaría que compartieras esos conocimientos con... se espera unos segundos para terminar la frase para hacerlo con una sonrisa un tanto burlona. Nosotras???
Ya estoy de vuelta compañeros!!!
Moeru se colocó delante siguiendo los empujoncitos de Shikaku sin más percances que un ligera traspiés. Era la primera vez que recordase que el sensei la hubiera tocado, y el contacto le hizo darse cuenta de hasta qué punto era físicamente fuerte. Aunque solo había sido un toque de atención, la combinación de la mas y fuerza del hombre con el poco peso de la chica hizo que se viese forzada a dar un par de pasos rápidos para recuperar el equilibrio. Moeru hizo una rígida reverencia al tempo que musitaba "perdón" y arreglaba de forma casual el pañuelo que le cubría el cuello para ocultar el ligero rubor en sus mejillas. Moeru es muy perfeccionista, y no le gusta lo más mínimo que la corrijan, sobre todo delante de gente, aunque es consciente de que Nara tiene razón. Y es muy poco propio de ella mostrarse tímida, de todas formas, de forma que se aclara la garganta intentando darse un aire algo más adulto y observa al secerdote, que no parece haberse dado mucha cuenta de su azoramiento.
Levanta de forma imperceptible una ceja al oír la inusual presentación del chico. Era algo que se hubiese esperado de cualquier chica de más o menos su edad, no de un chico, y menos de un sacerdote, que al fin y al cabo están por encima de la vanidad, o eso se supone. La colleja del sacerdote le confirma que si, así parece ser. En menos de dos segundos, el chico ya la ha montado. Una sonrisa se extiende por su rostro, aunque se queda congelada de inmediato cuando oye las siguientes palabras.
Ya la liamos- piensa, esperando el estallido de Satsujin que no tarda en...
¿Eh?
El chico "gordo" se disculpa, y Satsujin parece acpetarlo. Moeru no da crédito a sus oídos. Y aún da menos cuando oye a Satsujin responder con cortesía a algo que le dicen por primera vea desde que le ha conocido. Con disimulo, vuelve los ojos para mirar a su compañero. Satsujin tiene un aspecto perfectamente normal, habla con voz calmada. Moeru está alucinando pepinillos. Casi instintivamente, busca a Yuu con los ojos. La otra joven parece tan perpleja como ella y le susurra algo.
Bien no se, pero desde luego no se parece nada al Satsujin que conocemos. Por una parte le alegra, pero por otra parte le inquieta. Ya ha visto los cambios bruscos de carácter que tiene su compañero. Puede ser que realmente haya sido una muestra de educada deferencia, o puede ser que algo muy gordo se esté cociendo debajo de esa apariencia tranquila, y no tiene modo de saberlo.
Te prometiste confiar más en él, ¿recuerdas?. No ha cambiado mucho de caracter, pero está haciendo gestos. Fue a buscarte. Lleva el protector. Estaba ayudando a Yuu.
Ayudando a Yuu. La joven recuerda la extraña estampa de Satsujin cogiendo a su compañera, guiándola para que orientase su chakra, en contacto, la piel tan pálida, tan distintos.
Yuu y Satsujin encima de una roca
dándose besitos en la...
¡JA! Esa si que sería buena. Iba a ser un señor espectáculo. Moeru miró a la cara, plácida y sorprendida de la Hyuga, y pese a la ligera tensión en el ambiente tuvo que contener una risa. Era un pensamiento... divertido. Pero dudaba mucho que se fuese a hacer realidad, de momento al menos. Satsujin no parecía por la labor de tener más sentimientos de los necesarios, aunque quien sabe...
Satsujin tiene razón. Desde el templo se verá la mayor parte de la ciudad. Deberíamos familiarizarnos todo lo que podamos con ella antes de bajar a las calles...
Omoi guía a Shikaku y Satsujin hasta unas estancias del primer piso en las que él mismo duerme, el suyo es un cuarto con un futón abierto y arrugado por el suelo con algunos restos de patatas y bolsas arrugadas, en el mismo pasillo os muestra otras dos habitaciones vacías en las que Shikaku y Satsujin podrán instalarse a sus anchas hasta que termine el festival. Omoi dirige extrañas miradas a Satsujin y parece ahorrarse algunos comentarios por la presencia del sensei de Konoha al que por la espalda dirige algunas miradas de recelo, pero se muestra bastante silencioso durante todo el camino sin más muestras de respeto de las que dirigiera ante el sacerdote
Por su parte, Todoke lleva a Yuu y Moeru a unas habitaciones del segundo piso.
~ Tendreis que perdonar a Omoi, las dos chicas de su grupo no son tan irrespetuosas, el grupo de gennins de la Villa Oculta de las Nubes ya está alojado, Omoi es el único chico, y en este mismo pasillo donde dormireis vosotras duermen también las dos kunoichis.
Todoke os indica que las dos habitaciones junto a la escalera de subida al segundo piso son las suyas, pero que ahora mismo han salido sin su compañero a recorrer la aldea. Las dos habitaciones de Yuu y Moeru son más bien pequeñas, un pequeño armario y una ventana con vistas mediocres a un distrito de casas altas, apenas parece que vaya a haber sitio para extender el fuuton, pero se hará lo que se pueda.
Lena es una chica joven, pero ya formada, de unos 17 años, es tarde y improvisa una cena para los recien llegados ninjas de Konoha a la que asisten Todoke y Omoi tan solo por acompañaros durante la cena, el muchacho, parece ligeramente obsesionado con Satsujin, y cada vez que los palillos de Satsujin se cierran sobre un alimento, Omoi menciona las calorías de dicho en voz alta
89 calorías, 32 calorías, 16 calorías, 100 calorías, 89 calorías......
Resulta chocante, curioso y divertido al principio, pero su tono serio y preocupado hacen que la cena sea inundada de una atmósfera incómoda por la irritante y monotemática conversación del joven ninja, las dos kunoichis no se presentan a pesar de ser noche cerrada, y Todoke ordena a los presentes a dormir en sus habitaciones, el templo no debe tener sus luces y puertas abiertas más allá del ocaso, y el sacerdote ya se encuentra algo molesto porque Lena aún no haya apagado todo a pesar de estar de acuerdo en que sea imprescindible daros algo de comer
Cada uno en su habitación, arropados y cansados del largo viaje, descubrís que la ciudad es un bullicio de inquietantes sonidos, alarmantes, una vez tras otra mirais por la ventana sin ver nada ni nadie, es un lugar muy ruidoso comparado con Konoha, se escuchan el eco de risas o conversaciones fortuitas en calles cercanas, un perro ladrando y un dueño que se levanta a hacerle callar, el repique de ruedas de un carro que entra tardío en busca de un refugio donde pasar la noche... Konoha es definitivamente mucho más plácido para dormir.
Si deseais postear algun sueño o algo relacionado en la misma noche podeis, recordad que podeis pnjotizar a Lena, a Todoke, a Omoi o a Shikaku, también el desayuno y despertar del día siguiente, yo vuelvo a postear el 21 dandoos algo de faena de buena mañana
El despertar es perezoso y lento, el sensei esta mañana no os ha despertado y vosotros no habeis tenido ninguna prisa en bajar, y es la campana del templo la que os saca de vuestro sopor, las kunoichis del grupo de la villa oculta de las nubes no han venido a dormir, y Omoi está ya entrenando en el patio del templo, con un boken* lanza estocadas a un lado y a otro con gran rapidez, pero visiblemente le falta la disciplina y el temple de un buen seguidor del kendo.
Shikaku se encuentra también en el patio, sentado a un lado del pulido jardín observando al entusiasta joven y sin girar la mirada tan solo escucha lo que tiene que venir. Todoke os espera con muy mala cara, parece que se encuentra bastante disgustado y aunque no sea solo con vosotros, sois los primeros en cruzaros en su camino.
¿Os pensais que estas son horas de levantarse? Deberíais estar trabajando desde el alba
¡Hoy no habrá desayuno! ¡A trabajar!
Aún no os habeis sacado las legañas de los ojos y con gesto preocupado mirais a vuestro sensei quien no puede evitar lanzaros una mirada aprobatoria pese a la regañina del sacerdote, y levantándose toma las escaleras junto a vosotros desapareciendo a los pisos superiores mientras Todoke sigue con su charla
Corre el rumor entre los fieles que pueden comenzar los hurtos desde antes del festival, por lo que, deseo que vayais al puerto, y hagais de vigilantes por allí, especialmente del mercante y buen benefactor de esta ciudad Kado Suyawa, que vuestra presencia sirva de confort y confianza para las buenas gentes de esta ciudad.
El sacerdote inspira muy profundamente y ocultando sus manos bajo sus mangas desaparece tras vosotros con el mismo cabreo que ha traído, Yuu y Moeru dan media vuelta y suben por las escaleras en busca de sus ropas y herramientas, Satsujin lanza una mirada rápida y en el jardín Omoi le observa desafiante, lanzando un espadazo al aire como si le tuviera delante, esperando que Satsujin se de la vuelta para seguir su entrenamiento.
Subís por las escaleras y Shikaku os habla mientras recogeis vuestras cosas para poneros camino del puerto a través de las laberínticas calles de la ciudad
Lo siento chicas, no puedo defenderos, esta es vuestra misión y yo tan solo vuestro responsable en este trabajo, tendreis que hacerlo solas, cuando seais chuunins, tendreis que hacer las misiones sin mí. Por lo que hablar con el contratista, familiarizarse con el entorno y realizar el pedido es tarea vuestra, así que, de momento y hasta la hora de comer, ya teneis faena, buena suerte.
Shikaku ayuda a Moeru a anudarse un cinturón de kunais por la espalda, y da una palmada en el hombro a Satsujin
Procurad llegar a la hora de comer, Todoke es muy puntual con las comidas, y no querreis quedaros también sin comer
Cita:
No hace falta que se disculpe señor Todoke, nosotras también tenemos a un compañero similar, conocemos bien la situación y le agradecemos el alojamiento y las molestias. Cuando le dice que las dos kunoichis están de misión por la ciudad sin su compañero se extraña bastante en el proceder de esa villa. En konoha si tenemos que realizar una misión lo hacemos todo el grupo al completo, es extraño...
Al ver la habitación tiene que esforzarse al máximo para no decir nada negativo que aquella pequeña alcoba donde casi no cabía ni el futon, pero agradeció la amabilidad de Todoke por ofrecerles un techo donde descansar.
La improvisada cena no fue muy diferente a cualquiera de las anteriores comidas que habían compartido el grupo aunque en esta había un nuevo aliciente, parecía que el chico la había tomado con Satsujin y solo era cuestión de tiempo que este se rebotara. Esto se puede complicar si no logramos que esos dos colaboren...
Debido al enorme esfuerzo que hicieron viniendo de Konoha se fueron a dormir, por primera vez en días en un confortable futon. Yuu esperaba tener una noche tranquila pero conforme iba pasando los minutos cambio de idea. La ciudad era un bullicio de sonidos, gente parlamentando, risas y multitudes de sonidos en ese momento se sintió orgullosa de vivir en Konoha y con ese sentimiento se quedo ligeramente dormida…
-Padre, madre… donde vais? La imagen no era nítida en el sueño de Yuu cuando tenía cinco años pero podía recordar a un hombre alto, de tez pálida y cabellos oscuros ofreciéndole una enorme sonrisa.
-Tu madre y yo hemos sido convocados por el consejo Hyuga para una misión del clan, no te preocupes Yuu, volveremos pronto tu sigue durmiendo.
Yuuki cogió la mano de su hija y la acompañó de nuevo a su habitación mientras la pequeña Yuu miraba a su padre mientras se iba alejando. Duérmete mi niña y no temas. Hasta mañana. Esa noche la pequeña Yuu no pudo pegar ojo, en su interior sentía como si algo malo estuviese apunto de pasar y con esa agonía se mantuvo en vela toda la noche.
Al alba un ruido en el piso de abajo hizo alertar a Yuu que bajó a ver si sus padres habían vuelto, pero se detuvo tras la puerta al escuchar llantos y fuertes golpes.
-Lo que a sucedido esta noche no debe saberse jamás, si dices algo de lo ocurrido ya sabes lo que pasará, y recuerda. Ella no puede seguir los pasos de su padre, no dejes que llegue a ser Ninja o tomaremos medidas. Recuérdelo Yuuki!. Yuu se asomó para ver quien era el que hablaba pero solo logró ver que portaba un atuendo del clan Hyuga, se concentró para intentar reconocer su rostro pero un resplandor le hacía ver cada vez más borrosa la imagen. Se despertó sobresaltada y sudando y es que del pequeño ventanal entraba un fuerte rayo de sol.
La joven Hyuga se tomó unos segundos para encajar el sueño, era algo que no había recordado hasta ahora y que no entendía muy bien su contexto, pero no podía pararse a pensar mucho más, el rayo de sol que la había despertado le advertía que ya era muy tarde según su posición. Me e dormido!, Al bajar se encontró con los demás que al parecer también se habían dormido.
Cita:
Miró a su sensei esperando que el hablara por ellos, pero ya les había avisado que seríamos nosotros los que teníamos que mediar en esta misión. Creo que es a esto a lo que se refería Shikaku al decirnos que no estábamos preparados para el examen de Chunin… y quizás tenga razón.
Lo sentimos mucho señor Todoke y aceptamos el castigo impuesto. Le prometo que no volverá a pasar. Y ahora si nos disculpa, nos ocuparemos del puerto y de la seguridad de la villa. Se giró y corrió a prepararse.
No se preocupe sensei, tienes razón. Esta es nuestra misión y si no estamos a la altura, no somos dignos de participar en el examen de Chunin, así que habrá que hacer todo lo posible porque esto no vuelva a repetirse. Ahora vayamos a patrullar por el puerto. El rostro de la Hyuga era serio y sus palabras firmes y decididas.