Partida Rol por web

Yuu salió del hospital y se despidió de sus compañeros, el camino a casa fué rápido ya que no estaba lejos del Hospital. Anteriormente su familia vivía en una gran casa en la zona de los Hyugga de techo de tejas rojizas y una enorme extensión de patio rodeada de arboles y un pequeño lago, actualmente la casa de su abuelo.

A su madre le ofrecieron un puesto en el Hospital de Konoha y por eso se trasladaron más cerca del centro de la aldea a una casa de estilo más moderno con techos en forma de cúpula y tecnología más avanzada.

Aunque la casa no era ni la mitad de la anterior era muy acogedora, y para ellas dos tenían más que suficiente. Entró y se descalzó poniéndose las zapatillas, todo estaba a oscuras era evidente que su madre aún no había regresado de su misión. Subió unas escaleras hasta la planta de arriba donde se encontraba su cuarto. No era muy grande lo justo para una cama bajo un gran ventanal una pequeña mesita de noche con una foto de ella con sus padres y una lampara. Un armario y un escritorio donde reposaban un par de libros de medicina. Abrió el armario y sacó un kimono el cual se puso para estar más cómoda. Acto seguido bajó y se dispuso a hacer algo de comer cuando se abrió la puerta de la entrada.

Yuu sabía que su madre tenía mucho temperamento y que estaba en contra de su formación como ninja, siempre decía que era demasiado peligroso para alguien tan joven, pero lo que ella temía es perder también a su hija como perdió a su marido y aunque Yuu sabía esto no iba a cambiar su pasión por seguir los pasos de su padre. Madre e hija se encontraron frente a frente, la joven Hyugga pudo observar como las ropas de su madre estaban completamente manchadas de sangre, había tenido que ser un día muy duro para ella también.

-Hola Yuu, ya estoy en casa. Si me das cinco minutos me aseo y te invito a cenar fideos... Sin obtener respuesta se fue con rapidez hacia el baño. Era casi costumbre ir a cenar a Ichiraku ya que la madre de Yuu trabajaba hasta tarde y no cocinaba casi nunca de eso que la cocina pareciera nueva, ya que no la usaban mucho. La pequeña Yuu hacía mas vida en casa de su hbuelo que en su propia casa...

Yuu se alegró al ver que no había brusquedad ni ira en las palabras de su madre, aunque también le entrañaba por lo que le habían comentado en el hospital su madre estaba de muy mal humor, a que se deberá ese cambio de humor?

Yuu se pidió unos fideos con ramen y unas bolas de arroz mientras que su madre prefería unas verduras salteadas un poco de sushi y una botella de sake. La joven atacó el plato como una fiera, desde que se comió el trozo de manzana no había probado bocado y aunque no se lo esperaba, el combate de entrenamiento con su pequeña prima Hinata le había debilitado más de la cuenta.

-He oído que has tenido una pelea contra unos ninjas del Sonido... las palabras de la madre eran tranquilas y suaves. Yuu dejó de comer al escucharlas y casi se atraganta teniendo que beberse el baso entero de agua para poder respirar nuevamente. Si, verás... mama. Nuestra misión era llevar unos escombros a Himutsudo-No-Mura pero la cosa se torció y tuvimos que actuar, me a tocado unos compañeros muy fuertes y mira, no tengo ni un rasguño. Intentaba quitarle importancia al asunto aunque sabía que su madre no era tonta.

-Me e asustado mucho cuando me e enterado de la noticia, pero mas tarde e podido ver con mis propios ojos todo lo que has echo por esa gente, hija. Estoy muy orgullosa de ti y seguro que serás una gran médico cuando seas grande... pero intenta no enfrentarte en combate, mantente al margen y cura a tus compañeros, ten siempre la cabeza fría y no hagas tonterías. Piensa que si tu caes nadie podrá curar las heridas de tu grupo, tenlo siempre muy presente... Las palabras de su madre estaban llenas de sabiduría y de razón, Yuu no había pensado en as consecuencias si ella caía en combate, pero de vez de producirle un efecto negativo, la llenó mas de ganas por entrenar y hacerse mas fuerte. Debo hacerme más fuerte para que eso no pase y poder curar a mis compañeros... Señor, ponga me un plato de curri y más bolas de arroz por favor. Normalmente no comía tanto pero el día de hoy había sido duro y necesitaba reponer energías rápidamente.

Al acabar de cenar regresaron a su hogar donde las dos se fueron a descansar ya que cada una tenía que enfrentarse a su dura tarea diaria en el hospital y limpiando las calles de Konoha...

La llegada del día siguiente resulta tan esperada como el primer día, a pesar de tener que realizar una misión de la aparente misma relevancia que la anterior, por alguna razón deseábais volver a Himitsudo no-mura, el sensei os ha citado algo más tarde y teneis tiempo de desayunar tranquilamente, acudís todos con los nervios más relajados, aunque Shikaku no tiene buena cara, y caminais de nuevo por el sendero oculto a Himitsudo no-mura con algunos sacos en la mano y Shikaku a la cabeza, por el camino os comenta algo compungido, como si hubiera perdido algo valioso esta noche, como si hubiera estado en vela o una horrible pesadilla le hubiera molestado toda la noche impidiendole relajarse.

Ayer el equipo médico estuvo ayudando a muchos heridos, lamentablemente encontrareis el pueblo de luto por la muerte de 12 de sus habitantes, entre ellos los cuatro chuunin que se encargaban de la vigilancia anónima de la aldea.

Gran cantidad de gente ha quedado temporalmente inutilizada para las tareas diarias, por lo que a eso dedicaremos nosotros el día, reparación y recogida de escombros que aquél monstruo dejó a su paso y ya a partir de mañana, otros habitantes de Konoha acudirán para llevar a cabo las tareas diarias

Segun me consta los mayores destrozos son los de la casa de Makado Yari, el chuunin encargado de proteger el pergamino, que ahora ha dejado una niña de 6 años huérfana, seguramente su hija terminará viviendo en esa misma casa, por lo que debemos repararla lo mejor que podamos

Cuando llegais al pueblo se presenta algo menos apocalíptico que la mañana del día anterior, aún hay rastros de sangre en el suelo y podeis ver a la gente pasar por el revoltijo de tierra donde Moeru y la Kunoichi lucharon durante largo rato, montones de muebles y puertas rotas se amontonan las puertas de determinadas casas de la que algunos artesanos las van recogiendo para su reparación. Shikaku sensei os acompaña hasta la casa de la familia Makado y podeis ver como apenas queda nada de ella, el jardín zen exterior que caracteriza todas las casas de Himitsudo ha desaparecido, y en el interior muebles astillados y diseminados hacen del apacible hogar: zona catastrófica

Durante toda la mañana hasta bien tarde os dedicais a sacar los escombros de la casa, en una tarea que parece no tener fin, altares de ceremonia, urnas funerarias rotas, mesas y puertas destrozadas, finalmente conseguís apilarlo todo a las puertas de la casa dejando el interior hecho una ruina, Yuu observa y recoge con cuidado las maderas más astilladas ocupandose de pequeños cortes o clavitos que podais tener. Shikaku también trabaja duro con vosotro y así, pasadas un par de horas de la hora de comer terminais, y en el restaurante del pueblo Shikaku-sensei os invita a un ramen fresco.

Después de comer, parece que toda la faena es menor, parece que vaciar la casa ha sido lo más dificil, entre Moeru y Yuu barren de manera rápida y eficiente el suelo de toda la casa, Shikaku se lleva afuera a Satsujin con el fin de ver los muebles que pueden ser más facilmente reparados, pero a Shikaku tan solo le sirve para llevarse malas miradas de Satsu-kun y miradas viperinas con esos ojos que tan facilmente parecen inyectarse en sangre. Terminado de barrer os repartís por la casa a las órdenes de Shikaku, Moeru se encarga de preparar la habitación con el fin de que sea habitable desde esta misma noche, yendo a la carpintería a por material y reparando la ventana de madera fina, Yuu y Shikaku reparan las puertas de toda la parte baja, que al entrar, parece que decidió a tirarlas todas abajo para una llegada más espectacular, y Shikaku vuelve a colocar bien los suelos del salón que llevaban a un sótano oculto, no es necesaria una gran perspicacia para adivinar de vuestra curiosidad, y antes de terminar la faena, Shikaku os invita a ver el sótano en el que se guardaba el pergamino sagrado. Tan solo posee un par de habitaciones de unos tres metros cuadrados, una de ellas con una mesa baja y algunas linternas listas para ser utilizadas, y en la segunda habitación algunos libros y pergaminos en estanterías que rodean un altar ahora vacío bajo un tapiz de un conejo.

Shikaku os confirma - El pergamino robado es el Yakusoku No-Unagi (Promesa del Conejo), y con él se sella el trato con los espíritus Conejo, el Conejo es un espíritu afable, noble y muy agradecido, y es fácil crear un vínculo muy fuerte con ellos, sería terrible si su usuario pensara en ganarse la enemistad con los espíritu conejo al llevarlos a un límite que ellos jamás desearían.

Terminado de colocar el suelo, ya hasta el ocaso ha desaparecido dejandoos en Himitsudo no-mura, una mujer os ha traído unas bolas de arroz para cenar esta noche clara debido a la gran cantidad de estrellas que iluminan desde un cielo muy despejado, y un sensei que sonriente y cansado por la gran faena que habeis hecho todos, que os lleva de vuelta a Konoha

Satsujin se encontraba entrenando en el bosque que rodeaba a Himitsudo no-mura, había elegido un lugar en el que uno de los árboles sobresalía sobre los demás, dando una agradable y reconfortante sombra al espacio en que se movía el gennin.

Se sentía bien, aunque le dolían los puños y los pies, dado que había pasado bastante tiempo practicando su taijutsu sin dejar de pensar en su combate con aquél Kaguya.

“Me venció porque no fui capaz de darle, la próxima vez lo mataré y me comeré su corazón para demostrarle que los Izanami somos superiores”

Sonriendo estrelló su puño derecho contra el tronco que tenía delante, para luego girar sobre si mismo y dar una patada.

Se detuvo bruscamente y metió la mano en su bolsa de kunais al sentir que alguien acababa de llegar.

-Ah, sois vosotras

Se relajó visiblemente al ver que las presencias que había sentido correspondían a Yuu y Moeru, sus compañeras.

Sin nada de lo que preocuparse volvió a lanzar puñetazos, patadas y codazos de toda clase contra el árbol, siendo observado por sus compañeras durante un corto rato.

- Tenemos una misión, Shikaku sensei nos está esperando junto al nuevo jefe de la aldea- dijo la más baja de los tres, Moeru, con aire de fastidio.

Satsujin maldijo en voz baja y se dirigió hacia sus compañeras, que se fijaron en que no llevaba el protector puesto.

- Vamos ya entonces- dice el ninja de ojos carmesíes antes de emprender la marcha, guiado por sus compañeras.

Tras un rato se encuentran sentados en una casa, con Shikaku y un hombre anciano delante

- Vuestra misión es sencilla jóvenes gennin de Konoha- dice el anciano mientras Satsujin alza una ceja, siendo retenido por una mirada de Shikaku – Debéis detener a unos animales que han estado hurgando y devorando nuestras reservas de comida del granero de la aldea, posiblemente hayan aprovechado la confusión

El Nara toma la palabra entonces, mirando al equipo

- No debería seros difícil atrapar a estos jabalíes y soltarlos lejos de la aldea en libertad, eso sí, está específicamente prohibido matar a los animales- mira a Satsujin, fijamente - ¿Entendido?

El sensei les había dado a los tres unas cerbatanas con tres dardos para cada uno, los dardos estaban impregnados con un potente sedante. Tras recibir sus nuevas y provisionales armas los tres gennin salieron hacia el granero, que se encontraba en el límite este de la aldea.

Las puertas estaban destrozadas, posiblemente durante la lucha.

Yuu se encargó rastrear el lugar, al parecer los ladrones habían sido jabalíes a juzgar por las huellas.

Acordaron quedarse allí escondidos, con la Hyuga sobre un árbol para avisarles de la llegada de los animales, mientras Moeru y Satsujin se escondían tras haber cavado trampas que habían cubierto con una red de ramas entretejidas y cubierta de hojas.

Previamente los tres gennin se habían frotado con unas hojas y flores, esperando despistar así el olfato de los animales.

Llegó la noche y Yuu les avisó de que los animales eran 5 y se dirigían hacia su posición, por lo que posiblemente cayeran en las trampas.

Los otros dos gennin se encontraban atentos y ansiosos, Moeru porque quería acabar con la misión y Satsujin porque sentía los instintos de caza al máximo.

- ¡¡¡Ahora!!!

Yuu sacó su cerbatana mientras los jabalíes caían en las trampas, introdujo un dardo en el arma y sopló, dando en una pata trasera a uno de los animales.

Moeru y Satsujin hacen a su vez lo mismo, lanzando los dardos a discreción, acertando a los animales.

Los tres gennin se reúnen y comienzan a transportar a los jabalíes lejos de la aldea, dejándoles en un claro.

Finalmente ven que han resultado ser dos adultos, macho y hembra y tres jabatos pequeños.

- Satsujin, ¿crees que podrás quedarte vigilando mientras nosotros vamos a informar al sensei?

Moeru miraba suspicaz a su compañero, igual que Yuu, ambos habían visto la mirada del joven mientras transportaban a los animales, y en más de una ocasión lo habían visto relamerse.

Al final enviaron a la Ikuza, mientras la Hyuuga y el Izanami se quedaban allí.

Satsujin se quedó a parte, bajo un árbol, mirando a los animales, mientras Yuu por su parte lo vigilaba a él.

Así terminó la misión con los jabalíes a salvo y con un decepcionado Satsujin al no haberle podido echar el guante a uno de los jabatos.

Para desquitarse, en cuanto hablaron con Shikaku y el jefe de la aldea para certificar el final de la misión, el gennin de ojos carmesí volvió al claro a entrenar su taijutsu, con la firme intención de volverse mucho más fuerte.

El sensei Nara observaba oculto como Satsujin se sentaba al acabar, mirando con atención su protector mientras no podía evitar preguntarse que significaba ser un ninja de Konoha.

La mañana se hizo muy larga, la casa de los Makado estaba muy derruida tras el fiero combate con los del sonido, había tablones por todas partes y pocos de los muebles podían volver a servir. Había que hacer una limpieza de arriba abajo. El equipo 1 trabajó duro para limpiar toda la casa y darle un aspecto más acogedor, allí iba a vivir una pequeña niña de 6 años que se había quedado huérfana tras perder a su padre Makado Yari y eso les daba fuerzas a los genios de la hoja para seguir con su trabajo.

Poco a poco aquellas ruinas empezaban a tener la misma forma que antaño presumía la casa de los Makado. Shikaku y Satsu se dedicaban a reparar el mobiliario mientras Yuu y Moeru limpiaban a conciencia el interior. Gracias a la gran percepción de Yuu con su Byakugan y la enorme velocidad de la pequeña Moeru la limpieza del lugar la hicieron en pocas horas.

Yuu y Moeru entraron en la última de las habitaciones donde tenían que limpiar y se encontraron a la pequeña niña sentada en una esquina agarrando con fuerza una pequeña manta. Sus ojos estaban cubiertos de lágrimas y su respiración entrecortada por culpa de los sollozos. Las dos Kunoichis se acercaron a la joven con la mejor de sus sonrísas.

Moeru- Hola Oona que haces aquí tu sola? Moeru sabía que había perdido mucho y que era por eso que la niña estaba tan deprimida la cuestión era como animarla…

Yuu- Entiendo como te sientes pequeña, yo también perdí a mi padre muy joven, al igual que el tuyo murió por proteger aquellos que más quería, en este caso tu. Por eso ahora tienes que demostrarle que eres fuerte y que le estas agradecida por su sacrificio. Seguro que el ahora mismo esta feliz de verte con vida… Le extendió su mano para ayudarle a levantarse de aquella sombría esquina.

Oona- La pobre niña os mira entre pucheros y lagrimas mirando y agarrando con fuerza la pequeña manta que sostenía. Me e quedado sola… mi padre dio su vida para protegerme a mi y a Miyu… y yo no e sido capaz de protegerle, no soy fuerte como vosotras y ahora lo e perdido todo… padre, Miyu… Vuelve a recaer y nuevamente sus bonitos ojos negros se inundan entre lagrimas.

Moeru- Miyu? Quien es Miyu Oona?

A la pequeña le costaba hablar, sus palabras eran entrecortadas por culpa de sus sollozos, pero se armó de valor y pudo responder a Moeru. Niña- Miyu es mi conejito, me lo regaló mi padre cuando nací y siempre hemos estado juntas… cuando llegaron esos ninjas se escapó y ahora no logro encontrarle

Yuu- No te preocupes Oona nosotras encontraremos a Miyu y lo traeremos de vuelta, pero me tienes que prometer que dejarás de llorar y serás fuerte. La joven se comenzó a animar al escuchar las palabras de la Hyugga.

Por muchas ganas que las dos kunoichis tenían en ir en busca de ese conejo no podían desobedecer sus órdenes y tuvieron que proseguir con la limpieza de la casa. Al atardecer el equipo 1 terminó su jornada y se marcharon rumbo a Konoha. La pequeña Makado sonreía confiando en la palabra de las dos ninjas.

Por el camino tanto Yuu como Moeru hablaron del tema con Satsujin y Sikaku-sama, como era de esperar a Satsu no le importó lo más mínimo mientras que al sensei… buenos sus palabras fueron Es una triste historia, la pobre chiquilla lo esta pasando mal, pero ir en busca de esa pequeña mascota puede ser muy problemático. Yuu y Moeru se miraron con complicidad, estaba claro que aunque Sikaku no lo aprobaba ellas irían, con o sin su compañero, para eso le habían dado su palabra a la pequeña Makado. El camino siguió silencioso y cuando llegaron a Konoha cada uno siguió su camino.

Yuu aprovechó para ir a ver a su abuelo, había estado todo el día limpiando y le apetecía entrenarse un rato. Al llegar este se alegró al verla, como ya era tarde no se encontraba en el dojo ninguno de sus alumnos así que su abuelo se dispuso a enseñarle una nueva técnica de su clan. El entrenamiento fue duro pero Yuu no se quejó en ningún momento, sabía que sus compañeros también se entrenaban duramente y no quería quedarse atrás y ser una carga.

Había quedado a media noche con Moeru para volver a Himutsudo-No-Mura y encontrar a Miyu y ya se acercaba la hora. Escapar de su casa no le costaría mucho teniendo en cuenta que su madre había ingerido el doble de la cantidad de sake a que estaba acostumbrada en la cena. Llegó rápida ocultándose por las sombras para no ser descubierta. Hola Moeru, estas preparada? Parece que estamos solas en esto…
Moeru- Aunque estemos solas no podemos echarnos atrás, le prometimos a esa niña que lo encontraríamos. Debemos irnos. Corrieron por las calles de Konoha hasta llegar a la entrada donde alguien estaba allí inmóvil con un capuchón negro y un brillo escarlata en los ojos.

Satsujin – Yo también voy, puede que vuelva a encontrarme con ese del sonido… Los motivos del joven Ninja eran muy diferentes a la misión en sí, pero a Yuu y Moeru le agradó ver que le acompañarían. Salieron de Konoha a gran velocidad, ya habían echo el trayecto varias veces en los últimos días así que no les costó guiarse aun en la oscuridad de la noche y lograron llegar en menos tiempo cogiendo atajos hasta Himutsudo-No-Mura.

Satsujin- Ya hemos llegado, ahora decidme como vamos a encontrar a un animal tan pequeño.

Moeru- A mi me extraña que la mascota de Oona se haya marchado después de tanto tiempo junto a ella.

Yuu De ser así alguien a debido llevárselo, deberíamos buscar alguna huella que se aleje de la villa.

Satsujin- Para que van a querer robar un conejo? Yo creo que se a marchado sin más…

Moeru- No se, puede tener algo que ver con lo que nos contó el sensei sobre los rollos sagrados, quizás ese conejo tenga algo que ver, no?

Yuu- Tenga o no que ver con eso aquí parados no solucionamos nada, tenemos que buscar alguna pista.

Los tres jóvenes ninjas de konoha buscaban sin descanso alguna pista que les condujera a Miyu. Yuu se esforzaba con su Byakugan mientras Moeru corría de arriba abajo buscando cualquier pista. De repente Satsujin las aviso, había encontrado algo.

Satsujin- Mirad, por aquí fue donde huyeron los del sonido y por donde Moeru y yo los seguimos. Hay un grupo más de huellas que no se a quien pertenecen, pero sigue el mismo rastro…

Los tres integrantes del equipo 1 se miraron y sin decir nada se adentraron en el bosque, Yuu iba siguiendo el rastro de las huellas y guiando al grupo por el espeso bosque. Moeru saltaba de árbol en árbol demostrando su enorme energía y su mejor aún agilidad mientras que Satsujin corría sin hacer ruido ocultándose tras las sombras, por momentos parecía que lo habían perdido de no ser por el destello rojizo de sus ojos. Yuu intentaba seguir a la pequeña Ikusa mientras seguía a la perfección el rastro de las huellas y guiaba a sus compañeros. De repente Yuu hizo detener la avanzada del grupo. Junto a una rama colgaba un pequeño collar de color rosa con una fina placa dorada en la cual llevaba la inscripción MIYU. Parece que vamos por buen camino. Estar atentos chicos.Un poco más allá de la villa se ocultaba una pequeña casa de madera oculta tras el tronco de un gran árbol y era allí donde se acababa el rastro.

Yuu- veo el chakra de cuatro personas en su interior y un chakra mas pequeño, podría ser el conejo que buscamos.

Satsujin y a que esperamos, entremos y acabemos con esto. Serán ellos?

Moeru no corras tanto Satsujin, si son los del sonido podemos tener problemas…

Yuu Ya es tarde, se acercan tres de ellos, preparaos.

Pocos segundos después aparecieron tres chicos jóvenes, más o menos de la misma edad que ellos llevaban vestimentas típicas de la villa de Himutsudo-No-Mura aunque un poco más estrambóticas y no portaban ningún distintivo de la hoja. El que parecía el cabecilla dio un paso al frente.

- Vaya vaya, mira que tenemos aquí. Si son los héroes de Konoha. Ya salvasteis la villa, que demonios se os ha perdido por aquí?

Satsujin hemos venido a por ese conejo que escondéis. Su mirada se había endurecido y sonreía con cierta malicia, como si estuviera ansioso por entrar en combate. No son los del sonido, pero eso ahora da igual…

- No creas que esos ojos me impresionan, no se de que conejo me hablas, largaos antes de que me enfade.

Sin pensárselo ni dos veces Satsujin se abalanzó hacia el como una bestia salvaje sin darle tiempo ni a reaccionar le lanzó un zarpazo en la cara de su oponente. Un fino reguero de sangre le salía de un profundo corte en la mejilla.. El joven frunció el ceño mirando a Satsujin con rabia. Ya sabéis lo que tenéis que hacer Los otros dos ninjas se lanzaron al ataque contra Yuu y Moeru.

La atacante de Moeru probó un golpe de frente usando toda su fuerza. Era una joven de compresión delgada de pelo y ojos negros con un tono de piel muy pálido con un lazo en el pelo. Moeru vio como se acercaba hacia ella y leyó a la perfección sus movimientos esquivándolo hacia arriba y aprovechando el impulso para caer en picado propinándole una patada en la nuca Esta avanzó unos metros cayendo de bruces Comparada con la del sonido no es gran cosa, mientras me quede fuera de su alcance no podrá ni tocarme, soy mucho más rápida que ella.

En el mismo momento que Satsujin había atacado Yuu ya se había colocado en posición defensiva y esperaba inmóvil. Su contrincante un chico delgaducho y bajo de ojos claros y pelo azul con un sombrero que le cubría la cabeza ocultándole parte del rostro y un colgante de bolas adornando su cuello. Había optado por el peor ataque hacia ella, el cuerpo a cuerpo. Su avanzada era patosa y lenta, en un primer instante parecía hasta cómica, pero a pocos metros de Yuu cambió el ritmo y se dirigió como una flecha ante ella lanzándole una patada en la cara. Yuu en ningún momento vaciló ni bajo la guardia, espero casi que el pie rozara su rostro para esquivarlo flexionando sus piernas. Hundió su mano derecha en forma de flecha en el estomago del joven el cual retrocedió dolorido.

Satsujin volvió a la carga, el cabecilla, un joven delgado que usaba una mascara para ocultar su rostro también pálido, portaba una tunica larga y tenía parte del cuerpo vendado. El chico intentaba esquivar los golpes del ninja pero con la fuerza y la rapidez que asestaba los golpes le era casi imposible detenerlos todos. El ninja de la hoja no le dejaba tiempo para contraatacar. Los tres jóvenes enemigos habían demostrado que habían sido adiestrados, aunque por la ejecución de sus movimientos y el estilo de lucha demostraba que aun le faltaba mucho entrenamiento para igualarse con los genins de la hoja.

Moeru seguía moviéndose de un lado a otro sin parar y atacando a su oponente donde tenía la guardia baja aprovechando su velocidad, aunque los golpes no eran muy fuertes poco a poco iban haciendo mella en su oponente el que no tubu otro remedio que hincar la rodilla presa del dolor producido por los duros huesos de la joven kunoichi. El oponente de Yuu se la miraba enrabiado y aún dolorido por el golpe asestado por la joven. Este optó por el ataque a distancia usando kunais, pero la oscuridad de la noche y la destreza de la ninja evitaban cualquier lanzamiento del joven.

Satsujin cayó al suelo de espalda tras un fortuito golpe de su rival quedándose extendido unos segundasen el suelo. Para sorpresa del joven ninja vio desaparecer el cuerpo y en su lugar había un tronco de madera. Comenzó a notar una fuerte presión en el cuello, como si una serpiente lo estuviera envolviendo y escuchó una maliciosa voz. Ya te tengo… El chico comenzó a pedir perdón y a suplicar por su vida entre llantos y sollozos.

- Por favor, no me mates. Nosotros no queríamos llevarnos al conejo de la señorita Oona. Fue Yamato, el nos dijo que nos haríamos más fuertes si seguíamos a los ninjas del sonido. Si le entregábamos el conejo puede que nos aceptaran y nos entrenaran. Les diré donde esta, pero por favor no nos matéis.

Los otros dos jóvenes se reunieron con su amigo en sus suplicas. Yuu y Moeru también se reunieron con su compañero. Yuu- Quien es ese Yamato y porque quiere al conejo Los ojos de la Hyugga con el Byakugan activado inflingía a los demás un cierto miedo y ella se aprovechaba de las circunstancias.

- Yamato Ryu es uno de los cuatro Chunin que se encargaban de la seguridad de Himutsudo-No-Mura, a el nunca le a gustado mucho Konoha, por eso estaba en la villa. Nadie sabe mucho de el, pero es una persona solitaria y un tanto excéntrica. Cuando fuimos atacados por el sonido pudo comprobar la fuerza de sus enemigos así que robó el conejo y los seguimos, pero pronto perdimos el rastro así que de momento nos resguardábamos en esa vieja cabaña.

Moeru- Hay que ser muy idiota para creer que alguien que a destrozado tu hogar te va a acoger. Lo más seguros que esos ninjas del sonido acabaran con vosotros nada mas veros. Habéis tenido suerte que nosotros no somos como ellos. Tras estas palabras Satsujin liberó de su presa al joven.

Yuu- Debemos marcharnos, ese tipo se esta moviendo a gran velocidad Señaló hacia el lugar donde se desplazaban las dos fuentes de Chakra. Vosotros volved a vuestras casas El equipo 1 se volvió a poner en marcha. Siguiendo las instrucciones de la Hyugga, La persecución acabó en una pequeña explanada que lindaba con las altas montañas al frente y un lago. Allá inmóvil se hallaba la figura de un ninja con indumentaria de Konoha sosteniendo un pequeño conejo blanco. Era de comprexión fuerte, de pelo negro recogido en una coleta y los ojos castaños claros su mirada era fría.

Los tres genins se acercaron con prudencia, iban separados en formación de abanico para cubrir las posibles rutas de escape del enemigo. Satsujin- Será mejor que nos des al conejo, lo sabemos todo Yamato

Yamato- Vosotros no sabéis nada, creéis que porque le plantasteis cara a los del sonido podéis amenazarme a mi? No olvidéis que estáis frente a un Chunin, da igual si vosotros sois tres o diez, no dejáis de ser simples Genins.

Moeru- Porque le haces esto a esa pobre niña y a esos chicos de la villa? Porque crees que los del sonido van a querer a alguien que traiciona a los suyos?

Yamato- Traicionar? Es Konoha quien me traicionó a mi. A mi padre lo echaron de la villa, lo exiliaron, porque quiso aprender los secretos de ese rollo. Pero como no pertenecía a la familia Makado no tenía derecho y lo robó para estudiarlo. Yo e vivido toda la vida con eso, sabes como te mira la gente cuando eres el hijo de un traidor? Lo unico que me hacía tirar para adelante era hacerme más fuerte para vengarme de esa gente, para que me dejaran de mirar de esa manera. Esos ninjas del sonido pueden hacerme mas fuerte y yo voy a entregarle este conejo símbolo del enlace a ellos para que me acepten y poder llevar mi venganza contra Konoha, jajá jajá

Yuu- Eso para mi no es escusa, hay mucha gente que a tenido una infancia mala y se esfuerza día a día para mejorar su presente dejando atrás el pasado. Tu estas eligiendo la opción más fácil, pero te voy a dar malas noticias, vamos a detenerte y entregarte a Konoha para que puedan juzgarte.

Yamato- Muy bien, veo que se os ha subido a la cabeza. Tendré que bajaros los humos Sacó de su bolsa tres Kunais y los lanzó uno hacia cada uno, estos pocos metros antes que llegaran a su objetivo explotaron gracias a un papel explosivo creando una gran nube de humo que impedía la visibilidad. Entre tanto humo se escucho un fuerte chillido, era la voz de Moeru había sido golpeada y no pudo evitar lanzar un chillido de dolor mientras se retorcía por los suelos. Yuu trató de encontrar a su enemigo usando su byakugan, pero por un momento vio seis fuentes de chakra la cual dudó por unos segundos bunshing? cuando trató de reaccionar ya era tarde, el enemigo le había golpeado en la cara lanzándola contra el suelo. Satsujin intentaba buscarlo con el olfato ya que la vista no le servía para nada, y dio resultado, se lanzó en un poderoso ataque alcanzando de lleno a su rival, pero este desapareció generando mas humo aún. Era una copia, comenzó a notar un fuerte dolor en el pecho y se encogió de golpe viendo como el puño se su enemigo se separaba de su cuerpo justo antes de caer al suelo. Que os a parecido, ninjas de la hoja. sus palabras resonaban con cierto toque irónico.

Los tres se levantaron, los golpes que habían recibido eran muy dolorosos, se notaba que estaban ante un peligroso adversario y debían unir sus fuerzas para poder acabar con el. Satsujin, Moru y Yuu estaban preparados para luchar con todas sus fuerzas contra el Chunin así que fueron a por todas. Estilo Izanami: Batsuchi no Jutsu, Estilo Ikusa: Kizuken, Estilo Hiugga: Juuken Satsujin comenzó con un ataque de frente que no tuvo éxito ya que Yamato le golpeo y comprobó que había caído en la técnica del cambiazo. Tras el tronco de madera apareció Moeru con un gran salto hacia arriba obligándole a mirar a la joven ninja y descuidándose de Yuu que estaba bajo su cintura preparada para golpearle su flujo de Chackra y así lo hizo. Cuando se quiso dar cuenta era demasiado tarde el Juuken de Yuu le había atrapado. Moeru comenzó a caer dándole una parada en la cara haciéndole girar sobre si mismo y quedando cara a cara con Satsujin quien sonreía antes de golpearle nuevamente en la cara y haciéndole retroceder.

Volvió a sacar tres kunáis de la bolsa mientras os maldecía. Los lanzó nuevamente uno a cada uno y volvieron a explotar cubriendo el lugar de humo. La misma técnica no iba a dar resultado contra ellos dos veces así que crearon unas copias y se retiraron fuera de la cortina a la espera que se dispersara el humo. Poco a poco se podía volver a ver en la explanada. Los tres cuerpos de los genins se encontraban en el suelo mientras Yamato reía enérgicamente- De repente los tres cuerpos desaparecieron borrándole de la cara ese sonrisa que tenía. De los árboles se lanzaron los tres dispuestos a darle el ultimo golpe que lo derribaría. Habéis caído en mi trampa, ahora probaréis mi nuevo Jutsu ígneo. Comenzó a hacer unos sellos pero de repente se quedó totalmente inmóvil, como si algo lo estuviera agarrando, los tres genins de la hoja cayeron sobre el dejándolo inconsciente.

Del bosque salió una nueva figura que poco a poco se fue haciendo más familiar. Ya sabía yo que esto iba a ser problemático era Shikaku que les había seguido. Recogieron el conejo y se llevaron a Yamato a Konoha, al día siguiente los cuatro regresaron a Himutsudo-No-Mura para seguir con las reparaciones, pero mas que para eso estaban deseando llegar para devolverle su mascota a Oona. Aunque desobedecieron las órdenes de su sensei al final todo salió bien y como castigo tuvieron que pasar el día entero arreglando y limpiando mas casa cosa que hicieron los tres con agrado, bueno unos mas que otros…