Los preparativos para la partida se van ultimando.
En la gran sala de roca que es la armería de Erebor, un enjambre de enanos corre de un lado a otro equipandose para la inminente marcha.
Resuena el metal golpeado por los herreros enanos que se hallan al fondo de la armería.
Allí, hachas lanzas y toda clase de objetos punzantes son afilados una ultima vez dejandolos listos para su uso.
Y yo, me rasco la barba pensativo y digo.
Buen panorama este. Sin duda, hay mas de un ansioso por aquí para empezar el trabajo.
Me giro entonces y añado.
Pues me parece a mi, que esto solo lo podemos considerar como un trabajo menor. El comienzo de la autentica guerra en breve, sera la ocasión que determine el fin de esta edad. Y todos abemos como le gustaría a cierto malnacido que acabara. Creo que se va a llevar una sorpresa el muy desgraciado.
Tranquilo Thelion, que los animos no se exhalten hasta que la batalla no lo requiera, que tus palabras sean menos afiladas que tus armas, porque tu valentia se mide por tus acciones, aunque ya habia demostrado su gran nivel en batalla no consideraba prudente que nuestro amigo pelirrojo se sintiese tan comodo.
Observe a los enanos y por un momento la mirada parecio volver a Rivendel, a sus caminos almidonados por la hierba y a sus fuentes cristalinas, a sus construcciones blancas como la nieve y a sus jardines poblados de las mas bellas y fragantes flores y sonrei, porque, poco a poco, estaba poniendo mi granito de arena para que esa tierra no fuese destruida, y para que Thelaon, mi padre, se sintiera orgulloso.
Y yo, río brevemente al escuchar a mi compañero y replico.
Disculpa, ¿con quien estas hablando?. Quizá los nervios te hayan jugado una mala pasada. No obstante, te recordare que Thelion eres tu. Y tranquilo. Esos nervios desaparecen al iniciarse el combate.
Dicho esto, vuelve a reír entre dientes y añado.
Para mi, es otra razón mas para entablar combate cuanto antes. Por que de eso se trata. De eso nada menos. Vamos a iniciar otro capitulo en la larga guerra contra la oscuridad. Hagamos todo lo posible por lograr que esta ocasión sea una victoria incuestionable.
jajaja, rio ante mi propia dislexia y decido no comentar mas, aun asi espero que podamos salir rapido de esto, desde el nacimiento de mi raza hems luchado contra la oscuridad, y aspiro que podamos acabar con la misma.
El montaraz enano os guia asta la guarida de Harald y veis que son guardias de Khazad-Dum pero mas vastos, Harald se acerca y os saluda:
-Buenas, ¿ sois los refuerzos de Durin?.
perdon por el retraso ^^.
Y yo me adelanto a la comitiva y estudio el terreno.
Es un lugar bastante boscoso. Y falta poco para el anochecer. Detrás de mi, escucho el sonido que producen quinientos enanos con su príncipe al frente. Y no puedo evitar soltar un suspiro de resignacion. Los enanos poseen muchas virtudes, pero no esta entre ellas el ser capaces de marchar en silencio.
En ese momento, el viento cambia de dirección y hasta mi llega el hedor propio de un nido de Trasgos.
Miro, por tanto, al montaraz que nos ha interceptado y respondo.
Así es. Somos los refuerzos. Necesitamos saber el emplazamiento exacto de nuestro objetivo y el numero de enemigos a los que nos vamos a enfrentar. Pues, por si no lo sabes, te informo de que, tras esta acción, somos esperados en las cercanías de Gundabad. Este combate, tan solo es un aperitivo.
Y mientras digo esto, compruebo como los guerreros enanos se van desplegando en orden de combate en medio de los arboles. Si logramos atrapar a los trasgos por sorpresa, esto va a ser rápido y feroz.