Partida Rol por web

La 2 Compañía avanzó asta la posición de los orcos el Enano Cerus de las barbas rojas exhibiendo su martillo de guerra arremataba la vida a un orco chocando el martillo en el cuello, Tairus mataba a otro con su espada travesandole el corazon y la pareja de hermanos elfos uno con la espada y la otra con la lanza mataban a diestro y siniestro, mientras el bárbaro y el mago se mantenían a raya a causa de un troll...

Alber el capitan élfico se dirije hacia toda prisa a dar protección a mago de Wolf y al bárbaro pero cae de inmediato, dos flechas oscuras orcas se han clavado en el corazón ¿ quien dijo que los orcos eran malos al puntar con arcos?...

¡¡ALBER, MALDICION!! grito al ver como alber cae ante las inminentes flechas orcas, me dentengo unos segundos para pensar en la situacion y veo uno de los capitanes orcos alejado del peligroso troll; al ver esto, mi cuerpo es consumido por la ira y agarrando firmemente mis espada y mi escudo voy corriendo asi el para aniquilarle ¡MUERE ESCORIA! y cuando logro llegar a el, le logro dar un golpe dandole un profundo corte asendente con mi espada y luego de esto me preparo contra cualquier contraataque con mi escudo

Todos contemplamos la caida de Albert en combate. Y todos, sentimos una rabia feroz y salvaje consumiendonos por dentro. Oimos el grito de Fargrin y contemplamos su heroico ataque. Y yo sonrio con mi caracteristica sonrisa, desenvaino mis armas y me lanzo a la carga tras Fargrin. Un orco salta sobre mi desde la derecha. Me inclino y, desde abajo, le destrozo las entrañas a placer. Hago a un lado el cadaver del orco justo a tiempo para ver el ataque de un segundo enemigo. Este otro orco corre hacia mi con su espada alzada con ambas manos por encima de su cabeza. Cuando la descarga, bloqueo ssu tajo con la hoja de mi espada y con mi daga le rajo el cuello de una oreja hasta la otra. En ese momento, contemplo el campo de batalla y grito. ¡¡Arqueros!!. ¡¡El troll!. ¡Matadlo o debilitadlo al menos!. Veo entonces como los arqueros enemigos preparan una descarga. Yo me agacho y agarro el cadaver de uno de los dos orcos para usarlo como escudo mientras grito. ¡Preparaos!, ¡Vamos a sufrir una descarga!. ¡Cubrios entre los arboles!

Todos se crubían como podian,menos el pequeño hobbit Tolus que hacia mucho tiempo que no hablaba recibio una flecha clavada en el púlmon derecho. Wolf descargaba su martillo de guerra al troll en la pierna derecha y este respondió con un manotazo y lo llevo a 5 metros del suelo dejandolo insconciente, el barbaro arremato con su espada de doble filo en la barriga y el mago aprovechó para que un rayo de luz lo cegara y el barbaro arremataba cortandole el cuello...

NOOOOOOOOOO grito al ver caer a mi amigo tolus, y cargo de frente contra el grupo de arqueros, ignorando las flechas que una, a una rebotan en mi cota de mithril,

Af•lak gund'ya ruks!
Nakhladu narâga.
Nab•rrakûna sayaz•rrumna rrakhâsa
Nab•rrakûna sayab•rukna rrakhâsa
Baruk Khâzad
Gabilnarâga.
El cruel hierro la negra sangre traga,
el acero engulle vida y odio,
nuestras hachas con sangre hasta el codo,
¡muerte al Orco y al Snâga!
Hiende y corta, desgarra y trocea,
y derrama la negra sangre trasga
el acero, la piel penetra y rasga.
En la guerra el guerrero se recrea.

Af•lak gund'ya ruks!
Nakhladu narâga.
Nab•rrakûna sayaz•rrumna rrakhâsa
Nab•rrakûna sayab•rukna rrakhâsa
Baruk Khâzad
Gabilnarâga

Es pesada la carga de la vida
para el Orco que vive bajo tierra.
Como al árbol abate una sierra
es el orco para el hacha comida.
Como brota de la grieta el torrente
que los árboles riega y fecunda
nuestra barba se crece y abunda
salpicada por la sangre caliente

Af•lak gund'ya ruks!
Nakhladu narâga.
Nab•rrakûna sayaz•rrumna rrakhâsa
Nab•rrakûna sayab•rukna rrakhâsa
Baruk Khâzad
Gabilnarâga

Siete veces por treinta son las voces
que invocan el canto del acero;
no atraviesa la flecha del arquero
la armadura de los Khâzad feroces.
Carga el Orco, su última intentona,
los escudos con runas le retienen.
Roca atrás, hierro enfrente venir viene
nuestra hueste: el Baruk Khazad entona.

BARUK KHAZAD KHAZAD I MENU!!!!

entono mientras avanzo sobre ellos con paso lugubre, abatiendo a cada orco que se planta en mi camino, en dirección a los arqueros.

Protegido por el cadaver del orco veo la caida de nuestro compañero hobbit. Los dientes me rechinan de rabia. Las flechas sigen cayendo pero en ese momento, resuena en el campo de batalla un lenguaje capaz de romperte las mandibulas. Es la ronca voz de Eredae. Y un ya legendario grito de guerra resuena por todo el lugar. ""Hachas de enanos, los enanos estan sobre vosotros". Y yo arrojo el cadaver a un lado y avanzo hacia la linea de arqueros cubriendome de arbol en arbol. Y cuando ya estoy lo bastante cerca, grito. ¡¡A muerte!!, ¡¡Sin piedad!!. ¡¡Y que sea salvaje!!. ¡Que estas sucias bestias sufran antes de mandarlas al abismo del que proceden!!. Apenas a unos metros de mi, hay un par de arqueros orcos. Me han oido y no me importa. Los orcos se acercan a mi posicion con los arcos empuñados. De pronto, me asomo por el lado derecho del arbol y arrojo mi daga alcanzando a uno de los orcos en pleno rostro. Despues, salto sobre su sorprendido compañero y le clavo con fuerza mi espada en las entrañas hasta que la punta asoma por su espalda. Retrocedo unos pasos y me agacho a recojer mi daga. Y, usando a este nuevo cadaver ensartado como escudo, me dirijo hacia mi objetivo. El segundo capitan orco. Pues se que estas bestias cobardes se sumiran en el caos si acabo con el. Sigo avanzando protegiendome con el cadaver y cuando estoy cerca del capitan enemigo, grito. ¡Sucio perro carroñero!. ¡Ven aqui a probar el recio acero de Gondor!. ¡Ven y afronta tu muerte!. Y espero haber llamado la atencion de algunos enemigos para dar tiempo a mis compañeros de reagruparse y lanzar un ataque.

El último Capitán orco oyo el desafío del guerrero de Gondor cargando contra él con el machete y una espada de batalla orca en la izquierda hizo una finta...

Y yo, una vez mas, sonrio en medio del combate. De una patada lanzo el cadaver con el que me cubro sobre el capitan enemigo. El cadaver del orco golpea en sus piernas haciendole perder el equilibrio. Y yo, sin dudar ni un instante, salto sobre el y le hundo mi espada ya libre del cadaver en medio de su fea cara. La retuerco y entre dientes digo. Esto es por mis compañeros. ¡Sufre mientras mueres maldito! De inmediato me cubro tras otro arbol pues estoy cerca de otros arqueros. Y, mientras estoy a cubierto, grito. ¡Ahora, a por ellos!. ¡Han perdido a sus capitanes!. ¡Esta es nuestra oportunidad!.

Los arqueros antes de huir mataron a Wolf de dos flechas, el Enano Cerus cayo con una lanza clavada en el estomago y un corte en el cuello, el Mago y el Barbaro cayeron en la lluvia de flechas los dos hermanos elfos fuero masacrados sin piedad con cortes de espadas, machete y lanzas, Tairus cayo combatiendo pero a su alrededor tenía a unos diecinueve orcos todos muertos por la espada del aventurero.

Los orcos pocos que quedaban huyeron..

cobardes! son todos unos cobardes! grito mientras loo pocos orcos que quedaron huyen despavoridos por nuestra fuerza, sin pensarlo un momento voy rapidamente a buscar a mi caballo el cual se encuentra 100 metros detras del campo de batalla y al pasar por donde estan mis compañeros le digo sin mirarlos siquiera hay que ir tras ellos, no sea cosa que de alarma

Thim se había quedado atrás sin participar en el combate cuerpo a cuerpo pero disparando flechas todo orco que se ponía a su alcance.
Mientras mira en los cuerpos de los caídos si puede recuperar alguna, se detiene a la altura de alguno de Alber y dice apenado:
-Parece que nos tendremos que retrasar para dar sepultura adecuada a nuestros amigos. ¡Malditos yrch! ¿Qué les habría llevado a estas tierras?

resagado de la batalla, veo como terminan muertos varios compañeros debemos apresurarnos, demoles sepulturas y continuemos, no nos podemos quedar mas

Junto a Thim estuve en la retaguardia lnzando flechas a cuanto Orco se me atravezaba, al ver morir a Tolus la ira borbotaba en mi interior y me acercaba mas a el campo de batalla, todavia con el arco en mano y acabando con cuantos orcos aparecian, al ver como Ulbar mataba a su capitan los orcos salieron huyendo y yo en un ataque de rabia me subi al arbol mas alto que encontre y empeze a matarlos sin importar cuan lejos estaban.

La ira que sentian revoloteaba en mi interior como un dragon esperando salir, era una ira que nunca habia sentido y era descargada por mi arco en cada flechazo, los orcos seguian alejandose pero cada uno de mis tiros eran certeros, asi cayeron por lo menos 7 de los orcos que estaban huyendo.

Despues de un tiempo ya eran casi imposibles de divisar los que huian pero yo seguia lanzando flechas automaticamente, casi sin sentido... como esperando poder saldar el no haber salvado a mis compañeros.

Me bajo del arbol y me recuesto contra el mientras lloro amargamente por nuestros compañeros caidos, despues me levanto y cojo a Tolus entre mis brazos despues de cerrarle los ojos bendecirlo con mi mano derecha, que descanses con tranquilidad, fuiste un gran compañero, susurro en elfico

lo mas rapido sera hacerles una pira a cadas uno de ellos, y que descansen como los guerreros son digo en alto mientras apollo mi mano sobre el hombro de thelion

Siento una mano calida en mi hombro y me levanto tratando de esbozar una sonrisa y despues replico, parece que los elfos no son tan malos despues de todo, llevo a Tolus hasta donde esta Alber y lo pongo al lado de el, deberiamos conseguir madera

En silencio he observado como mis compañeros se ocupan de nuestros caidos en batalla. Yo, entretanto, he ido acumulando ramas recigiendolas por todo el campo de batalla. Ahora, voy depositando esta leña a los lados y por encima de nuestros caidos. Miro por unos instantes el triste espectaculo y digo. Han caido con honor combatiendo contra la sombra que trata de devorar el mundo. Han sabido cumplir con su deber hasta el final. Encendamos esta pira funeraria y que su fuego y su humo sea visto por nuestros enemigos. Que les sirva de señal y de advertencia. Estamos aqui y vamos a por ellos. Combatiremos las veces que haga falta hasta obtener la victoria y la libertad o moriremos en combate sin que nos importe. Pues otros ocuparan nuestro lugar una y otra vez hasta que se consiga, por fin, la victoria.

Todos hicieron un alto de silencio, mientras quemaron los orcos apiñados en una pila alejada de la pila funeraria de sus compañeros...