Partida Rol por web

Han pasado años aproximadamente 5 que se conocen, han entrenado juntos pues iban hacer los proximos en ser heroes, luego de 5 años de entrenamiento su mayor los une para que se unan todos ustedes y poder ser un grupo que pueda ir a vencer el mal que estaba volviendo, para eso les dice que su primera mision es en una minas en Duvik, el campamento en el que estan tiene una tienda para que puedan dormir, una persona la cual cuida su oro por si alguien quiere guardar, tambien hay un curandero que por cierta cantidad de oro puede hacer milagros y una tienda para las prendas y/o armas que quieren dejar.

- Bien, hoy es el día. - pienso mientras me ajusto las botas. Después de toda la teoría, todos estos años aprendiendo los rudimentos básicos de la magia, hoy por fin voy a emplearla de modo práctico real. La verdad, ya me estaba cansando un poco de tantos exámenes absurdos. Que si a ver si puedes leer este pergamino, que si intenta parar las pelotas que te lanzo con tu Escudo conjurado...Por Mystra, que no tengo 5 años. Pero en fin, era requisito indispensable pasar por este entrenamiento para unirme a este grupo, y dado como están las cosas, un trabajo fijo es un trabajo fijo.

Me acerco al riachuelo cercano al campamento para asearme. Mientras me recorto la perilla con la daga no puedo evitar fijarme en cómo Chip se busca el desayuno. Es increíble la tenacidad y ferocidad de tan pequeño animal. Es una de las razones por las que lo escogí como mi familiar. Se necesita tenacidad para avanzar en el mundo de la magia, y unir mi alma a un animal así quizá me hiciera con el tiempo parecerme a él. Quizás...

- ¡Joder!

Si es que no estoy a lo que estoy. Ya me he cortado. Pues sí que empezamos bien el día. Me lavo la herida con agua hasta que para de sangrar, y vuelvo hasta la tienda, no sin antes llenar mi odre y echar un buen trago del fresco líquido elemento.

Ya en la tienda, desenvuelvo una de mis raciones de viaje para desayunar. No tengo hambre, así que sólo tomo unas pocas pasas. Ya comeré lo más fuerte por la tarde.

Con todas mis cosas guardadas en la mochila, Chip en mi bolsillo y el bastón en la mano, me dirijo junto al resto de mis compañeros.

- Partiremos cuando queráis. - digo con una sonrisa que revela mi impaciencia por nuestra primera misión.

Pues si, ya hace 5 años que llegué a este lugar alejado de mi lugar de nacimiento con el objetivo de descubrir cuál es la fe verdadera en el mundo, la nuestra, la de los enanos, Moradín, o esos dioses que veneran otras razas y algunos enanos también.

La verdad es que en este grupo me encuetro muy a gusto y creo que tras el entrenamiento recibido aquí estoy listo para lanzarme en mi búsqueda con una gran dosis de probabilidades de sobrevivir a los peligros que me acecharán ahí fuera en el mundo donde hay mucha maldad, herejía e injusticias que resolver para que el mundo dominado por el verdadero dios, Moradín, el gran constructor, sea apacible para todos sus habitantes, llamen como le llamen al Creador.

Oro a mi Dios frente al altar que tengo en mi tienda montado para las oraciones diarias que no puedo ni debo descuidar, pues él me da su poder para ayudar a todos aquellos que lo requieran y sigan el camino del bien. Tras unos minutos empiezo a ataviarme con mi pesada armadura (no lo suficiente para un enano) , mi escudo y mi maza, la miro y comparo con el martillo de guerra símbolo de Moradín y muevo la cabeza en señal de negación, pensando que debo entrenar más hasta dominar el martillo de guerra para sentirme más cerca de mi dios.

Cuando estoy totalmente listo salgo a fuera a reunirme con mis compañeros.

-¿Listos para acabar con el mal del mundo y hacer un mundo mejor en nombre del Creador?

Cinco años,si cinco años han pasado desde que Bain se unió a este grupo,pero a él no le importaba siempre y cuando alcanzara la perfección.
El varón se encontraba cerca del rio ,de aguas mansas y cristalinas, ejecutando una tras otras las katas que había trabajado,aprendido,machacado,atosigado y perfeccionado una y otra vez, día tras día.
Sus músculos ,asomaban desnudos, en perfecta sinergia y reflejaban una pequeña capa de sudor que reflejaba la luz del astro rey.

Mientras hacia un semicírculo con el bastón de madera de cerezo lo agarro con ambas manos, dejándolo en paralelo con el suelo y así ejecuto la kata final,dejando los músculos que se relajaran. Camino hacia el mago y lo saludo mientras se afeitaba. Quizás por eso o por propia casualidad la hoja rasgo la piel del conjurador que libero un poco de sangre.

Mientras la sangre de sestar se mezclaba con el agua del riachuelo,el sudor del monje también lo hacia. Una vez limpio se vistió con su atuendo completo y fue hacia la tienda.

Allí estaba Bjorn,un enano sirviente de Moradín,terminando sus rezos. Lo saludo y espero a los demás.

Si nos ponemos las pilas podemos avanzar bastante pero depende de vosotros!!