Partida Rol por web

—A veces las mejores historias se esconden detrás de los rumores—respondió—. Y los temas de interés de los que llegamos a La tela no nacen en redacciones ni en ninguna sala de prensa. Los sucesos salen de la calle y los misterios del universo. De todas formas... yo no busco historias que contar. De esas tengo de sobra. Lo que yo busco es saber —bebió—. Y en el foro he visto cosas interesantes. ¿De dónde salió la idea? Hay muchos sitios en internet. ¿Por qué abriste este?

Era agradable tener la oportunidad de hablar de los mismos temas que interesaban a todos pero en persona y no tras una fría pantalla de ordenador. Ver sus caras, observar sus expresiones al hablar, sus gestos, volverlos más humanos por así decir era una experiencia muy estimulante para Belén. La conversación que estaban manteniendo, a parte de resultar muy interesante, le confirmaba a la escritora lo que ya había imaginado en más de una ocasión, que en aquel foro había gente culta con la que merecía la pena hablar.

—Por supuesto que las experiencias personales alimentan el conocimiento, pero sin curiosidad por seguir ahondando, por descubrir nuevas formas de avanzar ese conocimiento quedaría demasiado estancado.

La conversación derivó en la actuación de Mixi y, más concretamente, de Kain, el joven que no había acudido a la reunión a pesar de haber comentado que sí iría. Belén escuchó con atención lo que se comentaba del último mensaje que el joven había enviado al foro y que ella no había leído y lo que le extrañó fue saber que dicho mensaje había sido borrado, o simplemente había desaparecido.

—¿Puede pasar eso? Me refiero a que se caiga un servidor y que borre un post ya escrito… ¿No resulta un poco raro? Quizás fue él mismo el que lo borró.

Conspiraciones a gran escala. Grandes corporaciones que dominan el mundo. Esos eran los temas que interesaban a Kain. El mismo perro con distinto collar. ¿No era eso de una forma u otra precisamente lo que hacían todos en el foro? Unos hablaban de extraterrestres, otros del gobierno, y otros de grandes corporaciones. Nada realmente especial. Pero el muchacho además se sentía perseguido. Mirandolo bien, algo tampoco fuera de lo común entre los participantes del foro. Mariano suponía que posiblemente la mitad de usuarios de La Tela de Araña se creía en posesión de la verdad y ser por tanto el blanco de fuerzas ocultas y la otra mitad se creía capaz de descubrir esa verdad y de desbaratar unos supuestos planes de dominio y control de la humanidad de las mismás fuerzas ocultas.

Los comentarios de sus compañeros de todas formas fueron bastante decepcionantes. No explicaban mucho, ni ofrecían luz sobre lo que pudiera haber pasado de verdad. Si es que había pasado algo.

Mariano estaba sentado, frotándose la barbilla mientras pensaba en las palabras de firefly al principio de la reunión. Este había comentado que se había sentido perseguido y la mayoría había desviado la mirada sonriendo de medio lado. ¿Cómo era Kain? Si Mixi era una chica joven y había despertado ciertos sentimientos más allá de la amistad hacia su compañero de foro, ¿no sería de esperar que también Kain fuera un chico joven? ¿Podrían haber confundido entonces a firefly con Kain? ¿Y si Kain realmente había descubierto algo revelador de verdad? Eran elucubraciones fantasiosas de una imaginación trastornada, pero el párroco se sintió de repente atraído de verdad por la historia del chico.

Tan sumido estaba en sus pensamientos, que al principio no atendió al resto. Cuando Belén preguntó acerca de la posibilidad de que Kain hubiera borrado el mismo el post, Mariano, interesado, volvió en si.

– Es un planteamiento interesante. Yo tampoco sé nada sobre esos temas técnicos ¿Qué opináis vosotros? ¿Ha borrado Kain el mensaje por si mismo o es incluso factible que haya sido alguien desde el exterior?

—¡Ah! Por fin pongo cara a la redactora de esos extraños sucesos en comisarías —contestó a María.

Cuando llegó Marcos, la conversación justo había cambiado de nuevo hacia la ausencia de Kain y su mensaje desaparecido.

—Bueno, es cierto que puede ocurrir algún fallo en la programación web de la página y los servidores, pero veo poco probable que se haya borrado solo. Quiero decir, una cosa es que escribas y justo cuando mandas el mensaje el servidor se quede colgado y lo pierdas y otra distinta es que se publique, la gente pueda verlo y se borre —intentó explicar a Belén—. Por eso, coincido contigo y creo que lo más probable es que él mismo haya borrado el mensaje. No sé quizás se arrepintió tras escribirlo o algo. O quizás se lo borraron —arqueó las cejas doblemente y puso ojos de misterio y sonrisa pícara, para remarcar la broma—.

Lo cierto es que los temas sobre los que escribía eran bastante interesantes, tenía sus hipótesis bien estructuradas y definidas y pocos hilos sueltos. Vaya, no era de ese tipo de personas que sueltan lo primero que se les viene a la cabeza, sino que cuando dice algo suele tener algún fundamento.

De hecho, he de reconocer que los primeros hilos a los que me enganché, mucho antes de atreverme a escribir siquiera en el foro, fueron aquellos creados por Kain. Podría decir que fue el que consiguió atraparme a la Tela de la Araña¹.

Se dirigió hacia Pedro.

—¿Has podido leer algo de lo que decía? A mí apenas me ha dado tiempo a entrar y el mensaje ya no estaba.

-¿Buscas saber pero no para contar?- preguntó Frohike, receloso a la vez que curioso -¿Algo como "La verdad está ahí afuera..."?- interrogó usando una cita -¿Que porqué abrí el foro? No sé, quizás es que no me gustan los niños, en esta ciudad se mueren todos los árboles y me falta talento para escribir. ¿Quién sabe si no será esta toda mi contribución al mundo futuro? Aquello por lo que seré recordado...- se echó a reír, normal al principio, excesivo a medida que pasaban los segundos, como si hubiera alguna gracia adicional en sus palabras -Perdona, perdona. La verdad es que lo abrí porque me interesan estos temas y no encontré ninguno donde no me pareciese que la gente estaba loca o burlándose, así de simple. Para mí todos los casos del foro son interesantes porque son muy reales aunque no sean comunes. La historia de Fry_two_finger me impacta cada vez que la cuenta. O lo del hermano de RIP_er. O cualquiera de las cosas que cuenta Doc_Alma. Y me gusta conocerlas. Algo en mí me pedía que abriera un canal para escuchar a todos los que quisieran contar cosas parecidas. Y eso hice.-

RIP_er se encogió de hombros alegando ignorancia ante la pregunta de Belén secundada por Mariano. Pero no fue hasta que Mosfet preguntó, que dió una respuesta verbal.

-Pues eso les contaba antes de que llegaras, que creo que iba de lo de siempre, sobre conspiraciones y de que nos vigilaban. O algo parecido... Pero vamos, sobre si ha desaparecido o lo ha borrado él, ¡a saber! A mí, de la informática, ya no me extraña nada, la verdad. Pero sí, pudiera ser que Kain lo hubiese borrado. Igual se dió cuenta de que sonaba demasiado... increíble. Incluso para él.-

María pareció dudar -Pues como lo haya borrado él... Vamos que el disgustazo de Mixi ya no se le va a quitar pero si encima ahora intenta tapar las pistas para que no parezca que nos dió plantón... ¡A saber! Luego igual, cuando vuelva a casa, me conecto un momento a ver si está y le pregunto qué ha pasado- decidió la policía, tras lo que consultó su reloj -¡Vaya! Sí que llevamos tiempo aquí. Se me ha pasado volando- Sacó el móvil y comprobó lo que parecía una aplicación con horarios -No sé si ir despidiéndome, dentro de media hora tengo un autobús a casa, me da tiempo a llegar al intercambiador. Pero, en cualquier caso, ha estado genial veros. Ojalá repitamos ¿sí?- preguntó esperanzada

Al parecer la desaparición del mensaje del joven forero era algo en lo que el grupo de aficionados a las conspiraciones no veía nada inusual. Y, si no había ya nada más que rascar, Mariano decidió dejar el tema. Al menos con ellos. Aún quería intercambiar unas palabras con Firefly.

Doc_Alma le trajo de vuelta a la realidad de los horarios, de los servicios públicos y del extraño comportamiento del tiempo, que parece avanzar más rápido cuanto más se disfruta de la compañía.

– Es cierto. Se ha hecho ya tarde. – confirmó lo dicho por María, tras comprobar el mismo la hora que marcaban las manecillas de su reloj de pulsera analógico. Y siguió –. Estaría muy bien volver a vernos. La verdad es que vine a la cita con mis dudas y al final me lo he pasado muy bien.

Apuró su cerveza y se levantó de la silla levantándola en lugar de arrastrarla.

– Yo también debería de irme, si no quiero perder mi conexión. Pero antes quiero comentarle algo a Firefly. – Dio la mano a cada uno de ellos. El cura no era de dar esas muestras de afecto salvo a personas muy cercanas –. Si algún día pasáis cerca del monasterio, preguntad por mi. – Y, tras una pequeña pausa, añadió con una sonrisa –. Por Mariano, claro. No por Torquemada. Hasta la próxima.

Y salió en dirección a donde se encontraba el forero más joven.

Aunque Belén apenas entendía de informática, lo justo para navegar por internet buscando información o para usar un procesador de textos con el que realizar sus escritos más cómodamente, le seguía resultando muy extraño que alguien pudiera entrar en un sitio cualquiera a borrar mensajes, eso sonaba para ella como ciencia ficción, así que lo más lógico era pensar que el mismo joven que lo había escrito lo hubiera borrado también.

Pobre Mixi, fue lo que pensó al recordar lo ansiosa que se mostraba la joven al inicio de la reunión y lo abatida y nerviosa que parecía al irse.

Pero todos esos pensamientos se disiparon al escuchar a María. En un gesto mecánico, Belén miró también su reloj, una antigüedad de plata que había conseguido en un mercadillo y del cual se enamoró nada más verlo, y se sorprendió de lo tarde que era. Aún tenía que repasar varios escritos cuando llegara a casa ya que, en un primer momento, había creído que aquella reunión apenas duraría una hora, en cambio allí seguían mucho tiempo después y Belén comenzó a agobiarse al darse cuenta de todo lo que tenía que hacer.

—Bufff… Los días tendrían que durar más horas para que me diera tiempo hacer todo lo que me gustaría —dijo mientras se levantaba—. Ha sido toda una sorpresa esta reunión, una sorpresa muy agradable por supuesto. Y desde luego que tendríamos que repetirla.

Tendría que coger aún un autobús que la llevara al tren ya que Belén vivía a las afueras. Pero, antes de irse, miró a todos con auténtica curiosidad, maravillándose porque personas tan distintas pudieran tener tantas cosas en común, eso sin contar con lo agradable que resultaba poder conocer y hablar en persona con gente que sólo conocías tras la pantalla de un ordenador.

Sí, sin lugar a dudas se alegraba de haber aceptado ir a la reunión.

—Yo también intentaré meterme luego en el foro, para ver qué se sabe de Kain. Pero ahora me tengo que ir. ¿Alguno viene en mi dirección?

Ibarz no sabía si la risa de malo de dibujos animados era una broma boba o un indicio de que Frohike fuera un perturbado. En cualquier caso, el periodista no era la persona con mejor sentido del humor del mundo. De hecho, tenía poco de eso.

—Como legado me parece un poco efímero—comentó a lo que decía Frohike sobre su «gran obra» que era el foro. Ibarz tampoco destacaba por guardarse sus opiniones. Hasta encontraba cierto placer en ser afilado y cultivar una legión de troles imbéciles en su blog a los que provocar de vez en cuendo. Que te odien, pero que te sigan. Esa era una buena política en el camino hacia el éxito.

—Tu foro es interesante, pero está vacío. Son solo unos y ceros escritos por gente anónima que se esconde tras un nick. Y tú también. No eres más que un nick. Cuando el servidor caiga, que lo hará, o te ataquen los que saben hacerlo, desaparecerá y tú con él. En la primera semana los usuarios entrarán en histeria como si se hubiera desgarrado un trozo de ellos. A los diez días habrán encontrado un sustituto. En seis meses habrás sido totalmente olvidado. Así funciona todo en  internet. Y todo porque no somos más que nicks. No somos nada. Si quieres dejar un legado, escribe de dando la cara en un lugar donde se te reconozca. No sirve de nada administrar un foro. Lo haces bien, pero eso es como ser el portero. Debes crear contenido, ser la parte que produce para que otros consuman. Un blog, un libro, prensa... lo que sea—Ibarz era amargo pero sabía de lo que hablaba—. ¿Tienes algo de eso? Tienes talento—mintió. No le importaba Frohike y no sabía si tenía talento, pero sí sabía que, desde la posición de «famoso», cuando le decías algo así a alguien le estabas disparando al corazón y atándolo a tu redil—. No lo desaproveches siendo la portera de un foro.

Firefly estaba acompañado de dos muchachas jóvenes, momento que el muchacho parecía estar disfrutando abiertamente. El eclesiástico esperó que el forero igualmente le dedicará unos segundos de su tiempo y no le mandara de una manera más o menos educada a meterse en sus asuntos.

– Hola. Soy Torquemada. ¿Me concedes dos minutos? De verdad que no será más. Llevo prisa.

Y le hizo un gesto para que se alejarán un par de pasos y buscarán un lugar un poco más discreto. El muchacho pareció vacilar, pero la curiosidad pareció ganarle la mano y, en lugar de rechazar la invitación de Mariano, les pidió a las dos mujeres que no se movieran de donde estaban.

Cuando pidió al cura que se explicará, Mariano le contó lo que le danzaba por la mente.

– Veras. Puede parecer una locura, pero… Antes has dicho que creías que te habían estado siguiendo y luego descubrimos que Kain no ha podido venir. Que ha escrito algo para que luego, pocos instantes después, sea borrado. ¿Crees que todo eso puede tener algún tipo de relación con lo que crees haber visto al venir hacía aquí?

Si el chico solía hablar de persecuciones, Mariano supusó que se tomaría en serio las teorías del cura y no se burlar de él.

– ¿Conocías a Kain? Quizás os hayan confundido, ¿no crees? ¡Dime! ¿En qué has estado trabajando últimamente?

No quería asustar al chaval, pero Torquemada pensaba que todo aquello podía estar de algún modo relacionado. Y entonces Firefly debería de tener cuidado.

Marcos aprovechó la desbandada y, tras acabar lo que le quedaba en el vaso de un tirón, comenzó la ronda de despedidas.

—Lo cierto es que ha sido un placer. Y me alegro de no haber sido el único que venía con dudas, en un principio. En fin, que ya podré poneros cara cuando vea vuestro avatar en el foro.

Cogió su abrigo mientras terminaba las despedidas.

—Un segundo. Salgo contigo, Belén —sujetó la puerta a la vez que terminaba de abrocharse el abrigo y salió—. Bueno, creo que mi parada de autobús está en aquella dirección. Un placer —sonrió—. ¡Nos vemos por el foro!

Con paso decidido, Marcos echó a andar por la calle, no sin antes confirmar dónde estaba su parada de autobús y el tiempo de espera.

Envueltos en aquel ambiente cálido, compartiendo confidencias y opiniones sin saberse juzgados, el tiempo se les pasó volando. Uno a uno fueron descubriendo que la hora era más avanzada de lo que creían y, sin necesidad de dar muchas más explicaciones, comenzaron a recoger sus cosas y despedirse.

-¡Ah! ¿Nos vamos?- comentó Fry-two-fingers, que en ese momento se aproximaba a la mesa después de dejar al joven Firefly a merced de las dos rubias -Por supuesto que tenemos que repetir, señor inquisidor- le sonrió el hombre al cura, mientras le estrechaba la mano y Mariano anunciaba si intención de ir hasta el muchacho -Ahí se lo he dejado- comentó señalando hacia la barra -Seguro que agradece que vaya-

Mientras, las sillas resonaban al arrastrarse por el suelo, separándose de las mesa para dejar a sus ocupantes espacio para ponerse en pie.

-Sí.- respondió María cuando Belén dió una idea aproximada de la dirección que iba a tomar -Yo me bajo antes, pero voy hacia allí. Te acompaño- ofreció la policía, aparentemente satisfecha por no marcharse sola.

-Yo seguro que entro al foro. Mis problemas para conciliar el sueño me permiten este tipo de cosas. Si vais a estar alguno, igual os veo ahora- confirmó RIP_er mientras se enfundaba en una cazadora ligera.

Marcos, María y Belén salieron los primeros. El informático, después de despedirse de la gente y casi sin terminar de abrocharse, sostuvo la puerta para que las mujeres salieran mientras el aire frío de fuera se colaba en el local. Luego, ya en la calle, se despidió para dirigirse en dirección opuesta.

En la combinación de oscuridad y bullicio que reinaba a aquella hora en las calles de la ciudad, cada uno se dirigió a su propia casa. O eso pensaba el resto.

El comentario de Ibarz no pasó desapercibido para el administrador que reaccionó aboservándole fíjamente.

A medida que el periodista continuaba con su argumentación, era más claro que Frohike se contenía en responder. Sus manos se apretaban en puños con tanto fuerza que los nudillos se volvieron blancos.

-No me interesa el dinero, ni los seguidores. No busco que nadie consuma nada. Los que saben son los que...- Entonces los ruidos del otro lado de la mesa, captaron si atención. Todo el mundo se levantaba y empezaba a recoger sus cosas 

-¡Eh! ¿Os vais ya?- preguntó Frohike. Varios asintieron y Fry-two-fingers se encogió de hombros -Es cierto que se ha hecho tarde-

Frohike se levantó entonces para despedirse de todos. RIP_er se ofreció a llevarle y aceptó. Antes de irse, quizás molesto por las palabras de Ibarz, se acercó a éste mientras se abrochaba el abrigo.

-Quizás, más adelante, volvamos a hablar de este tema. O quizás no- luego extendió la mano para estrecharla en un gesto de despedida.

Ibarz estrechó la mano de Frohike con firmeza y sonrisa de medio lado.

...niñato...

El administrador se había picado. Parecía como si escondiera algo que se resistiera a contar. Pero ¿qué? ¿Una respuesta airada a su provocación, que se guardaba por no armar jaleo? ¿U otra cosa?

...los que saben son los que... los que callan, eso es, sí... como yo... no todo puede contarse ante el rebaño... ¿eso quieres decir, Frohike? ¿A eso te refieres? ¿O hablas por hablar?...

—Eres tú el que ha hablado de dejar un legado, de ser recordado. Ya te lo digo yo: un foro y un nick no es ningún legado. Es humo. Tú verás si quieres seguir tragando esa pastilla azul o atreverte con la roja.

La reunión se acababa. ¿Quedaba algo por hacer? Solo despedirse. Había algún contacto interesante ahí, pero poco más. No esperaba encontrar una legión de personas interesantes que de verdad valieran la pena. De hecho, consideraba una suerte haber encontrado a dos o tres medianamente aptos. La escritora, por ejemplo, pero más que nada porque era una persona más preparada y culta que el forero medio. Fry_two_fingers, que estaba claro que tenía una historia más grande que sí mismo, una historia que olía a Verdad. Quizá Doc_alma fuera una interesante fuente de información si conseguía trabajársela.

Y Frohike. Frohike el Iracundo. Frohike el Enmascarado. El Dueño y Señor de la Tela de Araña. Es decir, el señor de poco.
El que se hacía pasar por guay y cercano pero que dentro estaba rabiando por algo que había dicho Ibarz. ¿Orgullo herido de milénico egocéntrico que cree que unos bits son algo? ¿U otra cosa?

— Cuando quieras. Ya sabes dónde encontrarme.

El apretón de manos acabó e Ibarz se giró al resto.

Ibarz comentaba algo con Frohike y se estrecharon la mano como despedida. Se giró a los demás.

—Un placer conoceros. Gente curiosa por aquí. A ver si quedamos otro día o algo. Os espero en mi blog. ¡Comentad!

Se despidió con los acostumbrados dos besos con las señoras y el apretón de manos con los hombres. No había podido hablar mucho con cada uno, y de hecho no había cruzado ni media palabra con otros, pero para ser una reunión de ese tipo era más que suficiente. No se podía estar en todos lados.

—Y recordad: ¿eligiréis la pastilla roja?

Era hora de irse.

Cuando se aproximó al chico, Mariano se dió cuenta de lo erróneo de su interpretación. El joven no parecía disfrutar de la compañía de las muchachas, si no que, más bien, parecía azorado y algo incómodo, como si no supiera desenvolverse.

-¡Claro! ¡Claro! Si le hago falta...- dejó caer en un claro intento de excusa mientra se separaba de las chicas y estas bromeaban haciendo como que le agarraban y no le dejaban ir.

Finalmente, Firefly92 y Torquemada, consiguieron ubicarse tras una mesa, algo alejados de las rubias

-¡Gracias! De veras... Ya no sabía qué hacer ¡No me dejaban ir!- comentó algo agobiado aún -¿De qué querías hablar?- preguntó para luego colarse en una posición que indicaba interés en la escucha.

Tras oír lo que el sacerdote quería preguntar, el joven asintió

-Sí, sí... lo de que me seguían era como esas otras veces. Ya sabes que siempre digo en el foro que hay que tener cuidado, que nos siguen. "Ellos" tienen sus secretos y no les gusta que la gente los sepa. Al final, querrán asegurarse de que no contemos los que sabemos ¿no crees?- incluso, mientras lo decía, Firefly92 miraba hacia los lados, como pendiente. Bajó algo la voz -Por cierto, yo soy Lucas- luego volvió a un tono más normal -Así que Kain ha posteado un mensaje que ya no está... Interesante... No tengo ni idea en qué andaba. La última vez me contó algo sobre un tipo que había desaparecido...- se le nota que intenta hacer memoria pero también que no es un gran esfuerzo -¡Nah! No me acuerdo. Las cosas de Kain nunca son muy serias, la verdad. Me refiero a qud habla y habla... Y nunca escucha a los que tenemos información de verdad. ¡Anda que no le he contado cosas! ¡Y el tío pasa! Como si fuesen poco importantes. Yo creo que no sabe mucho. Igual solo está en el foro para ligarse a Mixi, no como nosotros, que sabemos bien dr qué va todo esto-

Firefly92 siguió desgranando, durante unos minutos más, sus teorías sobre cómo nos han ocultado información sobre vida extraterrestre y algunas teorías más sobre como el universo es un ciclo temporal y no una realidad en si misma, como los extraterrestres son más seres del pasado o el futuro o porqué deberíamos estar inventando una máquina del tiempo si queremos llegar a habitar Marte.

Tras la conversación, Mariano tenía varias cosas claras. La primera era que Firefly92 no conocía bien a Kain. La segunda que el chico creía que sabía más que nadie de casi todo y escuchaba poco al resto. La tercera, que Lucas no trabajaba en nada, sólo estudiaba en la universidad y navegaba por internet. Y la cuarta y última que,  aunque sus extrañas pudieran ser verdad, no tenían una base creíble como para que alguien le siguiera para ocultarlas. Si querían que nadie las tuviese en cuenta, sería mas exitoso dejar que Lucas hablara de ellas.

Había sido una buena velada pero, por mucho que quisieran alargarla, había llegado el momento de despedirse. Por lo menos Belén se sentía contenta de haber podido poner cara a algunos de los miembros del foro con los que compartía ideas, conversaciones e información y tenía que reconocer que había quedado gratamente impresionada. Nunca se hubiera imaginado la variedad de personas reales que se escondían detrás de aquellos nicks. Personas como ella, con sus problemas cotidianos, sus trabajos cotidianos y sus vidas cotidianas. Era un punto favorable que conseguía darles el punto real a las personas tras la pantalla.

Belén se despidió de los que, durante un corto trayecto, compartieron su camino y, viendo lo tarde que se había hecho, apuró para poder coger el tren que la llevaría hasta donde vivía. Como todo en ella, la tranquilidad era fundamental y por ello había elegido una casita a las afueras de la ciudad donde poder meditar, escribir y estudiar sin ser molestada, un auténtico remanso de paz en medio del bullicio que asolaba la vida moderna.

Una vez en casa y después de vestirse con ropa más cómoda, se preparó algo para cenar antes de dedicarse a su trabajo con un té caliente a su lado. Pero no pudo evitar caer en la tentación de echarle un vistazo al foro por si había alguna otra noticia de Kain.

Poco a poco, el local perdió a sus ocupantes más conspiranoicos.

Belén abandonó el local, junto con Marcos y con María. Ambos, la escritora y el informático, se llevaron como recuerdo un agradable rato y, quizás, algo de interés por repetir en el futuro. Cuando llegasen a casa se conectarían brevemente para ver si se sabía algo del ausente Kain pero, la ausencia de noticias, buenas o malas, les llevó a cerrar el ordenador sin darle mayor importancia.

Efraín, una vez clara su opinión sobre el administrador del foro, se despidió con su mítico "¿eligiréis la pastilla roja?" dejando atrás alguna mirada extrañada de otros ocupantes del local, que le habían reconocido al pronunciarla, aunque ninguno hizo amago de acercarse a él.

Mariano, por su parte, permaneció unos minutos más en compañía del miembro más joven del grupo, Firefly92. Luego, después de tener claro algo más sobre el muchacho y algo decepcionado por la falta de información sobre Kain, se despidió para volver a su monasterio, a sus quehaceres.

“En la ignorancia está la felicidad.”

(Cypher - Matrix)