El miedo de entender que estaban relacionados con varias personas desaparecidas y que esas desapariciones continuaban, les embargó. Belén, asustada, no deseaba ir sola a la reunión, aunque eso no significaba necesariamente entrar juntos, si no saberse acompañada en la mesa en la que se sentara con aquel del que ahora empezaban quizás a tener sospechas, Frohike.
Por suerte para ella, Mariano también tenía interés por conocer y un cierto desasosiego sobre si habría hecho lo correcto al permitir al administrador, acceder a sus ordenadores.
Así, ambos estuvieron de acuerdo en acudir a la cita, aunque acordaron entrar por separado para que no los relacionasen.
Belén intentó serenarse mientras esperaba a que Mariano dejaba algunos temas cerrados. Allí, intentando aminorar el ritmo del latido de su corazón, sintió como el cansancio se iba a apoderando de ella y el sueño la llamaba.
Afortunamente, Mariano volvió antes de que llegase a dormirse.
Ambos partieron hacia el Cat Sire llegando con unos minutos de retraso. Primero entró Belén al local y, dándose dos minutos más, pasó Mariano.
Sir Francis Bacon