Un geologo desparece en australia en una expedición
Un geólogo, con el que guardais una extrecha relación, fué a una expedición al desierto de Australia, en busca de los minerales más antiguos del planeta. Sin embargo, no volvió
Se pretende tener un ritmo bajo para tener acciones muy meditadas. El sistema que voy a utilizar es por percentiles, tal y como viene en la segunda edicion. No aceptaré a nadie que me explique como ve la partida, que le gustaria y que me hable un poco de sí mismo
esta escena se la dedico a los hijos de puta de mis profesores de Geomorfología.
Edito: Antes de lanzaros a la Escena, contestad lo que aquí os pido
Todos habeis sido congregados por la que dice ser la mujer del Geólogo Charles Lyell, la cual, os ha llamado alarmada y con un tono que parecia indicar un asunto de vital importancia. Habeis llegado a su casa, y os encontrais en el Salón, sentados todos vosotros, tomando un té con Leche y limón, mientras esperais que haga aparición, la mencionada mujer y os cuente a que viene tanta prisa.
Tras haber estado en la casa de Liell, todos habeis salido un poco confundidos, teneis todos la determinación de ayudar a encontrarle, pero quizás sea bueno hablar más del tema.
Al otro lado de la calle, se halla una pequeña taberna regentada por un inmigrante irlandes que se jacta de servir las mejores pintas del pais. La taberna es un lugar pobremente iluminado, con bancos y mesas de madera. En una de las paredes luce semidescolgada una diana. Por fuera, cuelga ruidosamente un cartel, que reza, Taberna Michael Collins, en un muro de piedra. El local es una casa de piedra de dos plantas, en la que arriba parece estar la vivienda.
Al entrar encontrais el local en exceso bullicioso, y tras la barra encontrais al Sr O??´Sullivan
Al llegar,recordaís como el posadero os habia advertido de una murala infranqueable. Era cierto no tenía pérdida.
Se trataba de una casa grande, pero que empequeñecía, al comparársela con su perimetro de seguridad, el cual tenia forma hexagonal. Desde fuera de la verja, se podía ver una alambrada gigante coronada en alambre de espino, puestos de control, guardias fuertemente armados y perros, que parecian ambos, tener la misma cara de pocos amigos.
La alambrada solo se veía interrumpida por las seis entradas,que estaban situadas en puntos equidistantes a los vértices. Allí, habia una barrera para los vehículos bajada y un guardía que informaba de la entrada por esa puerta y subia y bajaba la verja. Excepto, aquellas entrada que daba directamente al río, en la que había un muelle.
ninguno habriais sospechado, que detras de la mansión pudiera haber un hangar.