Partida Rol por web

El doctor sujetaba en su regazo un abultado maletín – Yo cuidaré de su muestrario señor Peacock – Abrió el maletín sacó una botellita de whisky y le dio un trago, parecía ser que el hombrecillo calvo debía de ser comercial de alguna casa de bebida, el doctor se lo iba a pasar en grande.

- ¡Ultima llamada para los pasajeros de la caravana con destino a Lordsburg! – Exclamó el conductor, que acabó de subir las maletas

Una mujer se acerca a despedirse de la mujer pálida - ¿Estas segura de que quieres tomar esta caravana? – Quizás se refería a los indios, pero por la mirada que te echó quizás lo dijo por ti, la mujer le respondió – Si, no te preocupes, estaré bien, y viajo con un médico

Mire hacia el doctor, por lo menos el durante el viaje se lo iba a pasar en grande bebiendo whisky o cualquier otro licor que hubiese en el maletin,eso si pobre comercial cuando llegue a Lordsburg y no le quede ni tan siquiera una botella.

Miraba hacia todos los lados, impaciente, esperando que la diligencia saliera ya, quería salir ya de este pueblucho de mala gente, quería olvidarme de todos los malos momentos que había pasado aquí.

Hice oido sordos y dirigi la mirada hacia otro lado cuando hablo la mujer que despedía a la enferma, me aguante el no decirle todo lo que pensaba de las mujeres de este pueblo.

Las mujeres se despidieron y al doctor se le veía realmente feliz por tener ese maletín en su regazo mientras el hombrecillo lo miraba de reojo temiendo por su mercancía pero sin atreverse a decir nada.

El doctor, ya contento de nuevo nada más arrancó la diligencia se despidió de aquellas mujeres a su manera - ¡Que haya salud mujeres, que lo dudo! Ja, ja, ja… - Y no dejaba de ser una ironía pues se acababan de quedar sin doctor.

El carruaje avanzó unos metros más por la calle, pero no tardó de nuevo en parar ¿Y ahora que sucede?

Me compadecía del comerciante, espero que no tenga que vender lo que lleva en el maletín por que no se si va a llegar alguna botella llena. Sonrei timidamente al escuchar las palabras del médico¿Eran efectos del alcohol o el doctor era asi de gracioso?

Suspire aliviada al notar que nos poníamos en marcha, ya estaba tranquila. Esa tranquilidad duro poco hasta que la diligencia se paro. ¿Por que nos paramos?¿Que pasa?, pregunte

Se acercaba corriendo con la mano levantada el banquero – Gracias, gracias…

Cuando llegó se limpió el sudor mientras recuperaba el aliento – He recibido un telegrama para ir a Lordsburg ¿Hay un sitio para mi? – Subió con un pequeño maletín.

Mucho sitio no quedaba pero normalmente cabían hasta seis personas, así que el banquero tendría que colocarse en el banco de las mujeres – Con permiso

- Venga vámonos yeeeejaaaa – Espoleó el conductor de  nuevo a los caballos

Que suerte ha tenido el banquero de que haya parado la diligencia, seguro que yo me retraso y no hubieran parado, me hubieran dejado aquí. Pero como él es el banquero pues por supuesto que para, espero que no hayan vendido mas billetes o tendrán que empezar a subirse unos encima de otros y lo mas importante que nos retrasaremos. No tengo prisa en llegar pero si muchas ganas.

Mire al banquero desde que entro hasta que se sentó pero no dije ni una palabra.