Partida Rol por web

Finn examina la pócima. Concentra en su interior un flujo de energía arcana para identificar si aquel frasco encierra algún tipo de propiedad mágica. Es un truco que ha realizado anteriormente. De la misma forma que un pájaro contesta a otro el líquido de la botella comienza a brillar en respuesta a la energía canalizada por el bardo. Es una luz mezcla de varias tonalidades donde se impone un color turquesa parecido a la reverberación del agua en una cueva iluminada. Es un efecto que sólo él puede ver. Es, sin duda, una poción mágica con efectos de curación.

Finn se acerca a la escotilla con el antiguo sello de la casa Cannith. Está seguro de una cosa. La antigüedad de esa escotilla coincide con las leyendas que la dama Elaydreen os contó sobre la reliquia y la época anterior a Galifar. Si no es esta la entrada no sabe que otra cosa podría serlo... No observa ningún rastro de escritura común o mágica en la superficie excepto la palabra Cannith bajo el sello. Pero por debajo de todo este pensamiento racional, hay algo que ronda la mente de Finn. Como si algo se le hubiese pasado por alto. Como si no recordase algo que debe recordar...

Daisy se acerca a Finn con una palanca en la mano. Pero tras observar el delicado estudio que está haciendo el bardo decide no emplear el método de la fuerza bruta. Examina también la puerta. Examina el marco, las formas, el color y hasta el más mínimo detalle en la búsqueda de cualquier indicio que advierta de la presencia de una trampa mecánica. No hay cerradura aparente ni parece tener ninguna trampa mecánica.

Con el tiempo Daisy ha aprendido a buscar también trampas mágicas. Es algo innato en los de su profesión y una capacidad única ya que este tipo de trampas tan sólo pueden detectarse con conocimientos arcanos profundos. Pero la semiorca ha aprendido otras formas de detectar este tipo de trampas y, en su opinión, tampoco parece haber trampas mágicas...

Alfrik desclavo de un tiron la lanza y se la tendio a su dueño -Bien, una rata menos, seguro que Craster esta detras de esto.

Sus compañeros saqueron los cadaveres mientras él se quitaba su tabardo de la Llama y la guardaba en la mochila, despues puso la pochila encima del escudo y se interno en el mar de mierda. -Esto no esta nada bien pagado- Llego hasta la valvula que estaba siendo investigada por Fin y Daisy, buscaban una forma de entrar y la cabeza del enano se ilumino como una llama.

-El diario....- susurro mientras lo sacaba de la mochila y se lo tendia a Fin, -Probad con el.
 

Frustración. Después de un largo camino, y muchas penalidades, podían ver la linea de meta pero no podían cruzarla. Negación. No... no era posible... ¿todo esto para nada? Ira. La sangre de tonalidad esmeralda hervía bajo la piel de Demonfly. Cuando una cazarrecompensas se propone algo, lo consigue. Como un sabueso persiguiendo a la presa.

¡A tomar por culo! ¡Menuda tomadura de pelo! Ábrete, ábrete, ábrete... ngggg...-dijo, empujando la escotilla para intentar desplazarla-¡¿Pa esto tuvimos que nadar entre mierda?! ¿Y mi pincho de rata? ¿Quién me va a devulver mi pincho de carne de rata hervía?-preguntó, dando unas fuertes patadas-Esta puerta se abre como me llamo Daisy Sue Demonfly. Aparta, flaco.

La semiorca hizo hueco alejando a Finn con el brazo, para que las inspecciones del semielfo no interfirieran con las labores de demolición. Daisy Sue rebuscó en su mochila nuevamente. Esta vez no para recurrir a la palanqueta, sino buscando algo más contundente.

Demonfly estiró el brazo hacia atrás para coger impulsó, y lo proyectó hacia delante abriendo los dedos de las manos en el último segundo, dejando que la inercia hiciese volar el frasco de fuego de alquimista, cuyo cristal se rompió contra el emblema de la casa Cannith provocando una deflragración. ¿Vandalismo? ¿Destrucción del patrimonio histórico de Sharn? ¿O, tal como le había asegurado Bonal Geldem a Elaydren d'Won, el fuego necesario para usar en la expedición?

Finn y Daisy se encuentran examinando la puerta con el sello Cannith. El resto estáis vigilando los alrededores controlando que no hayan más enemigos emboscados.

-El diario.Probad con él.

 La sugerencia de Alfrik parece no ser escuchada por quienes están abosortos en la búsqueda de una forma de abrir la puerta. Finn concentra de nuevo sus energías como hizo anteriormente con la poción. Esta vez busca cualquier indicio de magia en la esclusa con el sello cannith. La puerta contesta a  su reclamo brillando con una luz rojiza. Definitivamente hay magia en esa puerta... 

Y justo cuando está a punto de decírselo al resto del grupo ve a Daisy intentando abrir la puerta con fuerza bruta. De repente la luz rojiza que emite la puerta gana en intensidad hasta adquirir un tono granate intenso. Pero lo peor es cuando esa tonalidad empieza como a latir de forma rápida. Todo sucede en menos de un segundo. Acompasados al ritmo de las pulsaciones de energía arcana ,tres orbes amarillentos de una substancia luminiscente y de aspecto aceitosa, salen disparados contra Finn y Daisy. Uno de ellos impacta contra la semiorca y los otros dos contra un sorprendido Finn.

Al impactar contra vosotros os véis envueltos en una especie de líquido corrosivo. Vuestra armadura, piel, cabellos y objetos empiezan a humear y a encogerse debido a las quemaduras que os produce...

Finn se lleva la peor parte. Parte de su barba humea y zonas de su piel se cubren de llagas rojizas. Pero aún así y todo es capaz de ver como la puerta adquiere de nuevo una tonalidad rojiza. 

Mejor usemos lo que nos dió Lady Cannith.  Powaqqatsi sacó el diario, y una pomada curativa de quemaduras. 

La respuesta de la puerta no se hizo esperar al bravo temperamento de la semi orca, ¿una escotilla de una casa poderosa sin trampas?, no, era evidente que siempre las ponen.

-¿Os encontrais bien?- pregunto a los afectados mientras observaba sobre todo a Fin, que parecia el mas afectado. -Podemos usar una carga de la varita a no ser que creais que podeis aguantar el dolor- les recordaba mientras se palpaba la bolsa con la varita. -Y espero que hayas aprendido que no todo se soluciona con la fuerza, señorita Daisy

Despues de su breve reproche aparte un poco a los dos "liantes" y sujeta el diario con fuerza, acercandolo poco a poco al círculo de mithril de la escotilla que representa el mismo icono que el diario. -Espero que esto funcione, sino, voy a quedar en ridiculo

Alfrik  se planta delante de la puerta con el diario de Bonal Geldem. Tras él, el resto observáis con nerviosismo e incertidumbre al enano paladín. No es fácil evitar pensar en un nuevo ataque ya que el olor a ácido y a carne chamuscada aún se percibe en el ambiente, incluso por encima de los olores propios del canal. 

El enano aproxima con mucho cuidado el diario en dirección al sello de la esclusa. Ambos sellos son idénticos excepto en tamaño. Ambos de la casa Cannith. Ambos de la época anterior a Galifar. Ambos fabricados en mithril.

Alfrik aguanta la respiración y aprieta los dientes. Mejor estar preparado para soportar el dolor por si este acaba llegando. El sello del diario toca el sello de la puerta...

El sello del diario comienza  a brillar como ya lo hiciera cuando la dama Elaydreen lo descifró. Una luz azul eléctrico recorre cada hilo de mithril convirtiendo el sello de la portada en algo casi vivo. El sello de la esclusa parece contagiarse de este fenómeno. Notáis una cierta electricidad estática que os eriza los cabellos a pesar de estar estos mojados. La misma luz azulada empieza a recorrer el sello de la esclusa con una luz más intensa de la que despide el diario. Todo el canal se ilumina con esta poderoso brillo el cual se refeleja sobre las aguas.

Un crujido anuncia que algo nuevo sucede. Procede de la misma esclusa.ha sonado como si arrancasen la propia piedra de cuajo. Como si el metal y la piedra se separasen después de muchos siglos juntos. La puerta metálica se hunde en la pared un pie y después empieza a deslizarse a un lado. Frente a vosotros queda una entrada...