¡El sótano!, grita Pierre para que los demás le oigan. ¡Refugiémonos allí!
Las piedras, ¿caen por todas partes o sólo sobre la casa?
EbaN: Por todas partes.
Le quito el revolver con sumo cuidado a Bennet colocándome detrás de él para que no se altere y me dispare a bocajarro y bajo al sótano.
Siguiendo a sus compañeros William corre hacia la casa. pero al ver a Bennet, se para a su lado e intenta llevárselo hacia el sótano a donde todos parecen dirigirse para evitar la lluvia de piedras. No las tenía todas consigo respecto a dirigirse al sótano, pues podrían quedar sepultados bajo las rocas. Pero necesitaban pensar, pensar en cual sería su acción a realizar.
Percival ayudo a william a arrastrar al señor Bennet hasta el sótano. Con paciencia y tesón consiguieron su objetivo pues pesé a estar en estado de shock no accedía a acompañarlos. Cuando alcanzasteis las escaleras que conducen al sótano es cuando un árbol cae sobre la casa acompañado de la lluvia y el viento. Sorprendidos por lo ocurrido observáis la ventana rota y las ramas de madera que han destrozado el piano así como la fachada de esa parte de la mansión.
Por contra, tan pronto como entráis por las escaleras y cerráis la puerta parece rodearos una calma y sosiego que hacía tiempo que no notabais. El mareo que sentíais mitiga su dolor y una vez a salvo allí abajo podéis por fin sentaros y recuperar el resuello mientras os preguntáis que diablos esta ocurriendo.
-No se me ocurre nada que hacer. -Dije meditando. No sé que importancia puede tener el poema, si era para avisarnos de que había un dragón llega tarde. Y sobre el anciano en el rio glacial... -Tras una breve pausa me quedo en silencio pensando.
-¿Alguno de ustedes sabe si hay un rio por aquí, y algún habitante en las cercanías? - Pregunto aunque sin ánimo de encontrar respuesta ya que ni Cheng ni Tian estaban con nosotros.
El tiempo pasa a vuestro alrededor mientras la luz del sótano parpadea varias veces. Recurrís a los utensilios del sótano para encender un viejo farol mientras meditáis que vais a hacer pues el sonido atronador fuera de la casa os tiene asustados. ¿Aguantará la casa? ¿Si se derrumba quedaréis aquí sepultados? ¿Acabará pronto? En cualquier caso parece que por ahora estáis a salvo y sois conscientes de que no puede llover eternamente.
Una vez a cubierto en el sótano, William se toma un respiro. Elhecho de haber llebado a su compañero le había costado lo suyo. De todas formas no se podía permitir el lujo de esarse allí tirado horas y horas, con lo que el capitán se levantó y acercándose al Zhang, le dijo.- Déjeme el poema: "En miles de montañas se rompe el vuelo de los pájaros, por infinitos caminos se extingue la huella humana, una barca solitaria, un gorro y una capa insinúan un anciano. Pesca solitario la nieve del río glacial."- pidió William para hacer un inteto de sacar información que les diera una solución para acabar con el problema.
El capitán pensó en lo oque podía significar cada una de las frases. Luego miró el dibujo por si había algo en él que pudiera desentrañar cómo podían acabar con ese dragón.
Motivo: descubrir
Tirada: 1d100
Dificultad: 60-
Resultado: 62 (Fracaso)
tiro descubrir por si se nos pasa algo... a mi no se me pasa nada... aaaaaiiiiisssssss, que mala suerte por los Dioses
Sus ojos desorbitados. Sus dientes castañetean, mientras sonríe a intervalos regulares, no responde a ningún estímulo, murmura incoherencias en inglés todo el tiempo, enreda sus palabras y mientras es arrastrado y desarmado por sus compañeros, no hace protesta, pues sus ojos parecen ver al vacío y observar imágenes que se repiten una y otra vez, escuchar sonidos que no están ahí, y su mente parece haberse fugado de la realidad, por la razón que fuese...
-Bousquet y sus gatos... Bousquet tiene gatos...*- murmura levantando la voz -... el arma... el arma... mi revolver... para robar los gatos... los gatos de Bousquet... Bousquet tiene muchos gatos... gatos enormes... - repite una y otra vez sin hablarle a nadie en particular.
-Y la gata de Bousquet... Bousquet no la protege... ella le protege... Bousquet y sus gatos, y su gata... el arma para robar los gatos...- dice de nuevo, y luego sus intervenciones se hacen inaudibles e incomprensibles, mientras que el único vocablo entendible en medio de sus incoherencias es "gatos", una y otra y otra vez.
Todo el tiempo en inglés.
Meditando en silencio veo como Bennet ha perdido completamente la cabeza. "Él no protege a la gata, la gata lo protege a él, ¿que significará?". -Me pregunto sin apartar un ojo del techo que hay sobre nuestras cabezas.
- Nada de esto tiene sentido, un dragón, supongo que irá al pueblo mas cercano a alimentarse. -Digo por decir algo al tiempo que me acurruco en un rinconcito buscando un poco de tranquilidad.
Motivo: Idea
Tirada: 1d100
Dificultad: 60-
Resultado: 67 (Fracaso)
Tiro por idea a ver si se me ocurre algo, fallé.
estamos buenos... para mi que se nos pasa algo... ¿?
Pierre se esfuerza en pensar qué puede querer decir el acertijo.
Motivo: Idea
Tirada: 1d100
Dificultad: 80-
Resultado: 15 (Exito)
Si la tirada de Idea sirve para algo, la paso, y con acierto crítico.
Vuestra cabeza os dice que este es el lugar más seguro al que podéis acudir y cuando los cimientos del edificio tiemblan no os queda más recurso que bajar al sub-sotano aunque en esta ocasión nadie mira directamente al espejo. Ya estáis hartos de malas sensaciones y peligros varios.
Al cabo de dos horas parece que los temblores de tierra y la fuerza del viento han amainado. Finalmente os decidís a salir de vuestro escondrijo y veis que tanto la casa como sus habitantes han desaparecido. No hay más que restos de escombros a vuestro alrededor desperdigados por doquier. Una ligera brisa llega del norte y junto al gélido viento escucháis los gemidos de un gato... o tal vez solo sean imaginaciones vuestras.
Y oficialmente la partida ha terminado aquí, sin más respuestas que las que vosotros ideéis a modo de hipótesis.
Final original, si es que en el fondo soy un máster mama:
En medio de la tormenta no podéis hablar entre vosotros pues no os podéis escuchar los unos a los otros. Sentís una terrible sensación de peligro mientras la niebla poco a poco se va alzando sobre el lugar hasta que finalmente aumenta su densidad y todo desaparece.
Abrís los ojos y estáis sentados en los asientos de un automobil que os resulta familiar y avanzáis por una carretera forestal. Lentamente os percatáis de que os habíais quedado dormidos y de que habéis tenido una pesadilla pero los sustos no han terminado y el coche tiene un accidente. No os pasa nada grave pero al menos podéis ver la mansión Bousquet a unos doscientos metros de vuestra posición.
La historia se repite de la misma forma hasta que la montaña se desploma y estáis a punto de morir pero de nuevo os despertáis en un automobil a punto de chocar. Y la historia se repite... por los siglos de los siglos.
Benjamin Bennet parece recuperar lentamente su compostura. En cuanto todo ha pasado, aprieta los puños con fuerza. Recuerda bien lo que vio y prefiere callarlo para siempre.
-Creo que tendremos que caminar de regreso...- dice finalmente en tono lúgubre mientras se sacude la ropa. Se acerca luego al anciano Wei. -Señor Wei, espero me regrese mi revolver, tiene gran valor para mí y confío en que no piense quedárselo- dice aún en tono bajo, recordando mal que bien algunas escenas de su histeria.
Aquello había sido una soberana pérdida de tiempo. Una vez regresara desaparecería de nuevo y seguramente no pisaría de nuevo la campiña francesa en una larga temporada. Lo que había sucedido allí, lejos de cualquier explicación racional era el producto de alguna retorcida alucinación... o de alguna especie de misterio que no quería desentrañar. Mejor sería volver a la seguridad de la ciudad, y evitar de nuevo visitas a excéntricos coleccionistas.
Arregló su sombrero y sin más, empieza a caminar por el borde del camino. Silbando en voz muy baja, y sin darse cuenta, la misma tonadilla que Bousquet había tocado para su recibimiento.
El capitán parpadeó repetidas veces. Lo que acababa deviviral parecer no lo había vivido... pero si que se encontraba con las personas con las que parecia haberlo vivido. ¿Un sueño?, ¿una mala siesta?. No lo sabía. Negando con la cabeza, se frotó la nuca y comentó.- Mejor que volvamos a París... necesito un buen trago y un par de chicas que me hagan olvidar esto- dijo levantando las cejas.
Luego, se acomodó en el asiento y continuó.- Es como cuando llegué por primera vez a Francia. Fue a Marsella. Allí nos presentamos... mi gran amigo Richard Worton y yo, por aquel entonces sargento mayor, como yo, al capitán de sección allí destinado. Nos obligó el tipo a buscar una tal Adelle: morena, flacucha pero muy sensual francesita. Del puerto a la zona de marcha de Marsella... ¿os he dicho que Marsella tiene varias zonas de alterne? Pues eso. No sabíamos donde ir, así que decidimos recorrer todos los tugurios del lugar....- la historia de William parecia no tener fin mientras su memoria hacia lo posible por olvidar lo sucedido.