¿Who are you? -preguntó el inglés mientras os apuntaba con una lanza y tenía detrás a otros tantos soldados-. ¡¡Answer!!
Entonces, Hawk se adelantó, hablando en un perfecto inglés natural de sí.
Mi nombre es Hawk, soldado de su Majestad el príncipe Eduardo. Éstos de aquí son aliados aliados que me salvaron la vida y vienen acompañándome. Hemos escapado dos veces de los franceses... ¡Y están muy cerca de Poitiers!
Efectivamente, pero se dirigen a Parthenay, según nuestros espías, para intentar atacar desde allí. Sin duda que fracasarán... ¿ehm...? Lo que no entiendo es porqué todo un ejército se ha movilizado tras de vosotros... -preguntaron las patrullas-.
PNJOTIZADO.
Quizá... ¿querer despellejar nuestro culo? -dijo cansado de tanta charla El Cruel-. Y aún así el soldado de la patrulla no le entendió.
Un momento... -dijo extrañado el soldado de la patrulla-. Entonces abrió sus ojos y miró a sus congéneres-. No me lo puedo creer, ¡¡PRENDEDLOS!!, ¡es él! -miando a Hawk-, ¿¡Cómo no me había dado cuenta!?
Los lanceros se arrimaron a Constantí y a Guillermo y los obligaron a bajar, pues dos decenas de lanzas les rodeaban. La mujer llena de armaduras había quedado entre las dos monturas y Hawk comenzó a tragar saliva.
¡¡Los llevaremos con el Príncipe Eduardo!! ¡¡Ja ja ja!! -comentó el tipo-, ¡este cabrón ya ha hecho demasiado!
Y sin saber muy bien porqué, os desarmaron y os llevaron desde Cholet hasta Poitiers. Todo ello en un día
Escena cerrada. Pasamos a la última escena.