Partida Rol por web

Ya los meus compañerus puestus en seu sitio, me dispongo a interpretar algo que... francamente... siempre dioseme fatal!

Sacando fuerzas de flaqueza, respiro fondo et que me pongo en mediu el pasillu y avanzo hasta entrar en el ángulo de visión del guardia que me ve e, por un instante, non sabe como reaccionar...

Esquiusmi - así me dijo el Hawke que debía decirle - monsieur... - y le hago un gesto con la mano para que se acerque, a la vez que... ¿¿¿sonrío??? y dedico un ¿¿¿aleteo de pestañas??? al mugriento guarda... non sé que va a ser lo que pase mas yo me siento tremendamente ridícula faciendo aquesto!

El guardia se asustó al oir la voz de Viana, sacó su espada y se encaró contra ella, quedándose inmóvil. La muchacha parecía extraviada... ¿un momento? ¿Quién era esa jóven? ¿Qué hacía allí? ¿sería alguna concubina francesa de Su Majestad?

***************************************** -dijo en perfecto idioma natal, el inglés-. Sin embargo, Viana nada entendió de lo que le decía. Eso sí, parecía estar preguntándole algo -aquella entonación era parte de todas los reinos-, pero nada en claro sacaba. La mujer era preguntada de nuevo, cada vez con más insistencia... El guardia comenzaba a perder los papeles, quedándose extrañado...

Dice que quién es... -susurró Hawke a Constantí y Guillermo-, que quién es y que qué hace aquí en las celdas... Oh my God! -el ladronzuelo se frotaba la cabeza, repleta en sudor...-.

No tenia nada claro que hacer, ella no sabia responder al guardia, y si saliamos en ese instante nos veria y perderiamos el elemento sorpresa. No habia manera de rodearlo... No está saliendo como nos esperabamos. 

No sabia que hacer. Miré a Guillermo, a ver si se le ocurria algo. 

En mitad de una batalla sabria que hacer, pero en un acto asi... Tal vez una segunda distraccion. 

- Hawke, rapido, alejate un poco y di que nos hemos escapado en la otra direccion o algo asi para que venga corriendo y se olvide de Viana. Tal vez cuando gire la esquina podamos pillarle Guillermo y yo por sorpresa. 

No se me ocurria ninguna estratagema mas, Tal vez a guillermo se le ocurriese algo. 

Hawke, entonces, según la treta que le había dicho Constantí, comenzó a gritar en inglés. Tampoco mucho ni muy fuerte, para no intentar alertar a los de arriba... El guuardia dejó a Viana y marchó corriendo hacia donde estaba el ladrón y el caballero. Entonces dobló la esquina...

Aturdir (Acción Normal): Con esta acción pretendemos noquear o dejar inconsciente a un enemigo. Para poder llevarla a cabo debemos atacar por sorpresa a nuestro oponente (por la espalda, sin previo aviso, etc.), usando un arma contundente o nuestras propias manos —no sirven armas con filo o punta, como hachas o espadas— , y siempre y cuando nuestro contrincante no lleve casco de metal o yelmo, ya que el ataque se produce directamente sobre la cabeza. En caso de que se cumplan todos estos requisitos haremos una tirada de ataque con el arma que llevamos con un penalizador de -25% (aunque si atacamos por la espalda tendremos un +50%, así que la cosa se compensa) y si tenemos suerte haremos una tirada de daño normal que luego multiplicaremos por dos, ya que el daño se produce en la cabeza.

Pero al contrario que otros ataques, los PD obtenidos no se restan al total de PV del objetivo, sino que se comparan con su característica de Resistencia: si obtenemos tantos o más PD que la Resistencia del enemigo, éste caerá inconsciente. El tiempo exacto que permanecerá inconsciente será igual a 10 veces la cantidad por la que hayamos sobrepasado la Resistencia del contrincante en minutos (con un mínimo de 10 minutos). En caso de que el atacante obtenga una pifia en su tirada de ataque, se considera que habrá hecho un ataque en toda regla sobre la cabeza del enemigo y, por tanto, en vez de aturdirlo, le hará los PD habituales, que se restarán a sus PV.

Constantí, en tu caso, no tendrás el +50% porque lo atacarás directamente tras su espalda. Tienes un penalizador de -25 en tu tirada de Pelea (AGI).

Apercibiéndome de mi ventajosa situación, miro a mi alrededor, en búsqueda de algún objeto con el que poder sorprender por la espalda al soldado: Cualquier cosa valdría, una jarra, un palo, cualquier cosa...

Escuché los pasos del guardia como se acercaba. Me escondí en la esquina para pillarlo lo mas por sorpresa que pudiese, y miré a mi compañero Guillermo. Dependia de nosotros dejar fuera de combate a ese hombre, por lo que elevé una silenciosa plegaria a dios para que guiara mi puño y le diese la fuerza necesaria para que su fiel acolito salvase la situacion. Calculé el instante justo y le lancé un puñetazo esperando darle justo en la frente para dejarlo noqueado. 

La bella Viana miró a todas partes, pero lo único que había en el pasillo eran un par de cajas de provisiones. Una estaba medio destartalada, y cosiguió tomar un madero de la tapadera como arma contundente. Mientras el soldado inglés se acercaba a la esquina, Viana se acercó tras él... Sin embargo, la muchacha no pudo ensartarle con el madero, pues de detrás de la propia esquina un brazo apareció golpeando en las bruces al soldado inglés y su casco... ¡¡PLAFFF!!

El caballero Constantí le ensartó un tremendo golpe de nudillos de la manera más imprevista posible, aprovechando la oscuridad en la que estaban...

Daño Constantí: 4 (x2 en cabeza) (ignora el casco por crítico): 8 puntos... -> no cae insconciente*.

El tipo cayó redondo hacia atrás. Antes de golpearse contra el suelo (y casi trastabillarse sobre Viana), ya había quedado inconsciente... Poco o nada esperaba aquel envite, y Constantí supo aprovecharlo perfectamente**... Quedó tendido, y El Cruel, Hawke, Viana y Constantí marcharon hacia la sala de enfrente, aquella especie de almacén, como a hurtadillas. Una vez dentro, no dudaron en subirse a la montaña de muebles apilados y salir de allí, abriendo suavemente la ventana y escapando con agilidad...

Claro que, una vez fuera, lo que os encontrásteis no fue un panorama muy alentador: la noche era oscura, las antorchas iluminaban toda la plaza central de Poitiers, y os hallásteis entonces en medio de una batalla. La ciudadela estaba siendo atacada por los soldados franceses, pero el Rey de Woodstock, ese malnacido que os apresó, pareció apostar bien sus tropas para la defensa de la ciudad.

Fue entonces cuando vísteis desde el lado oeste una batalla de espadas, y tropas llegando por doquier al encuentro de la contienda. Hawke, hombre rápido y ágil, os instó a seguirle, y poco a poco se fue metiendo en los portales de algunos palacios y en los callejones del centro de la ciudad... Os cruzásteis con grupos de soldados (que a veces, entre la confusión y la oscuridad, no sabíais a qué bando pertenecían), y rezásteis porque no cruzaran por los lugares donde a veces os agazapábais.

Mientras escapábais de Poitiers, los franceses sufrían una inminente derrota, humillante toda ella, y aun sin saberlo vosotros, su rey cayó prisionero ante el ejército del Príncipe Negro. Su funesto destino en Londres era lo que le esperaba... Sin embargo, vosotros podíais considerar que habíais vuelto a nacer, pues escapar de las garras de Su Majestad Eduardo no era cosa que pudiera vivirse más de una vez...

Y de las cuentas que ajustárais con Hawke... bueno, eso ya es otra historia.

:: FIN ::

Por haber sobrevivido a todo: 40 p. Ap.

Repartíos la experiencia conforma a la siguiente tabla. (Podéis gastarlos ahora en el futuro, cuando juguéis alguna nueva partida conmigo).