Describe lo que quieres que diga la tirada y yo ya me las arreglo para ponerlo bonito.
Veis que la expresión de Louis, parece cambiar, veis un sensación de extraña determinación...
Sr. Dummon, soy sacerdote y puedo asegurarle que el TODOPODEROSO está en todas partes, todos formamos partes de él.
Se lleva la mano al alzacuellos blanco de su traje negro y prosigue...
Creo que puedo ayudarlo a encontrar su camino, le aseguro que no voy a dejarle solo en este lance. Cuenteme exactamente que oye para que le pueda ayudar.
Hola a todos es mi primer post en la partida.
- Con todos mis respetos a todos, ni las cartas, ni Dios, me han traido aquí. Ha sido mi trabajo, y un encargo. De hecho yo pensaba que esta casa estaba vacía. No sé que hace tanta gente aquí, ni que pretendía mi patrona al no decirme nada. Quizás ni ella misma supiera en qué condiciones estaban las cosas.
Hablo en tono frio, mirando alternativamente al sacerdote y a la pitonisa.
La luz amarillenta del quinqué se refleja sobre los ojos aquosos de Dummond cuando empieza a hablar.
- La sensación es como... la voz de la botella... Como un silbido del aire que huye... Y entonces oyes... el océano... como con una caracola. Te llama... Como ahora. ¿No lo oyen? - se levanta torpemente. Se tambalea hacia la puerta presa de una febril excitación.
Sr. Drummond, el señor es mejor que descanse...
Tras decir estas palabras intento sugetarlo sin alarmarlo con la mano izquierda por el hombro.
Creo que sería bueno que hablasemos de esas sensaciones que tiene y del proceso de cambio que ha sufrido.
- La voz... de la botella...- Dummond se levanta sobre sues extraños pies deformes. Como en un sopor se dirige hacia la puerta.- La oigo... Aquí es más fuerte...
Vermont, intanta impedir que el Sr Dummond salga por la puerta a donde quiera que se dirija...
Sr. Dummond, ¿de que botella habla?, y quizás lo más importante, ¿a donde le llaman las voces?
De repente, Drummond empieza a respirar agitadamente. Se arranca el cuello de la camisa. Está sudando de forma desagradable.
- Tengo que salir de aquí...
Se dirige hacia la puerta como un sonámbulo.
Ben Miatowicz se pone en pie rápidamente y sujeta al hombre por un brazo.
- Quieto aquí, feo.
La tirada de cartas que te sale es la misma que te salió en tu tienda cuando conociste a Drummond: vivir dos vidas.
De repente, Drummond, con un rugido, agarra a Ben Miatowicz, lo levanta del suelo y lo abate contra una antigua mesa que se rompe con un crujido y una nube de astillas.
Louis, levantando las manos en son de paz... se intenta aproximar a la puerta despacio intentando razonar con Ben...
Este hombre está muy alterado debo tranquilizarlo...
Ben, no te preocupes te voy a ayudar, cuentame que es lo que ocurre, seguro que podemos hacer algo para solucionarlo... No estas solo
Supongo que procede una tirada de persuasión para ver si consigo tranquilizarlo
Louis, no consigue inspirar la tranquilidad necesaria para Ben...
Tirada: 1d100
Motivo: Persuasion
Dificultad: 60-
Resultado: 85 (Fracaso)
Hago la tirada y si no procede la elimino
El padre Vermont intenta sosegar los ánimos. Se acerca al histérico Drummond con palabras apaciguadoras. Éste le mira un segundo. Luego estalla:
- ¡CÁLLATE!- lo empuja tirándole al suelo. El grito se convierte en un bramido tan fuerte que teneis que taparos los oidos. Cuando alzais la mirada, os preguntáis si la luz vacilante del candil no os engaña: Drummond parece haber crecido por segundos. Sus brazos aún más largos y simiescos. Su cabeza algo alargada como el hocico de un animal. La mirada ya no es la de un hombre.
Entonces oís las campanas del pueblo.
- Lo oigo... Lo oigoooo...
Tardais un segundo en entender que esa voz surge de la garganta de Drummond.
DIOS MIO!!! QUE HA SIDO ESO...
Cae como una losa al suelo, de espaldas sin hacerse mucho daño, pero asustado.
En lugar de levantarse del suelo, el padre Louis como le conocen sus feligreses, tendido sobre la espalda se arrastra para alejarse del ser que tiene delante...
¿Estará poseido?