Ambientación

En Lain siempre han existido leyendas, según recuerdan los ancianos del lugar. Algunos dicen que el origen de la humanidad sucedió en un planeta llamado Tierra, y que luego las gentes comenzaron a colonizar nuevos lugares en el universo. Otros aseguran que el cuerpo celeste donde se encuentra el pueblo, es tan amplio que para viajar alrededor de él se precisan naves que surcan los cielos. Algunas personas se ríen de este hecho, el mundo es plano; todos deberían saberlo.

Las gentes de Lain no destacan por su cultura general; de hecho, son supersticiosos, y creen en las fuerzas místicas de los espíritus que habitan en la naturaleza, así como en aquellos que se levantan del camposanto las noches de luna llena. Pero si algo tiene de bueno vivir en la aldea, es que hay un fuerte sentimiento de comunidad. Allí nadie pasa hambre o necesidad porque los vecinos se ayudan los unos a los otros. No tender la mano a quien lo necesita está moralmente penado, y en medio de la nada, no es bueno quedarse solo y aislarse.

En Lain la mayor parte de las casas son de madera, excepto la del alcalde, que está elaborada con regios cantos rodados del río, adheridos entre sí por un cemento que mal une la estructura. Todo un lujo en la población, pues es de las pocas viviendas que no arde cuando sobreviene la estación de tormentas eléctricas.

Vivir allí otorga calidad de vida, pues tiene todo lo que cualquier persona podría desear, según los que están empadronados. Otra cosa es lo que pudiera decir alguien que habite en una gran ciudad, pues hay un déficit tecnológico en la comunidad, existiendo tan solo una radio que no funciona de manera habitual. Hay huertos para suministrar frutas y verduras de temporada a los pueblerinos; un río que permite la pesca de peces y ranas; una biblioteca con un amplio catálogo de lectura, casi ninguno de rigor científico; una cantina que sirve desde cerveza hasta pasteles de manzana recién horneados; una comisaría donde los jóvenes pasan su tiempo jugando a las cartas; y por supuesto un granero, el sitio más erótico festivo, donde toda buena moza por encima de los sesenta años se niega a visitar. ¿Qué más se podría desear en tan idílico emplazamiento?

Alrededores de Lain

El pueblo se encuentra situado en una llanura, cercada por el Lago Bezkal y las montañas Breakgoats. Su única vía de comunicación con otra población es por el este, donde existe un camino de tierra mal allanado que se encharca incluso con el rocío de la madrugada. No existe conocimiento de que haya otro acceso a la aldea.

NORESTE: En esta región se encuentra el lago Bezkal, ocupando una gran extensión de terreno. Antaño, se podía pescar en sus aguas: truchas, carpas, tencas, esturiones y anguilas; así como obtener algunos tipos de moluscos, crustáceos y anfibios de delicioso sabor. Hoy en día es complicado sacar del estanque alimento suficiente como para suministrar al pueblo, teniendo en cuenta lo pequeño que es.

En la laguna destacan tres embarcaciones. Dos de ellas pertenecen a la nueva comunidad, la cual lleva una semana viviendo en Lain, un grupo de naturistas veganos que destacan por sus excéntricos comportamientos. Sus cabañas están apartadas del resto del pueblo debido a la presencia del río Dranes, por lo que se realizaron dos puentes de paso: uno de piedra y otro de madera un tanto inestable. La tercera embarcación pertenece a Ray Storm, el pescador de Lain.

NOROESTE: En esta ubicación se encuentra la mina de Lain. En sus buenos tiempos proveía de cobre la región; un metal muy preciado para el desarrollo tecnológico, y que los comerciantes adquirían para venderlos, posteriormente, a un precio considerablemente elevado. Las extracciones apenas se consideran óptimas, por lo que el trasiego de extranjeros no suele ser tan abundante como antaño.

Al lado de la mina se encuentra apartada la cabaña de Izan y Sally, muy próxima al comienzo del bosque Darkmaw. En la arboleda suele haber bestias nocturnas, siendo particularmente frecuentes los lobos, zorros, jabalíes y, eventualmente, se han detectado huellas de oso, aunque nadie ha visto ninguno.

OESTE: En esta zona es donde el bosque gana en espesor y, si se caminan unos cinco kilómetros, se llega a las montañas Breakgoats, una cordillera difícil de sortear y que se extiende también por el sur, haciendo una pétrea concavidad que envuelve a Lain como si de un abrigo se tratara.

ESTE: En este emplazamiento destaca un terreno yermo de arcilla de un kilómetro, seguido de un bosque tupido que es mejor no visitar desarmado; pues cuentan las leyendas que los espíritus de los muertos se meten en las bestias y atacan a los viajeros. Por aquí cruza la carretera de Lain, el único acceso conocido al pueblo.

SURESTE: Aquí se encuentra una valiosa posesión, el pozo de aguas subterráneas, que es la única fuente saludable para consumo humano. Se supone que la propiedad del acuífero es de Solo Jack, pero Hugh Anton, el apodado "manitas", se atribuye su pertenencia. En cualquier caso, todos los del pueblo pueden extraer agua de allí con sus cántaros, pero siempre escuchando refunfuñar a uno u otro varón.

SUR: Zona de rocas y casas ruinosas. Es un sitio donde la cordillera Breakgoats se extiende por kilómetros. Jamás nadie ha estado tan demente como para aventurarse tan lejos.

Mapa de Lain