Partida Rol por web

Reinos Olvidados. Marca Argéntea

  Kroner despertó transpirado de un sueño. Dalla dormía a su lado (¿Cómo es que terminaron durmiendo juntos? ¿O era parte de otro sueño al mejor estilo Inception?) y las ropas y armamento descansaban al fondo de la habitación. Excepto el espadón, que yacía junto al catre envuelto en una tela suave.

  Dalla despertó entre sueños y Kroner habló, sacó lo que había visto.

-Vi a Elden... está vivo... lo vi... lo vi con un hombre pájaro... se enfrentaba a un mago oscuro...- se pasó la mano por la cara -Esté donde esté, parece que está protegiendo a otros de la maldad-

Volvió a acostarse, pero no pudo dormir más. Habían pasado muchos días buscando la forma de encontrar a Elden, pero tendrían que ir a Argluna a buscar tomos y sabidurías que no podrían conseguir en Filo del Invierno.

El amanecer lo encontró aún despierto...

...resiste, amigo, resiste...

 Tras vestirse se dispusieron a desayunar. 

   Marcio Mertall los esperaba con la mesa recién puesta al igual que Dangmar y Gonkar. Tras musitar una palabras de recuerdo por el alma de su compañero perdido se dispusieron a darse un atracón con aquellas suculentas viandas.

Mucho habían logrado en aquellos días después de acabar con el mal que había asolado Filo del Invierno. Las noticias de su triunfo habían corrido como la pólvora por la Región de la Marca Argéntea repoblando la antigua Villa unas cinco docenas de colonos, buscando una mejor vida en aquella dura tierra. Muchas de las antiguas casas abandonadas comenzaron a repararse. Incluso una empalizada exterior de madera y piedra comenzaba a construirse bajo la supervisión de los héroes de Filo del Invierno. 

Aquella mañana una visita inesperada los cogió por sorpresa. Una semielfa de porte regio los cogio desprevenidos mientras terminaban el ultimo plato del desayuno. Acercándose a ellos pregunto por Elden Filo del Bosque, a continuación mostro un pergamino con un extraño sello que simulaba un arpa finamente tallada. Desenrollándolo, exclamo: Por orden de la Dama Alustriel se hace saber que Elden Filo del Bosque es nombrado Brightcandle (grado 3, renombre 10), así mismo se hace saber que sus compañeros son premiados con el titulo de Harpshadow, si así lo desean (grado 2, renombre 3).

Haciendo un signo con su mano, exclamo solemnemente: "Abajo con la tiranía”. Desapareciendo a continuación con un fogonazo, os quedáis confundidos leyendo el pergamino que os dejó la extraña mujer perteneciente a los Arpistas. Palabras mágicas se os muestran, os informa de un gran peligro y de extraños acontecimientos en Daggervale. Narra la misteriosa e inexplicable desaparición de gente en la niebla. Tal como le ocurrió a Elden.

EN OTRO PLANO DE EXISTENCIA UN PODEROSO LICHE RUMIA SU VENGANZA

Una voz cavernosa y carente de vida resuena en un gran salón. Sobre un trono esculpido con cráneos de diferentes seres de otros planos, recuerda los sucesos ocurridos no hace mucho en el mundo de Toril. Unos advenedizos aventureros habían conseguido frustrar sus intentos de asentarse en la marca Argéntea. Primero fue el encuentro con el numeroso grupo de la Legión Argéntea, el enano salvaje de cabellera roja que había osado enfrentarse a él y la bella mujer que se había apoderado del anillo de Khuldus. El objeto que buscaba en aquel plano.

Para más sorna, al teletransortarse a su Torre huyendo del peligroso encuentro, fue vilmente atacado por otro grupo de saqueadores apoyados por un poderoso aliado, el celestial que habían liberado de su mazmorra, acabando con sus minions, saqueando sus tesoros mágicos y causándole graves heridas, viéndose obligándolo a tomar una difícil decisión antes de teletransportarse a otro plano, destruir su “máquina del tiempo”  borrando cualquier tipo de rastro de su paso por Toril.

Algo preciado le había sido arrebatado en la Torre, algo que los saqueadores desconocen que para él tiene gran valor. Un objeto que en estos momentos no podía localizar en Toril ni en ningún otro plano de existencia. Una poderosa magia lo hacia indetectable a su escrutinio! Malditossssss! Osss encontraré! Usareee vuestrosss cráneosss para decorar mi tronoooo y desmenuzaré vuessstrasss almas hasta que no quede nadaaaaaa! A continuación sonrió emitiendo una sonora carcajada que resonó en el gran salón. Esperareeeee a que salgáissss de las sombrassssss! 

Emerald admiraba el mágico objeto de forma esférica que crepitaba y despedía pequeños rayos, mientras recordaba su encuentro con el último y variopinto grupo de aventureros que habían conseguido el orbe de poder. De todos ellos, el escurridizo mediano llamado Tom, era el que más enfado y fascinación le ocasionaba.

Sobre el frío suelo marmóreo permanecían desperdigados los cuerpos sin vida de Skraag y Elentari la servidora de Lathander. En una sala circular de unos 50 metros de diámetro, en cuyo centro, se elevaba un pedestal donde se erguía la estatua de una bella elfa dorada del tamaño de un gigante,  alzando sus manos hacia el techo abovedado bellamente rematado con una cubierta de bronce y cristal tintado.

Monedas de diversos metales y cuños brillaban a sus pies- pilas de platino y oro eran rematadas por gemas del tamaño de un puño. Figuras de piedra de aspecto humanoide ornamentaban la estancia, repartidas alrededor de la sala.

Pronunciando palabras de poder arcano invocó una poderosa magia para discernir la ubicación de Tom, pero algo poderoso bloqueaba cualquier tipo de escudriñamiento. Gritando de rabia, comenzó a soltar improperios: Maldito mediano bassstardo! Pressssuntuoso y mezquino! ¿Cómo te atrevessss a oponerte a mi voluntad? Tú me pertenecesssss! Sin duda la dragona tenía una cuenta pendiente con Tom.
Los demás compañeros solo eran una brizna de paja en su camino, a los cuales pisotearía  como castigo por la osadía del saqueador.

Al imaginarse la escena, una maliciosa sonrisa afloro en sus labios, con un gesto de su mano, exclamo: Raisse! Alzando de entre los muertos a Elentari, trayéndola de vuelta para su deleite. Una energía radiante inflo el pecho de la sacerdotisa haciendo que está respirara de nuevo emitiendo un sonoro grito- Noooo! - atemorizada y desorientada cayó de rodillas al sentir la presencia pavorosa de Emeraldryzx.
Relamiéndose al sentirse triunfante, prosiguió en tono amenazador: Tú me serrrvirasss! Lo encontrarasss y me lo traerássss!

Faerûn: En algún lugar de las tierras del Norte.

Una hueste de la legión argéntea de más de 100 caballeros se adentra sin temor en un lúgubre bosque. Un caballero de porte y renombre abre la comitiva, Lord Únddrezh.

Del follaje surgen dos silenciosas figuras -el explorador Servandus rapidhoja y la druida Amra Aguaclara-, con una sonrisa en su rostro informan al lord de que por fin han encontrado el cubil de la temible dragona. Pronto liberaran a Crum y a sus amigos. Avanzando tras los exploradores durante una milla llegan a lo que parece ser un templo. Una imponente estructura de piedra con forma piramidal de tiempos remotos se alza entre los gigantescos arboles.

Desmontando de su caballo, Lord Undrezzh extrae de su morral una piedra rúnica y musitando una palabra ininteligible la parte en dos, liberando su poder.

Con una llamarada, un portal  de energía se abrió a unos metros del Lord, emergiendo de el una mujer muy hermosa, de ojos cálidos y compasivos que brillan como un río bañado por el sol, su cara es impecable y cálida. De unos seis pies de altura, pelo plateado y juventud eterna, viste una túnica plateada, empuñando un bastón decorado con la cabeza de un unicornio plateado. Ha venido a conocer y a salvar al extraño enano que dono a Argluna y territorios agrestes de la Marca Argentea, gemas por valor de 30.000 monedas de oro.

Tras ella, emerge un hombre barbudo de 6 pies de altura, bien musculoso y con una línea de pelo en retroceso, pelo negro con rayas plateadas, incluyendo una prominente a través de su barba, y un porte distinguido e imponente. Una vara negra descansa en su mano derecha.

Dirigiendo su imponente voz -amplificada por la magia- hacia al templo impele a Emeraldryzx a que entregue "vivos" a los cautivos......

Como advertencia, un terremoto sacude los cimientos del Templo mientras la dragona observa divertida la escena...

Faerûn: En algún lugar de las tierras del Norte.

Dentro de un círculo de poder aparece la imagen de un humanoide esbelto y musculoso cuya piel brilla como obsidiana pulida, y ojos esmeraldas con luz malévola. Sus colmillos, sus orejas puntiagudas, y los seis dedos de sus manos le dan un aspecto diabólico a pesar de vestir con las mejores galas. Su nombre es Graz'zt y en este instante ha hecho un pacto con la Semidivinidad llamada Emaradryzx. Este en tono jocoso exclama: Aquellos que buscas se encuentran en un semiplano oculto a los ojos de la mayoría. Es un lugar gobernado por los poderes oscuros. Mostrándole la ubicación del plano del terror. ¡El trato esta hecho! Exclama con seriedad mientras desaparece en una nube de azufre.

Una mujer ataviada con la armadura de Lathander permanecía arrodillada ante Emeraldryzx. ¡Amaaa! Ya han llegado! exclamó informando de algo que ya conocía aquel ser ancestral, que observaba la llegada de unos visitantes en un espejo de gran tamaño.

¡Qué interés tiene esa elegida de Mystra en ti, pequeño Rosmarino! se preguntaba burlona la mujer dragón. Un temblor y la voz amenazante de la hechicera arcana la saco de su diatriba consigo misma. ¡Está bien! habrá que ir a buscarteeeee...acariciando el orbe que crepitaba con energía de los cuatros elementos, activo su poder ordenándole cambiar de dimensión junto a su fortaleza. Con un chasquido de sus dedos desaparecieron de Faerûn dejando un espacio vacío y yermo allí donde había estado antes la antigua estructura de forma piramidal.