Partida Rol por web

-Mi pobre Harold! Como le han podido disparar! Y mi pobre Brad... que le ha pasado! Ese no era Brad! Alguien lo tenia poseído...ese no era Brad - se lamenta la señora Brisby junto al cadaver de su marido.

- Sra. Brisby, hay que volver al continente para informar de lo sucedido - había que juntarlos a todos para regresar y asegurarnos que no dejábamos a nadie atrás "vivo" de los malos - habrá que dar aviso a la policía para que se ocupen de lo ocurrido y lo investiguen - no podíamos quedarnos allí, sin más.

- No se, la policía no suele estar contenta con que se desplacen los cadáveres.

El chico está allá arriba en el bosque, el marido está aquí en el camino y el cadaver que encontramos en la torre. Con las indicaciones bastará. Los esqueletos espero que hayan dejado de moverse todos.

Quiero salir pronto de la isla.

- Larguemonos - Propuso Henry - El abogado habrá vuelto en un bote, seguro. Vamos al embarcadero.

- De acuerdo, me parece bien - los cadáveres no se iban a mover, y sí, mejor que la policía investigase a que se lo dejáramos todo ordenado, podrían pensar equivocadamente - cojamos nuestras cosas y vayámonos de aquí - también podíamos dejar las cosas, al fin y al cabo, les iba a ocurrir lo mismo - sería bueno alcanzar la costa de día.

Me encamino hacia el embarcadero junto a los demás.

Después de insistir un poco la señora Brisby acepta venir con vosotros dejando, de momento, el cadaver de su marido en el suelo. Antes de marcharse le cierra los ojos y reza una oración con los ojos cerrados ante vuestra mirada. 

Camináis hacia el embarcadero con ganas de abandonar esta isla maldita, mirando al cielo cada pocos segundos, preocupados de que pueda volver a aparecer la bestia alada. El camino, que solo habíais recorrido de noche, ahora os parece menos complicado y en unos pocos minutos llegáis al pequeño muelle. Os alegra saber que la pequeña barca del abogado sigue allí: una pequeña embarcación a motor.

Dejáis a Teshech inconsciente, luego ayudáis a la señora Brisby y finalmente entráis vosotros cuatro. Alguien coge el timón, dais una patada al pantalan y la barca se va desplazando poco a poco. El motor tarda a encender pero cuando lo hace el barco se mueve a buena velocidad hacia el continente.

Fue triste ver a la sra. Brisby despedirse de su marido pero tampoco podíamos hacer nada, vamos que, quedarse en la isla no era una opción. Así que, cuando llegamos al embarcadero y descubrimos que estaba allí la barca, sentí un gran alivio, contenido aún quizás por la posibilidad de que la bestia alada pudiera aparecer en cualquier momento.

Por supuesto, una vez que entré en la barca, no pude relajarme en parte por el monstruo, también por las circunstancias en las que habíamos estado en la isla, tenía una gran tensión y creo que sólo podría aliviarme de ella cuando estuviera en el continente en un lugar en el que pudiera sentirme segura.

Nada más llegar al puerto, fuimos directamente a la oficina de la policía más cercana, por supuesto que pusimos de manifiesto todo lo que nos había ocurrido, es decir, ya que llevábamos al abogado "preso", le contamos al guardia que aquel sujeto en compañía con al menos el marinero y otro (el endemoniado hijo de la señora Brisby) habían urdido un extraño plan para matarnos a todos, también le comenté que el sr. Technek había matado a Harold, el marido de Brisby de un disparo con una arma de fuego; obvié el tema de los esqueletos, para evitar caer en conjeturas y explicaciones que podían ser difíciles de contar, y nada dije tampoco del monstruo alado por lo mismo, sí que dije lo del cuarto escondido, el pasadizo, el otro cuerpo flotando. Quizás fueran una secta que hacía sacrificios, no lo sabía pero traté de explicar lo que había sucedido al guardia.

Henry dejaba la isla atrás, y miraba la costa, que se presentaba como una sombra oscura contra el cielo nocturno. El ronroneo del motor sonaba por encima del mar. Se aseguró de que la señora Brisby estaba ocupada llorando o distraída con Lance

- Explicar esto va a ser complicado... - Dijo a Jane - Tú pistola ha disparado a Brad y el abogado no deja de ser un abogado. - Le recalcó y le sugirió que se deshiciera de ella.

Las historias de su abuelo ahora no le parecían tan descabelladas. Y ese tarado que llevaban a bordo podían ser un buen lugar donde empezar a buscar.

- Ese tío del que has heredado, hay que investigarle a fondo, viendo lo visto, parece ser que ha repetido esta charada varias veces. Si crees en lo que has visto claro.

Al llegar a tierra hubo declaraciones, explicaciones, policía y mas abogados, antes de bajar del barco se habían puesto de acuerdo en que decir, al margen de la señora brisby y todo fue relativamente bien. Pero en el fondo quedaban muchas incógnitas.

- ¡La lancha!, menos mal. Tenían la lancha aquì. - Lance está contento por no tener que permanecer en la isla ni un minuto más. Ayuda a todos a subir y acomodarse. Vigila al abogado junto con Roland. Siente pena por la señora, en un fin de semana ha perdido a su familia.

- Jane, este viaje ha superado a todos los anteriores con creces - digo acordándome de los esqueletos, la extraña voz del chico poseido, la bestia... Todo ha sucedido en las últimas horas. Vomito por la borda entre el recuerdo y el bamboleo de la barca sobre las olas - pero me sentiría mal si el proximo viaje no te acompaño.

Ya habría tiempo de pensar en la policía, si existía el tío de Jane, ¿el chico estaba poseído desde antes de venir? ¿qué ocurrió? Desde luego que para el próximo viaje no pensaba hacerle un descuento de amigo como piloto ni por el forro, ¡esto no está pagado!

Todo parece muy confuso a medida que vais abandonando la isla. Jane ha heredado una isla maldita, aunque duda si todo fue un engaño para llevarlos allí. Jane tendrá que validarlo en los próximos días, y decidir qué hacer, junto a la señora Brisby con tal herencia.

Roland, Lance y Henry han acompañado a su amiga mucho más lejos de lo que ella esperaba. De algún modo la experiencia vivida en las isla los cambiará a los cuatro para siempre. Los unirá en un vinculo inquebrantable y al mismo tiempo los apartará de una sociedad que los tratará de locos.

Al llegar a puerto e ir a la policia el señor Tesheck despierta. Sigue en sus locuras hablando del gran amo que volverá para vengarse. La policía escucha vuestro relato y, con algunas risas bajo el bigote, lo ponen todo en tinta. Luego lo pasan a otro departamento y os cuentan que no os preocupeis, que lo van a investigar. Se quedan al señor Tesheck en un despacho. No tenéis claro si van a detenerlo o no. No ha dado esa impresión, aunque la señora Brisby no paraba de llorar que ese hombre había disparado a su marido. Todo el mundo parecía conocer al señor Tesheck. Más que a él a su bufete de abogados. Dudasteis que la policia hiciera mucho.

Muchas incógnitas habían quedado en esa isla. Antes de irse para el aeropuerto a coger el avión de Lance los cuatro miraron al mar des del puerto. Quién era el señor Shelstone? Quién era Brad? Qué era esa béstia alada?

Y la pregunta que más golpes daba en la cabeza de todos: Quién es Nyarlathoptep?

FIN