Partida Rol por web

Todos estáis en vuestras casa os a veis despertado unos a veis dormido bien y otros a veis dormido regular son las 8:00 de la mañana el sol pega por la ventana.
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Un lunes día 11 del mes de abril del 2011
A las 3:00 de la tarde veis un mensaje en (...)

Mensaje:
Dentro de una semana se hará una fiesta en la casa del gato negro Nº1 puerta Nº1 a las fuera de la cuidad os esperamos a las 22:00 de la noche ser puntuar y recordar no llevar acompañantes...

Ustedes preguntasteis a vuestros amigos a vuestro familiares a compañero de trabajo o compañero de clase, pero nadie sabia nada, al principio dudabais de ir pero luego el interés os pudo mas y decidisteis de ir a la fiesta...

Pero ya llego el día la fiesta fue un lunes 18 de la semana santa
Pasasteis todo día el pensando ¿Quien sera quien me lo han mandado? Las horas pasaron una tras de otra hasta que llego el momento.
Unos cogisteis un taxi porque el coche estaba garaje a otros le llevaron un amigo hasta el lugar indicado , otros cogisteis un autobús
Pero visteis que uno tras uno llegaba al lugar correcto, exacto diez personas desconocida estabais delante de una mansión .

Aun estaba en medio de toda la mudanza cuando mensaje me llego al móvil un mensaje proponiendo una fiesta, Me pareció extraño ya que no aparecía ningún número como remitente y lo deje pasar, podría ser simplemente SPAM. Después de un par de días ya había terminado con la mudanza y empecé a pasear la nueva zona para conocerla. La verdad que el sitio era muy tranquilo aunque con poco que hacer, no había ningún otro joven que me llamase la atención para entablar conversación y realizar mi propósito. El domingo fue aburrido, como la gran mayoría de los que tenía vividos y más habiendo pasado todo el fin de semana en casa, así que enseguida me fui para la cama. Me puse a releer los sms para entretenerme un poco hasta encontrarme con la invitación a la fiesta, en ese momento no me pareció mala idea, me dirigí al ordenador y busque en google maps la dirección, estaba algo lejos, pero no tenia nada mejor que hacer. Me acosté pronto, al levantarme llame a mis padres para pedir comentarles que tal iba mi vida en el nuevo sito, para que me pasasen más pasta y para decirles que iba a andar ausente este puente. Las horas pasaban y se acercaba el momento para ir a la fiesta, me asee, me puse algo de colonia y me vestí con una camiseta blanca, unos vaqueros con un cinturón negro para que no se me cállese y unas zapatos negros. Ya tocaba bajar y coger la moto para marchar agarre todo lo importante para ir a una fiesta la cartera con un par de preservativos y dinero, el móvil, las llaves de casa y por supuesto las del vehiculo. Al llegar al garaje que tenia alquilado me dirigí hacia la moto puse las llaves en el contacto y… joder no arrancaba, el motor hacia un ruido extraño y ya me había propuesto ir a la fiesta, así que me fui a la calle y pare a un taxi que me llevase. 

Sin mucho rodeo llegue al lugar pagué al taxista la clavada que me pedía y me baje. Había llegado con algo de tiempo, ya habían llegado algunas personas otros llegaron después de mi. Era casi la hora pero aun no había salido nadie a recibirnos, los puntuales éramos 10, 4 chicas y 6 tíos, aunque seguramente viniese alguien rezagado.

Siempre tenia todo controlado, siempre llevaba con fuerza todas las decisiones que tomaba. Pero ese mensaje le había movido los cimientos, ella no tenía amigos ni nadie a quien le importara invitarla. Al principio pensó en que era una equivocación, alguna broma o algo parecido. Pero cuando volvió a cenar sola, mientras miraba televisión y pensaba que hacer para no aburrirse, le pico la curiosidad por sobre que se trataba esa fiesta. Nunca se divertía y no le vendría nada mal conocer a alguien.

Los dos estáis en la entrada veis como un hombre se os acerca y dice:

Parecéis que sois los primero pues pasar es de mala educación hacer esperar a los invitados en la puerta.

Os invita pasar con mucha amabilidad.

Era tarde y estaba lloviendo, parecía que el cielo empezaba a clarear mientras, poco a poco unas pisadas se acercaban lentamente a una de las puertas de un largo pasillo, a los lejos una figura caminaba como flotando en el aire, al llegar a una de las puertas adentro su mano en un bolsillo de la cazadora, el sonido del metal al chocar las llaves entre sí se escucho en el profundo silencio. Al poco el pomo de la puerta giraba y dejaba entre ver un amplio salón, la figura entro en la casa. Al cruzar el umbral de la puerta el sonido de un tono de movil, rompio la calma que existia en la estancia.

Laura se dirigio hacía el salón para depositar encima de la mesa, sus cosas y quitarse la cazadora, al hacerlo adentro su mano en un bolsillo para sacar el aparato, la luz del movil indicaba que se había recibido un mensaje. Era extrano, no reconocía el número desde el que había sido enviado, así que seguramente no habría grabado en la agenda al remitente.El mensaje era una invitación a una fiesta en una casa, para dentro de una semana. 

Lo cierto es que estaba un poco cansada pero hacía ya dos semanas, que no hacía nada mas que trabajar y no dejaba tiempo para poder desconectar, por lo cual decidió acudir a la cita.

La semana pasó como si de una pelicula se tratase, casi sin dase cuenta había llegado el día. Tras prepararse para el evento decidio coger un taxi para poder llegar al lugar, dado que no había tenido demasiado tiempo para ver donde estaba situada la calle, al entrar en el taxi el conductor la miro algo extrañado al decirle la dirección.-..seguramente no conocerá muy bien la zona...pensó para si mientras ojeaba de nuevo el mensaje a la vez que el coche se adentradaba en la carretera en dirección a su destino.

Al llegar bajó del taxi, parecia como si la gente aún no hubiera llegado, pago el taxi y observo de nuevo el mensaje,si, la hora era la correcta. Miro alrededor y decidio esperar hasta que alguien apareciera por el lugar.

Pase señorita le están esperando

jajajja manolo?? de verdad manolo??? de mayordomo que bueno xd

jaja si xD

Al acercarme a la casa observo como la puerta se abre y aparece un hombre de edad avanzada, me invita cordialmente a entrar en la casa, comentando que me esperan.

Al entrar observo la amplitud del lugar, por fuera ya se observaba que la mansión era bastante grande pero por dentro era todavía mas impactante.

Hacía un día de perros. Exactamente igual que todos los días desde hacía mes y medio.

La paciencia de Karen se estaba agotando y no encontraba forma alguna de empezar su nueva historia. Llevaba tanto tiempo aislada del mundo, intentando encontrar la inspiración dentro de las cuatro paredes de su casa, que su humor se estaba volviendo tan negro como el tormentoso día que le mostraba la ventana de su habitación.

Por eso decidió, sin pensárselo dos veces, a pesar de lo extraño que resultaba,  ir a la fiesta a la que le habían invitado desde un mensaje en el correo electrónico que había leído la madrugada anterior, mientras intentaba escribir las primeras líneas de lo que estaba siendo su gran tormento.

Así, se puso el vestido rojo que se había comprado hacía un par de meses y que aún no había estrenado, se arregló el pelo y se maquilló, sin dejar de pensar quién sería el emisor de aquel extraño mensaje. Finalmente se puso su cazadora negra, apuntó bien la dirección a la que tenía que ir y se puso a conducir en su espléndido Hyundai deportivo negro que se había podido comprar tras muchísimos años de arduo trabajo.

Sin dejar de indagar en quién de sus amigos o conocidos podría ser el emisor del mensaje, terminó por llegar a la dirección. Bajé y observó la casa y miró su reloj. Parecía que era la primera en llegar aunque habían pasado un par de minutos de la hora fijada.

Esperaré haber si aparece alguien más...

Aarón recibió el mensaje cuando salía del portal de su casa. Algo extrañado por el origen desconocido del mismo se lo comentó a Sam y a Carlos, su primo y un amigo, que lo esperaban en la puerta para salir de marcha.

- ¿Qué pasa Aarón? parece que hayas visto un fantasma -le dijo Sam.

- Nada -respondió Aarón -Solo que acabo de recibir esta invitación a una fiesta la semana que viene y no sé de quien es el mensaje.

- Será publicidad, ignóralo -le dijo su primo.

-¿Pero qué dices? - se extrañó Carlos -Una fiesta es una fiesta. Hay que asistir.

- ¡Ahí le has dado! -respondió Aarón alegre -Por supuesto que pienso ir.

Olvidaron el tema esa misma noche, sin embargo, el tiempo pasó y Carlos le preparó a Aarón una pequeña sorpresa.

Se encontraba Aarón en un pub entablando conversación con una guapa chica rubia mientras Sam y su amiga Luzi los observaban divertidos desde otra mesa. Entonces, Carlos y dos amigos más entraron en el local y se dirigieron a Aarón con urgencia.

- ¡Rápido, Aarón! ¡Ven con nosotros es un asunto urgente!

Apresuradamente, Aarón se despidió con cierta consternación y acompañó a sus amigos que lo metieron a empujones en el coche de uno de ellos.

- Más os vale que sea importante, me habéis fastidiado un rollo seguro -dijo con cara de malas pulgas.

El coche recorrió las calles a toda velocidad. Llegado el momento el vehículo se detuvo y entre todos expulsaron a Aarón del coche. Desde la ventanilla, Carlos le gritó:

- ¡Ahí tienes tu fiesta misteriosa! Ya nos contarás cómo te fue.

Y sin decir nada más se fueron entre risas derrapando al salir.

- ¡Que os jodan! -respondió Aarón consciente de que no le oirían, pero gritando igualmente.

Se giró y encaró la imponente mansión que se elevaba delante de él.

 Por fin era lunes. Kayla Archer se despertó con un sobresalto y dirigiendo una mirada legañosa hacia la mesilla, comprobó que ya eran las ocho de la mañana. Cada vez odiaba más ese despertador.

Sin embargo, ese día tenía otros planes que no tenían nada que ver con el trabajo. La semana pasada le había llegado un mensaje al móvil donde la invitaban a una fiesta el día 18, lunes, en una mansión de las afueras de la ciudad. No sabía quién había contactado con ella, y estuvo dándole vueltas al asunto toda la mañana. Le extrañaba que alguien fuera tan generoso con una desconocida. Más aún ¿cómo se habían enterado de que ella se había mudado a la ciudad? Quizás se tratase de algún fan, quedó finalista en el Pulitzer varias veces y había salido por la tele en más de una ocasión. Pero ni así logró disipar las dudas. Le preguntó a un compañero de trabajo, ya veterano, si sabía algo sobre la fiesta, pero no había oído hablar de un evento parecido.

Finalmente, decidió que no tenía nada que perder, y quedó con un amigo para que la llevase al lugar indicado a la hora convenida. Estaba ansiosa por conocer al resto de los invitados, que ya estaban esperando para entrar a la gran mansión. Kyla se despidió y bajó del coche, dispuesta a reunirse con ellos.

Veis un nombre salir de la mansión
buenas noches podéis ir pasando queridos invitados os estábamos esperando.

Frank se despertó escuchando el sonido de la lluvia. Tras el cristal del amplio ventanal de su habitación, la densa niebla y el frío matinal lo envolvían todo, haciendo dificil siquiera vislumbrar lo que podría haber al otro lado de la calle.

-Igual que la niebla londinense de Oscar Wilde -pensó con sonrisa triste -un mundo de vapores soporíferos, una atmósfera de vagas sombras y espejimos que ondulan. Una niebla de vapores efímeros que enmascaran la realidad. Parece magia...

Y entre sus blancas e impecables sábanas dejó pasar unos minutos más antes de levantarse; al fin y al cabo, nada tenía que hacer aquel día, como cualquier otro vulgar día de su vida. Se ocuparía de terminar de leer el libro que ayer dejó a medias y quizás si estaba de buen humor, escribiría alguna breve reseña para algún periódico local. En aquel momento, mirando por la ventana cómo las gotas de lluvia resbalaban tras el cristal, se sintió un poco solo. Y notó con más intensidad el frío que apenas podía colarse por las pequeñas rendijas del viejo ventanal.

El desayuno era la comida favorita de Frank. Siempre le fue agradable un café bastante cargado y una tostada, todo calculado en su justa medida para así evitar desperdiciar inutilmente sus cosas. Pero aquella mañana, tanto el café como la tostada le supieron a poco. Hubiera deseado algún tipo de compañía en aquel momento, y eso era bastante extraño en él porque siempre prefirió la soledad, siempre fue como mejor se sintió. Pensó que quizás fue aquella mañana lluviosa la que le había puesto un poco sensible y sin pensarlo mucho más, se levantó enérgicamente de la silla y salió a buscar su correspondencia con un paraguas en la mano.

Al abrir la puerta de entrada, el olor a tierra mojada era tan fuerte que podría haber resultado un poco molesto. Frank recogió las cartas del buzón sin entretenerse demasiado a revisarlas porque llevaba poco abrigo y la humedad del ambiente se notaba fría, aunque no le estuviera lloviendo encima directamente.
Una vez estuvo dentro de casa de nuevo, se alegró disimuladamente por haber dejado todo el suelo embarrado al entrar. Ahora tendría que limpiarlo todo tan cuidadosamente que el olor a desinfección y limpieza estuviera de nuevo presente en cada milímetro de su casa. Le encantaban este tipo de cosas. Y antes que nada, sin moverse de allí miró las cartas que tenía en su mano. Facturas, facturas y publicidad, menos una... Hubo una carta que le llamó la atención; no llevaba escrito remitente con lo que la persona interesada habría tenido que dejar la carta en su buzón personalmente. Se trataba de una curiosa invitación a una fiesta.

En aquel momento rechazó totalmente la idea de ir a ninguna fiesta y menos cuando no sabía ni de quién venía la invitación, pero fueron pasando los días y la curiosidad de Frank fue creciendo. Recordó alguna historia retorcida que había leído en uno de los libros de Agatha Christie que tanto le gustaban, y pensó que quizás pudiera pasar algo interesante en aquella fiesta. La incertidumbre que sentía era superior a él así que cuando llegó el día en cuestión, se vistió con un elegante e impoluto traje negro que llevaba años sin usar y se encargó de que un taxi le recogiera a la hora justa para no llegar ni un solo minuto tarde.

Pase señorita le están esperando le dice el mayordomo desde la escalera de la entrada , pero te observa y se da cuenta que es un hombre lo siento señor pensé que era usted una señorita te sonríe

*Recibo el mensaje de mi jefe... Que vas a una fiesta no?? te diria que nada mas que por eso, que no cumples con tus horas de guardia, pero me interesa que vayas, hemos recibido informes de que alli se maneja cosas ilicitas, blanqueo de dinero y trafico de drogas, es asunto gordo, eres unos de los mejores en el campo de la inflitracion si no de coña de te dejaria entrar en esa puta casa, mantedme informado de todo

Joder que marcaje el puto jefe, y yo que queria pasarmelo bien y encontrar una buena chica, con mi padre dandome la tabarra todo el dia...

Hijo centrate, casate y ten una familia, tienes 28 años, a esa edad estaba yo casada 8 años, eres un Leon, una familia de generacion con titulo de marques, no puedes quedarte tanto tiempo soltero,

*me quedo un rato pensativo y al momento, me voy ducharme, me preparo con un traje de emilio tucci (Italiano por supuesto) blanco, con lso zapatos negro y camisa negra, sin corbata, mi hidratante en el pelo para fijarlo, y me voy al punto indicado de la quedada

Por fin algo de fiesta, haber si ligo algo...

Ves un hombre mayor bajar por las escalera.
Señor perdón por las molestia de hacerle esperar a fuera, ya están algunos de los invitados pasemos hacia adentro.