Llegas a caballo pocos dias despues de la concesion del burgomaestre de tierras en tu favor, el camino desde Robleda ha sido facil hasta que has tenido que seguir sin un camino, pues las tierras que se te han encomendado son tan virgenes como una joven y horrenda novicia de clausura. Te cuesta casi medio dia encontrar el sitio, mas por suerte que por habilidad siguiendo mapas y observando el terreno te encuentras con una tosca y ajada señal de madera, que indica la entrada a terrotitorio de propiedad del gremio de herreros, por tu cabeza pasa la idea de que seguramente fuera cedido a este como pago por alguna deuda.
Caminas decidida al interrior y compruebas que el terreno es tan virgen que las hierbas llegan a ser casi tan altas como tu, el territorio es casi llano y se podria edificar facilmente. Quizas con una tierra tan fertil podrias atraer a unos siervos para que cultivaran la tierra, pero todo eso te costaria dinero, mucho dinero. Aunque todo lo que inviertas podrias recuperarlo a lo largo de los años claro esta.
La edificacion se hara conforme lo escrito en el manual verde de La marca del este. Los precios deben ser ajustados.