- Como pinta el motivo referente a la elección, por supuesto, luego de oír a unos, más parece una elección de cabeza de turco, elegir a alguien para culpar a otros del fracaso colectivo. Si es así no pasará mucho para que el Sabbat vaya primero por ustedes, un botín más apetecible a su paladar, damas y caballeros. Pero si no es así y buscan a la persona indicada para dar un giro del timón a un destino más armónico para todos nosotros, miembros de la Camarilla, una nueva época dorada, pueden votar por mí, ya que siempre tendré oído para todos y determinación para hacer lo justo, bueno y correcto sin mirar a quien. Como he dicho, entre todos nos necesitamos y si llegase el día sería bueno estar hombro con hombro, escudo con escudo y espada hacia el mismo enemigo sin desconfiar de nuestros compañeros ni ver traiciones, conjuras o bajezas de ese tipo. Soy un hombre sencillo cuyo máximo deseo no es tener un palacio ni poder para presumir sino para construir y servir a cada uno de los vástagos que somos parte de la Camarilla y dejar una gran cantidad de obras para nosotros y el ganado. Que América sea el continente con mejor educación, salud y nivel de vida, cuna de grandes figuras de la humanidad y un faro de luz en un mundo donde reinan la oscuridad de la ignorancia y un infinito mar de inicua miseria en todos los niveles existenciales. ¿A quién no le gustaría tener un Ghoul o Chiquillo de la talla de Aristóteles, Platón, Kant, Rousseau, Montesquieu, Voltaire, Séneca, Adriano, Augusto o científicos o estadistas? ¿A quién no le gustaría desterrar todos los grandes males que nos aquejan? Esa es mi meta, traer un nuevo siglo de oro en donde florezcan las ciencias y las artes y nosotros nos enriquezcamos también espiritualmente y demos fin a la Yihad en nuestro continente al demostrar que somos el camino verdadero. Muchas gracias y cuento con sus votos para construir juntos un mundo mejor.
Se levantó para lo que esperaba fuera la última vez. Todo aquel juego de sillas protocolario le parecía molesto y a su pie más aún.
-Prácticamente todos en esta sala me conocen en persona o han oído hablar de mí, y si no es así es porque no han preguntado. Yo no me escondo, soy lo que muestro, digo y hago, y pase lo que pase esta noche eso se mantendrá así, pues no sé cómo vivir de otra forma. Al final todo se resume en una decisión que ustedes, señorías, tienen el privilegio de poder tomar por la gran mayoría que sigue en las calles luchando y muriendo contra nuestros enemigos en común, así que tomen esa responsabilidad y actúen con ellos en mente. Gracias.
Mendoza se pone de pie, una vez más.
-Bueno muy bien. Todo lo que había que decir, se dijo. Ahora, es momento de decidir. Cada miembro de esta primogenitura votará por uno de los dos candidatos, a viva voz, con cualquier comentario que quiera hacer, si es que quiere.
Zulema de Roble, la P. Ventrue, habló primero.
-Aunque nuestros Clanes no hayan sido siempre los mejores colaboradores el uno del otro, sé por Kamfomt y por lo dicho esta noche, que Jan van Eyck será un digno líder de este Principado, continuando lo bueno que Alexandria construyó, y llevándolo hacia nuevas posibilidades. Mi voto es para él.
Lucio Scarpa tomó la palabra luego.
-Mi voto es para Julio, lo conozco hace tiempo, confío en sus cualidades y sé la clase de persona que es. Nuestro Clan ha trabajado mucho por esta ciudad y esta región en general, codo a codo con nuestros hermanos de otros linajes, y sé que, sea quien sea elegido, eso seguirá, por lo que han dicho hoy. Me gustaría también proponer que el candidato que no salga favorecido, ocupe el puesto también vacante de Senescal. Es imprescindible ocuparlo, y no debemos desperdiciar las cualidades de estos dos hombres.
El Pardo pidió la palabra a continuación.
-Concuerdo con Scarpa, aquí necesitamos un Senescal además de un Príncipe. Y diré algo más. Estuve conversando abajo, antes de reunirnos acá, con Claudio Foi, que viene en representación del Rojo López, desde Rosario: las cosas no andan bien por allá, y quiero tomar cartas en el asunto. Hoy se dijo algo importante, no somos Primogénitos de Buenos Aires, lo somos de toda una región, y es mi responsabilidad participar de la defensa de la Camarilla en Rosario, de lograr pacificar la ciudad. Lo digo porque también será necesario un Sheriff para la Capital. Y sobre la elección, que ya se me olvidaba, Salas me ha demostrado bravura y coraje, mi voto es para él.
El Brujah Claudio Foi, desde su asiento, asentía con efusividad.
Entonces habló Miguel Díaz Ordúñez:
-Van Eyck es el sucesor natural de Alexandria, al menos tal y como están dadas las circunstancias. Y Salas como Primogénito, sí. Sobre el cargo de Sheriff, Pardo, creo que tus muchachos pueden ocuparse de la tarea en tu ausencia.
Kamfomt, P. Tremere, habló y dijo:
-Jan van Eyck es mi voto, sé de sus sinceras intenciones y de su talento, y estoy a su disposición siempre.
Luego habló Dignidad:
-Todos aquí saben que yo tengo mi propio candidato, Enrique Melconián, por muchos de ustedes querido y respetado, mi chiquillo y mano derecha. Pero Enrique no está hoy aquí. Sé desde mi alma, dondequiera que esté, que se encuentra ocupado en algo de importancia, o no habría faltado a este encuentro. En su ausencia, y esperando que su rol en este nuevo Principado sea el que mejor pueda brindar servicio a la Camarilla, mi voto es para Salas.
Mendoza, cerrando el ciclo de votos, dio el desempate. Miró al Tremere con seriedad, luego al Brujah, y finalmente a Goliat, el Nosferatu enviado en representación de Larissa de La Plata.
-Goliat será un buen Sheriff, colaborando con los hombres del Pardo. Jan van Eyck será un excelente Senescal. Julio Salas deberá demostrar de lo que está hecho, en el cargo de Príncipe.
Así, sin más, había quedado zanjada la elección de un nuevo Príncipe para Buenos Aires, o, más bien, para toda América desde Panamá hasta el Canal de Beagle. Hubo un aplauso de cortesía, y todas las miradas apuntaron a los candidatos, al ahora Príncipe y al ahora Senescal.
En el orden que lo prefieran, sus palabras, y cualquier cosa adicional que quieran mencionar previo al cierre de la escena.
Cuando Mendoza pronunció su nombre, asintió con la cabeza y sonrió ligeramente. Básicamente se había convertido en el tipo que aparece un los cuadros de la revolución francesa alzando la bandera encima de la barricada, una diana con patas, pero que era necesaria para que el resto de milicianos avanzara.
Durante el aplauso agradeció con la cabeza hacia cada rincón de la sala, a la bancada de los primogénitos y a Jan, que se iba a convertir en el Senescal.
No podía evitar sentir que todo aquello era una pantomima, una obra de teatro escrita hace tiempo y que se estaba representando esa noche, y que fuese como fuese él tenía que seguir interpretando el papel que la primogenitura quería.
Al menos hasta que el guion fuese escrito por otras manos.
Esperó a que el aplauso se consumiera para hablar.
-Gracias. Todas las buenas palabras serán fútiles hasta que se cumplan, pero solo diré esto: trabajemos unidos y llevemos a esta ciudad, este país y este continente al lugar que merece. Como he hecho siempre en mi hogar, mi puerta está abierta para cualquiera, y ahora más que nunca.
Aplaudo al vencedor, algo que obviamente no se puede dejar de lado por educación y por ser protocolar, luego agradezco a cada uno de los que me votó y les recuerdo que siempre podrán contar conmigo. Era una extraña sensación la que me embargaba, a ciencia cierta no sabía si debía sentirme satisfecho por el logro obtenido siendo prácticamente u desconocido o triste por haber sido derrotado pero lo que era seguro, la certeza de que íbamos con las velas enfiladas a una tormenta.
Aguardé que felicitasen a Julio todos sus adeptos y me dirigí hacia él.
- Muchas felicitaciones, Príncipe Salas - estrechándole la mano con fuerza y de forma sincera felicitándole.- ¿Cuándo y dónde será nuestra primera reunión para trabajar?
La reunión había cumplido su cometido, y ahora Buenos Aires tenía un nuevo Príncipe. Las cosas se iban ordenando.
Mendoza se acercó a los dos, y respondió a la pregunta de Jan, "la próxima noche, donde consideren más apropiado, por ahora este lugar está disponible, pero es su decisión", decía esto mirando a Julio pero sin mencionarlo.
La gente se fue dispersando tras saludar a ambos hombres, y muchos se saludaron entre sí; muchos, también, le hicieron saber a ambos -pues tanto Príncipe como Senescal debían trabajar codo a codo en estos asuntos- que querrían una reunión de cara a la reorganización de todas las cosas que era necesario reorganizar. Pero para eso habría tiempo: primero, las flamantes autoridades de Buenos Aires debían organizarse ellos mismos, y ya habría tiempo para todo lo demás.
Sus vehículos y acompañantes los condujeron a sus refugios, esta vez con una escolta especial, que pasó desapercibida para los ojos inexpertos, pero que era ahora imprescindible.
Si quieren mencionar algo sobre sus salidas de allí, alguien a quien dijeran algo particular antes de irse, y sus regresos a sus refugios, adelante con eso, a modo de posteo de epílogo, y cerramos la escena.
Esto háganlo "solo para el director", o, si se hablan entre ustedes pero es algo privado, no lo pongan visible para todos: hasta acá, hasta los personajes menos cercanos a la cúpula Camarilla habrán sabido lo que ocurrió, pero lo que se diga luego, ya no.
Estrechó la mano del Tremere y se le erizó el vello de la nuca, había oído historias sobre la magia de su clan y como con un simple toque podían causarla... Pero obviamente no iba a hacerle ese feo la noche misma de la elección. ¿Estaba pecando de confiado? Quizás, pero de momento Van Eyck no se había ganado su enemistad, así que merecía el beneficio de la duda.
-Gracias, pero llámeme Julio, por favor.
Escuchó a Mendoza y negó con la cabeza.
-A no ser que el protocolo lo exija preferiría atender este tipo de reuniones en mi casa, no me siento cómodo en lugares tan sobrecargados.
Escribió en un trozo de papel su dirección y se lo entregó a Jan.
-¿Le parece bien a las doce?
Y a continuación saludó al resto de presentes que esperaban tener una vista con él, aceptando cada una de ellas. 'Al final tendré que contratar a un secretario, o aprender de una vez como funcionan las agendas del smartphone', pensó.
Una vez libre de obligaciones, se marchó a casa y descubrió que la ciudad no había cambiado un ápice desde la noche anterior, aunque el fuego que se le había prendido en su pecho le incitaba a pensar que sí.
Cerramos la escena, y la primera parte de esta partida, felicitaciones a los dos por el ascenso! Luego en sus secciones les paso los puntos de experiencia y los Trasfondos ganados.
En unos días me pongo con el comienzo de la segunda parte de la partida, que para ustedes dos será con esta primera reunión. Saludos y buen domingo!