Partida Rol por web

Roderic atendió las heridas del caballero, al menos hasta el límite de sus posibilidades¹. Luego, junto con el resto ayudó a cargar el carro con el material encontrado en la caverna.

Cuando hubieron terminado se fueron de allí, aunque todavía no le quedaba muy clara la dirección. ¿Volverían a Phanladin o por el contrario irían directamente a la fortaleza de la que habían oído hablar para rescatar a los hermanos enanos?

La opción final fue Phanladin. Era claro que necesitaban algo más de equipo. La batalla reciente había consumido casi todos sus recursos, incluida la poción de sanación que recientemente habían adquirido y sin lugar a dudas si querían acometer una empresa de mayor envergadura tendrían que estar muy bien preparados. Además el se sentía con la necesidad de jurar sus votos, pues creía haber sentido la mano protectora de Torm guiando su mano en el combate contra el líder de los goblins.

En la primera parada Sildar les contó la historia de Phanladin y trajo hasta ellos la razón por la que casi con toda seguridad los enanos habían sido secuestrados.

Guardó silencio durante unos segundos. - El redescubrimiento de un centro de tanto poder sin lugar a dudas desestabilizará la región. Muchos serán los que quieran ejercer su influencia sobre la zona y no hablo ya de criaturas malignas. - dijo. 

- De todos modos habremos de ir paso a paso. Ahora toca encontrar a los enanos y tratar de salvarlos de sus secuestradores. No va a ser tarea fácil. -

Todavía no racionalizaba muy bien lo que me ocurrió dentro de la caverna de los Goblins, mis instintos animales emergieron y por suerte pude mantenerlos controlados. Ese flujo de energía que sentí emerger desde las profundidades de las redes de magia, fue una sensación agradable.

Mientras salíamos del escondite estaba contento, ya que de apoco me voy acercando a mi objetivo, mis capacidades paulatinamente van mejorando y es la misma naturaleza quien las va puliendo. Pero me mantuve en silencio, todavía no me sentía partícipe de la misión de rescate que mis compañeros acababan de realizar. Yo simplemente era alguien que les tendió una mano, al menos hasta que Sildar el Humano dijera lo contrario. 

Luego de un agitado día, compartir una comida al lado de la hoguera debía ser gratificante, pero la melodía de Ingeir me hizo recordar el por qué estoy aquí. La armonía de esa flauta traía consigo un sentimiento de nostalgia al haber dejado mis tierras. El pensamiento de haber dejado atrás a esa ponzoñosa criatura, reinar Thundertree me quitó el apetito. -Dejo de lado la ración de comida y me paro enfrente de Sildar-

Sildar, creo que no me he presentado adecuadamente ante ti.

Mi nombre es Ivelios guardián de los Bosques del Norte. -Realizo una reverencia digna del más humilde campesino, arrodillándose frente a la realeza- Sirvo a la Orden de Mielikki, es un placer haberte encontrado. 

-Vuelvo a mi lugar frente a la hoguera y siento- Salí desde Neverwinter hace unos días en tu búsqueda. Se me informó que necesitabas aventureros dispuestos a encontrar la Mina de Wave Echo.
Y heme aquí, te ofrezco mis servicios en tu noble misión. 

Aunque vigilo los Bosques del Norte, conozco un poco sobre estos rincones del sur. -Hago una pausa para beber un poco de agua y prosigo- Sé la localización del enemigo. Este se esconde tras los muros del Castillo de Cragmaw, en donde Grol, el Rey Bugbear, congrega sus tropas de Goblins y Hobgoblins. 

Miro a Ivellios atentamente mientras se presenta.

¿Y como vamos a asaltar cinco guerreros un castillo repleto de tropas?  - musito mientras tiro piedras a la hoguera. - Quizás lo más inteligente fuera entrar a escondidas y acabar con el rey. Una operación de sigilo sería lo más adecuado en estos momentos. ¿Sabeis de alguien que conozca alguna entrada por las cloacas o alguna via de escape que podamos usar para entrar?

Sildar agradece enormemente a Roderic tras su imposición de manos.

Dejadme que os explique,os dice Sildar,y una vez guardáis silencio continúa:

Los tres hermanos Rockseeker(Gundren,Tharden y Nundro),reciéntemente localizaron una entrada a Wave Echo.Klarg...cuando nombra al bugbear mira a Trake...el bugbear que acabáis de eliminar,tenía órdenes de deneter a Gundren,por eso nos emboscaron.He escuchado de boca de los goblins...esta vez mira a los goblins que están junto a Ingeir...que Black Spider quería a Gundren.No tengo idea de quien son.Hace una pausa esperando que los goblins dijeran algo y dicen: Klarg sabía,nosotros no...

Sildar,asiente y continúa:

Gundren tenía un mapa guardado en el estuche del que hablas...dice mirando a Ingeir...mostrando la localización de Wave Echo,creo que Klarg envió el mapa y al enano al Castillo de Cragmaw.No se dónde se encuentra,pero parece ser que nuestro amigo druida conoce su paradero.

Tras un suspiro dice,me gustaría ayudaros y puede  que lo haga,pero necesito hayar el paradero de mi amigo mago,se llama Iarno Albrek,hace  dos meses fué a Phandalin y no se nada de él,necesito investigar qué le ha sucedido...

Pues vayamos a Phandalin, alli te dejaremos y buscamos algo de ayuda, porque nose a ustedes pero esto se nos queda algo grande. Han sido los de aqui y la verdad he temido por la vida de algunos de ustedes.- digo despues de estar un rato callada pensando y escuchando cada una de las palabras de los demas.

- Te ayudaremos a llegar a Phandalin. Dijo tras escuchar las palabras de Sildar y apoyando la sugerencia de Evyth. - No seas pesimista mujer, no lo hemos pasado tan mal y hemos echo amigos. Creo que hemos echo un buen trabajo aquí. No nos podemos acobardar, Gundrem nos necesita y en el pueblo no había nadie más dispuesto a ayudar. Gracias a que por el camino conocimos a Ivellios que nos ha sido de gran ayuda y además conoce donde llevaron el mapa y al enano. dijo siempre sonriente animando al grupo. - Tengo interés personalmente en las minas, algo peligroso reside en mi y allí podré encontrar las respuestas que necesito. Por lo que espero que me acompañeis en esta aventura, con Ivellios se que yá puedo contar. La dijo haciéndole una grata reverencia.

Su mirada se posó en Trake. - Somos un equipo y podemos ayudarnos los unos a los otros, no hace falta que carguemos con el peso de lo que suceda individualmente, nos tienes para apoyarte. Sólo tienes que pedirlo. acabó con una sonrisa, no aprobó lo que contempló pero esperaba que Trake tuviera motivos suficientes para haberlo echo.

Se llevo una mano a la tripa satisfecha con la cena. - ¿Habéis revisado el lugar donde acabasteis con Klarg? En ese lugar había un montón de barriles y cajas de los que podríamos sacar buen provecho. Antes de descansar podríamos revisar lo que hay y antes de partir lo podemos ir trasladando al carromato si podemos con ello. dijo levantandose presta a investigar que había en aquellas cajas.

No había nada útil en la zona, Ingeir. Ya revisé yo los alrededores.

Todos estaban dispuestos a asaltar la fortaleza del rey Bugbear. No parecían demasiado conscientes de lo que implicaba aquello, pero no podíamos dejar que el tirano siguiera allí metido llevando el terror a las tierras circundantes.

De acuerdo. Vayamos al castillo, pero primero mejor paremos en Phandalin y nos aprovisionemos bien antes de iniciar la incursión.