Partida Rol por web

La noche más oscura [+18]

Sucios secretitos

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08/06/2022, 17:36
Karan
Sólo para el director

El Ladrón de Sombras parece divertirse, responde a preguntas con preguntas, no le gusta ser claro o le gusta no ser claro, pero parece dispuesto a exponer sus intenciones lo máximo posible. Se vuelve hacia la Hoja del Estío, y entonces comprendo que mis ojos han debido de traicionarme en algún momento, incapaces de evitar mirarla, buscando consolarse en la idea de asir su empuñadura y… ¿luego qué, Karan? ¿Partirás al hombre pálido por la mitad? ¿Al mismo hombre que mata soldados entrenados y niños, a quien la niebla y las sombras obedecen? No me hagas reír. No vales tanto. No vales nada.

Me pregunta qué sentido tendría despertarme antes de matarme, y si lo considero un sádico capaz de descuartizarme estando yo consciente. Yo ya me dispongo a responder, y una ese silbante de desinfla en mi lengua cuando el Ladrón de Sombras me dice que no lo haga.

Su repentina llegada, la sombra que lo acompaña. Todo en esta habitación es un despliegue de poder, lo sé, y él sabe que lo sé, y yo sé que él sabe que lo sé, y él sabe que yo sé que él sabe que lo sé, y el miedo que recorre mis venas es químicamente puro.

Me hace preguntas, juega con mi mente. Dice que quiere ser mi amigo. Amigo. La palabra mágica. Pero me habla con desprecio, intenta asustarme. ¿Los amigos hacen eso?

Guardo silencio mientras estudio el rostro enmascarado. Futilidad. Mis ojos se encogen y se alargan, oh desconfianza.

—¿Y qué me costaría? —le respondo sin pretender ser sarcástico, dándome cuenta demasiado tarde de que estoy jugando a su juego. Porque mi instinto me grita que no le haga caso, que salte por la ventana y huya, pero ahí estoy, hablando con él. Intrigado, curioso por saber qué tiene que decirme. U ofrecerme. Negociando. Loco, loco.

Entonces, me pregunta si tengo un amigo, aunque sea uno solo. De nuevo la burla. De nuevo el desprecio. «Karan, tú no eres digno de tener amigos», es lo que quieren decir sus palabras. Recuerdo la historia del niño triste y solitario que se hizo amigo de la oscuridad, y me doy cuenta de que todo esto es una pantomima. Una máscara tan real como la que esconde su rostro. Delante tengo un niño asustado que solo quiere un amigo… un demonio reconoce a otro. ¿Es eso lo que está haciendo ahora? ¿Intenta hacerse amigo de la oscuridad?

¿Yo soy la oscuridad?

Hago ademán de responder a su última pregunta, y estoy a punto de decir que no. La fuerza de la costumbre. Hasta ayer, un no habría sido sincero. Pero antes de contestar, ella aparece ante mí, con tanta claridad como la luna en una noche de verano, e igual de plateada. «Tú me importas», dijo, y sus palabras suenan ahora sinceras.

—Arcadia —digo, arrobado por el súbito descubrimiento. Luego, miro al niño solitario—. Tengo a Arcadia. ¿Y tú? ¿Tú tienes algún amigo?

Notas de juego

YOU DIED

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10/06/2022, 17:23
El Hombre Cetrino

El Hombre Cetrino parece, más que sorprendido, desconcertado.

—Oh... ¡Ooooh! —Mueve nerviosamente los dedos, tamborileando yema sobre yema.

Nosolotieneunamigono-no-noooo... Tieneunaamigaaaa... —sisea encorvándose sobre sí mismo, dándote la espalda un instante.

Se gira hacia ti, veloz.

—¿En serio? ¡Je! ¿Cuarenta y ocho es tu amiga? —Ríe alocadamente, muy bajito. Recobra la compostura en cuestión de un parpadeo. —Ándate con ojo, Karan. Los amigos de la peliblanca no acostumbran a terminar muy bien, ¿sabes? —Su voz muta en un susurro insidioso. —El enano... Se rumorea que es algo más que un amigo para ella... ¿Sabes lo que quiero decir? Oh, sí, sí, sí... Verás, es un tipo muy celoso, Karan. Te descuartizará si te acercas a ella. Ajá, ajá. Te cortará los dedos de los pies con su hacha. ¡Ji, ji! ¡Así! ¡CHAC! Y entonces...  Ooooh... Entonces...

El Hombre Cetrino parece aguantarse la risa, pero luego te mira fijamente embargándote con un insoportable suspense dramático.

—Bueno, entonces andarás como un pato, Karan.

>> ¿Quieres andar como un pato? Es muy incómodo. Te lo aseguro. Lo he probado. Una cuestión meramente científica, debo matizar.

El enmascarado se golpea con el índice su sien de alabastro, cogitabundo.

—Es una relación tóxica, Karan. Tcht-tcht-tcht. No. No te la recomiendo —sacude la cabeza, tajante. —Aléjate de esa mujer. 

Cuando le preguntas si tiene un amigo, el Hombre Cetrino parece sobrecogerse, como si sus brazos estuviesen entumecidos por una brisa heladora que sopla desde el exterior, filtrándose al interior del dormitorio por un resquicio de la ventana.

—¿Yo? ¿Amigos? ¡Decenas! ¡Cientos! —Se levanta, enfatizando sus palabras con histriónica gesticulación.

—Muy silenciosos. Muy sumisos. Todos ellos, silenciosos y sumisos. Sí, sí. Buenos amigos... Aunque claro, a veces se agradece algo de conversación, ¿sabes? ¡Algo de sana discrepancia! —Sus palabras parecen inquietar a la femenina sombra que permanece vigilante ante vuestra conversación, a la que fulmina con una mirada cargada de recriminación.

El Hombre Cetrino se sienta una vez más a los pies de tu camastro.

Parece enojado.

Habla tras un largo suspiro que parece efectuar para templar sus ánimos.

—Dime, Karan...

Te observa de soslayo.

Ese ojo dorado.

Ese ojo enigmático.

—¿Sabes qué es lo que eres, muchacho?

Notas de juego

Me encanta esta microescena.

Me interesa saber qué siente Karan cuando el Cetrino enfatiza los posibles celos de Mîn.

También me interesa la respuesta a la pregunta final.

Puede que mañana no postee en la escena general solo por alargar un mensajito más este diálogo. ;-D

Abrazo, Mic. Buen finde, chaval. ^^

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11/06/2022, 16:26
Karan
Sólo para el director

De repente, la máscara se cae y solo veo al niño. Un niño desesperado por ganar a toda costa. Insultos, amenazas. Miedo. Y soledad, oh, sí. ¿Los amigos de Arcadia nunca acaban bien? ¿Mîn es celoso y me cortará los dedos de los pies?

No me lo creo. Y qué pequeño te ves ahora.

—¿Cómo lo sabes? —pregunto de repente, extendiendo un dedo macilento hacia el niño solitario—. Tus amigos, digo. ¿Cómo sabes que lo son? ¿Pueden ser otra cosa? ¿Tienen otra opción? Suena más a... esclavitud.

No hay burla en mi voz. Solo un agudo interés, excesivo quizá para mi propio bien, por saber cómo funciona su mente. Ladeo la cabeza, mirándolo fijamente. Entonces, (¡te lo dije!), como por arte de magia, la máscara vuelve a su sitio, y el niño asustado vuelve a ser el Ladrón de Sombras. Y lo hace con una pregunta.

«¿Sabes qué es lo que eres, muchacho?». Calculada, hiriente pregunta. Una para la que no hay respuesta. La he buscado muchas veces, pero siempre me ha eludido. Supongo que por eso he dejado de preguntármelo. Más fácil, hiere menos. «Karan», podría decir, dos sílabas arbitrarias que mis padres me asignaron antes de saber que no eran mis padres. Antes de saber, precisamente, lo que soy. ¿Cómo puede ser que ellos lo supieran y yo no? ¿Acaso ser yo me impide ver lo que es ser yo? «No lo sé», es la siguiente respuesta que se me ocurre, pero tan vacía, tan insatisfactoria, que me sabe a ceniza en la lengua antes incluso de pronunciarla.

—Nada —respondo finalmente, en un gesto mitad indiferencia, mitad resignación, mitad desconcierto. Aunque eso sean tres mitades—. No soy nada. Por eso puedo serlo todo.

Notas de juego

Yeah, maaan... A mí también me está gustando mucho este vis a vis. Maldito Dewey, qué bien se te da sacar jugo a un pejota... XD

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14/06/2022, 12:18
El Hombre Cetrino

El Cetrino ríe, siniestro. Tus respuestas parecen asentar en él una nueva y malsana idea.

—Pobre criatura... Nadie puede ser todo —Empieza frotarse los dedos con una cadencia macilenta, metódica. —La vida se encarga de enseñarte que muchas, la mayor parte de las veces, la cosa va de elegir... Y de renunciar. Eres un pobre niño tonto, con sueños y esas estupideces infantiles. Tus respuestas son muy ocurrentes, pero tan vacías como la carcasa que habitas... Llegará el día en el que tus sueños, tus deliiiiiiirioooos, se hagan añicos... Llegará el día en el que solo vivas en la nostalgia... En la lamentación.

El Cetrino se levanta con un semblante amenazador.

—Verás, parte de la magia de la amistad es que nunca sabes cómo acabará, Karan... Mis amigos nuuuuuunca me han fallado. ¿Puedes, en tu dilatada experiencia, decir lo mismo? —Ladea la cabeza hacia la derecha. —Yaaaa... ¿Esclavitud, dices? Bah. Tecnicismos. Yo prefiero... Devoción —dice agitando la mano con un gesto henchido de desdén mientras la sombra repta por el suelo, abrazando una de sus piernas y mirándole como haría un creyente enfervorecido ante un sermón desde el púlpito. 

—Y no. No hay elección para ellos... —Sus ojos dorados te taladran. —Tampoco para los tuyos, Ladrón de Rostros. Nooooooo. Tú y yo somos mucho más parecidos de lo que piensas, Karan el Ignorante. Karan el Soñador. Karan el Enamorado... Tsk... Cuarenta y ocho...

Teclas. Teclas.

El Cetrino toca el piano mental con sus agrietadas cuerdas vocales.

Muuuuuuucho más parecidos...

>> Te ofrezco algo que nadie te ha ofrecido jamás, Príncipe de los Huérfanos —Su voz ahora no es calmada o burlona. Es aterradora y escalofriante.

—Te ofrezco un lugar en el mundo. El que te pertenece, pequeño idiota. Eres tan ignorante que me haces supurar biiiiiiiiiiliiiiiiiiiis... ¿Y tú eliges a Arcadia? ¿Hmm? —El Cetrino ladea la cabeza hacia la izquierda. Te arrincona. Te intimida. —¿Vas a elegir a una niña con la mente y el cuerpo mutilados antes que a tu propia sangre?

Crujidos.

Algo ha crujido en el interior de tu cabeza.

Neeeeeeecioooooooo... —sisea mientras se palpa la frente y agita la cabeza. Se pone en pie y extiende los brazos en cruz mientras te regala una mirada cargada de desprecio. Sabes que es un enemigo poderoso. Ahora podrías asegurar que es tuyo. Íntimo y personal.

—Te devuelvo lo que es tuyo... —dice, mirando de refilón la Hoja del Estío. —No deseo a mi lado la sombra del Traidor

Una pequeña y asustadiza sombra emerge encorvada de debajo del camastro, arrastrándose de modo patético por el suelo de madera. La reconoces al instante. Es tu sombra.

El Hombre Cetrino se deja caer de espaldas al suelo, pero no hay sonido de golpe. No suena crack. Solo una zambullida en la penumbra líquida.

Antes de desaparecer, le escuchas reír.

—Pregúntate, Karan... ¿Puedes confiar en tu propia sombra? Ju, ju, ju, juuu...

Notas de juego

Te hago saber que ahora tienes una némesis. Bah, todos sabemos que era lo que más ilusión te hacía. A mí no me engañas. XD

El Cetrino te ha devuelto tu sombra. Te preguntarás qué clase de castigo es este. Bueno, pronto vas a averiguarlo. XDDDDDDD

Esta escena ha sido genial. HE DICHO.

Puedes reaccionar a la misma aquí si lo deseas. Así tendré más munición con la que alimentar la enemistad entre el PJ y el PNJ. Tú recuperas tu sombra y obtienes una valiosa pista que puede que te vuele la cabeza (ojo, ojo); el Cetrino ha obtenido información interesante sobre tu persona.

He dejado un guiño final para un fighting fan. ;-D