Tras la primera partida teneis ahora una semana mientras Salamander investiga a Cazanubes. Él estará ocupado. Pero el resto podeis aprovechar esta semana para hacer tramas varias o preguntar precios de equipos y cosas para que cuando lleguemos a la partida, estas mierdas estén hechas. Así que cualquier cosa para reuniones y consultas, aquí teneis la escena.
¿Os irá mejor el viernes noche o el sábado día?
Kuesari se puso a esperar a la paladina en la entrada de su templo ya que es una de las que mejor le caen de la compañía, o al menos en la que más a podido confiar y la que mejor le trata, a veces... El mono se entretenía sentado en un árbol pensando en su tierra y los que eran sus seres queridos:-Debemos recatar a la princesa Ren cuanto antes...-Piensa el simio mientras mira la puerta del templo.
El templo de Pelor se alzaba blanco y dorado por encima de la mayoría de las casas de la ciudad. Los rayos del sol, que acariciaban sus ornamentaciones de oro proyectaban destellos que iluminaban la enorme escalinata que daba la entrada al templo. Muchos creyentes y sabios entraban y salían, al fin y al cabo no solamente era un centro religioso sino que albergaba la mayoría de la sabiduría de la ciudad. Otros tantos pasaban por delante de las escalinatas que era la calle ancha y que daba a lugares emblemáticos como el distrito noble, el mercado o el ayuntamiento.
<<Clonck>><<Clonck>><<Clonck>>
Los pesados pasos de la paladina novicia de Pelor cruzaron el último umbral que daba a la salida del templo. Ella, mientras estuviera en aquella ciudad, tenía cobijo entre sus muros, pero hoy venía a buscar a alguien en especial. Oteó desde arriba de las escalinatas para ver si su amigo, Kuresari, estaba y no pudo evitar una medio sonrisa burlona al ver que no debía buscarle a él sino a las personas que se iban apartando de un lugar y señalaban a un ser exótico.
Bajó las escalinatas y llegó hasta donde él estaba, le puso una pesada mano enguantada en un guantelete de metal en el hombro y le habló. - Bhuenos díasss... iba a pedirrr un favorrr a un miembrro de mi templo... querria ofreecerrme parrra ayudarr en la investigación a mi herrrrmano Salamanderrr... como vi que tenias cierrrto rrrrespeto pensé que te gustarrria acompañarrrme.-
La Crílica de acento ruso no esperó a que el mono hablara, aún a día de hoy se sorprendía que lo hiciera, pero ya estaba algo acostumbrada a semejante grupo estrafalario. Se giró y comenzó a subir las escalinatas de nuevo.
- ¿Hasss visssitado muchos Templos de Pelorrr?.- le preguntó mientras cruzaban el Hall. - ¿Qué has estado haciendo?
Ambos, llegaron donde se habían citado con Salamander. La paladina, aunque nerviosa no lo demostró. Temía y respetaba a ése hombre por partes iguales y había algo en él que lo hacía extremadamente atrayente, solamente le hacía falta ver a su compañero monje que no parecía tener ojos mas que para él. Tragó fuertemente saliva y tocó la puerta, provocando un ruido metálico con los nudillos del guantelete.
Salamander os recibe en su torre del Castillo, pero en otra sala diferente a su sala de audiencias. Ya tiene varios libros abiertos y una bola de cristal levitando por la habitación, sobre la puerta hay una espada azulada que desprende un vaho fresco ideal para estos días de verano. Oye vuestra intención de ayudarle y ríe paternalmente
No hay nada que podais hacer para ayudarme, he de visitar lugares más allá del sol.
Es demasiado peligroso para vosotros. Pero podeis estar en la biblioteca del castillo y buscar acerca de ese otro ser que os atacó, el sirviente retrasado. O podeis ayudar al Capitán Boada a patrullar los puertos, no hay muchos soldados que quieran hacer esa zona y sé que vosotros dos sois de fiar, yo mismo os recomendaría.
Insistís acerca de ello, y niega con la cabeza - Dudo que podais siquiera transcribir los libros que traeré acerca de esos seres. Es una lengua más antigua que el mundo y que yo sepa, solo yo la hablo en estos reinos además de ser una lengua tan oscura y profana que no deberíais oír jamás....
Kuesari asombrado por la grandeza de la biblioteca, el arma y la bola flotante la qual no puede dejar de mirar, se queda con la boca abierta y deja escapar sin querer un:-Wooow...-Después de oír lo que dijo el mago, Kuesari respondió:-Me encantara ayudar al Capitán Boada a patrullar el puerto, pues se a de hacer cumplir la ley.- Dijo convencido de si mismo, se giró hacia su compañera esperando saber que pretendía hacer ella, si acompañarle en la patrulla o investigar. Kuesari preguntó a Salamander:-¿Donde puedo encontrarme con el Capitán para ofrecerme voluntario?- El simio estaba algo nervioso por agradar al mago al qual tenía en un pedestal, y finalmente le dijo:-Si descubres algo, avisanos cuanto antes, y gracias por tu ayuda.-
Los últimos habían sido unos días duros, largos y poco fructíferos. No habían conseguido dar con el paradero de la princesa Renn y las pocas pistas conseguidas dejaban fuera de su alcance el poder hacer algo en esos momentos.
Al salir de La Concha de Tu Madre, tras hablar con el capitán de la frecuencia de atraque y de la tripulación de la Crepúsculo, se separó del resto de sus compañeros. No acostumbraba a tener compañía y algo de tiempo para ella misma siempre venía bien. Apremió en hacer todo lo que pudiera hacer con la luz del día durante la semana.
El primer día lo dedicó al reconocimiento del territorio, de la ciudad y los alrededores, así como de sus gentes, siempre intentando pasar lo máximo posible desapercibida. Primero se paseó por la ciudad, habló con los tenderos y les preguntó a los peleteros por las zonas de caza más comunes y pobladas de buenas presas. En cada uno de los puestos había diferentes carteles de Se Busca que seguramente había colgado el capitán Boada. Alguna de las caras que pudo ver le resultaron conocidas otras no las había visto nunca. La que más llamó su atención fue la del capanegra de Pesheport, lo habían tenido a su alcance y no sabían la recompensa que les habría aportado. Y bueno... la asquerosa rata. Había sido muy benevolente con ella, demasiado quizás. No volvería a darle ayuda y facilidades como había hecho hasta ahora, si volvía a hacer de las suyas se encargaría ella misma de ajusticiarla.
El segundo día, que ya estaba más descansada lo aprovechó para ir de caza. Paseó por las zonas que le habían indicado y aconsejado los del pueblo equipada con su arco. El primer día tuvo muchísima suerte y obtuvo muy buenas piezas con su arco. Los otros días también cazó alguna que otra estaba siendo afortunada. Si no cazaba más era porque seguramente esos malditos animales se habrían informado entre ellos y se habían amotinado para contrariar sus planes.
Por otra parte sus días como preparadora de trampas también fueron bien aprovechados. En el primero cazó bastantes conejos, y el resto de días tampoco fue desafortunada en su labor. Los ratos de descanso diario los aprovechaba para ir a vender lo cazado y truecar a cambio de conocimiento en peletería. Así se volvería más independiente aún y podría preparar su propia comida recién cazada. En los ratos de espera a que las trampas puestas obtuvieran su recompensa, aprovechó para ir a palacio, a ver al Rey de Dorel. Quería hablar con él de la recompensa por el rescate de su hija. Así como también, conseguir audiencia con Salamander.
Con Salamander quería hablar de diferentes cosas. La primera era de como iba el avance en la investigación de Cazanubes. Era importante localizarlo primero para poder llevar a cabo la siguiente petición. Había hablado con el rey y había pedido que la recompensa fuera mágica y sólo Salamander estaba capacitado para ello. Quería que la ayudaran a volver a su mundo de origen, a su casa, a... a veces le costaba recordar el nombre de Ubeda, el lugar más bonito de los reinos verdes, donde tenía a su familia. Antes de marcharse a la posada donde se había acomodado, le hizo una última consulta a Salamander. Le preguntó por su máscara, por su propiedades y por su origen. No esperaba grandes respuestas, pues siendo de otro mundo, quizás él no tuviese la capacidad, pero debía intentarlo.
Su ruta por las diferentes tabernas le permitió relacionarse con la gente del pueblo. Desde guardias, a mercaderes y marineros. Cada uno de ellos, incluso sin mantener una conversación, solo escuchando desimuladamente le permitían aprender diferentes cosas de la gente de por allí y con quén habñia que hablar si se quería hacer algo. El primer día durmió en La Concha De Tu Madre, la que tenía el mejor Grog de Dorel, el resto de la semana en El Reposo la más tranquila y con más información de los alrededores, algo de sumo interés para Soren y el último día durmió en Garganta, sin duda la más cómoda y agradable.
[…]
Soren, tras probar la esponjosidad de la cama se echó sobre ella y sin más miramientos cayó dormida al instante. Hacía muchos años había tenido comodidades como esa e incluso mejores, pero los últimos años no habían sido venideros para la joven princesa. ¿Princesa? No, eso quedó atrás hace mucho mucho tiempo. Sus años de encarcelamiento y tortura en aquel mundo extraño dominado por aquellos seres monstruosos, habían perturbado su mente y corrompido su ser. Por fortuna para ella, pudo arrancar de la cara del pavo aquella poderosa máscara y escapar de allí con la ayuda del genio.
Aquella noche soñó. Los sueños no eran más que un vago recuerdo de lo que había sido la semana. Primero la cueva de Bosé, el bardo con sus 40 secuaces que mataron al pobre bárbaro. No recordaba su nombre, casi no había tenido ocasión de hablar con él, pero parecía buena persona. Su pérdida de conciencia y su despertar en los remolares. Sólo sabía que habían conseguido escapar, que habían encontrado a las doncellas de la princesa y que la última pista de ella era que la tenía Sebastián. Pasearon por los pueblos, acabaron con Sebastián...maldito bestia, merecía que lo colgaran por haberla dejado tuerta. Pero tampoco tenía él a la princesa, ni tampoco los ogros que acosaban al pueblo. La pista que les llevó a Gusano iba más encaminada a la verdad, al origen del rapto. Y aquella información los llevaba a Pesheport, la isla de los piratas. El viaje en barco siempre tiene sus percances y más en zona de asaltos, pero sabían que Tras apostar mediante un pulso en la taberna, se les indicóla casa de Gusano. Cuando llegaron allí un amorfo y jorobado sirviente les abrió, pero al acabar con él se deshizo en un líquido asqueroso. Gusano, no resultó ser gusano el mago cutre, si no un cambiaformas, una mujer que se hizo pasar por quien no era. El verdadero gusano apareció muerto y los culparon a ellos de sla muerte. Los capasnegras los torturaron y sacaron su información, descubriendo que eran inocentes, no cómo alguno de ellos. En la casa ahora vive otra persona y su sirviente es la señorita Orange.
De repente el sueño se vio interrumpido. Abrió los ojos sobresaltada, ya era de día.
Motivo: Caza día 2 mañana
Tirada: 1d20
Resultado: 20
Motivo: Caza día 2 tarde
Tirada: 1d20
Resultado: 16
Motivo: Caza día 4 mañana
Tirada: 1d20
Resultado: 12
Motivo: Caza día 4 tarde
Tirada: 1d20
Resultado: 6
Motivo: Caza día 6 mañana
Tirada: 1d20
Resultado: 10
Motivo: Caza día 6 tarde
Tirada: 1d20
Resultado: 13
Motivo: Caza día 6 tarde
Tirada: 1d20
Resultado: 1
Motivo: Trampas día 3
Tirada: 3d20
Resultado: 19(+5)=24, 15(+5)=20, 15(+5)=20 (Suma: 64)
Motivo: Trampas día 5
Tirada: 3d20
Resultado: 13(+5)=18, 11(+5)=16, 8(+5)=13 (Suma: 47)
Motivo: Trampas día 7
Tirada: 3d20
Resultado: 3(+5)=8, 12(+5)=17, 13(+5)=18 (Suma: 43)
Caza: 20
3 Trampas: 24, 20, 20
Recompensa económica, en forma de comida, información o conocimiento.
Rey y Salamander: Volver a casa, Cazanubes, origen máscara del Rey pavo.
Marinero: Crepúsculo
Gentes varias: Mabdens
Duermo una noche en la barata, una noche en la cara, el resto en El Reposo.
Compro: útiles de escritura
El rey Jhark está muy ocupado para recibirte, tiene más trabajo porque Salamander os está investigando a Cazanubes.
Por la misma razón Salamander no puede determinarte el origen de la máscara, pero te invita a dejársela cuando termine de investigar a ese cambiaformas llamado Cazanubes.
No hay Mabdens aquí, preguntar por ello hace saltar las alarmas, cuando preguntas acerca de esa raza te dicen que no son humanoides, sino que son demonios, y por tanto son monstruos como podría serlo un minotauro o un dragón.
La taberna de la concha no te sirve de demasiada ayuda a la hora de buscar información, pero en la posada de Garganta puedes encontrar mercaderes bastante curtidos y bardos que alegremente y por una buena cantidad de oro te contarán lo que preguntes, durante esta semana en Garganta actúa un bardo Hobbit de nombre Lendari, al que expresamente han venido a ver varios mercaderes y adinerados de la ciudad de Dorel.
La posada de Refugio está dentro de la ciudad, pero hay un puesto, justo fuera de las murallas de la ciudad donde el pueblo se alarga aún unos doscientos metros más, en el que se reúnen los cazadores. Te ha costado bastante encontrarlo, pero gracias a un mercader de Garganta has podido saber donde estaba.
Te recibe un joven humano que se presenta como Edro te informa que puedes traer tus piezas de caza y ellos te las comprarán. Pasas bastantes horas con ellos esta semana, pues antes de ir a cazar pasas a preguntar donde puedes encontrar manadas o lugares. Edro parece divertido de informarte, no le pareces capaz.
Conforme vas trayendo presas durante la semana parece algo más preocupado, pero no hace demasiados comentarios. El peso de la caza no te permite traer más. Abates dos ciervos en las llanuras, a 8 horas de la ciudad, pero solo puedes traer uno lo que te supone la pérdida del resto del día.
Aún así el final de la semana resulta muy fructífera para ti, que has ido trayendo presas grandes a diario. Empiezas a aprender el trabajo de un buen cazador. Desollar la piel, sacar los filetes más sabrosos de cada animal y qué huesos de qué bestias son aprovechables para esta casa de caza.
Edro también sale a cazar, te indica que actualmente son 5 cazadores, Edro caza solo, y los otros cuatro suelen salir a cazar en parejas, porque es más seguro.
Honey escuchó las palabras de Salamander y asintió. Se giró hacia su compañero y le escuchó atentamente.
- La ssssemana es muuy larrrga. Podemosss ayudarrr al Capitán e investigarrr.- le dijo toscamente. - Bien, vayamosss a verrrrle.- La paladina se giró hacia su superior y se inclinó levemente. - Muchas grrrasias porrr su rrecomendasiooon.-
El Capitán no se alegra demasiado de veros, pero con una carta de Salamander os permite acompañarle a él al puerto, no hay más voluntarios que vosotros y aún así no está muy contento. No sois más que mercenarios a sus ojos, por lo tanto, no le gusta teneros cerca.
Os dedicais durante los siete días a patrullar, entrar en algunos comercios y preguntar si todo está en orden en el distrito del puerto. Aprendeis que la Ley en Dorel es muy estricta y notais cierta aversión hacia vosotros por la guardia en general, tanto por la paladina como por el mono.
Lanzad 1d20+mod de Sab.
Motivo: Estoy ayudando a la guardia
Tirada: 1d20
Resultado: 12(+4)=16
Motivo: Rodeada de incompetentes
Tirada: 1d20
Resultado: 10
La vil rata Ik se siente confusa, nunca ha tenido que tratar con humanos. Esto incrementa su desprecio por esta raza.
El hecho de tener que seguir las normas no es su estilo, así que decide buscar aliados en La Concha de Tu Madre; el lugar ideal para encontrar este tipo de aliados, eso si, no olvida disfrazarse para burlar a los cazarrecompensas y la guardia. Antes de llegar a susodicha taberna, disfrazado, se hace pasar por algún tipo de mago que hace desaparecer el objeto que se le preste, devolviéndolo una vez finalizada la actuación pero aprovechando para quitarles otros de mas valor o simplemente dinero
Una vez allí, con pies de plomo (o de rata) se dirige hacia la barra en la que pide lo mas barato al tabernero: -Una de "lo mas barato" por aquí- Esta es su escusa para ver el tipo de calaña que frecuenta el lugar y tratar de averiguar algún tipo de actividad criminal. Ik'chda busca alguien con conocimientos sobre la piedra del vacío o algo semejante, toda ayuda es bienvenida, aun teniendo que pagar. -Tabernero, dime... Es sabido que aquí frecuenta gente... "poco convencional". ¿Sabes de alguien que pueda investigar unos asuntos por mi? Te estaría agradecido... Descansaría a menudo aquí por ello-
El lugar de descanso de Ik'chda será siempre la cloaca o la taberna La Concha de Tu Madre, dependiendo de cual crea que es mas seguro para esa noche.
El hombre asiente - Preguntaré por ahí, es su única respuesta. Los días siguientes son lluviosos, incluso a media semana hay una tormenta, los marineros lanzan malos presagios acerca de un mal ancestral venido de lo más profundo de los mares. Al tercer día, un mediano pica a la puerta de tu habitación, se presenta como Nino Delgado.
Maikel, nuestro buen posadero me ha indicado que te hace falta gente discreta, yo soy discreto, ¿Hablamos en tu habitación? Las habitaciones de la Concha son habitaciones compartidas, siempre de cuatro camas sin espacio entre ellas casi como un camerino de barco, el alojamiento incluye una sopa de sepia al desayuno.
La habitación está ahora vacía, tus compañeros de cuarto no están ahí y teneis la habitación para hablar a solas
Dime de qué se trata, qué me ofreces y qué problemas puedo tener, y te diré si me interesa el encargo.
El pícaro hobbit conocía la fama de los skavens, los skavens son en general asesinos y ladrones, lo llevais en la naturaleza aunque intenteis luchar contra ello, y muy rencorosos. Si alguien no está seguro de poder cumplir un trato con un skaven jamás cogería dinero por adelantado, quizá es por eso que no se le ve demasiado cómodo a solas contigo.
Le gustaba ir por libre pero a veces era necesaria la compañía. Era necesaria no solo por el interés de la protección o el interés de saber y conocer secretos, sino por el hecho de no estar solo y poder compartir lo que haces con alguien, poder confiar en alguien. Y Soren parecía haberlo encontrado en el joven Edro.
Edro parecía buena persona y se dedicaba en parte a lo misma que ella. No le dijo nada y no sabía si su compañía le molestaría, pero si no le decía lo contrario, ese día lo seguiría e iría de caza con él. Los otros dos pares de cazadores eran más miedicas y huraños, y después de ver las habilidades de Soren, ella estaba segura de que le tenían envidia y recelaban por que alguien de su tamaño y edad fuera tan hábil en la caza.
Tras el largo día de caza, volvió de regreso a la taberna, a Garganta, le apetecía algo bien refrescante. ¿Y qué mejor que un Grog? No, se lo repensó un poco, quizás el Grog para más tarde. Comió un poco y bebió zumo de arándanos o unos frutos que se parecían mucho a aquellos que ella conocía, no iba a cuestionar que le cambiaran el nombre por ser un sitio distinto al de su hogar de origen. En el centro un hobbit estaba cantando. Todo el mundo parecía disfrutar de sus canciones, incluso ella para su sorpresa.
Tras la actuación se acercó a Lendari e intercambió algunas palabras. En un profundo espacio de su mente aún quedaban algunos recuerdos de los bardos que tocaban en su palacio y lo muscho que le gustaban. Otra cosa que le encantaba y que ahora le podría servir de utilidad eran las habladurías. Los bardos siempre se enteraban de todo e incluso hacían parecer interesante la más aburrida historia. Le preguntó por Kalima, la hobbit que se buscaba y por Albert Verdimillian. Le comentó que se habían cruzado con el bardo Bosé y le preguntó qué opinaba de él. Cansada de hacer preguntas tras un largo día le pidió que le contara alguna historia sobre Renn la princesa raptada o una historia de piratas,. Le gustaría saber más cosas sobre el navío de negras velas, Crepúsculo. No contenta con todo lo que había pedido le pidió recomandación para comprar útiles de escritura o dibujo.
Tras la larga charla se despidió y se fue directa a dormir sin siquiera haber probado el Grog, ir de caza agota.
-Vaya, tienes valor, pensaba que os asustaban las "ratas". Puede que seas el hombre adecuado para este trabajo, tu tamaño puede serte útil.
Se trata de un objeto mágico con un poder sin igual, la Gema del Infinito. Puede que la tenga alguien y que ni él mismo conozca su poder. Tienes que averiguar su ubicación, no me importa lo que tengas que hacer, el pago será mayor por cada "trabajo" necesario, pero no tengas miedo, no debería pasar nada que te impida acabar la faena. Partamos de una base de 25 po, una vez acabes lo que te he encomendado hablaremos de un pago mayor por las dificultades que hayas tenido, ¿que te parece?-