Cuando el último jugador sale del camarote del capitán y baja a la bodega llamo a la puerta. Toc, toc.
- Capitán, ¿da su permiso? - pregunto antes de abrir la puerta del camarote. Necesito hablar con usted urgentemente.
- ¿Tu también necesitas que desplume? Anda, pasa...
Cuando entraste el capitan estaba quitandose las botas para dormir
- No Capitán. No es eso. - le digo.
- Tenemos un problema. Bueno más bien tiene un problema. Un problema Doble. - añado esperando captar su atención.
Te miró mientras arrojaba las botas a un lado de forma sonora
- Explicate...
Agarró una botella de la mesita y la descorchó mientras esperaba respuesta
- Lo haré lo mejor que pueda. - respondo.
- Mientras usted venía al camarote a jugar con unos cuantos hombres. La mayoría de los restantes se retiró a dormir. Tan solo quedamos en cubierta Harry, Swain y yo. Me extrañó que estuvieran apartados de la zona donde estabamos cenando así que me acerqué a escuchar de qué hablaban.
- Estaban hablando de que Harry iba a tantear a los hombres y que mañana por la noche a más tardar le diría a Swain los nombres de aquellos que estaban dispuestos a apoyarlos en un motín para apoderarse del barco.
- ¿Un motín?
Te miró desconfiado
- ¿Y tu que ganas viniendo aquí eh? ¿Quieres una parte más grande del botín?
- No Capitán. Nada de eso. Tan solo cumplo con mi trabajo informando al Capitán de lo que pasa en el barco. No me fío de Swain ni de Harry.
- Si quisiera una parte más grande del botín solo tendría que tirar a un par de hombres por la borda. En el estado en el que están algunos de ellos no creo que sobrevivieran pero no lo voy a hacer ni ahora ni nunca.
- Si no me cree espere a mañana. A lo largo del día acabará en el mejor de los casos en la Bodega y en el peor alimentando a los peces.
- Mañana me encargaré de eso...
Casi como si no le diera importancia
- ¿Que pregunta?
Da un trago largo a la botella, si no ha bebido un cuarto no ha bebido nada.
- ¿Sabe desde cuando era Swain Capitán de La Quimera antes de que la perdiera a las cartas?
- ¿Qué impulsa a un hombre a apostarse su navío junto con el servicio suyo y de su contramaestre?
- Si lo que me contó era cierto, la heredó de su padre... así que... mucho tiempo.
Se encoge de hombros
- Lo mismo que a llevado a sus compañeros a apostar hasta quedarse sin nada, el orgullo.
- El Orgullo es la perdición del hombre. - añado no sin cierta sorna.
- Muchas gracias Capitán. Si necesita algo más... - añado dejando el final de la frase en el aire.
Niega
- Descansa - indica
Ya puedes continuar en el día 2
- Igualmente Capitán. - le respondo mientras salgo por la puerta.
Así que Swain lleva toda su vida en La Quimera. Bien. Ahora ya sé por donde empezar a preguntar. - pensé mientras me hacía sonar los nudillos de una mano y luego de la otra de camino hacia la Bodega.
Oido cocina.