¡Primer capítulo de la segunda temporada!
En un monasterio perdido en medio de los montes rusos se abre una puerta al infierno. Cuatro monjes y el prior logran escapar con unos misteriosos pergaminos, pero ante ellos están los desolados bosques invernales que ahora arden con demonios sobrevolándolos.
Mientras tanto nuestros héroes acaban de llegar a San Petersburgo a bordo de un zeppelin donde son atacados por los hombres de la Sociedad del Águila Negra. Luego descienden para encontrarse con Rita Markees quién les ha conseguido la mansión de un tal conde Damien Semionov para que tengan una base de operaciones con la que montar la expedición en busca de unos pergaminos misteriosos de cierto monasterio.
¡Pero lo primero es lo primero! Deciden que tienen que montar una fiesta para que acudan los nobles de San Petesburgo y para ello intentan contactar con el embajador pero éste no está disponible. Al final logran que el adjunto de la embajada, Percival Mathesson, se comprometa a enviarles al día siguiente un listado fiable para tal evento. La idea es que a esa fiesta acuda también el joyero Kostia Soloniov, a quien deben entregarle ciertas joyas que les confió un banquero aleman, el señor Van Kinter. Con ese movimiento esperan afianzar lazos con unos y con otros para futuros contactos.
Y luego una visita a una sórdida taberna donde Sir Charleston pierde un combate a bofetadas con Vadim Badabok, un rudo campesino ruso al que reclutan para la expedición por su fuerza bruta.
Mientras tanto sir Alexander tiene una tensa charla con Rita Markees sobre la posición de cada uno en la expedición que se avecina.
¡Un día ajetreado en la vieja rusia!
En este capítulo, interrumpido, nuestros héroes organizan su fiesta y conocen a otros individuos entre los cuales está el señor Kostia Solisnov, el joyero que recibió el envío de Peter Van Kinter (entregándoles a cambio una buena cantidad de pagarés para que le lleven al banquero) y dispuesto a ayudarles en sus trabajos en rusia. También se enteraron por él de que la expedición a Siberia estaba organizada por una joven promesa de la SICE llamado Charles Higspreed que se dirigía hacia Tunguska en busca de una señal. Highspreed es conocido por su afición a la búsqueda de objetos legendarios místicos.
También Coates cerró un acuerdo con Basil Alenpovich, peletero, está interesado en el Bloody Coates y tiene una vía de transporte que pasa por Europa entera, parando en Francia.
Pero la pista más importante apuntaba hacia un tal Fiodor Kolavska, un monje que había estado en el Monasterio de Magdaleine, en los Urales, donde al parecer están los pergaminos que son objetivo de nuestros intrépidos exploradores. Fue expulsado de la orden y ahora se dedica a hacer de exorcista en San Petesburgo.
Al día siguiente, tras una nueva discusión entre Alexander McDougall y Rita Markees, llegaron a la zona sureste de la ciudad donde al parecer este hombre vivía en el ático. Cuando estaban llegando vieron a alguien que salía de ese ático literalmente endemoniado y hablando de malas maneras al grupo... y ahí se nos apagó la luz.
En este capítulo, los caballeros, acompañados de la señorita Rita Markees, que animaba mucho desde lejos, liquidaron al demonio sin demasiado problema. Nunca debió encenderle el puro a Sir Charleston.
Tras eliminar ese pequeño obstáculo, tuvieron una charla con el Fiodor Kolavska que les confirmó que había estado en el convento y que se fue porque el abad quería abrir una puerta al infierno. Lo normal, vaya. Un martes cualquiera en la vida de un lord inglés.
Así que, sin perder tiempo... Bueno, lo justo para que Lord Coates convenciera a unos policías rusos de que el tipo poseído se había caído por la escalera y se había clavado cinco balas, que los mayordomos rusos ya se sabe que no saben barrer, partieron en un solo carro, lo que hay que hacer por la Reina, y con un séquito mínimo (apenas unos porteadores incluido Vadim Badabok acompañados del fiel McCutcheon).
Tras una conversación sobre mujeres entre Sir Alastair y Sir Alexander, bueno más bien dos conversaciones diferentes en una sola, durante la primera noche al raso vieron vieron unas hogueras nada sospechosas y muy poco inquietantes y el fraile empezó a hablar de brujas. Rusos, ya se sabe.
Al día siguiente reanudaron la marcha en dirección al monasterio.
Justo cuando el carro se atascó en un bache y los porteadores estaban ocupados intentando arreglar la rueda (y los caballeros estaban ocupados observando como los porteadores intentaban arreglar la rueda) aparecieron unos lobos, marcados con una marca de brujas según el fraile, que eligieron el grupo equivocado de caballeros a los que morder.
Y menos mal, porque al llegar a la aldea en la que pretendían reaprovisionarse se la encontraron quemada hasta los cimientos, al menos tenían carne de lobo para ir tirando.
CARAVANA:
- Tres mulas
- Un carro con dos caballos
- Dos caballos de refresco
- Porteador: Peter (Disparar d4, Pelear d4, Vigor d6, Defensa 4, Dureza 5)
- Porteador cachas: Vadim Badabok (Disparar d4, Pelear d8, Vigor d8, Defensa 4, Dureza 6)
- ♦McCutheon: Disparar d6, Pelear d6, Vigor d6, Defensa 5, Dureza 5
- ♦Rita: Disparar d6, Pelear d6, Vigor d6, Defensa 5, Dureza 5
Tras dejar a los monjes montando una ermita para vigilar el portal del infierno en el lugar donde antiguamente estaba el monasterio de Magdaleine nuestros intrépidos aventureros fueron en busca de la expedición Highspreed.
Los encontraron pronto y se enteraron de que habían sido emboscados por una expedición enemiga del Aguila Negra, la Sociedad Alemana con fines similares a la de nuestros héroes pero métodos menos caballerosos (básicamente los mismos pero sin ser ingleses). El caso es que Highspreed iba a abrir una cápsula de Vodigor, que era un científico y explorador ruso del siglo XVIII amigo de su abuelo, que tenía información sobre los atlantes.
Tras dejar a Highspreed bajo los cuidados de Rita fueron en busca de la traicionera expedición de Wolfram Wolfram, quien resultó ser un científico loco con artefactos que... pero no adelantemos acontecimientos. Antes de eso tuvieron que vérselas con un francotirador muy elegante que fue capturado e interrogado casi a pesar del propio Charleston, a quien el educado alemán no dejaba de caerle bien. Alemán por cierto que tenía un rifle muy raro y una mano de metal que se articulaba con una de verdad, invento de Wolfram Wolfram, que al parecer era un científico que... pero no adelantemos acontecimientos. Llegaron a la mina donde se ubicaba la cápsula de Vodigor, que resultó ser una sala cerrada tras una colosal puerta con mecanismos que estaba cerrada. Al parecer dentro estaba teniendo lugar una batalla campal a la que los aventureros llegaron tarde. Vieron unos aliens muertos y dos de los tres supervivientes de la expedición de Wolfram Wolfram, que era un científico loco con artefactos (ahora sí que toca) que lanzaban rayos y hacían cosas muy feas. A punto estuvieron Coates y MacDougall de sucumbir a los malignos inventos de este alemán. Pero al final, como siempre, con una calculada estrategia de 'pégale rápido a ver si se muere' nuestros héroes salieron vencedores.
Luego descubrieron que aquel sitio tenía maquinaria venida de las estrellas y una grabación mágica de Vodigor que apareciendo en una pantalla sin proyector explicaba que los atlantes habían sido entrenados por una gente que venía del espacio y que después de perder su mítica ciudad se habían refugiado en el Centro de la Tierra. Y Helsinki tenía que ver algo con el tema.
Además descubrieron que había otras cápsulas de Vodigor repartidas por el mundo y las ubicaciones de algunas de ellas.
De vuelta a Londres tras ser recibidos como héroes en el Club cada uno de los miembros de la exploración se dedicó a sus cosas: sir Grosvenor buscando gente que pudiera replicar la curiosa nave encontrada en Rusia, sir Alexander aprendiendo cosas extrañas y demoníacas como jugar con rayos blasfemos, Coates preparando dos nuevas líneas de negocio (Luna y Centro Tierra) y sir Charleston visitando los pubs londinenses para no olvidarse de donde venía...
Y así terminó nuestra temporada, con un montón de cosas por el aire pendientes: viajes al espacio, al centro de la tierra, cajas demoníacas con enlaces espacio-temporales... y ¿quién sabe que más cosas encontrarán nuestros héroes en las próximas temporadas?