Yo también voto que se castigue a los assamitas pero también procuro hacerlo lo mas desapercibido posible
El consejo decide que los asamitas sean castigado por sus crímenes, los delegados asamitas abandonan el recinto enfurecidos pero sin armar ningún escándalo y los Tremeres presentes se dirigen a una sala apartada pare realizar el ritual que supondrá su castigo. El resto de la noche continua con las votaciones referentes al resto de puntos de la combecion hasta que finalmente se tiene un borrador listo, Eleanor se retira con varios escribas y testigos del bando de la camarilla para acabar de dar forma al tratado que se firmara a la noche siguiente. Algunos de los delgados anarquistan parecen furiosos mientras que otros parecen complacidos por el resultado de la convención.
He decidido suprimir el resto de votaciones ya que no iban a aportar nada a la historia y sol iban a ser un incordio a la hora de acabar la partida.
Cuando camináis hacia vuestro aposentos os encontrais de frente con Myca Vykos, su rostro es una máscara de severidad. No creáis habernos conquistado solo por traernos la mesa de negociaciones. Estamos aquí porque queremos terminar con este estúpido conflicto, no porque rindamos nuestra creencia en la justicia de nuestra causa. Si nos tratáis con desprecio, responderemos en términos que no podréis ignorar.
Myca os mira con desprecio y continua caminando por el pasillo murmurando algo entre dientes.
23 de octubre: sexta reunión, la lectura del tratado
Los temas ya están cerrados y lo único que resta es el anuncio formal de las decisiones y su aplicación. Eleanor de Valois lee en alto el documento conocido como Tratado de la Convención de Thorns y sitúa el pergamino sobre una mesa para que los delegados lo firmen, reconociendo así la aceptación de las cuestiones. Muchos de los delegados anarquistas se han retirado y han dejado ya la abadia.
Muchos años han pasado desde el inicio de nuestro actual conflicto, conocido ahora como el Movimiento Anarquista. Sea sabido que en esta noche de 23 de octubre de 1493, la Yihad ha terminado. El tiempo de la autodestrucción ha llegado a su fin.
Este Concordato, obligado al Pacto de Caín por votos sagrados, es una firme y vigilante tregua entre los Vástagos por sí mismos llamados Anarquistas, el Clan Assamita y los Vástagos independientes unidos bajo el título de Camarilla. Desde ahora, las partes serán reconocidas como los Anarquistas, los Assamitas y la Camarilla.
Todas las partes asumen la responsabilidad de mantener la paz. Cada una de ellas censurará apropiadamente a cualquiera que viole o se oponga a este sagrado Acuerdo. Se pedirá cuentas a cada una de las partes por las acciones cometidas por ellas en contra ya sea de la letra o del espíritu del Acuerdo. Este documento es vinculante y está sometido a la Lextaliones aceptada por todos los Cainitas, tal y como se ha transmitido la misma a través de los tiempos. Se pide a todos los Vástagos que acepten y gocen de este pacífico acuerdo.
Sea sabido que los Anarquistas se unirán como parte aceptada de la Camarilla. Se espera de ellos que actúen de forma pacífica para conseguir sus fines particulares. Deben defender a todos los Vástagos de la Camarilla, y les serán reconocidos los mismos derechos y privilegios que a cualquiera de ellos. Todos los Anarquistas serán aceptados de vuelta a sus clanes y antiguos sin que hayan de temer ninguna represalia. Sólo a las más perversas atrocidades les será negado el perdón: éstas constarán por escrito para audiencia de los Justicar durante un año, plazo tras el cual ninguna alegación será válida. Todos los Anarquistas podrán reclamar las propiedades legítimas que les hubieran sido confiscadas. A cambio deben renunciar a cualquier botín de guerra tomado durante el conflicto, entregándoselo a sus sires o a cualquier antiguo reconocido.
Sea también sabido que si se guerrea a partir de ahora contra los Anarquistas, la Yihad abierta invalidará su compromiso a mantener la paz con el atacante. Podrán actuar libremente sin miedo a represalias por parte de miembros no activos de la Camarilla. Se garantiza a los Anarquistas la libertad de actuar como les plazca, salvo para violar la "Mascarada" impuesta para la protección de todos los Vástagos frente al ganado.
Queda dicho, además, que todo miembro de cualquier otra secta autoproclamada como tal debe declararlo abiertamente ante sus mayores y renunciar a tal relación. El no hacerlo supondrá la destrucción de quien sea encontrado culpable. Ningún Vástago puede ser conscientemente enviado a la muerte por un antiguo o sire, a menos que el riesgo para la seguridad del clan o de la Camarilla pese más que la posible pérdida de una no-vida.
A partir de esta noche, los Assamitas no volverán a cometer Diablerie contra los miembros de otros clanes: deben comprometerse a ello mediante una garantía impuesta en forma de limitación taumatúrgica. Todos los Assamitas se verán incapacitados para beber libremente la vitae de otros Vástagos desde ahora y para siempre. Adicionalmente, los Assamitas pagarán a los antiguos Brujah de España dos mil libras de oro, como rescate por los cinco Assamitas capturados cometiendo Diablerie. Queda prohibido a los Assamitas participar en las Cazas de Sangre.
Sea también sabido que se garantiza a los Assamitas completa independencia frente a la Camarilla. La fortaleza Assamita de Alamut no sufrirá más ataques. Por respeto a sus creencias, se reconoce a los Assamitas la libertad de cometer Diablerie contra los miembros de su mismo clan, así como contra todos los Vástagos no reconocidos como miembros de la Camarilla.
Queda establecido que todas las partes presentes, y todos los que muestren vínculos con las mismas, están obligadas por todos los aspectos de la presente Convención acordada aquí, en el reino neutral de Inglaterra, en las afueras del caserío de Thorns, próximo a la ciudad de Silchester. Quiera Caín darnos paz y veracidad a todos.
Finalmente podéis firmar o no firmar el tratado eso es decisión de los personajes. Dejo una semana para que decidáis.
Shliman, antes de firmar, se asegura de qué hacen el resto depersonalidades de su clan, en especial Hardenstadt. Sitodos firman, el sin duda alguna firma también.
Efectivamente todos los representantes del clan ventrue firmaron el manuscrito, y el primero en firmar fue Hardenstadt, al fin y al cabo parte de la idea era suya.
No paso lo mismo con los Lasobra de los cuales solo Lucita se adelanto para firmar.
En el momento que Lucita se acerca a firmar la acompaño para que vea que no está sola haciendo un frente común contra mi clan y para firmar también .
Vuestros criados ya han recogido todo el equipo y solo esperan la orden de partida. Cuando uno de los arcontes1, Federico, aparece en la puerta del monasterio con el pelo revuelto y resoplando. ¡Los rebeldes están atacando el pueblo de Silchester! Están exterminando a la población. ¡Ayudadnos! Sin esperar respuesta el emisario sale de nuevo corriendo. Los rebeldes es el nombre genérico que se ha dado a todo aquellos vampiros que no han firmado el tratado.
Decididos a prestar ayuda os dirigís en dirección a Silchester, por el camino os cruzáis un pequeño grupo de aldeanos que se dirigen a la abadía, en sus caras se muestra la desesperación, su ropas esta rasgadas y muchas incluso mancadas de sangre. Algunos de ellos gritan de dolor y entre toda la marabunta de ruidos solo llegáis a comprender varias frase sueltas:¡Los demonios han caído sobre Silchester¡ ¡Sabbats de diablos y brujas! ¡Ayudadnos!
A medida que os acercáis a la aldea se empieza a ver una gran columna de humo, hay varias casas en llamas y el fuego se extiende rápidamente por las calles. La gente huye aterrorizada. La imagen recuerda al inferno, llamas por todas partes, ruinas y sangre; andando por toda esa desolación hay figuras demoniacas: bestiales con ojos brillantes, largos colmillos y garras; oscuros tentáculos que salen de las sombras o abominaciones de más de tres metros de altura similares a diablos. Los demonios arrancan los miembros de los aldeanos, los atraviesan con sus garras y beben de ellos sin preocuparse de quien les este viendo.
Los miembros que firmaron la convención, la llamada camarilla, se agrupan en un único frente con intención de salvar al mayor número de vidas inocentes. Pero ya es demasiado tarde, los demonios llevan demasiado tiempo en la ciudad. Entre los causantes de este infierno en la tierra reconocéis a Myka Vicos. Finalmente regresáis al monasterio con sensación de impotencia al no haber podido frenar la masacre causado por los rebeldes que no han firmado la convención, el grupo que terminara llamándose El Sabbat. Sin poder ayudar mas, al día siguiente partís de nuevo hacia Transilvania.
1-Arconte:Es el ayudante un Justicar. Los Justicar es la máxima autorizada operativa de la camarilla, con poder para juzgar y actuar. Hay un Justicar por cada clan de la camarilla.
Y con esto doy por terminado el modulo de Hacedema, dejo esto abierto un par de días para los comentarios.