Partida Rol por web

Preparáis todo lo encontrado, incluido vuestro prisionero que en cuanto os movéis despierta y se da cuenta de lo habéis hecho prisionero, así que empieza a gritar sonoras amenazas contra vosotros y todos los familiares que puedan existir, os asegura un montón de formas horribles de morir mientras intenta desatarse los guantes, pero vuestras ataduras son firmes y aguantan sin problema.

Aparte de la simplicidad del guerrero, el plan que llevaban entre manos parecía complejo, que trataba de lograr el nigromante con todas esas sustancias extrañas?  Seguramente nada bueno en la mente del consejero, y el papel del Duque Verden está más que claro, como es posible que alguien de la nobleza bien posicionado se vuelva contra su país en medio de una guerra?

Estas cuestiones serán respondidas en el campamento, quizás aún os toque participar más en este sórdido asunto.

En medio de la sarta de amenazas incontrolables del prisionero Fornax se acerca y muestra su puño amenazante mientras hace crujir sus nudillos con sonoridad.

- Tal vez tú preferir hacer el viaje dormido- sonrió.

El prisionero me estaba dando dolor de cabeza con sus gritos y maldiciones, lo que sumado a la preocupación por nuestras averiguaciones, significaba que quizás no llegara a vivo al campamento.

- Dale. No lo dudes.

Le indico al forjado, más que nada para tenerlo callado, pues estaba seguro que no podría librarse de mis ataduras y menos aún con la armadura.

Arraman ignoró al prisionero pero mostró bastante interés por el docente de Fornax, el cual despertó la curiosidad del mago. Siempre había sentido curiosidad sobre los constructos vivientes y nunca había visto algo como aquello. Por lo que Fornax decía tenía una especie de... inteligencia propia.

Llegais al campamento cuando queda poco para el amanecer y al principio solo os reciben los somnolientos guardias de vigilancia, pero pronto se da aviso de vuestro regreso y os llevan rápidamente ante Destir, que tiene una pinta algo somñolienta pero sus ojos mantienen una expresión vivaz y expectante:

- Y bien como a ido todo?

Señor, cuando llegamos a la granja nos encontramos con un tal Kion, de la casa Deneith, quien nos dijo que tenía que detener a las personas que se encontraban en el granero, pues al parecer eran miembros de un peligroso grupo conocido como la garra esmeralda. Entre todos acabamos con varios no muertos al servicio de un mago y capturamos al otro luchador, un guerrero que traemos ahí detrás, con Fornax, para interrogarlo.

A juzgar por los materiales que encontramos en la cabaña, juraría que su plan era interrogar a... ¿Como se llamaba el anterior prisonero que rescatamos? Bueno, como sea... Creemos que el duque Vernen está directamente implicado en el complot, señor, aunque aún no sabemos sus razones.

- ¿Quieres señor que Fornax se encargue de prisionero, señor?- se ofreció voluntarioso el forjado- Fornax ayuda señor con gusto, señor.

- Y este pergamino.

Puntualizo entregándole el pergamino con la receta de la droga y la más importante anotación final.

- Pero no sabemos si ya les administraron la droga esa o no, de todas formas el hombre de Deneith nos entregó también esta carta agradeciendo nuestra participación.

Añado dándole también el otro escrito.

Destir escucha atentamente vuestro informe, y parece sinceramente impresionado por los detalles de vuestro encuentro.

- Así que la garra esmeralda, si he escuchado de la existencia de un grupo así, buenos luchadores y el uso de muertos vivientes concuerda con los métodos de Karrath, es grave que hayan llegado hasta nuestro terreno sin que hayamos detectado nada - asiente con preocupación.

- No hace falta que sigas con el prisionero Fornax, desde el secuestro del consejero ha llegado gente especializada para obtener información, pero gracias por el ofrecimiento - dicho esto echa un vistazo a los papeles que muestra Hurin

- Estos documentos son pruebas graves contra el Duque Vernen, hay que manejar esto con mucho cuidado, habrá que negociar con la casa Deneith para que se mantenga apartada, gracias a vuestra colaboración con su gente quizás sean colaboradores.

Con esto os despide mientras analiza todo con sus consejeros, el resto del día sois la sensación del campamento, todo el mundo quiere saber vuestra historia con marcada envidia y admiración a partes iguales, os invitan a comer y a beber en todos los grupos, incluso Fornax es recibido con cordialidad a pesar de su condición de forjado.

Al llegar la noche os llega un aviso, se va a celebrar el rescate del consejero Jhen en Wroat donde se os agradecerá vuestra heroicidad, será algo digno de recordar, incluso el rey Bonarel acudirá, el conde Duran como jefe de vuestro regimiento está hinchado como un pavo real ante la ocasión.

Yo antes de dedicarme a otra cosa, empleo una hora y un "leer magia" en entender, aprender y anotar en mi libro de conjuros uno de los conjuros que tengo en pergamino. En concreto, "hechizar persona". Si ello me aparta de las celebraciones y demás, bienvenido sea. No me gusta la gente

El docente te habla:

- Maestro aun no me habeis dicho nuestro nombre ni donde estamos, no veo las frondosas junglas de Xendrick.

Nos encontramos lejos- dijo hablando hacia su interior- en la frontera de Cyre y Breland, en el campamento fronterizo dirigido por mi señor el Conde Duran ir'Bakker. Mi nombre- se detuvo un momento- nuestro nombre, es Fornax. Hemos sido creados para pelear contra los enemigos del conde, para ser su espada en batalla y su escudo en casa, y eso hacemos aquí, cumplir con sus propósitos.

- No conozco esos nombres que menciona, pero el propósito es el mismo, hay cosas que no cambian, pero cuanto tiempo habrá pasado desde la ultima vez que pude moverme por el mundo, todo parece tan cambiado.

El tiempo pasa de forma extraña para los que, como nosotros, tenemos una vida más allá de la común mortalidad- bajo la oscuridad de la noche, las formas del forjado se recortaban contra la luz de la luna mientras sus partes metálicas parecían relucir con las formas del infierno, reflejando las luces de las decenas de hogueras y antorchas del campamento- Todo cambia demasiado rápido, sin freno, al ritmo de los humanos. Aún así, hay cosas que nunca cambian. La sangre, la guerra, el dolor y el acero. Pasan los siglos y los hombres cambian pero siguen guerreando, matando y saqueando como al principio de los tiempos. Y así seguirá hasta el fin de los días.