Partida Rol por web

Arraman descargó otros dos proyectiles y se lamentó del desperdicio. No quería pero iba a tener que intentar un conjuro de verdad. Quizás podría dormirlo pero el mago creia recordar que los trolls eran criaturas testarudas, difíciles de encantar. El mago miró de nuevo al forjado. si conseguía un impacto todo cambiaría...

Fornax empezaba a perder la paciencia y eso jugaba claramente en su contra. Últimamente no parecía estar teniendo demasiada suerte en combate y se suponía que esa era precisamente su mejor virtud. Exhalando un nuevo grito de guerra, el forjado trató de cortar el pie de su enorme rival pero una vez más el troll estuvo rápido y consiguió esquivar el mortifero golpe. El grito de rabia de Fornax se elevó entre la floresta con desgarradora desesperación.

El Troll parece que empieza a acusar el castigo recibido sus brazos se mueven más lentamente y no logran superar las defensas de Fornax.

Kharen da un paso para atacar al Troll balancea su maza con decisión pero sin resultado.

Freith vuelve a cargar su arma y logra clavar su flecha practicamente en el mismo sitio que el anterior causando gran daño.

Alfan prepara su arco y lanza presta su flecha pero pasa de largo el cuerpo del Troll

Hurin 21

Arraman 17

Fornax 14 Daño 9

Troll 10

Kharen 6

Freith 6

Al final nuestros esfuerzos comenzaban a obtener resultados, lo cual era algo fundamental si queríamos salir vivos de esta jungla, por lo que en lugar de abatirme, respiré profundamente y volví a disparar. En esta ocasión ambas flechas dieron diana en la criatura provocando un gran daño.

Una vez más, la varita escupió dos proyectiles más. que cruzaron la jungla y se estamparon en el pecho del troll. El final estaba cerca. Todos podian sentirlo!

-Vamos, vamos!

El Troll cae estrepitosamente sobre el suelo, antes de que os de tiempo a celebrar la victoria Alfan coge un frasco de su bolsa y lo arroja sobre el cuerpo, enseguida prende fuego y el Troll aulla y se retuerce hasta quedar quieto y carbonizado.

Una vez liquidado el monstruo, Alfan os señala el camino por donde vino el troll.

- La madriguera de estas bestias no suele andar lejos, no esta de más echar un vistazo.

Al avanzar por el camino pisoteado por los animales encontráis un agujero de buen tamaño entre dos árboles, una vez pasada la entrada da a una espaciosa caverna donde la tierra y las raices se mezclan creando unas sólidas paredes, dentro hay varios esqueletos y varios miembros de lo que fue un forjado así como varias piezas de equipo.

Arraman estaba a punto de gastar uno de sus trucos para rematar al troll cuando el guía hizo por fin algo útil y se encargó de hacerlo él mismo. Al seguirlo a la madriguera del troll los ojos del mago brillaron a la vista de una nueva varita.

-Qué oportuno! me parece que ese aceite te vendrá de perlas, Fornax. Y la varita, bienvenida sea! Acabo de gastar gran parte de las cargas de la otra.

El mago examinó curioso los restos para ver si se habían dejado algo más pero era más por hacer tiempo mientras el grupo se ponía en marcha.

-Por mi podemos continuar cuando querais, Alfan.

Fornax estuvo meditativo y callado durante la búsqueda de la guarida y el reparto del botín. Especialmente interesante le pareció el kit de reparación de forjados y las pociones de reparación de daños leves*.

Arraman parecía bastante contento y, en un momento determinado, el forjado reunió el valor para dirigirse a sus compañeros.

- Fornax siente su mala resolución en combate- soltó de pronto- es una vergüenza para mi raza. No entiendo qué pasar a Fornax.

Con el troll en llamas, estaba claro que el incidente había acabado y que podríamos retomar nuestra persecución. De todos modos, ante el comentario de nuestro guía y la lentitud que suponía nuestro avance, ninguno vimos problema alguno en examinar su guarida y fuimos recompensados por ello.

Por lo visto, el troll ya se había enfrentado a algún forjado con anterioridad y dado buena cuenta de algún buen arquero, pero no había podido acabar con nosotros y podríamos aprovecharnos de su mala suerte, aunque tuviera que arreglar el fuerte arco que habíamos encontrado y no nos pudiera servir de nada hasta entonces.

- Sigamos.

Sugiero cuando hemos terminado de recoger lo poco que había de utilidad en la cueva.

Una vez saqueada la cueva os ponéis de nuevo en camino, el camino se hace mas llevadero, la tierra es compacta y os permite avanzar a buen ritmo por la senda de mayor ancho, al poco encontráis la explicación, en el horizonte se vislumbran varias cabañas.

- Ese es el pueblo de la lanza quebrada, de los hombres lagarto, normalmente son pacíficos, pero pueden exigir un pago por pasar, la otra opción es rodearlo, pero es terreno pantanoso y puede ser difícil.

Con el sol ya iniciando el atardecer hay tomar decisiones.

Escucho la explicación conforme una idea se forma en mi cabeza.

- Creo que tenemos dinero suficiente para el peaje, además quizás puedan decirnos algo sobre el grupo que perseguimos.

Comento mis pensamientos en voz alta, pues dudaba que nos exigieran un pago tan enorme como para no poder pagarlo.

El camino se mostraba firme y compacto y Fornax charlaba internamente con su docente acerca de los últimos cambios que había sufrido y si podía haber mermado aquello su capacidad en combate. Como esperaban, al final de todo camino compacto y firme suele haber algún tipo de asentamiento y aquella vez no fue una excepción.

Algunas cabañas salpicaban el paisaje aquí y allá y su guía hizo un alto para contarles lo que veían y las opciones que se presentaban ante ellos.

- Fornax confiar en compañeros más listo que él- aseveró el forjado que seguía algo taciturno tras su escaso acierto en combate.

El mago observó las casuchas. Conocía a los hombre lagarto y no los consideraba una verdadera amenaza pero, en el numero suficiente, podrían resultar verdaderamente molestos. Sobretodo si contaban con un shaman.

-Yo también lo creo pero no os olvideis de que aquel al que perseguimos también tiene oro y puede haberles pagado para que acaben con cualquiera que les siga el rastro. Yo propongo que hablemos con ellos pero que estemos preparados por si el ataque se produce.

Os acercáis al poblado, podéis observar las sencillas chozas de madera y ramas donde viven los hombres lagarto, pero en los arboles hay escaleras que conectan unas copas con otras, sin duda habrá centinelas  desde las alturas.

Al llegar a la entrada hay un gran revuelo, los guardias con lanzas se mueven nerviosos pero al ver a Alfan parece que se tranquilizan un poco, ya que el habla la siseante habla de estas criaturas, todo parece ir normal hasta que aparece en avenjentado hombre lagarto con un extraño tocado de plumas y una túnica de color escarlata, hace grandes aspavientos con los brazos mientras habla atropelladamente.

- Según parece hemos llegado un día de especial relevancia, es una festividad de llegar a la adultez, creo que quieren que haya un combate para probar la hombría de la joven promesa del poblado, negarse podría poner a todos en contra nuestra - os explica Alfan.

Fornax avanzó dando un paso e hizo crujir diferentes partes de su cuerpo. No quería ser maleducado y parecía que se le presentaba pronto otra oportunidad de demostrar su valía en combate. No podía fallar esta vez.

- Fornax entiende la valía del combate ritual- asintió- ser honor para Fornax participar en celebración ritual.

El mago puso los ojos en blanco ante la estupidez de detenerse por una idiota costumbre de aquellos primitivos seres y se disponia a reirse de ellos con fina ironia cuando el forjado aceptó el reto y lo dejó con las palabras en la punta de la lengua.

Arraman se encogió de hombros y tan solo rezó porque Fornax luchara mejor que contra el troll, o tendrian que gastar valiosos recursos en repararlo. 

-Parece que han encontrado otro niño con el que jugar! Sea, pues! Que luchen y retocen un rato por el lodo!

No creía que nuestra presa fuera malgastando el dinero, pero opté por ahorrar saliva y no responder al mago, además pronto saldríamos de dudas, pues de haber pagado seguramente seríamos asaltados nada más poner un pié en ella.

Sin embargo, la realidad fue muy distinta. Íbamos a asistir a una especie de celebración, por llamarlo de alguna forma, y el forjado parecía dispuesto a unirse alegremente a ella. Quizás fuera un inconsciente por ello, pero no iba a negarle la diversión, lo que si iba a tener que matizarle un pequeño detalle.

- No le aplastes. Seguramente deba ser un combate prolongado.

Le hago saber y paso a mirar a nuestro guía para que llegara a confirmarlo o desmentirlo.

La aldea de los hombres lagarto bulle de actividad mientras el sol se retira por el horizonte, se encienden antorchas y se escuchan tambores mientras los hombres lagarto se ponen mascaras de madera pintadas en colores vivos,

Enseguida os llevan a un circulo de piedra de un metro y medio de profundidad excavado en el suelo, las piedras están bastante lisas por el uso, así puede ser bastante anterior al propio asentamiento.

El chaman lagarto se sitúa al borde del circulo y suelta un discurso con voz grave mientras la audiencia asiente fervorosamente y profiere gritos de satisfacción, al poco aparecen varias parejas de jóvenes hombres-lagarto ataviados con varios tipos de armas y armaduras, aunque se puede ver que las armas son replicas no mortales, se ve que aprecian la vida de sus jóvenes.

Por turnos las parejas se lanzan al circulo y combaten, se ve que no tienen un estilo muy defensivo y en general los combates son breves, la audiencia se divide entre los que animan y los que apuestas con monedas, cuentas e incluso colmillos, entre ellos el propio Alfan.

Finalmente los tambores cesan y aparece un hombre lagarto más fornido que los demás aparece en escena, por lo visto es el hijo del cacique y será el rival de fornax, empuña un garrote y viste una armadura de pieles, sin mucha ceremonia se lanza al circulo esperando a Fornax.