Vanity se sintió algo decepcionada por sus nuevos compañeros:
Arnold, a pesar de parecerle un ratón de biblioteca, era sin duda el que tenía mejores intenciones.
A Ryan apenas le conocía, pues no parecía muy hablador.
Gary era el que menos le gustó a primera vista. Acababan de conocerse y el tipo ya se tomaba demasiadas licencias, como el hablar con los demás como si ella fuera de su propiedad o utilizarla como excusa para buscar problemas. Definitivamente, tendría unas palabras con él, pero no aquí, ni ahora
¿Cómo iba ella a avanzar en su comprensión de la humanidad si apenas era capaz de comprender a otros "engendros" como ella?
De nuevo en marcha. La velocidad de la motocicleta subiendo al límite, y la adrelanina disparándose a límites absurdos. El viento en su cara y el pulso sanguíneo acelerándose: Sentir. Vivir. Disfrutar..
Breves momentos en el que Vanity puede acariciar emociones cercanas a la humanidad...