Partida Rol por web

Bueno, es un plan un poco regular. Pero no se puede hacer mucho más. A la próxima el enano debería pensarlo bien antes de volver a meterse en el Agua. Atáis los objetos a una de las cuerdas, para luego, desde el otro lado tirar por ellas. Así de momento solo tenéis que centraros en pasar vosotros

Primero pasa Lorgan, con la intención de ayudar a Angainor. Pero Lorgan ya tiene bastante con lo suyo. Consigue pasar, pero no resulta de gran ayuda. El segundo es el enano. Lo intenta, se golpea el dedo gordo del pie, esto hace que trague algo de agua y pierda algún punto de vida. Pero de algún modo logra sobreponerse, sacando fuerzas de valentía y finalmente alcanza el otro lado del pozo. Al hacerlo inhala con tanta fuerza que parece querer terminarse el aire el solo. Por último Mut, que con una facilidad tremenda logra pasar.

La estáis al otro lado, los componentes que esperaban os ayudan a recuperar las cuerdas y los tesoros recuperados.

-¡El sol, por fin! ¡Creo que es lo que necesito ahora mismo! -dije al salir del agua. Necesitaba dejar de sentir esa humedad infernal de las cavernas y ver por fin la luz natural, ya que mis ojos se habían acostumbrado tanto a la penumbra que podría hacerle competencia en visión a un gato.

Miré lo que con tanto trabajo sacamos del otro lado, y me senté.

-Nos merecemos un descanso, amigos, y decidir el reparto de los objetos. A mí un hacha de poco me puede servir.. ¿Angainor? A tí podría serte más útil.El yelmo, a quien mejor se adapte.. la copa.. tampoco sabemos qué hace. Quizás podría ser para Mut (la fresca cerveza siempre viene bien, eh?) -seguí rebuscando entre lo que trajimos, descartando el oro de los niños. En cierto sentido aquel despliegue de objetos tan variopintos parecía un mercadillo.

-Yo estoy interesado en el anillo y el saco especialmente. Ya llevo un anillo mágico, y quizás éste también lo sea.. Y el saco creo que me vendrá bien para almacenar productos, no sé si tiene otra finalidad. Si alguien más está interesado lo hablamos sin problema. Nos quedan también el cinturón y la muñequera. Cada uno podría quedarse con dos objetos. Y una persona con uno más, ya que si no conté mal, son siete

- Pues siguiendo la idea de Lorgan me quedaré con la copa, será un buen mathom que pasar a mis descendientes si alguna vez regreso a La Comarca y contraigo matrimonio... - digo con una sonrisa - ...pienso que lo otro que podría aprovechar es el cinturón...el arma no me sirve ya que no sabría utilizarla, el yelmo tampoco y menos el brazalete. Soy un hobbit práctico y un cinturón al fin y al cabo me sostendrá los pantalones si se me rompe el que tengo ahora... - miro al enano y le digo - ...y teniendo en cuenta que eres el que lo ha pasado peor...mereces quedarte con un tesoro más amigo mío. Si todos estamos de acuerdo claro está...aunque sinceramente creo que Ulrij merece su parte también...si la quiere claro. 

"- Por Mahal, por fin hemos llegado al otro lado- dije mientras trataba de tomar todo el aire posible-. Odio la desgraciada agua si no es para beberla... y aún así también salvo que sea el único líquido que me pudiese permitir tomar- agregué mientras retorcía los pocos cabellos en mi cabeza y la barba que aún guardaba sus trenzas armadas".

Me sacudí un poco, al igual que un animal, intentando separar de mí la mayor cantidad de humedad posible. No contábamos en el lugar con algo para secarme, pero era lo de menos... agradecía estar de este lado luego de la aventura acuática. Una vez me vi lo más seco que pude, comencé a pertrecharme de nuevo y tomar la mochila.

"- Pues yo no tengo objeciones en cuanto a lo que han decidido quedarse... menos que menos con el anillo, que de ser mágico no sabría cómo usarlo- comenté entre risas-. El Yelmo podría serme útil y si bien se me da mejor con las armas contundentes, sé defenderme decentemente al usar hachas- expresé ante las ofertas de mis compañeros-. Respecto a la muñequera... parece eso, no un brazal, por lo que no creo que sea algo que pueda llegar a aprovechar yo- concluí".

Terminé de acomodar mis cosas y sujetar todo, esperando a que decidiéramos qué hacer finalmente con los objetos.

"- Douervis, cuando te uniste a nosotros dijiste que querías saber qué había pasado con Minas Anghen, ¿verdad?- dije al humano, más como una afirmación que como una pregunta-. Todas menos una puerta en ese último piso de la torre al que llegamos son una trampa. Debes pasar por la que marca las nueve según se entra en la sala desde las escaleras. Eso fue lo que nos avisó la Dama Niniel antes de desaparecer. Supuse que más arriba habrá certezas en cuanto a qué sucedió aquí, por lo que seguro te interesará este dato- agregué con una sonrisa y asentí respetuosamente-. Creo que para nosotros es tiempo de volver. Además quiero buscar a Samman y Viento que ya deben estar con frío, miedo y hambre... pobres pequeños- mencioné dirigiéndome al resto, con un deje de preocupación por los Uncas en mi rostro".

El sol para Lorgan aún tendría que esperar, al menos hasta que subierais las escaleras que conducían a la cocina. Aunque en una cosa si tenía razón y es que con todo lo sucedido ya debía de ser media mañana.

Hacéis el reparto de objetos. La pulsera se la queda Douervis y Ulrij rechaza todo tesoro pues lo que quería era vengar a sus familiares y este propósito quedó cumplido.

Pero aún quedaba una cosa más por ver. Que es lo que había en la parte superior de la torre. Tras cruzar la puerta indicada, el sujeto era teletransportado a esa nueva ubicación. Allí lo que visteis era como un observatorio.

Una chimenea central de piedra caliza blanca dominaba la estancia. Y al rededor, junto a las ventanas había como unos pesados cristales de forma ovalada, fue sorprendente comprobar que mirando a través de ellos se podía ver a mucha distancia. Un bonito artilugio llevar, de no ser porque cada uno de ellos pesaba más de cien kilos. Tal vez decepciona, que no hay nada más de interés o tal vez no contando con que fue una experiencia especial y que podas personas habrán visto.

Ya solo quedan los cofres y liberar a los prisioneros, o dejarles la cuerda lo suficientemente floja para que se puedan soltar en un tiempo.

En los cofres hay un total de 50 monedas de oro. Que junto con las 200 de Forlong hacen un total de 250. Repartidas entre los cinco integrantes, son 50 para cada uno.

Un par de los integrantes tenía interés por saber que tal les había ido a los uncas. Había sido más tiempo del previsto u dejarlos ahí también había sido un poco arriesgado.. Ambos estaban agazapados juntos dándose algo de calor, pero sanos y salvos.

La otra gran cosa pendiente era llevar "el oro de los niños". Os dirigisteis a aquel orfanato. Los encargados del lugar no salían de su asombro ante tan gran donación. La señora se puso a gritar y a llamar al resto. Por fin podían arreglar el tejado, las instalaciones y aún quedaría la mayor parte para darles de comer y educarlos durante muchos años. 

Tal solo sentisteis un extraño frío en la nuca y unas palabras en vuestra mente - Gracias - Era aquel espectro que por fin podría descansar en paz. Y vosotros con la conciencia tranquila y habiendo realizado una de las mejores acciones de vuestra vida.

- FIN DE LA PRIMERA AVENTURA -