Partida Rol por web

Me quedo mirando a los dos que han hablado  sin ser capaz de distinguir si lo dicen en  serio o están intentando burlarse del tal Hans.Solo hay un motivo para pedir eso y es que algo te huela mal , acaso estos han visto algo que se me escapa ?.El negocio es oscuro pero hasta donde veo es factible que sean legales con nosotros y si no los son un papel no va a marcar la diferencia .Todos estos pensamientos se cortan en seco cuando el pelirrojo se guarda los papeles  así que carraspeo.Ejem, si no sabes leer creo que harian mejor servicio en manos de alguien que les saque utilidad, no? .Digo extendiendo la mano para que me los devuelva .Pero en algo  tiene razon  el compañero . tenemos una lista de las sedes pero hay también una lista de las obras de arte ?.Me imagino que en nuestra investigación veremos muchas obras de arte de carácter religioso   y no las vamos a coger todas ...

Hans respondió a todos, de nuevo con brusquedad.

-No teneis que apoderaros de nada, solo investigar, parece que teneis los oidos un poco tapados-

-Respecto al contrato, mañana si quereis podeis ir a preguntar al registro mercenario, y allí encontrareis los papeles que habeis firmado-

-Y si vais a preguntar, que sean cosas que merezcan la pena, no gilipoyeces, no hemos hecho tanto esfuerzo para traeros en secreto y evitar que la Reiksguard ande fisgoneando detrás vuestra-

Aguardé escuchando las instrucciones de nuestra misión, poniendo total atención en las palabras del hombre. Sin duda era un asunto delicado, pero eso no me hizo sospechar ni por un instante del hombre que nos había recibido. Su causa me parecía loable, así como los esfuerzos que se tomarían por recorrer de las manos de herejes lo que un día perteneció a los sigmaritas. Muchas veces la ley no era lo mismo que la justicia y en mi mente estaba muy claro cuál vencía a la otra.

Cuando entonces las primeras sospechas no tardaron en aparecer. Por mi parte no pensaba apoyar aquel hecho, pues darnos un contrato significaría que su nombre también quedaría registrado en nuestras pertenencias ¿Qué ocurriría si algo salía mal y alguien lo encontraba? Poca diferencia habría entre eso y confesar directamente quien era el maquinador de nuestro nuevo encargo.

- Si no poseéis la suficiente confianza tomar esos papeles, pero no se os ocurra llevarlos con vosotros – dije dando a entender que yo no necesitaba el mío – Al menos si nuestra palabra es lo único que puede delatar a los reprobantes, evitar una confesión será tan fácil como terminar con la vida de quien hayan capturado antes de que le dé tiempo a hacerlo.

Mis intenciones eran claras y para mí aquel grupo de sacerdotes no habían cometido herejía alguna incluso todas las investigaciones y seguimientos que habían tenido que sufrir. Sin dudarlo acabaría con la vida de cualquier miembro del grupo, incluso con la mía, antes de permitirles hablar de una forma u otra.

Tras escuchar al mayor del grupo miro a la sucia rata que ya había tomado el papel guardándoselo para sí. Ni muerta confiaría en él el objetivo de nuestra misión así que me coloqué al lado del hombre que extendía su mano esperando que le diera los papeles.

- Dale a él las localizaciones, será mejor no llevar a un impío analfabeto guiando nuestros pasos – respondí sin tapujos, pues si algo me caracterizaba, eso era el ser directa.

Tranquilo, que aunque no sepa leer, tengo mis medios...y tenía pensado que tu fueras mi medio de traducción...-La mano se interpuso entre ambos y retrocedió un paso.-con calma, primero hay que reunirse en un lugar donde pensar que hacer y...-Miró a la mujer, parpadeó dos veces como distraído para acto seguido volver en si y esbozar una sonrisa.-ajá.-Miró de nuevo al tipo que le había pedido los papeles.-Ulrik Rudiger, un placer. Os esperaré afuera señor, señores, señoritas.-Miró a Hans y al sacerdote.-Tengo las cosas claras, con su venia marcho a esperar afuera.

Hizo una reverencia a los presentes y apartó la capa a un lado para mayor comodidad de movimientos puesto que a primera vista no llevaba armas y aunque nadie se percatase de ello tampoco llevaba ninguna oculta, se bastaba con sus puños en la mayoría de ocasiones pero dejar a mas de uno con la intriga tal vez le asegurase que nadie lo apuñalase para quedarse con su parte, no pocas amenazas había oído ya como para no andarse con un ojo en la nuca.-Mucha suerte.-Dijo tras dar seis pasos de espaldas, antes de girarse y dejar de encararlos para abandonar el lugar

Si no fuera porque el trilero pelirrojo también veía la boca del dragón en la que nos estábamos metiendo, pensaría que estoy loco. Pero no. Los demás no debían tener miedo a acabar en la hoguera cuando la Reiksguard viniera a por los reprobantes y salieran nuestros nombres. Eso iba con la paga pero los 2 trabajos sin especificar bien podían ser matar al gran teogonista y robar el grifo favorito del Conde Elector de Hochland. Si no los cumplimos estamos jodidos, si nos pillan, los reprobantes nos quitan del medio para que no hablemos o se desentienden de nosotros y, si cumplimos y no nos quieren pagar, no tenemos nada con lo que exigir legalmente el oro. Aun teniendo la copia de los papeles, a ellos les bastaría con decir que no saben nada de ningún grifo robado ni nada por el estilo. Que nos contrataron para limpiar las criptas de ratas y fregar el suelo.

Apresuro el paso y me coloco al lado del muchacho y le digo: Parece que estamos en minoría, muchacho. -me encojo de hombros- Dale los papeles, pelirrojo. Hemos conseguido que mañana nos den copia de los contratos y eso es más de lo que teníamos al principio.

Observo a mis compañeros sopesándolos nuevamente.

El hombre mayor parece seguro y calmado. El no ve nada raro en el contrato y en el imperio es difícil llegar a su edad sin un mínimo de sensatez.

El pelirrojo me ha caído bien desde el principio. Tiene cara de buscavidas. Tendré que vigilar mis posesiones cuando esté a su lado pero con total seguridad es el que más recursos tiene para manejarse por la ciudad sin levantar sospechas. Le diré que se ponga un gorro, su pelo se ve desde Estalia.

La paisana de la espada tiene mucho estilo vistiendo. Sus ropas son caras de cojones. Debe haberle ido bien. Tengo que andarme con cuidado con ella. En Estalia las mujeres son capaces de cortarle a uno la hombría con una cuchara de palo si se les toca el honor o la honra. Ésta tiene algo más que una cuchara. Me pondré mi traje bueno para tantearla cuando pueda.

El guaperas tiene pinta de noble. Puedo sacar provecho de ahí, la nobleza es bastante intocable por aquí. Si se nos tuerce el asunto él puede ser el que nos saque del hoyo involuntariamente... o el que nos termine de enterrar.

La beatona si que va a ser un problema. Al principio me planteé seducirla. Una pobre novicia desperdiciada en una vida de austeridad privándose de los mayores placeres de la vida. Tan inexperta, tan ingenua... después me miró a los ojos. ¡Joder, la hermana tenía más redaños que todos los demás juntos! Aún no la conocía de nada pero algo sí sabía de ella, si me insinúo me voy a arrepentir.

Por cierto chicos. Mi nombre es Alvart Castelar. Ulrik tiene razón, hay mucha tensión aquí. Conozco una taberna por aquí cerca, "La muela rota". Yo pago la primera ronda. ¿Os apuntáis?

El extranjero le había caído en gracia a Ulrik,  parecía que además de cojones y alma de mercenario tenía simpatía, algo muy digno de admirar.-Si, cuando salgamos de aquí hablaremos de esos papeles, pero primero vamos a salir y vamos a alguna taberna, yo personalmente vivo en una, hacen buenos precios y puedo conseguir  un lugar cómodo y lejano de miradas donde hablar tranquilamente este asunto.-Le hizo al estaliano un gesto para que le siguiera.-Vamonos cagando ostias de aquí, que estoy empezando a tener sudores, coño.

Me encojo de hombros y lo sigo.- ¡Entonces tú pagas la primera ronda, coloráo!

Las cosas vienen como vienen y hay que tomarselas con tranquilidad  así que asumo la reprimenda  sonriendo  de manera forzada y reprimo un suspiro .Entonces las cosas  se complican algo mas ; ahora debemos de entendernos y no sera fácil por lo que estoy viendo.. de todas formas no conviene discutir delante de esta gente  .Recompongo el gesto y llevandome la mano al sombrero me dispongo a salir tras los dos polvorillas del grupo  .Señores, se harán las cosas como han dicho  o se intentara ...digo a modo de despedida a nuestros patronos.

Hans parecía harto de toda aquella cháchara.

-Bueno, eso es todo, ya sabéis, cuando terminéis, buscadme en el punto indicado-

Golpeó con el dorso de la mano la coraza de su guardaespaldas, y este, abrió los pesados cerrojos de la puerta tras llegar a la misma, apartando antes a Ulrik de ella,  el pelirrojo pudo comprobar que aquel hombre tenía unos músculos de piedra....

Una vez abrió la puerta, dejó paso para que se marchase todo el mundo, una vez todos pasaron por el umbral, la cerró detrás de ellos. Pudieron escucharse de nuevo los cerrojos siendo cerrados.