Partida Rol por web

Nótt maldijo en su idioma al menos una docena de veces, y enfurecida, salió corriendo camino abajo hasta el último lugar que habían estado. Si alguien se los había robado, lo iba a partir en dos.

Mirando como Nótt salía corriendo, me fije en Alice, y encogiéndome de hombros, salimos tras de Nótt, pues obviamente algo le había molestado, o quizás, algo había perdido, pero solo nos quedaba averiguarlo siguiéndola.

En vista de lo sucedido, el grupo decidió retroceder en sus pasos en busca de pistas y respuestas ante la desaparición de los guantes mágicos de Nótt. Llegaron a un punto elevado que les permitió explorar mejor la zona y fue cuando divisaron un territorio cercano a donde habían hecho su último descanso en cuyo alrededor había unos riscos bastante útiles si alguien quería esconderse. La teoría de que había un ladrón cobraba fuerza.

Con el avanzar del camino me percaté que a Nótt le faltaban sus guantes, y ahí entendí porque había salido hecha una furia. Yo también habría estado enojado si mi escudo por el que pague tanto dinero había desaparecido. ¿Quien lo sabía, pues? Quizás era una perfecta oportunidad para probar mi nueva espada.

Nótt avanzaba entre saltos de un lugar a otro, evitando cualquier tipo de obstáculos, acostumbrada a caminar y escalar en las montañas de la tundra. Si alguien se había ocultado con sus guantes, lo pagaría con su vida.

Una vez entrasteis en el nuevo territorio, notasteis que algo iba mal. Sentisteis un olor a muerte, más intenso incluso que el característico olor que rodea a los Diabal cuando experimentan con magia demoníaca.

Antes de que pudierais reaccionar, un grupo de no-muertos emergió del suelo, ¿qué hacían allí? Aquel no era un terreno "natural" para esas abominaciones ¿a caso seguían órdenes?

Golpeé a uno de los no muertos que iban apareciendo. ¿No muertos y en este lugar? ¿Alguien había tomado conocimiento de nosotros en la cripta, o había algún nigromante cerca? No lo sabía, pero lo tendría que averiguar después de esta batalla.

Los no muertos parecían saber que esto era una emboscada, puesto que todos se lanzaron sobre Nótt apenas llegó al lugar. Le hicieron graves cortes en diversos lados del cuerpo, y ella, ignorando el dolor, gritó con ira para enfrentar a sus enemigos;

-¡DEVUELVANME MIS GUANTES! -

Dijo, muy enojada. Tras eso, entró en un frenesí de ira, y haciendo giros con su nueva hacha, fue masacrando por grupos a los esqueletos, haciéndolos caer uno a uno.

Una vez que los zombies fueron erradicados, apenas hubo tiempo para el descanso.

Un par de hombre encapuchados se presentaron ante ustedes. Sus facciones revelaban su origen Diabal sin embargo parece que cambiaron el "jugar" con demonios para jugar con no-muertos.

¿Eran los responsables del robo? ¿Serían los dueños de la cripta? ¿o solo un par más de fanáticos?

Al ver la razón de nuestro enemigo, cargué contra ellos para pasarlos por la espada, después de todo, podía coger las respuestas de sus cadáveres. Mirando a Alice le dije;

-¡Vamos Alice, acabemos con ellos! -

Dije, tras lo cuál, sin ningún miedo, los ataqué, golpeando fuertemente a uno de ellos pero sintiendo que una armadura sobrenatural resistía mi golpe.

Nótt, observando los movimiento de uno de sus enemigos, se acercó directamente contra este, y de un salto, atacó directamente a su cabeza, buscando reventarla en dos, como si de una sandía se tratase, mientras gritaba;

-¡Devuélvanme mis guantes, malditos magos negros! -

Dijo, llena de ira.

El combate fue fugaz, aquellos magos habían cometido un grave error interponiéndose en el camino de Darkon, Alice y Nótt.

Entre las posesiones, la Vikinga pudo recuperar sus guantes mágicos, los cuales estaban a buen recaudo en una pequeña bolsa que tenía uno de los magos fallecidos. Estos seres no tenían nada de valor o por lo menos de utilidad para ustedes: tenían ingredientes y ungüentos cuyo propósito desconocíais y que os daba mala espina incluso tener en vuestras manos.

Nótt pateó un par de veces más a los nigromantes muertos, y después se puso delicadamente sus guantes, tras eso, miró a Darkon y le dijo;

-Darkon, esto me ha parecido extraño. No han tenido ningún rastro de que hayan sido enviados por alguien, o al menos, eso es lo que he visto tras ver sus pertenencias, puede haber sido algo azaroso, pero tendremos que andarnos con cuidado. -

Dijo, seriamente Nótt, tras lo cuál, arregló su cosas y nuevamente se puso en marcha.

Todo había sido muy extraño. Pero tras revisar las cosas, todo parecía fruto del azar. Quizás simplemente habíamos tenido mala suerte al toparnos con ellos. Haciendo caso a Nótt, le hice un gesto a Alice para que continuaramos el camino.

A medida que ibais saliendo del territorio de los Diabal para adentraros en las salvajes tierras de los Equu, notasteis que el clima iba cambiando hasta llegar a producirse unas fuertes ráfagas de viento.

Al principio no eran molestas, pero poco después fueron tornándose más y más violentas.

La vegetación de la zona se había convertido en un obstáculo más donde troncos y ramas actuaban como cuchillas afiladas que arrastradas por el viento se movían de manera errática por el entorno.

Las ramas volaban y en mas de una ocasión nos golpearon duramente, haciendo retumbar el sonido de nuestras armaduras. Estaba impresionado, puesto que no sabía que el paraje era tan hostil a tan solo unas millas de viaje desde mi ciudad natal.

Nótt avanzaba bostesando por el camino. Las ramas pasan al lado de ella, y aunque varias veces le hacían pequeños cortes, no los tomaba en cuenta, de hecho, ni siquiera los sentía, puesto que las cosas por lo cuál ella había pasado en su tierra eran 10 veces peores a esto, al menos aquí no existía el temible frío y la opción de morir congelado.

Después de atravesar aquella ventisca tan violenta, el grupo logró adentrarse en las afueras del territorio de los Equu. Aún tenían que atravesar un buen tramo, pero la escasez de enemigos generó que aunque más aburrido, el viaje fuese más seguro.

Mientras el sol se ponía y la noche llegaba, comenzasteis a sentir una sensación extraña alrededor vuestra. Os sentíais observados, intranquilos ¿os estaban vigilando? ¿quién? ¿qué?

A pesar de que mirabais a vuestro alrededor no veíais nada.

Habíamos andado un largo camino, pero las cosas ya iban cambiando a mi alrededor. Por suerte, seguíamos el camino principal, por lo que sabía que no nos perderíamos. Como siempre, yo y Alice íbamos vigilando todo, mientras que Nótt, parecía, como siempre, incansable. Sentí que algo me miraba y me puse a observar en todas las direcciónes a averiguar que es lo que era.

Nótt iba avanzado por el camino totalmente despreocupada. Cada vez se estaban acercando más a sus tierras, por lo que se sentía en mucha confianza, y más aún, ya conocía parte del camino puesto que por aquí había llegado al territorio Diabal. Mirando como Darkon y Alice iban mirando a todos lados, ella también comenzó a realizarlo, preguntandose si habrían visto algo extraño por el camino.