Partida Rol por web

Continuasteis vuestro viaje. A pesar de sentiros observados, no distinguisteis nada que se entrometiese en vuestro camino. Fue entonces, un par de jornadas más tarde, cuando escuchasteis un ruido. Comprobasteis con velocidad como se interpusieron dos extraños hombres de cuyo aspecto jamás habíais tenido antes noticias. Se presentaron como Heraldos de los Dragones y os amenazaron de muerte por haber aniquilado a un dragón tiempo atrás. ¿Puede que fuesen ellos los que os estaban vigilando esperando el mejor momento para atacar?

Al escuchar las palabras de aquellos heraldos nos encogimos de hombros, porque de no ser porque aquél dragón estaba ordenando a los trasgos saquear (o quizá no) no lo habríamos matado, pero bueno, no había forma de negociar con ellos. Sin detenerme no un segundo, cargue junto con Alice para acabar con uno de estos enemigos, bloqueando sus ataques y buscando aberturas en su armadura para herirlo. 

Nótt se demoró demasiado tiempo en reaccionar, y, al igual que la vez anterior, le llegó un ataque que le dio directamente al cuerpo. Sintió un calor que no se parecía en nada al que había enfrentado en la cueva, y se dio cuenta que se trataba de unas extrañas personas. Se preguntó si esto tendría relación con algún culto a los dragones, o alguna secta que desconocieran, pero realmente no tenía mayor información, por lo que decidió prepararse e intentar atacar con cuidado.

Después de tantas jornadas de viaje y desvíos imprevistos que os han llevado a más de un combate, notabais el resentimiento en vuestro cuerpo. Necesitabais descansar o al menos, deteneros unos minutos para comer algo y seguir adelante. Vuestros cuerpos no eran perfectos y aunque estabais cerca de vuestro objetivo, aún no estabais en él

Después de haber viajado varias horas y ver que estaba atardeciendo, decidimos hacer un alto. Por la posición del sol decidí que lo mejor sería descansar y comer algo, para seguir el viaje al día siguiente. Mientras Alice preparaba la tienda, yo me puse a prender algo de fuego y preparar algo. Mirando a Nótt, le dije;

-Trata tus heridas. Yo me encargaré de la comida. -Dije, mientras comenzaba a preparar algo.

Nótt aún se sentía muy llena como para comer, pero si era una buena curar sus heridas, por lo que utilizando amarras, y todo aquello que solía utilizar para hacerse lo vendajes, una vez se hubiera cerrado bien estas heridas, iría a acompañar al resto, para luego irse a dormir a su tienda para partir el viaje al día siguiente.

Me detuve un minuto, y rebuscando entre mi cosas, saqué un polvoriento mapa que fácilmente, tenía sus diez o veinte años. Cuando habíamos entrado a la necrópolis del cementerio había logrado encontrar el mapa, así que con el empecé a revisar el camino. Tras revisar las últimas cosas, indiqué;

-Bien, tenemos que seguir en esta dirección. Si todo va bien, solo nos tomará algunos días de viaje más llegar. -Dije, mientras lo cerraba, guardaba, y volvía a dejar en su lugar.

Nótt no entendía nada. De hecho, tampoco recordaba bien como había llegado al territorio de los Diabal, pero seguramente pensaba que había llegado de pura suerte. Tras mirar por sobre el hombro de Darkon y ver que miraba lo que parecía ser un mapa, miró a los alrededores, viendo si venía algún enemigo adicional, y tras no encontrar nada, esperó a que este estuviera listo para continuar.

Y el viaje continuó. Tras varias jornadas más de viaje, donde la monotonía se apoderaba de cada instante, lo único lograba motivaros era saber que cada vez estabais más cerca.

A lo lejos se podía divisar el inmenso volcán, eso implicaba que en algún lugar debía estar el poblado Equu, un punto de visita imprescindible para encontrar información de utilidad.

La naturaleza a pesar de salvaje, era rica en manjares si se sabía buscar bien. Además de encontrar un lugar seguro para descansar, si dedicabais algo de tiempo podríais encontrar provisiones.

Mientras avanzamos fui recogiendo lo que podía, pues algo había leído sobre los frutos que crecían en esta región, pero no logré tener la suerte necesaria como para encontrar algo que realmente me sirviera en cantidad.

Nótt iba mirando con atención como Alice y Darkon intentaban encontrar algo para comer por el camino, pero realmente no logramos encontrar nada en el lugar. De hecho, Nótt no tenía ninguna idea de lo que había en el camino, por lo que de no haber venido con Darkon, seguramente habría seguido de largo.

Cada vez estabais más cerca. Notabais la emoción de saber que pronto finalizará una etapa del viaje para alcanzar la próxima. El poblado de los Equu no debería andar muy lejos. La exhuberante vegetación queos rodeaba no os traía demasiadas complicaciones en el camino. Gracias a que os habíais preparado a conciencia, supisteis afrontar todas las dificultades del camino. ¿Lograréis vuestro objetivo final?

A lo lejos ya se podían divisar las montañas imponentes, y yo y Alice respiramos aliviados. El viaje había sido extenso pero habíamos llegado sanos y salvos. Lo principal vendría ya cuando estuvieramos en el pueblo de Equu y tuvieramos que conseguir información sobre el volcán. Modos seguros de entrar a este, saber si existe alguna entrada secreta, etc. Mire a Nótt, y tras darle una sonrisa, continué hacia adelante, sin detenerme, siguiendo el camino.

Nótt estaba feliz. Devolvió la sonrisa a Darkon, y siguió avanzando. No quedaba nada para llegar a su objetivo. Aún les quedaba entrar a un volcán y quién sabe hacer que tipo de ritual para poder robar su inmortalidad. ¿Seguiría igual de bella el resto de su existencia? ¿Podría volverse aún más fuerte después de ser un vampiro? ¿O podría seguir saliendo de aventuras después de esto? No lo sabía, pero ya quería averiguarlo

Finalmente llegó el momento. Habíais llegado al poblado de los Equu. La raza de los centauros, desconfiada ante los extranjeros, supo que era descortés no dar cabida a los extranjeros que no traían intenciones hostiles hacia su pueblo, por desgracia no fueron muy colaborativos en cuanto la pedida de información.

Diecarl era un lugar sencillo, viván aprovechando los recursos de la naturaleza sin usar grandes complejidades arquitectónicas como los Geotónidos o las sociedades humanas. Sin embargo, sentíais que allí había de todo ¿encontraréis la información que necesitáis entre sus murallas?

Darkon suspiró cuando llegó al lugar. Estaba tranquilo, a pesar de estar en un lugar extraño, puesto que confiaba en su destinto. Observaba intentando no mirar raro a los centauros, pero ciertamente le sorprendían, ya que no muchas veces había visto a estas personas en Diabal. Mirando a Nótt, y haciéndole un gesto para que lo siguiera, comenzaron a buscar, primero que nada, un tablón de anuncios en la ciudad para ver que encontraban. Quizás tomarían un par de días en la ciudad para asentarse y, una vez consiguieran información, partieran hacia el volcán.