Partida Rol por web

Los pecados de don Braulio

I. Mal pullada así te dieran

Cargando editor
26/06/2018, 21:36
Director

Junio del año de Nuestro Señor de 1383.

Cada día veías sobre tu cabeza el arco de herradura árabe de la puerta de San Martín, el cual estaba flanqueado por dos enormes cubos de piedra. Una vez viste a Su Majestad Juan el Primero de su nombre, cuando hubo de recorrer la ciudad, que pasaba bajo este arco para hacer su entrada en Burgos y dirigirse hacia el Castillo, por lo que también era conocida como la Puerta Real.

Y tal recorrido hacías tú, desde el arrabal de San Pedro (barrio a extramuros de la ciudad) desde tu casa allí ubicada hasta el interior de Burgos: el del trabajo diario de las bolsas y los robos como de costumbre. San Pedro se distinguía por ser un conjunto de casas bajas que las ocupaban diferentes trabajadores de la madera, ya que la cercanía de los bosques hacían así su trabajo mucho más fácil.

¡Toc, Toc, Toc! -la puerta sonó con el golpeo de unos nudillos-. Tu ya sabías quien era. No porque hubiera alguien que tuviera que darte visita; más bien al contrario, intentabas pasar desapercibido en aquel barrio. El caso es que el único que conocía tu hogar era tu primo Obeko, navarro de nacimiento y primo segundo por parte de madre. Tenía unos siete u ocho años mayor que tú.

Cargando editor
26/06/2018, 21:37
Obeko

¡Primooo! -gritaba su voz desde fuera-. Ábreme...: ¡soy yo! ¿Estás ahí dentro con una moza o qué?

Cargando editor
26/06/2018, 22:17
Tomás

Abro la puerta y le reprocho las voces, no porque me importen los vecinos, si no por llamar la atención. En un oficio como el mío lo mejor es pasar desapercibido, y así lo intentaba.-¿Qué moza ni qué leches? Anda pasa y deja de armar follón que nos van a echar del barrio por montar follón.-

Lo cierto es que me alegré de verlo, no conocía a mucha gente....no de la que pudiese fiarme. Eneko y poco más. Así que una vez dentro saqué un poco de cecina y queso, algo de pan duro y se lo ofrecí.-Anda come, tú- Con suerte cortaría una bolsa con buenos dineros y podría comprar algo más sabroso para rellenar el gaznate, algo de vino e invitar a alguna moza a salir por ahí. La vida era sencilla y con dineros maravillosa.

Cargando editor
26/06/2018, 22:44
Obeko

Bueno, bueno... -decía cuando le reprochabas discreción-.

Entonces entró en la casa tras darte la mano, pues hacía ya un par de meses que no le veías. Entonces te estuvo preguntando qué tal te iba, y tú, aunque no le dabas evasivas concretas (pues él sabía que te dedicabas a "picar de aquí y allá" para subsistir) no le dabas demasiados detalles (al fin y al cabo colarse, llenar bolsillos o cortar bolsas no tenía mucho misterio).

Pues yo ando que me subo por la pared... -decía secándose la frente, pues venía acalorado-. Mal pullada que le dieran a ese cabrón... Sí, Braulio "el porculero", como yo le digo... ¡Grrr! -su cara de enfado era evidente, y sorpresa la tuya, pues lo último que sabías de tu buen primo Obeko era que había entrado a servir al comerciarte más rico (o al menos de los más ricos) de Burgos: don Braulio.

Se decía de éste señor que el sur de la ciudad, dedicado por completo a los negocios y al comercio, estaba bajo su tutela.

Ese espabilado... me echó así por las buenas -continuó diciendo-, hace una semana. Era viernes, y por la mañana llegué y ya le ví la mala cara. Me estuvo haciendo cargar con grandes fardos, innumerables recados para ser el último día de labor antes del día del Señor, y anduve limpiando sus zarandajas y todo su palacete, de abajo a arriba, yo sólo... -ésto lo remarcó, aunque sabías que don Braulio solía tener pocos criados, y en los últimos tiempos sólo acostumbraba a tener uno... y ese era tu primo Obeko-. Y yo nunca hacía tanto por ese hideputa. Y resultó ser que tenía pensado echarme ese día, y ni me pagó el jornal. Me apretó* el último día como nunca y luego me dió la patada... -y comenzó a soltar una retahíla de casi impronunciables tacos, tras lo cual tuviste que pedirle que se calmara un poco mientras comía algo de tu comida-. Tú... ¿Tú como andas de tiempo?

Notas de juego

*Exprimió.

Cargando editor
27/06/2018, 05:38
Tomás

¡Será hideputa el tipo!-respondo a lo que me cuenta Eneko. Que a nadie le gusta partirse la espalda y menos por nada. Y que se lo haga a uno de mi sangre me jode bastante.

Pues no muy ocupado, tengo que ir al centro a ver si me gano la vida que ando pelao-digo rascándome la cabeza y sonriendo, ya que mi manera de ganarme la vida es cortar bolsas y perderme entre la multitud.....o salir corriendo si se dan cuenta.

¿Por?

Cargando editor
27/06/2018, 11:50
Obeko

Porque tu y yo, primo, vamos a hacerle una visita -decía decidido Obeko-. Vamos a entrar en su casa, y a recuperar mi parte del jornal... Ese no sabe con qué navarro se ha metido.

Aquello te pillo un poco a traspiés, pues tu primo Obeko hablaba de robar al mayor comerciante de la ciudad, aunque claro, eso era en sus mejores tiempos.

Cuando marché de allí me llevé una de las dos llaves de la casa. Esta misma noche entraremos en el palacete, le vaciaremos lo dispuesto y tú te ganaras el jornal también. Por lo que sé ahora vive sólo, el maldito taciturno. Se habrá cansado de criados. ¿Qué dices primo? ¿Quieres salir de este barrio o no?

Obeko parcía decidido.

Cargando editor
27/06/2018, 19:09
Tomás

Cuando empieza a hablar a punto estoy de soltar una risotada, pues pienso que no es más que una bravata y que necesita deshaogarse. Pero le veo serio, con la voz firme y decidido. De modo que termino de escucharle y me planteo mi vida si sale bien el golpe....Una casa mejor, vino, mujeres.....el paraiso en la tierra.

Cuenta conmigo.....estoy dentro. Pero nada de sangre ¿entendido?-No estoy seguro si su venganza incluye la sangre, miedo me da. Que una cosa es despojar a ese cabrón malnacido de sus joyas y dineros y otra rebanarle el pescuezo.

Cargando editor
27/06/2018, 22:44
Obeko

¿Sangre? Que soy primo de la vuestra madre, ¿por quién me habéis tomado, Tomás? -negaba con la cabeza, y parecía algo ofendido-. Conocías a Braulio desde que eras niño, luego estuvísteis unos años separados por cuestiones del destino, y os fuísteis a "rejuntar" en la señorial Burgos. De esto último hacía un año más o menos. Y en ese tiempo conocías los pasos de Obeko: era un tipo hecho para servir, no para matar.

Bien. Pues esta noche te espero en el comienzo de la Tenebregosa -entonces tu mente recordó aquella calle-; ya sabes, a eso de medianoche. Lleva capa y morral, por si se tercia llevarse más de lo estimado. Te esperaré en la esquina del primer edificio.

Tiempo ha que paseabas por las calles burgalesas, y sabías que la Tenebregosa se encontraba no lejos del hogar de los miembros más destacados de la nobleza de Burgos. Don Braulio era un rico comerciante, un burgués en toda regla. En dicha calle se levantaban grandes casas y palacios (y la de aqueste sujeto era una de ellas)

Pensaste, antes de que se marchara tu primo, que la calle, pese a que tenía un tramo por el que discurría el camino de Santiago y era transitabo, su segunda parte no era sino una zona de muros muy oscura y estrecha, y de ahí le venía el nombre a toda la calle. Y aquello era cierto alivio.

Bueno, hasta la noche, Tomás. Descansa hoy y nada digáis, claro -decía levantándose del asiento mientras sonreía-. Y al abrir la puerta te guiñó un ojo y se marchó más contento de lo que había venido.

Notas de juego

Te dejo una intervenció por si quieres añadir algo antes de cambiar de escena. Pasaremos directamente a la casa de don Braulio a medianoche.

Cargando editor
28/06/2018, 05:32
Tomás

Entónces está bien-digo con una sonrisa de oreja a oreja a la par que le doy un par de golpecitos en el hombro. ME deja más tranquilo que sólo sea robarle y nada más, no es que viese a Eneko haciendo esas cosas, peeeeero nunca se sabe.

El morral va listo, pero capa no tengo y no hay dineros para una nueva. Tendrá que ser a pelo o intentar robar una a lo largo del día.

Ir a la zona rica de la ciudad me intimidaba un poco, todo el asunto me venía grande, pero merecía la pena el riesgo. Teníamos la llave y el tipo vivía sólo.¿QUé podía salir mal?

Descuida Eneko, que se mantener la boca cerrada. ¡Hasta la noche!

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Tenía que hacerme con una capa, de modo que voy a una taberna del centro y busco alguna capa que no esté vigilada. Veo un grupo de viajeros que están mas pendientes del vino y las chanzas que de sus pertenencias y allí que voy. Cojo la capa y me la llevo como si fuera mía, los tipos no se dan cuenta hasta que ya me he ido y estoy muy lejos. ¡Ya tengo capa!

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Dejo tirada hecha de escamotear para robar la capa en alguna taberna antes de que llegue la noche.

Cargando editor
28/06/2018, 15:00
Director

Haciendo gala de tu oficio, te agenciaste una capa parduzca que sin duda habría vivido muchas horas de viajes. Parecía limpia y ello que te vino bien. Aguardarías de nuevo en tu hogar hasta la medianoche, momento en que comenzaría el plan de robo y venganza.

Notas de juego

Perfecto. Añádetela a tu ficha.

Pasamos de escena.