Aunque había comida para suficientes días, no todo era eterno, pese a que se hiciera un reparto y control de lo que había y aunque añadierais la fruta y con la suficiente maña y una buena herramienta, los peces del mar y el rio (viendo así en la playa como cada día los destrozos del barco y el avión iban y venian por la marea hasta la orilla), la comida y agua del maletin os aguantó un mes.*
Un mes suficiente para que os diera tiempo a construir un pequeño refugio. Por suerte había ramas, arboles y hojas por todo el lugar, y aunque vuestras herramientas no fueran tan eficientes como las de la civilización, os ayudaron un poco a construir algo similar a cuatro paredes para guareceros. Suerte que entre vosotros teniais conocimientos suficientes para que los muros y techos aguantaran sobre si mismos.**
Finalmente y después de todas las tareas que podiais hacer a lo largo de un mes, llegó este punto de inflexión que os hizo reuniros a todos. La comida de emergencia había acabado, y resultaba dificil a veces conseguir peces porque eran muy escurridizos, o suponía un fuerzo grande, salvo para Nyamo por su costumbre, el subir a los arboles frutales y las bayas no era ocasión para fiarse. Había que tomar una decisión sobre que hacer a partir de ahora.
*Racionando la comida del maletin aguantaba 2 semanas, meclandola con comida natural aguanta el doble.
**Doy por hecho que el pequeño refugio aunque tosco y pequeño, está construido gracias al trabajo en equipo
En el siguiente post debeis narrar que habeis hecho en todo el mes. No os flipeis y pensad en lo que ya habeis visto de momento ya que explorar muy a fondo todavía no lo habeis hecho, y también incluid que entre todos habeis construido el refugio. Si hay alguna tarea/acción que quereis haber hecho de espaldas a los demás, hacedlo en un post a parte solo para vosotros o para aquellas personas a las que habeis realizado dicha acción.
Decir que aquel mes había sido fácil sería mentirme a mi misma. Bien era cierto que no pasamos hambre o tuvimos ningún grave problema a medida que iban pasando los días, pero el paso del tiempo también me dejó claro que no había nadie más en aquella isla. No habíamos explorado lo suficiente, solo lo justo para buscar comida y cosas de utilidad en los alrededores, pero tampoco habíamos encontrado ninguna otra persona en nuestros viajes.
Solía pensar en películas que había visto, aquellas en las que un grupo naufragaba o se perdían en el bosque. Algunos eran olvidados a su suerte, otros encontraban la forma de volver con los suyos y los últimos eran rescatados. No estaba segura de si nos daban por muertos o sabían de nuestra posición, así que descarté rápidamente la tercera opción. Tampoco me parecía viable salir a navegar a alta mar sin un barco o preparación para ello, así que nuestro caso era el primero. Aunque aún faltaba mucho por conocer de la isla, yo ya tenía mis dudas sobre si nos quedaríamos allí hasta que muriésemos. Evité decir nada al resto por no bajar los ánimos del grupo, pero tenía curiosidad por lo que pensaban.
Aunque cada día se convertía en una montaña rusa de sentimientos y a veces pedía un tiempo para estar a solas, seguía al resto a donde iban y les hacía caso respecto a las tareas. No era difícil darse cuenta de que no poseía ninguna habilidad destacable y me ceñía a seguir órdenes y repetir lo que veía. Era suficiente para ayudar a construir cosas simples, hacer inventario o preparar comidas sencillas, pero no me valía para conseguir nuevos alimentos.
Pronto se hizo notable la inestabilidad de nuestra situación. La comida escaseaba y necesitábamos una forma de conseguirla de forma continua. Un día, por la mañana, nos encontrábamos todos juntos en el refugio. A pesar de que todos sabíamos lo que pasaba, fui la primera en expresar mis dudas.
- Chicos, ya casi no nos queda comida. ¿Qué podemos hacer? ¿Deberíamos alejarnos un poco del refugio? - Últimamente mi interés por salir más allá de lo conocido había desaparecido, pero era obvio que necesitábamos movernos.
Acabar la destiladora no fue demasiado difícil, y si bien teníamos un flujo constante, hervir el agua por si tuviera algún tipo de bacteria nunca era mala idea. La comida duró y duró y duró - maldita sea, ¿cuanto tiempo más iba a durar esa comida asquerosa? - como si sus pensamientos cobraran fuerza, la comida de emergencia por fin escaseaba, eso no quería decir que deseara quedarse sin comida, si no que aquella masa empezaba a resultar repulsiva y la pequeña sólo podía pensar en el momento en el que aquel viaje eterno acabara.
Pensaba en sus padres y en su abuela, les añoraba demasiado, hacer sus posturas raras no le entretenía igual en aquel sitio y se sentía vacía sin poder comer alguna que otra tarta. ¿Esperarían sus padres que volviera? Nadie lo decía, pero ¿y si nadie les buscaba? Ella no quería vivir allí para siempre, ¡no habían pasteles!
A pesar de ello, su sonrisa rara vez se borraba, tenía un buen consuelo al estar en esa isla, si no hubiera acompañado ella a esos parientes lejanos, sería su abuelita quien estaría en peligro,... O quien podría haber acabado en el fondo del mar, le alegraba saber que ocupando el sitio de su abuela en ese viaje, ella westaría a salvo en casa. Esperaba que los nervios no le enfermaran al saber del naufragio, después de todo no quería creer que le podría pasar algo, sus tartas debían cocinarse para siempre y por todo el mundo, pues eran sin duda las más buenas que existían.
Por un instante queriendo volver desesperadamente, pasó por su cabeza una idea loca de verdad, pero ni la hizo patente, ni la quiso llevar a cabo, pues pondría en peligro no solo a si misma o a quienes compartían esa jaula con ella, también sería peligroso para la propia isla, destruir la naturaleza nunca era una opción agradable. Quizás debería dejar de mirar tantas horas las brasas por la noche, sus pensamientos no debían ser muy difíciles de deducir.
Entonces inició otra conversación aburrida ¿dejar el refugio? Tal vez solo lo habían insinuado alguna vez, pero hicieran lo que hicieran, allí estaban bien. Escribir con letras gigantes SOS en la playa cada mañana no había ayudado en nada, tiempo que desperdiciaba cada día, pero seguiría haciéndolo, pues pocas opciones más les quedaban. "Abandonar el refugio" esa frase le agotaba, se estiró en el suelo para dejar que otros hablaran, a veces era fácil para los adultos decir "eres demasiado joven y no entiendes que es necesario", y al verle sonreír casi cada día debían pensar que era inconsciente de la situación en la que estaban. En realidad lo entendía demasiado bien, cada día sin un pedazo de tarta lo sabía mejor, pero sin duda se alegraba de que la naufraga no fuera la persona a la que más quería.
Llevaban un mes en esa isla, sobreviviendo a base de frutas, la comida de emergencia que habían encontrado y de lo que podían encontrar en sus viajes hacia la playa siendo que Muchas veces aprovechaban cogiendo lo que fueran toallas o ropas grandes que acababan usando para crear un buen refugio donde poder protegerse de las inclemencias del tiempo haciendo de techo sobre las ramas que lo conformaba aunque aún era demasiado endeble y precario como era de esperarse.
El trabajo de Nyamo consistía en encaramarse como si nada a los árboles frutales para agarrar cocos de las palmeras y lo que hubiera en otros pero aquello no bastaba y los peces se escapaban mucho, o bien había que practicar mucho... O crear algún sistema de trampa para los peces.
Al final Celeste se pronunció, estando presentes por la mañana en el refugio dijo lo que pensaban todos aunque a Nyamo le costó rehacer la frase mentalmente en su idioma siendo que incluso necesitó de señas por parte de sus compañeros para acabar de comprender del todo lo que querían decir esas palabras, se estaba acostumbrando al inglés gracias a ellos, al contrario que en el colegio allí era una necesidad para estar comunicados así que se esforzaba día a día en preguntar qué querían decir algunas cosas siendo que hasta Bridget era su profesora cuando se daba el caso.
-Yo me voy de caza. Mmmh... No, no eso... Parecía querer decirlo bien y acabó diciendolo en su idioma materno, el francés. -Je veux aller à la chasse... Esperaba que al menos un poco sus compañeros entendieran que lo que quería era apuntarse a lo de cazar más lejos porque era necesario. También señaló hacia la playa que, aunque no se viera desde ahí, con todo el tiempo que habían recorrido el mismo camino este se había hecho muy visible. - Cosas para hacer la casa. Últimamente se habían acumulado unas pocas piezas rotas tanto del barco como del avión en la costa, quizá podrían usarse para reforzar y ampliar el refugio para hacerlo mucho más resistente y cómodo poco a poco.
Un mes... hace un mes que nos habíamos perdido en esta isla. Desde luego, era un tiempo considerable que me hacía preguntarme muchas cosas... ¿nos estarían buscando? ¿Como estarán nuestros familiares? ¿Creerán que estamos muertos, o seguirán teniendo esperanzas? Por nuestra parte, habíamos conseguido prosperar medianamente bien en la isla. El tema de llevar siempre la misma ropa, al final te acostumbrabas. Teníamos un refugio muy sencillo pero que cumplía su función, habíamos racionado bien la comida y nos había durado hasta ahora, y con el arroyo el agua no era problema...
Pero claro, ahora teníamos problemas de comida... la única que sabía conseguirla era Nyamo, y yo lo único que sabía hacer era comer menos que los demás, debido a que así comían más, y además yo al ser tan flaco y me pasaba tanto rato dormido por mi narcolepsia pues no necesitaba tanta comida. La primera en pronunciarse fue Celeste, preguntando en general que deberíamos hacer. Esa chica seguía pareciéndome un poco rara... nunca tenía ganas de abandonar el refugio, pero ahora proponía irnos a explorar más allá... además el tema de la maleta de hace un mes se lo guardó para si sola al final... en fin.
Bridget se quedó callada, a lo cual la miré con algo de apatía -Podrías atender y aportar algo...- le dije con indiferencia. A mi me daba igual que fuera una niña... ya había demostrado saber hacer cosas, así que si tenía ideas o planes, que los compartiera... pero que no se quedara callada simplemente pensando. Por otro lado, Nyamo propuso irse de caza, seguramente más lejos de donde habíamos acabado... no es algo que a mi se me diese muy bien, y en lo que existía el riesgo de dormirme de golpe; pero al menos podía intentar ayudar en eso -Si vas a cazar... te buscaré algo entre nuestros recursos... a ver si te puedo hacer algo útil para ello. Armas... trampas... herramientas... o algo...- le dije a la chiquilla. Seguramente entre los restos de los naufragios y demás que hemos estado recopilando a lo largo del mes encuentre cosas para hacerle algo práctico.
Un mes ya ha pasado desde el naufragio. Un mes desde que quedamos varados en este lugar y que hemos tenido que ver como sobrevivir. La comida no ha sido un problema de momento pero a medida que veíamos que la bolsa de raciones que teníamos iba vaciándose, por más que lo complementábamos con fruta y pescado fresco, sabíamos que solo es un problema que postergábamos.
Durante ese mes, construimos un refugio que, si bien no tiene la calidad de una construcción hecha por profesionales, nos sirve para resguardarnos del frío, la lluvia y el viento. Eso nos brindó calma pues es mucho más fácil continuar con la agotadora rutina de supervivencia cuando se tiene un sueño reponedor.
Les conté que soy médico, titulado reciéntemente pero ya completamente calificado. Supongo que eso brindó algo de calma al grupo al saber que podríamos atender problemas de salud mas no he querido profundizar que, con los medios que poseemos, poco puedo hacer realmente. El conocimiento sin insumos necesarios, limita nuestra capacidad operativa a poco más que prácticas pseudomedievales.
En el asunto de la comida, mi idea siempre ha sido potenciar nuestra pesca. Lamentablemente, es mucho más difícil de lo que me enseñaron alguna vez y que vi en televisión, volviendo el recurso mucho más escaso de lo necesario para sustentarnos. Poco pude conseguir a pesar de pasar horas y horas en ropa interior, a medio sumergir en el agua, intentando conseguir alguna manera de pescar.
Finalmente, nuestro tiempo se acabó y ya no es momento de continuar con una rutina que a ningún lugar nos llevó. Es hora de planear algo.
Hoy nos reunimos para comer y Celeste comenzó con la conversación. Mientras intercambian palabras, mantengo un silencio sepulcral. Durante este mes he sido el único adulto del grupo y me siento con la responsabilidad de mostrarme firme pues sé que si muestro desesperanza, nadie más la tendrá. Debo ser fuerte y decidido, para mantener la moral del grupo.
Hablo finalmente para decir lo que creo, comenzando por Nyamo:
- "L'extension de notre rayon de chasse n'est pas une solution à long terme."
Le digo en francés, que sabe que domino a cierto nivel, para que entienda para donde quiero ir:
- "Alejarnos para cazar más lejos no hará que haya más comida pero supondrá más esfuerzo y peligro. A la larga, será igual."
Pienso un momento y continúo:
- "Todos asumen que es una isla pero seguimos sin saber si es un continente. Perfectamente podríamos haber caído en alguna playa virgen a cientos de kilómetros de la civilización y no lo sabemos. Caminar para explorar sin los resguardos necesarios podría significar que nos perdamos para siempre."
Suspiro, antes de decir lo que creo:
- "Creo que explorar es útil para ver si encontramos algún recurso o ayuda pero lo primero es mantener un flujo de comida lo más ilimitado posible, cuya única fuente que se me ocurre es el mar. Debemos desarrollar una forma buena de conseguir pesca y recolección de mariscos."
Lamentablemente, cualquier otra cosa no nos asegura tener un flujo de alimentos constante pues cualquier mamífero que podamos cazar será mucho más limitado, unos pocos miembros y luego se agotará, sin contar que si es una especie grande, podría ser sumamente peligroso, como jabalíes u otros.
Al haber pasado bastante tiempo cuidandoos mutuamente, habeis creado herramientas lo más basicas posibles, siendo que encontrasteis una pequeña hacha de un extintor del barco y una navaja con las que pudisteis afilar palos para hacer lanzas y cotar algo de madera para el refugio. Obviamente no era ilimitado pues el hacha acabaría por dejar de cortar en algún momento ya que su filo se volvería un tanto romo y habría que afilarlo. Gracias a Nyamos con los cocos habiais conseguido hacer algunas cestas para guardar recursos y cuencos con el coco vacio, así como gracias a los conocimientos de todo en general conseguisteis hacer unas cuerdas por las hojas de la vegetación en general. No resistirían tanto como unas cuerdas normales, pero era algo, y en las maletas que encontrabais solo había tela que funcionaría como cuerda, y cinturones que eran más toscos.
Por ultimo teniais palos a los que habiais pegado tela y os servirían como antorcha de querer salir a explorar. Además de vuestras mochilas no teniais mucho más. Se podría hacer una exploración, pero no a muy larga distancia. Quizás lo suficiente para encontrar un punto muy elevado para ver todo el lugar.
Vosotros decidis que hacer, os pongo un resumen de todo lo que teneis a parte de lo que ya teniais de antes (salvo la comida del maletin XD) para que os hagais una idea de vuestras posibilidades
Dadas algunas opiniones, el chico casi exigía respuesta, aunque para Bridget poco aportaría su opinión decidió darla.
- no creo que mover el campamento ayude, eso solo nos servirá para cansarnos como tontos, no sabemos que donde vayamos tendremos comida asegurada en cambio aquí si sabemos que tenemos agua buena, los que llevaban sus tiendas de un sitio a otro siguen rutas que conocen en ubicaciones con agua, si tenemos que hacer eso, lo mejor será esperar a encontrar otro sitio como este, para saber que tendremos lo mínimo.
En cuanto a lo de buscar comida... O buscar una nueva ubicación.
- yo soy bastante buena escalando, por lo que si nos separamos en un grupo de caza y uno que busque ver el lugar desde un punto elevado, puedo ayudar en el que sea.
La discusión de qué podríamos hacer para mejorar nuestras posibilidades se alarga a medida que intento hacer acopio mental de todos nuestros insumos. No es mucho lo que tenemos pero nos permite vivir de una forma más o menos rudimentaria. Es cierto que si perfeccionamos la recolección de recursos marinos podremos dejar de temer al hambre y la desnutrición más no nos sacará de acá.
Bridget habla y, por lo que dice, podríamos beneficiarnos de su capacidad pero sigue siendo una niña pequeña a la que no dejaría perderse sola en la lejanía.
"Maldición, soy el único adulto de todo el grupo y es mi responsabilidad mantenerles a todos sanos y salvos. Si algún día nos sacan de aquí, será a mí a quien responsabilicen por su estado."
Es una preocupación constante que no puedo sacarme de la cabeza y que limita en mucho la capacidad de movimiento que tengo. Si me dedico a sacar alimentos, no podremos explorar mucho.
Respondo lo único que se me ocurre como una solución un poco más equilibrada:
- "Creo que debemos hacer equipos para comenzar a explorar pero sin descuidar nuestro abastecimiento. Frutas, peces y mariscos nos mantendrán vivo y su recolección debe realizarse en los puntos conocidos. Mientras tanto, otros explorarán y cazarán si les posible."
Por más que me gustaría quedarme a ayudar en el mar, creo que es mi responsabilidad como adulto y médico, siempre ir con los exploradores, que son los que a más peligro se exponen y que pueden necesitar más de mi ayuda. No sé si tengo o no esperanzas de que explorando vayamos a salir de aquí, pero es una posibilidad que no podemos descartar gratuitamente.
Sonrió agradecida a Richard por responderle en francés, asintiendo lo que decía y volviendo a escuchar lo que los demás tenían por decir siendo que al final alzó la mano como si estuvieran en la escuela para pedir permiso para hablar de nuevo. - ¿Trampa? Cogió dos hojas o lo que fuera a mano y lo entrelazó un poco. - Creo que puedo. Los abuelos hacían y yo veía. Claramente por lo que decía no le habían enseñado pero, ¿Qué perdían por intentarlo? Había demostrado anteriormente que se le daba bien crear objetos útiles cuando levantaron el refugio, a lo mejor lograba algo...
- Solo voy a por... por... mmgh... Fibre végétale Y hago. Les sonrió, se notaba que quería ayudar como fuese y si lo que necesitaban era una mejor forma de pescar ella lo intentaría.
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