El artefacto explosivo comienza a emanar calor. Sabes que no es buena señal.
Jackie descendió por las escaleras sin encontrarse con nadie.
- Qué raro no ver a ninguno de esos tipos- pensó.
En la sala, la bomba y la cápsula de escape.
Obvio que quería irse de aquel lugar, pero si algo le molestaba al mercenario, no era la muerte de sus compañeros era que John Tabay se saliera con la suya.
Se puso delante de la bomba, tal vez, pudiera desconectarla fácilmente.
-Vamos allá- dijo mientras inspeccionaba el artefacto.
- Intento desactivar la bomba...si veo que es muy "chungo" hacerlo, me piro en la cápsula.
Pero vamos a intentarlo por eso de la mala conciencia después.
Inspeccionas el artilugio. Supera tus conocimientos. Eres más de golpear con tus puños y resolver los problemas regando el suelo con sangre.
Lo que si sabes es que la bomba tiene tal potencia que hará que gran parte de la base salte por los aires y que el resto sufra una descompresión brutal al escaparse al atmosfera artificial.
¿Hay alguna manera de poder poner la bomba en la cápsula y lanzarla al espacio con la bomba dentro?
Es posible. Pero debes tener en cuenta una cosa, la capsula es tu única vía de escape. Base paraíso no estará en pie mucho tiempo.
Jackie subió a la cápsula lamentándose. No sabia desconectar la bomba, pero lo que más rabia le daba, era el que John Tabay se saliera con la suya.
Aquel cabrón se les habia adelantado yendo un paso por delante siempre, como en una partida de ajedrez.
- Qué coño buscará rebentando esta base- dijo mientras apretaba el botón del lanzamiento.
- Sea como sea, yo ya no tengo nada que ver. No soy un puto héroe.- pensó.
Y se acomodó en el sillón apretando las teclas para volver a la Tierra, de seguro que el viaje no sería tan placentero como el anterior.
Decido irme, que le den a base paraíso y a los marcianos.
Te subes a la capsula, te aseguras de que este bien cerrada y sujetas tu cuerpo con el arnés. Inicias la secuencia de despegue y tras una leve detonación que derriba el refugio - sin afectar a la bomba - puedes ver el cielo, y sales disparado como una bala de cañón.
Te agarras con fuerza y aprietas los dientes. Un mensaje suena en el interior. Reconoces al voz de Andrea Williams.
- Siento que no hayamos podido acabar con los planes de Tabay. No tengo más remedio que hacer que todo reviente. M está programada para hacerlo, según las órdenes que le di hace tiempo.
Hace una pausa y se le oye respirar pesadamente.
- Muchos perderán la vida para terminar con este cabrón.
Una gran detonación hace mella en las superficie de Marte y la base se colapsa sobre si misma.
Otro mensaje comienza, es la voz de Andrea.
- La capsula tiene la energía para llevarte a casa, así como los víveres necesarios y la información que logré recopilar para que la entregues a la Nasa. Buena suerte.
Abandonas la atmosfera y estás a punto de gritar a causa de las turbulencias.
Una luz se enciende en los mandos . Es un indicador para que inicies la animación suspendida y el circuito de los nutrientes y eliminación de desechos.
Extiendes la mano con la intención de activar el regreso a la tierra, cuando ves una segunda cápsula emerger del planeta rojo. Surge de un punto que no parecía ocupado por la Nasa, como si se tratase de un fantasma surgiendo de un erial.
Una alerta parpadea en la pantalla y un pequeño holograma se forma a su lado. En ella se ve la imagen del vehículo y su número de serie. No tienes duda de que Andrea, a pesar de perder el control de la base, aún sabía cuales eran todos los recursos disponibles que seguían en activo.
El holograma cambia cuando pasas la mano sobre él, mostrando el siguiente mensaje: Ocupante, J. Tabay.
Ese malnacido ha logrado escapar en los últimos segundos.
Golpeas con tus puños el panel. Una luz rojiza y un sonido estridente son la respuesta a tu reacción violenta, como si se tratase de un pinball de un garito de mala muerte.
Cierras los ojos y contienes tu furia.
En una comunicación entrante ves a M. No se trata de una grabación. Ha salido de los escombros y su cuerpo sintético está maltrecho, parece que la ha atropellado un camión en llamas. Es su mano lleva una simple esfera, es la cámara que está usando para ponerse en contacto contigo.
Agarra un trozo de algo que no logras identificar y lo usa como un palo. Dibuja unos símbolos en el suelo y luego los enfoca con la cámara. Tardas unos segundos en darte cuenta dos cosas. La cápsula que ocupas en la principal, por eso Andrea la tenía reservada para ella, y cualquier otra era secundaria. Eso indica que puedes acceder a algunas funciones de las otras cápsulas.
Siguiendo las indicaciones de M, activas la autodestrucción de las cápsulas secundarias.
Unas pequeñas detonaciones se ven en la superficie del planeta, que debido a la lejanía, parecen simples chispas.
En el vacío no se puede propaga el sonido y no puedes oír los gritos de Tabay, mientras arde como una antorcha durante unos segundos.
Sonríes.
El ordenador de abordo muestra una rutina que no has activado. Algo está borrando todos los datos que Andrea recuperó sobre el trabajo de Tabay. Alguien no quiere que sus experimentos continúen. Quién ha puesto esta subrutina abordo lo hizo sin que nadie más lo advirtiese y prefijó la activación de la misma a una condición. Dicha condición era un número determinado de segundos que debía recorrer la cápsula principal tras abandonar Marte.
M se desploma inmóvil en el suelo del planeta muerto. No cabe duda de que ella es la responsable de eliminar por completo la investigación de Tabay y no ha dudado en activar la autodestrucción de su propio cerebro artificial, evitando que nadie acceda a la poca información que poseía.
Activas el protocolo y te dispones a caer en el sueño criogénico, mientras estás seguro que tu cuenta bancaria crece sin parar.
Ha llegado la hora de jubilarse.