La decisión ya está tomada.
Ahora deberéis hacer un último post, será el epílogo de vuestra historia:
¿Qué hay de especial?
- Habréis logrado salir de la pirámide usando el atajo que os han mostrado.
- Como vuestra excursión fue extra-oficial, nadie creerá vuestra historia ni nadie se hará responsable.
- El anillo... bueno, creíais que solo era una baratija hasta que comprobasteis que el paso de los años no os envejecía. Acababais de obtener la juventud eterna (solo podíais morir a raíz de un accidente, no de una enfermedad)
- Deberéis reflejar en vuestro epílogo que esta "inmortalidad" os traerá a la locura, puesto que ninguna mente humana está preparada para ver el paso de las generaciones.
¡Aprovechad y sacadle jugo al punto y final de la historia de Brendan y Evelyn!
La decisión ya está tomada.
Ahora deberás hacer un último post, será el epílogo de tu historia.
¿Qué hay de especial?
- Habrás logrado salir de la pirámide usando el atajo que te han mostrado.
- Como vuestra excursión fue extra-oficial, nadie creerá ni tu historia ni nadie se hará responsable.
- El anillo... bueno, creías que solo era una baratija hasta que comprobaste que el paso de los años no te envejecía. Acababas de obtener la vida eterna (solo podías morir a raíz de un accidente, no de una enfermedad)
- Deberás reflejar en tu epílogo que esta "inmortalidad" te traerá a la locura, puesto que ninguna mente humana está preparada para ver el paso de las generaciones.
¡Aprovecha y sácale jugo al punto y final de la historia de Helen!
La decisión ya está tomada.
Ahora deberás hacer un último post, será el epílogo de tu historia.
¿Qué hay de especial?
- Te has convertido en el nuevo guardián de la pirámide.
- Podrás narrar con libertad como el pirámide, el laberinto o incluso las pruebas se han adaptado a tus deseos.
- Podrás narrar el epílogo en el año que quieras, desde este mismo instante a un hipotético futuro dentro de dos siglos (por ponerte ejemplos aleatorios)
- Sabes que tu misión es esperar al próximo elegido, a aquel que porte el nuevo Sol de Ra y que te sustituya.
¡Aprovecha y sácale jugo al punto y final de la historia de Theodore!
Y de ese modo, el arqueólogo Theodore Fawkes había terminado convirtiéndose en el nuevo guardián de la pirámide. Nunca había sido demasiado respetado ni valorado por la comunidad de arqueólogos, por lo que había abrazado gustoso aquella oportunidad de permanecer en aquella pirámide, custodiándola hasta que llegara un nuevo Elegido.
Muchas veces a lo largo de su inmortal vida había pensado en qué tal les habría ido a Helen, Brendan y Evelyn, los tres compañeros con los que había compartido aquella aventura, y si habrían llegado a colocarse los anillos que la anterior guardiana les proporcionó. Aunque con el paso del tiempo, dejó de pensar en la que había sido su vida anterior. En esos momentos, lo único que le importaba era poder custodiar la pirámide hasta que acudiese a ella alguien digno de sentarse en ese trono. Era un ciclo que se había repetido numerosas veces a lo largo de la Historia y del que se enorgullecía de estar pudiendo tomar parte.
En el momento en que se sentó por primera vez en el trono, la imaginativa mente del egiptólogo concibió cómo sería la nueva pirámide. Respetando la estructura original de la pirámide y su laberinto, decidió añadir nuevos desafíos en las numerosas salas del laberinto, para poner a prueba, no solo la entereza física de los futuros aventureros, sino también su astucia e inteligencia.
Mantuvo la sala de las leonas y volvió a desear que la bola de piedra gigante permaneciera en la sala 3, dado que era una de las trampas más ingeniosas. También respetó el puzzle de la sala número 5, aunque modificó la cuarta, colocando en ella un sarcófago de oro. En el momento en que alguien entraba en la sala, al accionar una baldosa del suelo, situada justo en la entrada de la estancia, el sarcófago se abriría y de él saldría una momia con pocas ganas de hacer amigos.
Las salas 7, 8 y 10 ya resultaban bastante peligrosas en sí mismas, por lo que Theodore tampoco tuvo la menor intención de modificarlas. La que sí modificaría era la sala 12, en la que habían hallado el esqueleto del soldado nazi. A partir de ese momento, aquella estancia activaría una trampa que comenzaría a llenar la sala con arena, y los supervivientes tendrían que completar un puzzle en menos de diez minutos si no querían que la arena terminase por cubrir toda la sala.
Una vez que hubo concebido estos cambios, Theodore permaneció en su trono, sentado, aguardando al siguiente Elegido. No sabía si tendría que esperar diez, setenta, doscientos o mil años, pero no desistiría. Estaba seguro de que, algún día, una nueva persona acudiría a la pirámide, superaría los desafíos que aguardaban en el laberinto y se convertiría en el siguiente guardián de la pirámide.
Hasta entonces, Theodore Fawkes continuaría desempeñando su cometido.
¡Fabuloso tu epílogo! Y que sepas que he anotado todo lo que has dicho... me huelo que lo pondré en práctica en la siguiente partida... ¡muhaha!
Me alegro que te haya gustado. Ya me veo a los siguientes aventureros encontrándose la momia, la sala de la arena y a Theodore en el trono jaja
Es la idea jajaja, de hecho la elegida a la que has relevado es otro pj XD
Uauh, eso sí que no me lo esperaba xD
Evelyn observaba con el rostro pálido y los ojos hinchados el cuerpo inerte que yacía dentro del ataúd. En su interior se encontraba una mujer anciana, de unos ochenta años. Seguramente hubiera sido preciosa de joven. En la placa que había a sus pies se podía leer el nombre de la mujer: Alice O'Conell.
El brazo de Brendan pasó por sus hombros, y la mujer hundió su cabeza en su pecho. No podía creer que hubiera enterrado a su propia hija. Miró a su marido con una expresión consumida de tristeza. Apenas hablaban ya de todo lo que había pasado, aunque al principio no fue así. Ya no recordaba cuándo se dieron cuenta de que, por mucho que pasara el tiempo, sus cuerpos no cambiaban. ¿Cuántos años tuvieron que pasar para que vieran que no nacía ni una arruga en sus rostros?
La pareja trató de buscar soluciones. No podían acudir a la policía, ni preguntar a ningún médico. Por desgracia, no había ninguna especialidad que tratara la inmortalidad. Investigaron, recorrieron centenares de bibliotecas, leyeron miles de libros. Hasta acudieron a curanderos o chamanes que decían poder quitar las maldiciones. La mayoría les echaba a patadas, pensando que se trataba de dos graciosos queriendo reírse de ellos; otros les seguían el juego, cualquier cosa con tal de obtener unos billetes fáciles. Evidentemente, nada funcionó.
Evelyn y Brendan afrontaron el regalo envenenado de diferentes formas. Al principio, la esperanza de encontrar una manera de volver a la normalidad les daba fuerzas para continuar el día a día. Tuvieron que abandonar su ciudad para no levantar sospechas. Vieron morir a todos sus amigos y a sus familiares. Evelyn solía mirar los periódicos, siempre la sección de esquelas. Aunque nunca vio el nombre de Helen Kross, sí que encontró un brevísimo artículo en el que se achacaba la desaparición de Theodore Fawkes a un accidente en una de sus investigaciones. La mujer se despertaba cada día un poquito más desesperada. Suponía que Brendan también, pero él nunca lo demostró. Siempre se mostraba fuerte, como una roca, daba igual cuan fuerte las olas de las decepciones lo golpearan. Hasta que, un día, su mayor deseo y temor se hizo realidad: Evelyn estaba embarazada.
Sus vidas dieron un giro descomunal. Centraron todos sus esfuerzos en sacar adelante a su pequeña. Ella fue la única persona que conoció la verdad. Aunque fueron unos buenos años, que acabaron por devolver a Evelyn un poco de la cordura que había ido perdiendo, todos sabían que el final era inevitable. Tendrían que ver morir a Alice; también iban a perderla a ella, a su sol. Apenas lo planearon, pero tanto Brendan como Evelyn sabían que, después de la incineración, ambos viajarían juntos de nuevo a Egipto.
Dejo la continuación a Brenny
Siempre había pensado que morir era lo peor que le podía pasar a alguien. Cuanto hubiera deseado tener razón.
Al principio, la vida no estaba tan mal. Se sintió igual de fuerte y joven aún pasados diez años desde aquella peligrosa y extraña aventura. Sus amigos bromeaban con que nunca se hacía viejo, sin saber la verdad que encerraban esas palabras. Al tiempo, Evelyn y él tuvieron que abandonar su hogar y viajar por el mundo. Por suerte, Brendan acumuló suficiente riqueza durante ese tiempo y lo siguió haciendo mientras estaba legalmente vivo, aunque no podía dejar que nadie de su compañía le viera. Viajaron y viajaron, tratando de encontrar un remedio a su enfermedad. Nada sirvió. Sabía que debía mostrarse fuerte para su querida e inmortal esposa, pero cada vez era más difícil. Trataba de ocupar su cabeza y se dedicó al estudio de todo tipo de ramas científicas y pseudo-científicas, estas últimas con la esperanza de encontrar el mismo la cura a la inmortalidad. Tal vez se topara con una que fuera verdad. Pero la búsqueda no dio ningún fruto.
Pasaron años y años y, por suerte y por desgracia, Evelynn se quedó embarazada. Su hija lanzó un pequeño rayo de luz a su vida. Aunque muchas veces no podía evitar llorar al pensar que esa felicidad acabaría -siempre sin ser visto-, pudo recordar lo que era la verdadera felicidad, una felicidad que llevaba tiempo sin conocer. Nunca había dejado de amar a su esposa, pero la desesperación propia de su condición había casi acabado con sus ganas de vivir, llegando a plantearse un suicidio que ni siquiera sabía si iba a funcionar. Cuando incineraron a su hija, sintió una profunda tristeza.
En ocasiones se había preguntado que había sido de la antigua guardiana. Y también de Helen y de Theodore. ¿Estaría sufriendo la guía de la misma forma? Viendo morir a sus seres queridos, sabiendo que no podía coger apego a nadie, ya que desaparecerían tras un tiempo, mientras que ella seguiría ahí. Al menos, él y Eve se tenían el uno al otro, pero Helen estaba sola. Theodore, por su parte, se había convertido en el guardián. Habían pasado ya muchos años desde entonces, tal vez hubiera pasado su legado a otro guardián y, al igual que la antigua guardiana, recorriera el mundo siendo un ser inmortal.
Esos mismos pensamientos, unos días tras la muerte de hija, hicieron clic en su cabeza. ¿Cuántos inmortales podían existir? Siempre había pensado que cinco, pero se equivocaba. Antes de la antigua guardiana, había habido otros. Y tras Theodore, es posible que también. ¿Y si alguno había encontrado la forma de sobrellevar esa carga? ¿Y si alguno había podido volverse mortal? Tal vez era una idea estúpida, pero era a lo único que podía agarrarse en esa vorágine de depresivos pensamientos. Tanto él como Evelyn habían decidido viajar a Egipto tras la muerte de su hija, ya que marcó el comienzo de su nueva vida. Sería un buen lugar para comenzar la búsqueda de gente como ellos.
En la pirámide donde empezó todo.
Más que continuar, he decidido dar mi versión de la historia. El descenso a la desesperación de la pareja desde el punto de vista de Brendan, la subida y bajada emocional debido a su hija y, finalmente, una diminuta chispa de esperanza porque me dejaba mal sabor de boca haber "ganado" la aventura y cerrar con final completamente desastroso.
Espero poder leer luego lo que han escrito los demás. ¿Tal vez cuando la partida se cierre? Tengo curiosidad.
Guau, me habéis fascinado los dos con vuestro epílogo. Os habéis lucido con creces, hasta me habéis puesto los vellos de punta. ¡Ha estado genial!
PD: Si tenéis curiosidad os diré que la mayoría de los supervivientes inmortales (otros jugadores) tiende al suicidio XD
Y sí, una vez cerrada la partida será pública para ustedes.
¡Ooh, qué lindo Brenny!
Muchas gracias Dire, no solo por los comentarios, sino también por la partida. Me ha gustado mucho cómo ha estado organizada, me ha tenido en tensión, me ha emocionado... ¡Un 10! Me siento muy afortunada de haber podido entrar :)
Afortunado soy yo, de que me hayáis vuelto a elegir como director :)
En cuanto postee Helen cierro la partida y os doy VIP para que podáis leer.
Diario de un encuentro en una pirámide. Por Helen Kross.
Día 1: Acabo de decidir escribir este diario a raíz de una experiencia que me ha pasado recientemente. Ayer caí por el agujero de lo que parecía ser una trampa y he terminado descubriendo un templo oculto gobernado por un dios egipcio que se va reencarnando en una persona diferente cada cierto tiempo. Yo he logrado huir junto al matrimonio que me acompañaba. Hemos tratado de contar la historia que hemos vivido pero nadie nos cree, pero es cierta. He decidido escribir este diario porque nos hemos hecho con un anillo que nos da la inmortalidad. Nadie nos cree, por eso he decidido escribir este diario, si algún día algo me ocurriese, espero que con este diario todo quede claro. Mierda, no estoy acostumbrada a escribir ya en papel, he escrito muchas veces "diario" y llevo tanto tiempo sin usar tipex que ya está súper seco.
Día 7: Al final lo del diario este ha sido una tontería, no veo que nada haya cambiado, Evelyn y Brendan ya han regresado a su casa y ya no he vuelto a saber nada de ellos. Theo debe seguir siendo el nuevo dios.
Día 476: Pues al final resulta que dejé el diario porque realmente me parecía una gilipollez, pero hoy he celebrado mi cumpleaños con unas amigas y me han dicho la típica frase de "parece que no envecejes" resulta que he mirado una foto de mi del año pasado, del día que descubrimos la pirámide y resulta que salvo por el cambio de look todo sigue igual. Ni una arruga, ni nada. Y eso que decidí no darme cremas a ver si es verdad eso de la "juventud eterna".
Día 704: Pues efectivamente, sigo igual. ¿Realmente me habré vuelto joven para siempre? Me he empezado a hacer fotos cada semana y no se aprecia el cambio. He hecho un montaje de mi y en un vídeo y nada. Mi rostro sigue igual. ¿Será verdad?
Día 953: Hoy me ha parecido algo muy extraño, juraría a ver visto a Theo paseando por debajo de casa. Bajé corriendo a ver si era él, pero me equivoqué. A punto estuvo de atropellarme un coche y en ese momento pensé si sería posible sufrir daño o si sería verdaderamente inmortal.
Día 962: He decidido jugármela, hoy voy a tirarme desde un primer piso. Sé que no es altura suficiente para matarme, pero si me hago daño sabré que soy mortal.
Día 9.450: Hoy mi hijo, que ha crecido muchísimo y se ha convertido en un joven muy apuesto me ha traído al hospital este diario. Lo había olvidado. Resulta que decidí tirarme de un primer piso y tuve tan mala suerte de quedar en coma. Llevo más de 23 años en este estado, pero sigo sin envejecer.
Día 9.457: Estoy pasando uno de los peores momentos de mi vida, me toca volver a aprender a andar, debo de ser inmortal y no me hago mayor, pero me niego a llevar este tipo de vida. No quiero estar en una silla de ruedas mientras mi hijo me mira con esa cara. Dice que este anillo que nunca me quitó me está convirtiendo en alguien muy especial pero que no es muy normal que ambos parezcamos de la misma edad. Quiere arrebatármelo y se arrepintió de no habérmelo quitado mientras estaba en coma. Pero le he dicho que "es mío, mi tesoro" y todo ha terminado entre risas recordando la frase de Gandalf.
Día 15.788: Hace una semana falleció mi hijo, y yo sigo igual, igual de joven que siempre, pero jamás aprendía a andar. Llevo una vida de mierda en silla de ruedas y he arrastrado a esta mierda de vida a mi hijo. Ahora él está muerto y no tiene ningún sentido que yo siga viviendo sin él. Nadie me preguntó si yo quería ser inmortal, y nunca pensé que tuviera que enterrar a mi hijo. Además, la gente ha empezado a preguntar y a tener dudas sobre mi estado. A pesar de que han pasado más de 40 años, la gente no había empezado a sospechar y a hacer preguntas directamente hasta ahora. Incluso hay paparazzis en la puerta de casa. Esto es absurdo y mañana tengo intención de acabar con esto. Este diario ha sido breve, pero supongo que quien lo encuentre entenderá lo que pasó. Y ya de paso más abajo adjunto la ubicación del lugar por donde encontré la pirámide. Quizá Theo necesite que alguien lo rescate y lo saque de aquí, pero si ser inmortal es esta mierda, no se lo recomiendo a nadie.
Día 15.892: Ya he hecho todo el papeleo que necesitaba para dejarlo todo a la mujer de mi nieto y mi bisnieto. Ya me he despedido de mi nuera y he decidido acabar con esto. Junto a mi cadáver encontraréis este diario y el anillo. También está el mapa donde indico el lugar donde lo encontré y el punto exacto donde podréis encontrar a Theo. Él necesita que lo saquen de allí y lo rescaten. Por si acaso yo me marcho más de este mundo cruel y absurdo. Y quien se haga con el anillo, que sepa que esto de la inmortalidad, es una mierda. Adiós.
¡Sabía que me ibas a sorprender Kami! ¡¡Me ha requete encantado tu epílogo!!!