Partida Rol por web

Más allá

Un viaje inesperado

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18/03/2013, 21:03
Director

Así como una jornada bien empleada produce un dulce sueño, así una vida bien usada causa una dulce muerte.

Leonardo Da Vinci

Morir. Fallecer. Pasar a mejor vida. Palmar. Irse al hoyo. Liar el petate. Picar billete.

Llamadlo como queráis. El caso es que es lo que os ha ocurrido. Por diversos motivos habéis acabado cruzando al otro lado. Y no tenéis ni idea de lo que os aguardará.

Pero por lo que habéis visto, el mas allá no es como os lo imaginabais. De momento, estáis subidos a un autobus normal y corriente, con asientos coloridos con esos estampados tan horribles que hacen apostas para tal fin. Al menos no son del todo incómodos. Y la carretera es buena. La suspensión del vehículo, no tanto. Vuestras posaderas ya sufren los estragos del incesante traqueteo. El caso es que no sabéis desde cuando habéis subido al autobus. Casi se podría decir que aparecisteis en el. Pero no tiene sentido preocuparos por eso ahora. 

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18/03/2013, 21:09
Director

Pasado un largo rato, la carretera se bifurca en tres rutas diferentes. La ruta de la izquierda es la autopista al infierno, según reza el cartel rojo que indica la dirección. El de la derecha es una autovía al cielo, en buen estado, con un idílico paisaje verde a ambos lados y sin peajes. Y vosotros vais al del centro, una carretera nacional normal y corriente. El letrero indica "Purgatorio/Recepción".

No tardáis mucho hasta bajaros en la parada. El autobús, sin conductor (cosa bastante rara, ya que si tiene volante), se queda en el sitio. Os encontráis frente a un edificio gris, cuadrado, bastante anodino. No tiene nada reseñable, salvo que es lo mas soso que habéis visto en la no vida. Sin saber por qué, pero pareciéndoos lógico, entráis al edificio. 

Desde luego, no es lo que os esperabais para nada. Se supone que debería haber un juicio llevado a cabo por alguna suprema divinidad. Pero lo único que veis al entrar es un mostrador de madera atiborrado de papeles, tras el cual está la típica secretaria vieja y con cara de amargada. La sala es ancha y está vacía a excepción de la secretaria, pero es bastante oscura. Pegados a las paredes hay una hilera de sillas de un color amarillo oscuro bastante feo. 

Al entrar, la secretaria levanta la vista del papel que estaba leyendo, que parece ser un periódico, y os mira detrás de esas gafas negras y redondas que te regalan con el carnet de vieja amargada.

Lote 278541896248745.-dice con una voz seca y áspera de fumadora. Acercaos. Consultaré vuestros expedientes y procederemos a asignaros un lugar en este mundo. No los he leído muy a fondo, así que tengo varias dudas de quien va a qué sitios, pero pase lo que pase tendréis que pasar por una de esas puertas.- señala detrás del mostrado con la mirada, donde hay tres puertas exactamente iguales. Unos letreros encima de cada una indican cual va al cielo, cual al infierno y cual al purgatorio- Allí os llevarán a vuestro destino, sea cual sea. 

La mujer comienza a rebuscar entre los papeles, y frunce el ceño. Comienza a buscar, cada vez con más gesto de frustración. Después de revolver mil veces los papeles como una loca, se da la vuelta y grita a una ventanilla que hay detrás de ella, de cristal casi opaco y rugoso. 

¡Larry! ¿Donde me has dejado los expedientes de los nuevos? ¡Que tengo que clasificarlos!

De esa ventanilla sale una voz masculina muy desagradable, hablando a gritos. ¡Te los he dejado en la mesa, vieja cegata!

La mujer, aún más enfadada, aumenta aún más su tono. ¡Ya he mirado en la mesa, listillo! ¡Y aquí no hay más que papeles viejos, pero ninguna carpeta!

La voz le contesta desde la ventanilla. ¡Pues yo los he dejado ahí! ¡Si los has perdido es culpa tuya!

Después de discutir de forma cada vez más acalorada, la mujer os espeta: ya está bien. No se donde están los expedientes gracias a ese cretino, pero no puedo dejaros sin catalogar. De modo que os acercaréis aquí, uno por uno, y me contaréis vuestra historia. Recuerdo que uno sólo era quien merecía ir al paraíso, pero como no recuerdo quién, juzgaré yo misma quien es. Así que contadme todos lo que habéis hecho en vida, y el que más se lo merezca será el que pase. 

Os mira por encima de las gafas y os dice: empezad cuando queráis. 

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18/03/2013, 23:25
Elena Díaz

"Y... yo soy Elena ¿Sólo uno se salvará?" Mira al suelo, triste
"Solo soy una chica normal, acababa de empezar magisterio, y... lo normal"

Elena intenta no llorar, recordando a su familia, a sus amigos, a su querido, y a su gato.

"Simplemente he hecho lo que me parecia correcto, lo bueno. Estudiar, ayudar a mis amigos, cuidar de mis primos, querer a mi familia, y quererle... a él. Iba a verle, iba de camino a verle ¿Cómo estará ahora? ¿Puede decirme usted al menos como está él?

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19/03/2013, 00:17
Director

Hay una televisión del mundo de los vivos cuando cruces esa puerta- te responde con aspereza. Por favor, las preguntas más adelante. Ahora quiero oír vuestras historias. Completas.

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19/03/2013, 13:48
Viktoria

Viktoria es o fue alguna vez una muchacha realmente bella, de caracter melancolico, deprimente y lugubre, pero contaba con un grna corazon, un que iba dirigido hacia los animales, las criaturas mas indefensas en este planeta, no hacia distincion, perros, gatos, palomas o pumas, toda criatura le parecia un verdadero regalo de la vida que necesitaba ser cuidado, protegido y amado, cosa que cumplio hasta el final de su vida.

Ella se acerca con un porte lento, sus vestimentas rasgadas presentaban una pigmentacion grisacea, ondulante y fantasmagorica, su rostro palido y transparente se hizo presente ante la anciana quien la mira sobre los lentes.

- Mentiria doña si le digo que no quiero ir al cielo...pero no malinterprete mi deseo, la verdad, es que deseo ir alli solo por una razon y espero que sepa apreciar dicha razon, por lo que he aqui mi historia... - levanta la cabeza y comienza a hablar - alguna vez fui una joven dedicada totalmente a las criaturas desdichadas de la Tierra, nunca fui una ricachona, pero todos mis trabajos estaban evocados a un fin, el unico y el principal de toda mi vida...abrir mi propio centro para animales abandonados...nunca quise ganar dinero, solo queria ver a aquellas criaturas felcices en un lugar donde realmente se sientan amados y comprendidos, cuidados y respetados como todo ser viviente debe exigir...pero ese sueño se vio esfumado no hace mucho, a la hora de mi muerte...iba caminando por una humeda carretera hacia el departamento donde rentaba, era de noche, el frio estaba presente en cada pequeño recoveco de mi ser, imaginaba cosas sin sentido y viajaba en un mundo apartado del real, hasta que oi aquel chillido...se trataba de un can, no muy grande, de color cafe y de raza mestiza...aquel pobre ser, habia sido atropellado sin tener crimen alguno mas que el querer tomar de la nuca a su compañero ya muerto, quien yacia en medio de la carretera. Sparky, como lo llame en ese momento, el can pardo y manso, tratando de salvar el cuerpo de su amigo, cuyo cuerpo iba siendo porfanado por cada vehiculo que le pasaba encima, estaba siendo muy cauto con los vaivenes de aquellos carros, pero cuando por fin pudo tomar de la nuca a su muerto, un automovil le paso por encima de sus patas traseras, lanzando asi aquel indefenso animal, un chirrido que me hizo despertar de mis fantasias - trata de no llorar y continua con la historia - me acerque hacia aquel animal, lo tome en mis brazos y lo orille de todo peligro, lloraba, temblaba, sangraba sobre mi y yo estaba ahi, sentada e impotente ante la situacion...lo arrope con lo poco que tenia y trate de mimarlo por los ultimos instantes que duraria su corta vida, recuerdo que Spary levanto la mirada hacia mi, senti una extraña conexion, una que no se siente todos los dias, lo mire con lagrimas en los ojos mientras el abandonaba este mundo, adolorido, triste y con la gran duda del por que nadie lo respetaba, con el cuerpo inerte y cubierto por mis ropajes, cave una tumba con mis propias manos, haciendome sangrar las yemas de los dedos, debido a que la tierra estaba congelada y yo no contaba con los elementos que debian protegerme ante esa tarea...me mantuve al lado de aquella tumba, titiritando de frio, llorando amargamente, mientras mi cuerpo iba cediendo ante la hipotermia...fui tonta lo se, debia levantarme de ese lugar, luchar para que otros animales no sufran el mismo destino...pero me temo que no lo habia pensado asi...ahora solo quiero entrar al cielo, solo por una razon: ver como Sparky juega en paz con aquel compañero suyo -

Se mantiene en silencio unos segundos, deja caer unas lagrimas y se sienta de lo que tenga cerca.

Notas de juego

Esa es mi historia :D

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19/03/2013, 17:16
Carla Virillas

Una vez Viktoria termino de hablar y se fue a sentar yo me levanto y comienzo a narrar mi historia.

-Mi nombre es Carla Virillas - Comienzo a decir mi nombre, como quien se presenta en el colegió - Nací en un hogar que no tenía ni fu ni fa, pues no eramos pobres, pero nunca teníamos las cosas que queríamos - Comienzo a recordar aquellos días en la casa cuando quería un celular mejor que el que ya tenía (que era uno de esos cuadrados antiguos) y no me lo compraban porque no habían recursos para eso, siendo molestada por mis compañeros al no tener uno con pantalla plana y táctil - Sin embargo siempre mi familia fue unida... y aunque no me guste admitirlo, no siempre fuimos a la iglesia ¿que? no me miren así, al menos soy honesta - Levanto los hombros y los vuelvo a bajar - ¿En que iba? A sí... bueno, no viví mucho, pero creo que lo viví bien... en el colegio me fue bastante bien, y gracias a mí a otros también les fue bien, porque fui tutora de historia e ingles... aunque al inicio mi mama me obligo a serlo, luego le agarre el gusto y seguí por mi propia cuenta... ¿ya mencione que quería ser profesora? - Comienzo a moverme de un lado para otro mientras hablo - Bueno, nunca llegue a serlo... cuando estaba terminando mi educación... ya saben... - Hago un gesto con la mano pasándomela por el cuello y sacando la lengua, para luego soltar una risita - Bueno, al menos morí virgen... ¿de algo vale eso... no? al menos no cometí "pecado carnal"  Sonrío ante la afirmación y continuo  hablando - Bueh solo me queda decir que unos meses antes de morir me había inscrito en la fundación "Un techo para los desvalidos" de manera voluntaria para ayudar en la construcción de hogares... solo alcance a ayudar en la construcción de 3 hogares antes de terminar con un cuchillo abriéndome las tripas... y bueno... pues... eso... ¡Ah! -Digo levantando un dedo antes de ir a sentarme al lado de Viktoria - Si de algo sirve... no le deseo mal a Jeremy (el novio que me mato), es que su madre... se tenía el pelo azul como yo, y al parecer ella es la culpable de su odio, pues, ¡eso!

Sin más que decir, me siento al lado de Viktoria, mientras observo a mi alrededor el tétrico lugar, y para pasar el rato me pongo a tararear una canción de cuna que había escuchado en una película momentos antes de morir. 

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24/03/2013, 19:35
Kelemen Lakachesmas

Kelemen se acerca al mostrador con el paso firme de quién ha tratado infinidad de veces con la mastodóntica burocracia administrativa. Dirige una cálida y comprensiva sonrisa a la funcionaria y le habla en los siguientes términos:

- Buenos días y a sus pies, señorita (aún pese a que evidentemente sus años mozos quedaron muy atrás).

Lamento mucho todos estos incovenientes que nuestra desafortunada llegada le están causando... desde luego que no se por qué diantres tuvieron que cambiar el sistema archivístico cuando el antiguo funcionaba perfectamente bien y nunca dió problema alguno. Si los mandamases preguntasen su opinión a quiénes REALMENTE conocen su trabajo y se basasen en la experiencia de los gestores administrativos para llevar a cabo las reformas las cosas probablemente irían mucho mejor...

En fin, pues yo soy Kelemen Lakachesmas (tanto gusto). Si no fuese por la ineptitud de alguno que no debiera estar desempeñando puestos para los que evidentemente no está capacitado (mirada despectiva hacia la ventanilla de Larry) hubiese Usted podido comprobar que soy responsable, ya que he dedicado mi vida a ello, de un más que muy alto porcentaje de la felicidad de mis queridos conciudadanos.

Al principio, y debido a la ingenuidad fruto de mi juventud, pensé que la mejor manera de dedicar mi vida al servicio del prójimo sería estudiando medicina, así que me gradué cum laude en 1956 y me dediqué posteriormente a la docencia, consiguiendo así que personas de mente simple como por ejemplo mi compañera aquí presente, Elena Díaz, pudiera hacer lo que ella (y otras muchas) consideraba que era, en sus propias palabras, "lo bueno, lo correcto", es decir, estudiar. De este modo, suspendiendo a todo el mundo siempre y exigiendo unos niveles de excelencia inalcanzables pude hacer feliz a mucha gente, ya que generaciones enteras de estudiantes se vieron forzados a estudiar los mismos temas una y otra vez.

Asimismo, también, y dado que al parece a todo el mundo le gusta tener pareja, aproveché esos años para tener todas las novias que pude, con un mínimo de 6 simultáneamente, para de este modo permitir alcanzar la plenitud sentimental al mayor número de mujeres que me fue dado conseguir. En muchos casos conseguí que este nivel de felicidad fuese aun mayor al seducir a muchas de mis alumnas, que creyeron que podrían sonsacarme los resultados de los exámenes, pero fuí férreo en mis principios y a pesar de exigirles todo tipo de favores sexuales aberrantes les di toda la felicidad que se merecían mediante la técnica de impedir que sacasen más de un 4'9 (periódico puro) en mis exámenes.

Por otro lado, quizá conozca mi trabajo al frente de la Fundación Finteerlhorn sobre investigación de terapias de regeneración de tejidos nerviosos. Para ello, tuve oportunidad de experimentar con infinidad de animalitos que un grupo de mercenarios albanokosovares se encargaba de suministrarme. Había de todo, gatitos abandonados, perros lazarillo que robaban a ciegos, cabritillos lactantes, incluso recuerdo un chimpancé que sabía hablar en el idioma de los signos y estaba cursando 2º de Magisterio en la Complutense. Pues nosotros experimentabamos con ellos y, si sobrevivían, después abandonabamos lo que quedaba en centros urbanos, para así permitir alcanzar la felicidad a gente como Viktoria, que como ella misma ha admitido, disfrutaba enormemente de su desinteresada labor social al haber dirigido su vida a la sanación de este tipo de animalitos. Conseguimos grandes éxitos en la generación de "abominaciones protegibles" con el aparato teletransportador del Dr. Seth Brudle... ¡Que tiempos aquellos! 

De hecho mi dedicación era a tiempo completo, siempre que pude dediqué un minuto o dos para patearle las costillas a algún perrito callejero que se acercaba a mi para mendigarme un mísero pedazo de bocadillo de mortadela, y también solía rociar con queroseno a las palomas de los parques para luego pegarles fuego y así servir de metáfora y hacer pensar a la gente en el ave fénix y motivarles para superar sus frustraciones.

Gracias al éxito de nuestras patentes, pude ampliar mi ejército de mercenarios y expandir sus funciones para así dedicarles también a la destrucción de viviendas-no-aseguradas (nosotros las llamábamos VNAs), de modo que entre eso, las Leyes Hipotecarias que gracias a mi influencia conseguí que se legislasen, y los sobornos a políticos locales para la expropiación y voladura de barrios marginales completos, conseguimos aumentar considerablemente aumentar el número de "sin techo" y así conseguimos aumentar la felicidad global enormemente ya que gente como Carla Virillas pudieron encontrar la manera de dar un sentido a su de otro modo insulsa vida. De hecho, teníamos en mente un ambicioso proyecto para contratar a una legión de abogados que convenciesen a las ancianitas más desválidas para que renunciasen a sus alquileres de "renta antigua" en favor de unas promociones inmobiliarias que se iban a construir con cartones prensados y pintados con purpurina y que al menos iban a durar en pie hasta las lluvias de abril... pero estábamos viendo la manera de coordinar todo eso con el proyecto de control de la meteorología para provocar una sequía perpetua y el otro asunto sobre la destrucción del Sol... (pensativo) en fin, demasiadas cosas para una sola vida ¿No cree?

Bueno, no le molesto más, que se ve a la legua que es Usted una persona muy ocupada y con grandes responsabilidades sociales. Si le parece oportuno esperaré ahí sentado a que con su mejor criterio resuelva sobre el asunto que nos atañe.

Tenga Usted unos muy buenos días.

(Hace una especie de reverencia decimonónica y se retira a uno de los asientos con gran pulcritud y donaire).

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24/03/2013, 20:59
Francesca Borenti

Francesca mira a su alrededor, al comité de santurronas adolescentes que tiene alrededor. Maaaadre mia, piensa, y llega a poner los ojos en blanco. Pues la llevamos clara con tanta buena obra.... Sin embargo, cuando llega el turno de Kelemen, todo aquello le suena un poco más... "¿De cuantos ceros dices que era tu fortuna?" - es lo que tiene que obligarse a no preguntarle. Bueno, al fin y al cabo, si no va al cielo, igual puede dar otro braguetazo en el infierno.

 

No puede evitar sonreir con este último pensamiento y, cuando el tipo se hace a un lado, es ella la que se acerca, recolocándose ligeramente la cabeza, algo más "elástica" de la cuenta, debido a la rotura del cuello. Dedica la más encantadora de sus sonrisas a la funcionaria, acompañada de un pestañeo más que estudiado- Buenos días... Oh, espere... ¿De dónde ha sacado esas gafas? Son tan, tan ideales... - le dice, teatral, llevándose una mano al pecho, en un gesto más que convencido- Vaya, discúlpeme.... Me he dejado llevar por su innegable buen gusto... Dónde estábamos, sí... Decía que necesitaba saber nuestra historia... - dice, atusándose el traje de chaqueta con una mano, mientras con la otra vuelve a sujetarse la cabeza, para que no le caiga hacia un lado- Veamos.. por dónde empiezo... Hace ya tanto tiempo... - dice con un tono de nuevo trágico, y una expresión de no haber roto un plato en su vida.

Me llamo Francesca y vengo de la bella Italia.... Mi familia nunca fue excesivamente rica, y desde muy pequeña tuve que aprender a valerme por mi misma... Mientras estudiaba, jamás dudé en hacer todo lo posible por mejorar la situación de mi familia... Fue precisamente por eso, para poder ayudar a mi pobre padre y a mi enferma madre, por lo que comenzé a aceptar las invitaciones de Enzo Borenti, el hijo menor de un capo local....- coge aire, con gesto compungido, antes de seguir hablando.

No me malinterprete... Yo era joven, e ingenua... y Enzo era tan guapo... Y estoy segura de que alguien como usted ya sabe lo que es que la corteje a una un hombre irresistible... -aprovecha para soltar el comentario, de nuevo con esa sonrisa encantadora- Desde luego que yo no sabía a qué se dedicaba... Sólo sabía que era guapo, inteligente, amable, encantador.... y rico. Así que seguí con él y, algunos años después, pasamos por el altar... - Sigue diciendo, mirando entonces su mano derecha- A partir de entonces, bueno... llevé una vida mucho más cómoda, he de reconocer, pero siempre repleta de buenas obras... - añade, pensando ahora en como "maquillar" sus buenas obras- Siempre he estado del lado de los inmigrantes y de las madres solteras.... ¡Algunos de ellos llegaron a dormir en mi propia cama! - exclama, omitiendo la parte en que la madre soltera era una cubana a la que su querido Enzo se cepilló con su consecutiva sorpresa nueve meses después, y también la parte en la que ella misma se cepilló a otro puertoriqueño en su maravilloso lecho conyugal- Además, siempre me interesé por los animales.... Y por que nunca les faltara una buena limpieza, ni un buen cepillado... - a los abrigos de piel que tenían en el armario, claro está-  Si le digo la verdad, no puedo soportar verlos tan sucios y despeinados.... Se me encoge el alma...

Hace una pausa dramática en la que casi llega a derramar una lágrima, con la mano de nuevo en el pecho- Y no sólo eso.. fueron tantas las buenas obras que realicé durante aquellos años que Enzo empezó a mosquearse.... Él no aprobaba muchas de mis acciones de buena samaritana.... No se imagina la de veces que discutimos por culpa de ellas.... - vuelve a mostrarse compungida, omitiendo de nuevo que el motivo eran las miraditas intencionadas al jardinero y las abultadas facturas en complementos y abrigos de piel. La mira, buscando algo de complicidad en la funcionaria- Los hombres pueden llegar a ser tan crueles y tan dañinos cuando se lo proponen.... - dice, con la mayor de sus amarguras.

Pero no fueron sus palabras ni sus desaires lo que más me dolió.... Hace una semana, Enzo me abordó en casa, más cariñoso de la cuenta, y me invitó a una cena romántica, con el pretexto de limar asperezas entre nosotros... Y yo, que soy una esposa amantísima en todos los sentidos, no pude negarme... ¿Como rechazar al amor de mi vida, a mi razón de vivir...? ¿Cómo, después de todos aquellos años profesándole toda mi devoción y mi amor? - a su cartera, claro está- Así que acepté, pero quisó el fatal destino que aquella misma noche, mientras me arreglaba, encontrara algo en la habitación que lo cambió todo.... ¡Un frasco de veneno, en mi propia mesita de noche! ¡No lo podía creer! ¡Enzo quería matarme!

 

Bajé entonces las escaleras, temblorosa y traicionada...humillada como ninguna mujer lo ha sido en su vida cuando.... ¡tropecé! Caí escaleras abajo y entonces..... todo acabó. - hace de nuevo una pausa, para darle más intensidad a su relato, y se lleva una mano a la frente, como si estuviera a punto de desmayarse.

Me rompí el cuello, como  usted habrá podido observar, presa del dolor por la traición de mi bienamado esposo... Una desgracia, señora mía, una desgracia... - dice, y ahora sí, acaba llorando desconsolada, en una interpretación magistral.

No sé si alguno de estos merece o no estar en el cielo más que yo.... - dice entonces, mirando a los presentes, con desdén, más altiva de repente, antes de acercarse a la funcionaria, para hablarle casi en un susurro- Lo que sí le aseguro es que nada le jodería más a ese pedazo de stronzo di merda de Enzo que ver que, gracias a él, he conseguido la gloria eterna.... - es lo que le dice a la mujer, directa- Y estoy segura de que usted, amiga mía, también cree que un bastardo como él merece ese castigo.

Finalmente vuelve a recomponerse, alzando ligeramente el mentón al tiempo que se seca las lágrimas, con aire presumido. Y pasa entre los presentes, con sus aires dignos y aristocráticos, tomando asiento junto al tal Kelemen.... Por si acaso el plan A sale mal.

 

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24/03/2013, 22:28
Elena Díaz

(No puedo editarlo, asi que... reposteo, ignoren el primero.)

"Y... yo soy Elena ¿Sólo uno se salvará?" Mira al suelo, triste
"Solo soy una chica normal, acababa de empezar magisterio, y... lo normal"

Elena intenta no llorar, recordando a su familia, a sus amigos, a su querido, y a su gato.

"Simplemente he hecho lo que me parecia correcto, lo bueno. Estudiar, ayudar a mis amigos, cuidar de mis primos, querer a mi familia, y quererle... a él. Iba a verle, iba de camino a verle ¿Cómo estará ahora? ¿Puede decirme usted al menos como está él?"

"En fin, mi vida fue sencilla, mi padre era cartero, no eramos ricos, ni tampoco pobres, y viviamos en una ciudad normal y corriente, muy linda y al lado de la playa. Como siempre me gustaban los niños, siempre estaba jugando con ellos, y haciendoles fiestas, todos sabian... " su intento de sonrisa se vuelve más mustia al recordar que ha muerto, y que ya no hay futuro" todos CREIAN que terminaría siendo profesora."

"Hace dos veranos, empecé a salir con un chico... Oh como les echo ya de menos " se gira al suelo.

En fin, un placer haber estado con tan grander personas, como Viktoria o Francezka, o alguien que ha vivido tanto la vida como Kelemen.

Notas de juego

(Tenía pensado decir que esta chica se habia cogido la clase de prestigio NOVIA DEL MÁSTER, pero eso ya seria el acabóse!)

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27/03/2013, 14:48
Director

Después de meditar un largo rato, la secretaria amargada os hace unas señas para que os acerquéis. Os colocáis en fila como si fuese la final de un concurso de belleza. Sabéis que hay mucho en juego.

Ahora diré quiénes debéis pasar por cada puerta en función de vuestros actos. Para hacerlo más emocionante diré primero quienes deben ir al infierno.

Un pausa larga, y un redoble de tambor del que nadie sabe su origen después, la mujer carraspea y dice: Karl Itvorius, por su silencio queda relegado al olvido en la Sala C del Inframundo. Kemen Lakachesmas, a usted también se va al infierno, pero le ofrecemos una plaza vitalicia (es un decir) como director ejecutivo del Departamento de Maldades e Hijoputismo. Y en cuanto a Francesca Borenti... me temo que no cuela. También debe ir al infierno. Departamento de Lujuria, Cornamentas y Cascos Ligeros.

Después de una pausa para que los tres difuntos asimilen su nuevo destino, continua otorgando condenas.

Elena Díaz y Carla Virillas. No habéis hecho gran cosa en vuestra vida. Ni demasiado bueno ni demasiado malo. De modo que quedaréis en el Purgatorio los próximos mil años. Tomáoslo como la sala de espera del cielo. 

De modo que solo queda una candidata al Reino de los Cielos, como dicen los cristianos. Y esa es Viktoria.- La expresión de la mujer se suaviza un poco, y te dedica una sonrisa de dientes amarillos que pretende ser dulce pero que es entre repulsiva y tétrica. Enhorabuena, chiquilla.

De modo que cada uno debe pasar por la puerta que le corresponde y recibir la recompensa o el castigo que se han ganado. Allí, unos miniautobuses de diferente color (negro los del infierno, grises los del purgatorio) se llevan a cinco de los seis a su nuevo hogar. Y a Viktoria la espera una limusina blanca con champán y fresas. ¡Faltaría más!